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The mayor recognizes the link between environmental degradation and gender inequality in Bogotá. 26% of women using public transportation have experienced sexual harassment, and 29.5% face insecurity in the vicinity of the transit system. The mayor plans to address these issues through safety audits, identifying unsafe areas, and implementing environmental protection programs. Bogotá can contribute to the global ecofeminist movement by empowering women, protecting the environment, and promoting social justice. Dando continuidad a nuestro programa, vamos con una ronda de preguntas de nuestro tema principal. Comenzamos con la alcaldesa. Doctora Adriana, ¿cuál es su postura con respecto a la relación entre la explotación del medio ambiente y la desigualdad de género, especialmente en Bogotá? Bueno, Adriana, desde mi posición como alcaldesa de Bogotá, reconozco la estrecha vinculación entre la degradación ambiental y la desigualdad de género en nuestra sociedad, especialmente en Bogotá. Según los datos revelados por la Secretaría Distrital de la Mujer, el 26% de las mujeres que utilizan el transporte público han sufrido acoso sexual en los últimos meses. Además, la inseguridad en los alrededores del sistema de transporte masivo afecta al 29,5% de las usuarias. Estas cifras son realmente alarmantes porque estos números reflejan una problemática profunda que exige acciones concretas desde la administración local. Ok, alcaldesa. Dígame entonces, ¿cómo se abordarán desde su cargo las políticas para proteger tanto el medio ambiente como los derechos de las mujeres en Bogotá? Bueno, pues, desde mi enfoque, considero que la implementación de políticas que aborden la seguridad de las mujeres en el transporte público mediante auditorías de seguridad y la identificación de espacios inseguros, asimismo, desde la perspectiva ambiental, es fundamental adoptar programas de protección ambiental, considerando que la contaminación industrial emite el 50% de los gases de efecto invernadero, poniendo en riesgo la salud de los bogotanos y de las bogotanas, y también de los recursos naturales. Apoyaré a reformas que reduzcan el consumo de alimentos procesados y promoveré una agricultura sostenible, inspirada en movimientos como la Yanda, para preservar la biodiversidad y los derechos de los agricultores. Muy bien, alcaldesa. ¿Cómo puede Bogotá contribuir al movimiento ecofeminista a nivel global? Bueno, pues, Bogotá tiene un papel crucial al impulsar cambios de conciencia y solidaridad. Es esencial adoptar políticas que fomenten el empoderamiento de las mujeres y la protección del medio ambiente, tomando como referencia movimientos como Sarayacú, en Ecuador. Se deben garantizar espacios de participación y consulta para comunidades afectadas por proyectos que impacten su entorno. La ciudad puede ser un faro de cambio mediante acciones que integren a la equidad de género, la sostenibilidad ambiental y la justicia social. Muchas gracias, señora alcaldesa.