The Heart Sutra of Perfect Wisdom states that all phenomena are essentially empty. Form is emptiness, emptiness is form. This applies to sensations, perceptions, mental formations, and consciousness as well. There is no eye, ear, nose, tongue, body, or mind. There is no sight, sound, smell, taste, touch, or mental object. All beings should cultivate love and offer it to everyone. Do not harm others or cause suffering. Practice the Fourteen Practices of Mindfulness, which include not idolizing any doctrine or forcing others to adopt our views. Respect differences and be aware of suffering in the world. Do not accumulate wealth while others suffer. Share resources and help those in need. Do not hold anger or hatred. Cultivate compassion and focus on the present moment. Do not speak words that cause discord or spread false information. Speak honestly and constructively. Do not engage in professions that harm others or exploit nature. Choose an occupation that promotes compassion. Do not k
El Sutra del Corazón de la Perfecta Sabiduría Mientras se encontraba en la meditación profunda del Pragma Paramita, el Bodhisattva Avalokiteshvara comprendió que los cinco agregados son todos vacíos. Gracias a esta visión penetrante, se emancipó de todos los sufrimientos y aflicciones. Escucha, Sariputra, la forma no difiere del vacío, el vacío no difiere de la forma. La forma es vacío, el vacío es forma. Lo mismo es verdad con las sensaciones, las percepciones, las formaciones mentales y la conciencia.
Todos los fenómenos son en esencia vacíos, Sariputra. No nacen ni cesan, no son impuros ni inmaculados, no aumentan ni decrecen. Por tanto, en el vacío no hay forma, ni sensación, ni percepción, ni formación mental, ni conciencia. No hay ojo, ni oreja, ni nariz, ni lengua, ni cuerpo, ni mente. No hay forma, ni sonido, ni olfato, ni gusto, ni tacto, ni objeto mental. No hay ámbito de los elementos, desde los ojos a la conciencia mental. No hay orígenes interdependientes ni extinción de ellos, desde la ignorancia a la vejez y muerte.
No hay sufrimiento ni origen del sufrimiento. Ni existe del sufrimiento ni camino. No hay sabiduría ni logro. Como no hay logro, los bodhisattvas, basándose en la perfecta sabiduría, no encuentran obstáculos a su mente. Al no tener obstáculos, superan al miedo, se liberan a sí mismos de toda ilusión y engaño, y realizan en nirvana. Gracias a esta perfecta sabiduría, todos los budas del pasado, presente y futuro, alcanzan una iluminación genuina, suprema y universal. Así pues, uno debe saber que la perfecta sabiduría es un gran mantra sagrado, el mantra más elevado, el mantra incomparable, destructor del sufrimiento.
Esto es verdad, no falso. El mantra del Pañaparamita es proclamado así. GATE GATE PARA GATE PARA SANGATE BODHISATTA Quien desea alcanzar la paz debe ejercitarse en la rectitud y la humildad, y ser capaz de pronunciar palabras afectuosas. De este modo sabrá cómo llevar una vida sencilla y feliz, con sus sentidos en calma, sin dar cabida a la avaricia ni dejarse llevar por las emociones de la mayoría de la gente. Que esa persona no haga nada que los sabios no aprueben.
Esta es la aspiración de esa persona. Que todos los seres vivos tengan felicidad y seguridad, y que su corazón esté lleno de alegría. Que todos los seres vivos tengan paz, seguridad. Sean débiles o fuertes, bajos o altos, grandes o pequeños, visibles o invisibles, estén cercas o lejos. Hayan nacido o estén aún por nacer. Que todos ellos vivan en perfecta tranquilidad. Que nadie las time a otro, que nadie ponga en peligro la vida de otra persona, que nadie movido por la ira o un mal deseo que hiera nada que perjudice cara a alguien.
Así como la madre ama y protege a su único hijo, incluso arriesgando su propia vida del mismo modo, debemos cultivar un infinito amor para ofrecerlo a todos los seres vivos del cosmos. Nuestro infinito amor llene el universo, su parte superior, inferior e intermedia. Nuestro amor no conocerá obstáculos a alguno, y nuestro corazón se verá totalmente libre de odio y enemistad. Estemos de pie o andando, sentados o tendidos, mientras permanezcamos despiertos, debemos ser conscientes de este amor en nuestro corazón.
Esta es la más noble manera de vivir. Libres de erróneas concepciones, de avaricia y deseos sensuales. Viviendo en la belleza y alcanzando la perfecta comprensión. Aquellos que practican el infinito amor trascenderán, sin duda, el nacimiento y la muerte. LAS CATORCE PRÁCTICAS DE PLENA CONCIENCIA Del Maestro Seng Shing-Na No idolato en ninguna doctrina, teoría o ideología, sea cual sea, incluida el budismo. Los sistemas de pensamiento budista deben ser considerados como guías para la práctica y no como la verdad absoluta.
No pensar que uno posee un saber inmutable o la verdad absoluta. Hay que evitar la estresed de mente y el apego a los propios puntos de vista. Aprender y practicar la vía del no apego, con el fin de permanecer abiertos a los puntos de vista de los demás. La verdad solo puede darse en la vida y no en los conceptos. Hay que estar dispuesto a continuar aprendiendo durante toda la vida y a observar la vida en uno mismo en el mundo.
No forzar a los demás, incluidos los niños, a adoptar nuestros puntos de vista a través de ningún medio, sea cual sea, autoridad, amenaza, dinero, propaganda o educación. Respetar las diferencias entre los seres humanos y la libertad de opinión de cada uno. Saber, sin embargo, utilizar el código para ayudar a los demás a renunciar al fanatismo y a la estresed de espíritu. No evitar el contacto con el sufrimiento ni cerrar los ojos ante él. No perder la plena conciencia de la existencia del sufrimiento en el mundo.
Encontrar medios de acercamiento a los que sufren, ya sea a través de contactos personales, visitas, imágenes, sonidos. Despertarse y despertar a los demás a la realidad del sufrimiento en el mundo. No acumular dinero ni bienes cuando millones de seres sufren hambre. No convertir la gloria, el provecho, la riqueza o los placeres sensuales en la meta de la vida. Ir simplemente y compartir el tiempo, la energía y los recursos personales con aquellos que están en la necesidad.
No conservar la cólera o el odio en uno mismo. Aprender a examinar y a transformar la cólera y el odio cuando aún no son más que semillas en las profundidades de la conciencia. Cuando la cólera y el odio se manifiesten, debemos enfocar la atención sobre la respiración y observar de manera penetrante con el fin de ver y comprender la naturaleza de esta cólera u odio, así como la naturaleza de las personas que se suponen son la causa.
Aprender a mirar los seres con los ojos de la compasión. No perderse dejándose llevar por la dispersión o por el entorno. Practicar la respiración consciente y enfocar la atención sobre lo que está sucediendo en ese instante presente. Entrar en contacto con aquello que es maravilloso, lleno de vigor y de frescor. Sembrar en uno mismo semillas de paz, de alegría y de comprensión con el fin de ayudar al proceso de transformación en las profundidades de la conciencia.
No pronunciar palabras que puedan sembrar la discordia o provocar la ruptura de la comunidad. A través de palabras serenas y de actos apacivadores, hacer todo el esfuerzo posible para reconciliar y resolver todos los conflictos, por pequeños que sean. No decir cosas falsas para presentar el propio interés o para impresionar a otros. No pronunciar palabras que siembren la división y el odio. No difundir noticias sin la seguridad de que son ciertas. No criticar ni condenar aquello que es sobre lo que no se está seguro.
Hablar siempre con honestidad y manera constructiva. Tener el coraje de decir la verdad sobre situaciones injustas, incluso si nuestra propia seguridad queda amenazada. No utilizar la comunidad sediciosa para el interés personal y transformarla en partido político. La comunidad en la que se vive debe ser, sin embargo, tomar una oposición clara contra la opresión y la injusticia, y esforzarse en cambiar la situación sin comprometerse en conflictos partidistas. No ejercer profesiones que puedan causar daño a los seres humanos o a la naturaleza.
No invertir en compañías que explotan a los seres humanos. Elegir una ocupación que ayude a realizar el propio ideal de vida con compasión. No matar. No dejar que los demás maten. Encontrar todos los medios posibles para proteger la vida y prevenir la guerra. Trabajar por el establecimiento de la paz. No querer poseer nada que pertenezca a los demás. Respetar los bienes de los demás, pero impedir cualquier tentativa de enriquecimiento a costa del sufrimiento de los demás seres vivos.
No maltratar el cuerpo. Aprender a respetarlo. No considerarlo únicamente como un instrumento. La expresión sexual no se perjudica, no se justifica sin amor profundo y sin compromiso. Concerniente a las relaciones sexuales, tomar conciencia del sufrimiento que puede ser causado a otras personas en el futuro. Para preservar la felicidad de los demás, hay que respetar sus derechos y compromisos. Ser plenamente consciente de la propia responsabilidad a la hora de traer al mundo nuevos seres. Meditar sobre el mundo al que traemos estos seres.