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Buenos días, Mendocinas y Mendocinos. Estamos en el LV8 Radio Libertador, en el programa número 54, creo, 52, ya estamos perdidos ya, del año 2023. Bueno, buenos días. ¿Cómo va, compañero? Hola, buenos días a todos. Me presento, Lisandro Fierro. Acá estamos con el turco y el compañerazo Roberto Amejeyra, que ahora mismo los saluda, deseando buenos días. Vamos a ver cómo nos acompaña. Tengan ustedes muy buenos días. Muy bien, muy educaditos. Tengan ustedes muy buenos días. Bueno, vamos a empezar. El que quiera mandar un mensaje, solamente mensaje de texto, al 261-533-556. El que quiera mandar, pero no puede mandar, por favor, audio, porque no lo podemos escuchar. Es solamente texto. Bueno, vamos a comenzar con el programa del día. Hoy vamos a empezar con... Pasaron cosas. ¿Y qué pasaron esta semana? Vaya Dios, que han pasado cosas, ¿no? ¿Qué dice, Lisandro? Vamos a empezar con lo que pasó en la legislatura. Claro, eso es más local. Es más local. Digamos que estamos todos locos, los peronistas, con lo que hemos hecho. Bueno, que han hecho ellos, porque nosotros no tenemos nada que ver con eso. Lo que pasa es que no sabemos si es respuesta de época. En realidad es un rearme, y el peronista lo ve con malos ojos, porque en realidad lo que ha habido es una separación. De hecho, es llegar con la estructura para después armar rancho aparte, y vamos a ver qué tipo de pelea se puede llegar a dar contra lo que se viene. Que nosotros, si lo insertamos dentro del contexto nacional, nos damos cuenta de que no va a venir fácil. Entonces hay mucho territorio en disputa a nivel global. Cada vez nos vamos más lejos. Dentro de poco entramos a lo galáctico. Pero digo, a nivel global hay una gran disputa por insumos, por producción. Entonces, en ese terror, en ese temor por lo menos que hay al contexto internacional, al contexto nacional, quizás sea un tipo de respuesta que se da desde lo local. Uno en lo personal no alcanza a ver cuál es el objetivo de semejante fragmentación siendo minoría en la legislatura. Pero bueno, uno llega con las estructuras y van armando de alguna manera individual, que también ha sido una respuesta que ha habido. Uno de los grandes temores es que el peronismo que siempre interpreta a lo popular, no lo pudiera estar interpretando. Y mira, tenés a Aveiro, abrió un monobloque. El diputado nacional manda la orden a su pollo para que haga un monobloque. Flavia Manoni, que es peronista, pero ya ganó por Unión Mendozina, también hace un monobloque. Y la verdad, no contábamos en la semana muy bien informados. Algo habrá pasado mal, porque la verdad que yo ya espero cualquier cosa en la dirigencia peronista. Hay información que nosotros no tenemos a mano, pero bueno, desde la impresión personal es que no puede favorecer a ningún tipo de construcción el hecho de que se hayan fragmentado de esa manera. Y bueno, nos quedan lejos los datos que nos hacen falta para esclarecernos todo, pero evidentemente algo ha sucedido que no han podido concertar, y no deja de tener la misma lógica que ha venido teniendo todo el año el peronismo, el justicialismo, pero bueno, no deja de tener esa misma lógica. Entonces, Roberto, ¿cuál es tu mirada? Mira, yo quería formular un punto de partida. ¿Qué es el peronismo? Por supuesto es muy amplio para, digamos, envenuzarlo ahora. Pero digamos que es un problema, es una ontología, una manera de ser. ¿Esto qué significa? El peronismo es como el tango, es extremadamente argentino. Ahora, si un tango no es interpretado de manera excelsa, no sirve. Si no se puede improvisar, hacer chapucería, hay otros ritmos y otras músicas que uno puede hacer ese arreglo. Pero con el tango hay una demanda de profesionalidad. No se me vaya por las ramas. No me voy por las ramas. Quiero decir, nuestra dirigencia dejó de interpretar adecuadamente los mensajes populares. Son hoy un tango mal tocado. Mal tocado. Muy bien. Y con mala letra. Claro. Porque no puede ser. Todavía que hemos perdido por Biaba, la gente nos está mirando que se dividan dentro de la Cámara de Diputados. Es una vergüenza. Y si está escuchando el compañero Abairo, te digo, Abairo, una vergüenza lo que has hecho. Disculpame, pero son cosas que yo siento en el corazón y las voy a decir siempre. No, no, no, que Turco con ese don natural que tiene de decir las cosas bien de frente. La suavidad. Claro. Así que no hay eufemismo y no necesita traducción. Está muy bueno eso, Rubén. Escucheme, ¿qué traducción querés? No, está perfecto. ¿Qué querés que le diga con palabras bonitas? Mirá, Abairo, vos, que has sido... No, hermano, te pasaste mal. Ni siquiera fuiste al PJ a darle la cara porque perdimos. Entonces la gente, la sociedad nos está mirando y cada vez piensa peor de nosotros. Pero es gracias a ustedes que están haciendo las cosas mal. Muy de acuerdo, Rubén. Es el sentir de todos. Y también un hecho que quiero remarcar acá, el conductor del programa, Rubén Arbayi, tiene esa facilidad. Nosotros somos más a contrapelo de lo que debiera ser un peronista. Solemos ser o haber abarcado una época en la que somos muy modositos y también eso permite que haya como una suerte de no tener que rendirle cuentas a nadie. Y lo que está en juego es la conducción de todos, digamos. La conducción de lo popular, el destino entero de una provincia y sin embargo la respuesta no está a la altura de lo que se está jugando y de lo que se está discutiendo. Así que por eso celebro que Rubén no tenga pruritos en demandar. Escucheme, ahora es la época nuestra, ahora nosotros somos los militantes los que tenemos que mandar al partido. Ya se acabó los intendentes, se acabaron los CA, se acabaron todos. Ahora nadie se hace cargo de la derrota. Entonces cuando nadie se hace cargo de la derrota queda un mocéfalo. Fíjese, mandó la presidenta que nunca va al partido, Flor Estefani, nunca va al partido ni apareció a dar la cara en la derrota, pero cuando ganó por siete puntos más, sí estaba ahí dando la conferencia. Es célebre la frase que los éxitos tienen muchos padres o no, o algo por el estilo, ¿no? Es fácil ser el padre de un éxito, digamos, aparecen inmediatamente. Claro, y en el fracaso... En el fracaso, no, no, en el fracaso no tiene... Pero yo creo que en el fracaso vos tenés que dar más las caras que en el éxito. Eso es conducción, eso es conducción. Porque yo hubiera sido presidente del PJ y yo me paro ante la cámara y le digo, mire, nos ganó porque la sociedad no quiso a nuestro candidato, eligió otro, pero doy la cara. Está muy bien. Sí, sí, sí, lo que nadie ha querido... Nadie está queriendo arriesgar desde hace años, nadie quiere correr riesgo. Entonces cada vez se achica más el coto, cada vez se achica más la plataforma en la que uno está parado y sin embargo nadie quiere arriesgar. O sea, en cualquier momento van a tener miedo de perder la nada, porque es lo que les está pasando. O sea, en cualquier momento van a tener miedo de perder la nada. Sujiosco. Y bueno, digamos que ahí, pensándolo así más en pequeño, podemos decir que sí, que están defendiendo sitios propios porque la mirada no deja de ser la que tuvo el votante de mi ley, individualista. Es una mirada individual, a partir del propio interés, no del interés colectivo. Y lo que se debe defender desde ese sitio es lo colectivo, es lo general. Y la respuesta de lo particular viene de lo general. Lo hemos hablado alguna vez, porque tengo un compañero que se llama Claudio Torino y lo conversábamos. Hay un dicho español que dice esto, si el pícaro supiese las ventajas de ser honesto, sería honesto de puro pícaro. Claro. Bueno, si el individualista supiese las ventajas de trabajar colectivamente, trabajaría colectivamente de puro individualista. En realidad la construcción empieza al revés y el daño que se genera justamente es en el rol que... Es como el cirujano, como el cirujano que le gusta salir de juerga y después se va a operar. Pero justo es un cirujano cardíaco, está manejando algo importante. Después tampoco... Yo te voy a decir algo. Como dicen los españoles, que están en la luna de Valencia estos muchachos. Estos muchachos no saben ni dónde están parados. Esto que dicen ustedes me recuerda, hay un estudio sobre la pobreza en Italia. Un trabajo muy completo que se hizo. Y la conclusión es que el norte de Italia, que es rico, tiene una alta capacidad de asociación. Y el sur de Italia, que es pobre, tiene dificultades para asociarse. Generan emprendimientos familiares, es decir, al estilo de la mafia. La familia. Es decir, la falta de asociatividad de un grupo humano le genera poca eficiencia en términos de resultados. Con el peronismo en Mendoza ha pasado eso. No se asocian adecuadamente. Es más, durante años han tenido una jefatura. Una jefatura extraordinaria, que uno le saca el sombrero. Se llamaba Chueco Mazón. No importa lo que pasara en Mendoza, no importa cuáles fueran las dificultades, todo el mundo en el peronismo esperaba que bajara de Buenos Aires el Chueco Mazón y ordenara al peronismo y a la oposición. En el caso específico, el Viti Fallate estaba destinado a ganar siempre la capital y negociaba. El Viti negociaba la provincia. Era negociador el Viti. Bueno, hay un detalle que no han comprendido los peronistas en Mendoza, es que el Chueco Mazón ha muerto. Hace mucho tiempo ya. Y todos están como que va a llegar alguien a decirles cómo son las cosas finalmente y van a ponerse victoriosos. No va a ocurrir o resuelven el problema de la conducción en términos colectivos o estañamos la extinción. Yo te voy a decir algo, Roberto. Yo creo que ahora los militantes tenemos que hacernos cargo del partido y buscar los mejores militantes para ir a unas internas y ganarle al que se le ponga adelante. Yo estoy dispuesto a darle la lucha a cualquiera que venga de los capangas, que sea quien sea. Yo hago la pelea interna para quedarme con el partido, con los militantes, un grupo de militantes para así... Mire, es fácil, compañero. El presidente tiene que estar todas las tardes en el partido para escuchar a la gente que viene a hablar. Y aún cuando fuera funcionario y aún nacional, el peronista tenía la obligación de tener despacho en la provincia, despacho en el partido. Es decir, si van a Buenos Aires no vuelven más. No dan explicaciones, no sabes qué hacen. No, pero hay una cosa que yo le digo, compañero. Anabal Fernández Sagasti tiene oficina en Mendoza y escucha a todos. Ella va a hablar, le golpea la puerta y te escucha y te dice general. Eso es lo natural, digamos. Es lo natural, pero no lo hace más nadie. No lo hace más nadie. Una colombiana no hace verano. Claro, claro. Entonces uno perde representatividad. ¿Y sabes cuál es el enojo que puede llegar uno a tener cuando se queda solo pensando que en realidad esa práctica es para no socializar de ninguna manera el poder? Porque esto puede darle respuestas tremendas como que aparezca lo que estaba hablando el otro sábado Roberto, que aparezca un emergente. Y que aparezca un emergente implicaría para ellos la pérdida de un poder y la pérdida de sentido de vida porque pareciera ser que el sentido de vida de muchos que yo no me animo a llamar los peronistas, sino que utilizan el peronismo para realizarse individualmente, siendo que es una cosa... ¿Vos vos qué vas a decir, Lisandro? Individualmente. Son egoístas. Por supuesto. Quieren ser ellos, ellos y ellos. A ellos no le interesa. Niegan lo colectivo. Claro, cuando vos tenés, no voy a dar nombres, pero tenés algún dirigente que piensa solamente en él, que yo soy el que mando, que yo soy el jefe y los demás somos todos una mierdita, ahí es donde se pierde la esencia del peronismo. Claro, ellos construyen lo individual apoyándose en lo colectivo. Entonces cuando necesitan de lo colectivo van, ese sería su bastón. Pero eso en algún momento tiene que salir una respuesta desde el bajo fondo, tiene que salir una respuesta que les dé y ya creo que es el momento, porque uno puede ser que para organizarse produce... Mira, los pueblos guaraníes, cada vez que había alguien que se hacía poderoso en un asentamiento que ellos tenían, y eso lo podemos tener como herencia cultural, no podemos determinarlo, destruían todo. Y practicaban el Ibi Maraé, que era la tierra sin mal. Buscaban la tierra sin mal. Armamos una sociedad y alguien se pone y empieza a tener soldados. Todo lo que va a hablar, lo va a hablar con una historia antigua. Lo que pasa es que la historia es la madre de la política. La memoria y los hechos anteriores, hasta los traumas de nuestros antepasados. Hasta en los traumas de nuestros antepasados nosotros venimos de todos pueblos diezmados. Entonces ellos buscaban la tierra sin mal, armaban un nuevo poblado, y ya sin los vicios de la anterior gestión, si se quiere. Y entonces armaban nuevas cabañas, buscando los lugares sagrados que eran los ríos, siguiendo el curso de los ríos. Entonces no podemos saber si ahora se estaría generando algo por el estilo, de destruir todo lo que había o de empezar a construirlo nuevamente, porque la sociedad va a tener demandas de respuesta. Bueno, si me pones, Lisandro, a pensar, eso es lo que está proponiendo mi ley. Claro. Con finalidades perversas, probablemente. Yo no quiero usar adjetivos para describir nada, pero la verdad que lo que está, están provocando un shock desastroso a los efectos de que después asumamos cualquier locura. Así que la contrapartida de destruir todo es transformar. Es decir, no romper como, digamos, con una motosierra, sino transformar, ni siquiera cambiar. Cuando yo hablan de cambio climático, siempre señalo que no es un cambio, es un trastorno, es un desastre, es una cosa tremenda, porque si no equivale a que cuando yo me muero van a decir que cambié. No, no. Lo que viene en términos políticos ahora y lo que viene en términos climáticos o de la sustentabilidad del planeta es tremendo. Estamos obligados, como peronistas, a generar opciones de amparo para la mayoría, que es la totalidad de la población. Nosotros sabemos que tenemos la obligación de cuidar a todos. Los que estemos enfrente no tienen esa obligación. Así que tienen que desplazar a la mitad o más, si es posible, dejarla fuera de juego para poder disfrutar de las exclusividades que proyectan. Así que la pelea es muy de fondo. Muy, muy de fondo. Y me parece que sí, que empieza de nuevo. Muy útil. Ahora yo digo, ahora yo voy a hablar lo último que voy a decir, y lo voy a decir como es de mi manera de ser. Tenemos un grupo de compañeros que nos hemos juntado y a los cuales me han dado el mandato para que yo diga algunas cosas. Y yo le digo a la presidenta del Partido Justicialista, Flor Lestéfanez, le pedimos que mande, primero, el Congreso, que no ha hecho ningún Congreso para que nos juntemos todos a opinar. Y segundo, queremos elecciones anticipadas. Queremos elecciones para febrero o marzo para competir y ser presidente del partido. Pero que no sea ninguno que se lo arreglen ustedes en una habitación cinco centavos y se elijan entre ustedes. Queremos libres. Queremos unas elecciones libres que se presente quien quiera y que podamos dirimir dentro del partido a los nuevos dirigentes que están saliendo. ¿Ustedes qué opinan, compañeros? Está perfecto. Y precisamente cuando te dicen vos tenés el peronómetro, yo por supuesto que les digo que yo sí tengo el peronómetro porque son las 20 verdades, una bastante cantidad de textos, y las tres banderas. Entonces yo sí tengo el peronómetro. Y una de las 20 verdades es que el partido de la herramienta, el peronismo, no es de conciliábulo. El peronismo no es una salita donde se reúnen cinco, sino porque eso favorece la construcción individual. La oligarquía interna. Entonces nosotros estamos sufriendo algo a lo que nosotros le tememos, porque nosotros hemos sido víctimas como sociedad de una oligarquía. Uno lo nota cuando maneja. En las ciudades donde hay mayores oligarquías la gente en la senda peatonal corre cuando viene un auto, porque los que tenían autos históricamente han sido los capanga de los poblados. Le pasaban por encima porque ni lo pagaban. Entonces yo me acuerdo hace 20 años, acá en Méndoza hemos sido influenciados ahora por Chile por su manera de manejar, pero hace 20 años el que iba en el auto era el que daba la orden, y los otros corrían como liebres. Entonces nosotros vivimos en una sociedad donde hemos tenido grandes capangas, y hay resabios en algunas poblaciones de acá de Mendoza, no quiero decir en ningún rodeo en particular, pero donde gente que ha sido atropellada y no han respondido penalmente los autores del accidente. Bueno, eso es un resabio cuasi colonial, y hoy eso nosotros lo estamos viviendo dentro del justicialismo, que es la expresión del peronismo, de lo popular y de lo colectivo, estamos viendo expresiones individuales. Esa expresión ya los dirigentes no la usan, la usan para algo propio y algo individual. Claro, de eso estamos hablando, que hemos generado una oligarquía interna. Habrá que generar una presión lo más poderosa posible para que haya un congreso, y si no habrá que llamar a un congreso paralelo. Podemos ser rebeldes, la condición del peronismo es no hacer buenas letras, no es necesariamente lo políticamente correcto, es posible que seamos desprolijos. Bueno, ¿usted sabía que yo hice el primer congreso de la militarista en el 2016? Muy bien, desde ya te digo que me parece excelente. Podríamos hacer, si esto no tiene que ser un congreso, hacemos un congreso todos los peronistas, y el que quiera y que vaya, y arreglamos las cosas nosotros, porque si no mandan elecciones anticipadas, vamos a aguantar. A la presidenta, hasta fin de año, vamos a estar paralizados. Paralizados. Como ahora el pejote está cerrado. No, pero, Esturko, mira, ¿cuál es el tema? Acá nosotros somos, como somos más débiles, no tenemos institucionalidad del partido, etc., es decir, tenemos políticamente más débiles, yo en mi casa no me conoce nadie, pero ¿qué es lo que podemos hacer en realidad? Podemos hacer como los cuscos, hermano, les mordemos los talones, que caminen, que caminen. No van a caminar en su departamento. Eso los expone. Eso los expone. Los expone y estamos habilitados entonces para tomar conducciones. ¿Me entendés lo que te digo? Es decir, si no hacemos líos, si no generamos transformaciones en términos de las relaciones internas del partido, o cómo se relaciona el partido con la sociedad, con la sociedad peronista, ponerle nada más por el momento. Después vemos si podemos pegar el santo a convocar a las mayorías provinciales. Pero por lo menos convocar a los peronistas que los hay. No es que nosotros hemos desaparecido. El partido ha fracasado y la conducción que el partido ha tenido ha fracasado. Independientemente de los valores individuales y las buenas personas que pueden ser muchos, yo no tengo ganas de desfenestrar a nadie. Pero lo cierto es que hace falta pegar una transformación en la gestión y en el diálogo con la población. Hay que espantear el tablero. Eso es morderle los talones a los perros. Claro, claro. Porque tenés un perrito chiquitito, hace un barullo grande y te dice dónde está el ladrón. El ladrón le da una patada y hace un gol con el perrito. Pero el perrito te dice dónde está el ladrón. Bueno, nos vamos al corte un rato porque tenemos una comunicación con... Mira, ahora va a venir enseguida, vamos a tener a las once a Osvaldo, pero enseguida vamos a empezar con la realidad nacional de lo que ha sucedido y a las once tenemos con Osvaldo Gatvan que ustedes lo van a reconocer por la voz porque ha hecho varios videos virales donde expresa en una sociedad como la cordobesa que está idéntica a la nuestra expresa el peronismo bien desde la base y con una fuerza y vehemencia que nos ha ido marcando en muchos aspectos el rumbo. Nos vamos al corte unos minutos y volvemos.