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T9.7 LA GRANDEZA versus LA GRANDIOSIDAD La Grandeza es de Dios y sólo de Él. Por consiguiente, está en ti. Cada vez que la conciencias —incluso si es de modo tenue— abandonas automáticamente al ego, ya que, en presencia de la grandeza de Dios, la insignificancia del ego se vuelve perfectamente evidente. Cuando esto sucede, el ego cree —a pesar de que no lo entiende— que su "enemigo" lo ha atacado, e intenta ofrecerte regalos para inducirte a ponerte otra vez bajo su "protección".