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Fulvia fue la primera mujer no mitológica que aparece en una moneda romana. En este podcast se relata su historia, que puede hacernos pensar en situaciones totalmente actuales
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Fulvia fue la primera mujer no mitológica que aparece en una moneda romana. En este podcast se relata su historia, que puede hacernos pensar en situaciones totalmente actuales
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Fulvia fue la primera mujer no mitológica que aparece en una moneda romana. En este podcast se relata su historia, que puede hacernos pensar en situaciones totalmente actuales
Today we're going to talk about a Roman politician named Fulvia. She was the first non-mythological woman to appear on a Roman coin. Fulvia was married multiple times, including to Mark Antony. She played a significant role in his political career and even led a revolt in Rome. Fulvia sought revenge against her enemies, including Cicero, whom she had killed and mutilated. Despite her achievements, Fulvia faced challenges, such as Mark Antony's affair with Cleopatra. In the end, she rebelled against Octavian and was involved in a failed uprising. Calce bien, pequeños latinistas. Hoy os vamos a hablar de un tema que muchos de vosotros desconocéis. Así es, pero antes de empezar, toca la rama de presentaciones. Hoy, Rebeca, Hola, Noa, Hola, y Luna, una servidora, os vamos a hablar de una política romana muy interesante. Seguramente, si pensáis en unas celebridades de la antigüedad, os vienen a la cabeza figuras masculinas, como Julio César. Pero, a pesar de ello, son muchas las mujeres que han tenido suficiente relevancia como para recordarlas como se merecen. Seguro que estáis impacientes por saber quién es, así que, os lo desvelo. Se trata de la gran política romana Fulvia, quien fue la primera mujer no mitológica en aparecer en una moneda romana. Nació en el 83 a.C. en el seno de una familia de aristócratas. Hija del senador Marco Fulvio Bambalión, miembro de la Gens Fluvia, y de Sempronia Granca, hija de Sempronia Turitana, un político e historiador romano. Hay que decir que desde pequeña se veía que tenía gran ansia de poder y que no quería hacer lo que las mujeres hacían en esos tiempos, como hilar y casarse. Pero si se casaba, tenía que ser con un hombre a quien interese la vida política, y por eso mismo se casó por primera vez con Fulvio Claudio Fulcruz. Este político romano era famoso por causar inestabilidad en los asuntos internos de Roma, y muchas veces estaba metido en conspiraciones y solía recurrir a la violencia. Vaya, todo un matón romano. Así es, se crió como un niño de papá, era un pijo y se pensaba que todo el mundo es orégano. Estuvo involucrado en un motín en su parada militar en Asia, y cuando volvió se le conocía como el que se metía en todos los marrones posibles. Pero finalmente, tras unos problemillas con Catilina, decidió casarse con nuestra joven y astuta Fulvio Bambalia, que era 20 años menor que él. Vamos, que era un cara dura, y para colmo, Fulvio le apoyó financieramente e inspiró la mayoría de sus acciones y le dio una hija, Claudia Pulcro. Pero no todo fueron risas para Fulvio. Durante la Saturninaria tenía lugar en la casa del pretor los misterios de la Bona Dea. ¿Y qué es la Bona Dea? Pues un tratado de rituales en honor a la diosa, en este caso a la Bona Dea, o la buena diosa, en las que participaban las mujeres nobles de Roma, y donde no podían estar presentes los hombres, pero ni dentro del ritual ni en los exteriores. Es cierto, y estos rituales eran dirigidos por la mujer del pretor, en ese entonces Pompeya, esposa de Julio César. Incluso se decía que Pompeya estaba liada con el marido de Fulvio, y por ello, Claudia Pulcro decide maquillarse y vestirse de mujer e infiltrarse en esa fiesta. Pero es descubierto, expulsado y más tarde juzgado por Cicerón por lo que había hecho. Pero las palabras del orador no tuvieron efecto, y fue absuelto. Madre mía con Claudio Pulcro. Después de este acontecimiento se cambió el nombre a Claudio, que sonaba más plebeyo, y tras la partida de Julio César a las Galleons consiguió el cargo del tribuno. Fue así como implantó medidas populistas para ganarse al pueblo, y se hizo con el poder de las calles de Roma a través del control de las bandas gremiales, los Colegia, que él controlaba, desencadenando todo su odio contra sus enemigos, muy en especial contra Cicerón, por lo ocurrido en la Bonadea. Vaya, que con Claudio Pulcro ni una, que es un rencoroso. Por todo esto, fue asesinado a manos de Milón cerca de la vía Apia el 18 de enero del 92 a.C. ¿Y qué pasó con Fulvio? Pues que tras la muerte de su marido, Fulvio, toda rencorosa y con odio guardado, empezaría a actuar en la sombra de su primer marido, como una buena viola. Ah, y se me olvidaba, Fulvio la mandó cortarle las manos de la cabeza a Cicerón en consecuencia del ocurrido con su marido, una mujer romana como diez manda, pero esto vendría más adelante. Continuamos con el segundo matrimonio de Fulvio, que comenzó tras los diez meses de luto oficial en el año 51 a.C. El elegido para continuar con su propio usus honorum fue Pallius Grigonio Juliol. Y os preguntaréis, ¿quién fue este hombre? Pues nada menos que un aristócrata un poco polémico. Se dedicó a la política de la oratoria y a cambio de un soborno, abandonó a los optimates para unirse a la causa de César. Aunque poco confiable, fue muy importante, ya que gracias a estas falsas idealidades de César, se convirtió en tribuno y jefe en una de sus expediciones a África. Sin embargo, este segundo matrimonio de Fulvio no duró mucho, pues Curión falleció tan solo dos años después, en el 49 a.C., en una emboscada en Útica. De esta manera, Fulvio pasó rápidamente a su tercer matrimonio, con Marco Antonio, desde el 44 hasta el 38 a.C. ¿Lo conocéis? Sí, ¿no estuvo casado también con Cleopatra? Correcto, un poco después de haber estado con Fulvio. De hecho, se dice que Cleopatra siempre agradeció a Fulvio el haberle inculcado a Marco Antonio en obedecer la autoridad de una mujer. Bueno, aunque nosotros lo conozcamos, igual alguno de nuestros oyentes no sabe quién es. Así que, a modo de resumen, Marco Antonio fue un importante militar y político, y de los mejores aliados de César. Hubo muchas habladurías sobre la relación de Fulvio y Marco Antonio, como que mantuvieron relaciones afectivas ya desde el año 58 a.C., o que Marco Antonio decidió romper con la actriz Quiteris porque prefería la fortuna de Fulvio. Y a decir verdad, quizás este último rumor no iba tan desencaminado, ya que se decía que Fulvio buscaba maridos con motivos políticos y, a cambio, les ofrecía dinero para que impulsara su carrera política, como hizo Marco Antonio. El caso es que ambos mantuvieron una relación muy intensa, mucho más que con los otros matrimonios de Fulvio. Tuvieron dos hijos, Marco Antonio Antilo en el año 47 a.C. y Julio Antonio en el 45 a.C. Fue tras el punto de pasión de este matrimonio que Marco Antonio cambió el nombre de la ciudad griega Funemia a Fulvio, e hizo que acuñasen monedas con su rostro. Así, Fulvio pasó a ser la primera mujer no mitológica en aparecer en una moneda. Interesante, ¿no? Y tanto, pero más aún la participación de Fulvio en la carrera política de Marco Antonio, y es que incluyó en muchas de las decisiones de su marido. Sin ella, quizás el vez en la serie Roma no habría sido el mismo. Para empezar, hemos de recordar que Marco Antonio participó en el segundo premirato con Octavio, y Marco Emilio le pidó. De hecho, para solidificar esta alianza política, Fulvio ofreció a su hija Claudia el matrimonio a Octavio, como esposa. Así, logró conseguir que los demás políticos confiasen levemente en ella. Incluso lideró una revuelta en Roma en la ausencia de Marco Antonio, mientras él estaba en Egipto con Cleopatra. Estoy segura de que este evento fue muy emocionante para Fulvio, pero lo sería aún más cuando, al iniciar el triunferato, Octavio, El Réquido y Marco Antonio realizaron una lista de prostitutos y enemigos de la patria a los que liquidar. No sé si Fulvio movería algún nido, o quizás sería por el contenido de las políticas, pero el caso es que Marco Antonio Cicerón se encontraba entre aquellos nombres. Recordemos de nuevo la enemistad de la que hemos hablado antes entre el orador y esta política. Fulvio tenía por si no la oportunidad de vengarse de Cicerón. Así es, y no la desaprovechó. De esta manera, en el año 43 a.C., Cicerón fue arrestado y asesinado, y se le cortaron la cabeza y las manos. Ahora es cuando viene lo interesante, y es que Marco Antonio, enfurecido y para denigrarlo, mandó que estos tres miembros fuesen llevados a la tribuna del foro, en la que magistrados y oradores, como el propio Cicerón, daban sus discursos. Pensaréis, de nueva manera de humillarlo, ¿no? Pues ahora viene lo mejor. Fulvio, lejos de ser poco rencorosa, subió a la tribuna con sus dos hijos. Le arrancó la lengua a la cabeza de Cicerón, se quitó una horquilla del cabello y se la clavó en la lengua múltiples veces, a la vez que se burlaba de lo que el orador había dicho de ella, de Claudio y de Antonia en el pasado. Si ahora mismo nos resulta sorprendente lo que hizo Fulvio, hemos de imaginar que en el pasado lo hizo aún más, pues las mujeres entonces eran menos objetos y se esperaba de ellas que fuesen calladas y sumidas, y esta acción se aleja bastante de ello. Así, en los años que duró su matrimonio con Marco Antonio, Fulvio había conseguido grandes cosas que favorecieron su carrera política. Tenía una ciudad con su nombre, su cara aparecía en algunas monedas, había influido en la situación política del momento desde las sombras y se había vengado de su mayor enemigo, e incluso había participado activamente en la vida política, pues dirigió una revuelta. Pero no todo fue un cabrón de rosas, ¿verdad? Para nada. Mientras Marco Antonio estaba en Oriente, engañó a Fulvio varias veces. La primera fue con la cortesana de la gira en Efeso, pero la más importante y la que conocemos todos fue con su aliada y banquera, Leopatra, en Egipto. ¡Madre mía! Esto parece salir de una telenovela. Desde luego, y como se esperaría, esta relación de Marco Antonio y Leopatra enfadó mucho a Fulvio. Sí, además, desde que Marco Antonio se fue a Egipto, nada bueno le pasó a Fulvio. ¿Qué más le ocurrió? Marco Antonio se fue, pero Octavio, otro de los miembros del triunvirato y que estaba casado con Claudia, la hija de Fulvio, se quedó en Roma. Octavio empezó a tener problemas con su matrimonio y decidió devolver a Claudia a su madre. ¿Y cómo afectó este hecho a Fulvio? Pues Fulvio se tomó este divorcio como un insulto hacia su persona y quedó con mucho rencor hacia Octavio. Conociendo a Fulvio, no se quedaría callada de esta espalda de respeto, ¿no? Desde luego que no. Nuestra protagonista decidió empezar un nuevo romance con Lucio Antonio, hermano de Marco Antonio, como venganza social por haberla dejado por Leopatra. Y Octavio tampoco se fue de Rositas. Fulvio resultó otro tropas de Italia y se rebeló contra él en el invierno del 41 a.C., ayudando así también a su reciente amor Lucio, quien estaba en contra del triunvirato al que pertenecía su hermano. Cierto. Y cuenta Plutarco que Fulvio apacheaba con Engladio en el cinto como un oficial más por la ronda de guardia, dando órdenes a centuriones y tribunos. O sea que tomó un papel bastante importante en esta sublevación contra Octavio. Así es. Pero a pesar de que estaba bien normalizado, esto no fue suficiente para acabar con Octavio y su ejército. Efectivamente. El ejército resultado por Fulvio y Lucio avanzó hasta Roma para buscar a Octavio. Y este respondió duramente, lo que sitió a las tropas de Fulvio en Perugia, actual Perugia, y les obligó a rendirse en el 40 a.C. De hecho, se dice que las tropas de la pareja no quisieron luchar contra Octavio, pues este era el hijo adoptivo de Julio César, general al que habían respetado mucho y que había sido muy importante en Roma. Y con razón no quisieron luchar. Gracias a su rendición y a que Lucio era hermano de Marco Antonio, su compañero del triunvirato, Octavio no tomó ninguna represalia contra él ni contra sus tropas, pues mandó a asesinar a 300 senadores acusados de haber apoyado a Lucio. Y os preguntaréis, ¿qué pasó con Fulvia? Bueno, pues ella tuvo peor suerte que Lucio, pues se tuvo que exiliar en Siskión, una ciudad costera cerca de Corinto. Al poco tiempo acabó falleciendo repentinamente de una enfermedad. Las circunstancias de su muerte fueron un poco extrañas, por lo que se cree que alguien pudo tener algo que ver con su fallecimiento, aunque este asunto nunca ha sido resuelto. Probablemente a mucha gente le interesase acabar con Fulvia, por lo que no es una teoría descabellada. Mientras Fulvia moría, Marco Antonio se dirigía hacia Siskión al intentar reconciliarse con ella, algo que nunca ocurrió. Tras esto, Marco Antonio decidió casarse con la hermana de Octavio, Octavia, para mejorar la grave situación en la que estaba el triunvirato, por lo que la muerte de Fulvia les benefició incluso. Así es, pero Marco Antonio con el tiempo abandonó a Octavia para irse definitivamente con Cleopatra, su amada. Madre mía con Marco Antonio. Terminamos así recordando que Fulvia, a lo largo de su vida, nos dejó claro que fue una mujer muy importante en la historia de Roma. Sí, la verdad es que rompió claramente con los roles que estaban asignados a la mujer en esa época, pues no se esperaba que una mujer llegase a ser política y tuviese tanta importancia en la vida pública de una ciudad. Fulvia nos ha demostrado que fue una mujer ambiciosa y que no se conformaba con lo que se esperaba que hiciese como mujer, sino que hizo lo que quiso y acabó con los que se le pusieron por delante. Exactamente, un claro ejemplo de mujer empoberada, que cuya acción tuvo mucha más importancia que la de algunos hombres de la época. Puso las bases que han permitido mostrar delante a las mujeres forma parte de la política, y sin duda su vida tuvo mucha relevancia en el papel de las mujeres. Esperamos que hayáis aprendido un poco más de la historia de Roma y del papel de la mujer en ella con el episodio de hoy. Vale, haz que salve. Adiós.