Details
Nothing to say, yet
Details
Nothing to say, yet
Comment
Nothing to say, yet
Al pie de la vida. Cuando eran colegiales, tenían sus lugares preferidos para acetarse. Al pie del mojigato y sus mangas de piedra, en los bajos del Carmen Alto, en una de las curvas del Churro de la Alameda, en la mitad del mundo, a la entrada de la salida, al pie de las mañanas o al caer de la tarde. A veces, él llegaba antes de tiempo, y ella, cuando él ya se había ido. Amartelados, se equivocaban las horas y los días. Las gentes le decían, ustedes andan por los aires. Pero un día, con los pies sobre la tierra, se citaron por los derechos humanos al Palacio del Gobierno. Llegaron puntuales, a grito pelado y con pancartas. Pero esta vez, la muerte flaca andaba ocupada en otras esquinas, y les dejó plantados, hasta ahora que ya tienen hijos colegiales. Hijos que se citan con sus enamoradas en los mismos lugares inverosímiles de esta alcahueta y lacrimógena ciudad.