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¿Cómo sería una vida libre de ídolos?

¿Cómo sería una vida libre de ídolos?

Dulce Gurrola

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Dondequiera que estuvieras, el Salvador vino a buscarte porque eres valiosa para el Señor. Vales cada momento de la busqueda. Porque cuando respondiste a su llamado, El y los angeles en el cielo se regocijaron.

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The speaker starts by thanking God for their faithfulness and asks for the presence of the Holy Spirit. They discuss the conclusion of a book study and reflect on the challenges faced throughout. They emphasize the importance of enthusiasm and the transformation that God is working in their lives. They talk about the choices we have to either please God or ourselves and the consequences that come with each choice. They mention that obeying God may be difficult at first but will lead to growth and becoming more like Him. They also discuss the invitation to bring our anxieties to God for rest and the positive impact it can have on our lives. They mention the fruits of the Holy Spirit and the promises God has for those who choose to obey Him. They caution against pleasing ourselves, as it leads to destruction and separation from God's kingdom. They highlight the negative behaviors and consequences that come from following our own desires. Gracias, Señor, por tu fidelidad. Gracias por esta última reunión de este año. Te pedimos que el Espíritu Santo esté presente en cada una de nuestras vidas, que el Espíritu Santo abra nuestros corazones, nuestra mente y nos dé entendimiento de lo que Tú quieres hablar hoy en nuestra vida. Que seas Tú hablando en nuestra vida y que Tú pongas las palabras en mi boca. Que pueda ser una palabra que sea de ánimo y de esperanza, Señor, y que seas Tú el único glorificado. En el nombre de Tu Hijo Jesús. Amén. Listo. Bueno, como ya estábamos viendo ahora sí la conclusión ya de este estudio, de este libro. Creo que por un lado nos debemos de sentir como entusiasmadas a pesar de que varios capítulos fueron muy retadores y como sí que nos hacían como que hay tus ídolos y tienes que ver tu corazón y tienes que poner atención en esto. Creo que al final siempre tiene que llegar el entusiasmo porque es algo que Dios está haciendo en nuestras vidas para que podamos parecernos más a Él, para que podamos reflejar Su rostro. Y este entusiasmo nos anima a seguir aprendiendo porque vamos a ver los resultados en nuestra vida sí o sí. Gracias a Dios por este libro, gracias a Dios porque bendijo tanto nuestra vida, gracias a Dios por el autor que lo escribió. Y bueno, pido que sea Él hablando nuestra vida, ¿verdad? Como siempre, como cada reunión. Y bueno, empezamos. Creo que en todo esto nos hemos dado cuenta que en nuestra vida tenemos dos opciones sí o sí. ¿Y cuáles son? Las habíamos visto un poquito el miércoles pasado, pero voy a como que entrar un poco más en profundidad porque quería compartirles este cuadro que les estoy poniendo, que es nuestra elección, nuestro punto de decisión, que empieza en Mateo 15, 19, que es el versículo que dice que todo está a lo más profundo de nuestro corazón, ¿verdad? Y de ahí empiezan mis pensamientos, entonces mis pensamientos me llevan a una acción. Y esa acción pues va a ser obedecer a Dios o aferrarme a Dios o obedecerme a mí, ¿no? O sea, como que yo tomar el control de mi vida que es complacer el propio yo. Entonces tenemos dos puntos de decisiones, ¿verdad? ¿Y cuáles van a ser las consecuencias de agradar a Dios y cuáles van a ser las consecuencias de agradar a mi propio yo? Y esto lo vimos un poquito que era cuando agradamos a Dios va a ser orientado hacia los mandamientos, ¿se acuerdan? Era como que pues no es lo que yo quiero, ¿verdad? Y obedecer a Dios orientado a los mandamientos al principio va a ser difícil. ¿Por qué? Porque pues estoy negando a mí yo. Todo ese tiempo me había estado complaciendo, había hecho lo que yo quería, pero ahora que se trata de hacer lo que Él quiere y lo que Él ordena, pues va a ser difícil. ¿Por qué? Porque vamos a negar a nuestros deseos, porque vamos a negar los deseos de nuestra carne, ¿verdad? Ya no va a haber más deseos espontáneos, ¿no? Y que nos dan placer, etc. Y lo habíamos visto, va a ser una guerra continua, va a ser estar firmes en guerra continuamente. ¿Pero qué va a pasar después? Que esto poco a poco se va a ir haciendo más fácil para nosotros. Y esto está en Proverbios 4, 18, porque dice, La senda de los justos se parece a los primeros rayos de luz del amanecer, que brillan cada vez más hasta que es pleno día. O sea, que quiere decir que nosotras cuando buscamos llevar una vida justa, vamos a parecernos como los rayos de luz, ¿verdad? El amanecer, que cada vez vamos a ir brillando cada vez más. Y ese es también el objetivo de permanecer firmes. Es que Dios nos va a hacer brillar más a nosotras, pero con el objetivo de que otros puedan ver en nuestra vida su luz. No el brillar nosotras y, ah, mira Dulce, o mira Tepi, o mira, ay, guau, mira lo que pasa. No, ella brilla porque ella tiene a Jesús. Ese es nuestro objetivo y es lo que nos está diciendo Dios. Ustedes van a brillar cada vez más. Y aunque a lo mejor el vivir para Dios nunca va a ser fácil, ¿por qué? Porque habrá pruebas, porque habrá dificultades, pero Dios siempre nos hace una invitación abierta para entregarle nuestra ansiedad en los difíciles momentos en los que hemos estado pasando. Y es un versículo que nos menciona el escritor, que está en Mateo 11, 28-30, que dice, Vengan, amigos, que estén cansados y afligidos, y yo los haré descansar. Lleven mi yugo y aprendan de mí, que yo soy manso y humilde de corazón. Así hallarán descanso para el alma, porque mi yugo es fácil de llevar y mi carga es ligera. O sea, nos está invitando todo el tiempo, ¿no? No es sólo cuando estoy estresado. Todo el tiempo podemos ir a Él cuando estemos afligidas y cansadas, y Él nos va a dar descanso para nuestra alma. Y a lo mejor como que, ok, lo leo y todo, pero cuando ponemos en práctica esto, de verdad, cambia tu día. Porque es increíble como aunque sean cinco minutos de tu día, o sea, que si tuviste un mal día, que te despertaste, no sé, de malas, desde la mañana ya no salieron las cosas bien, un día hasta que decidas, cinco minutos, o el momento que te pongas y te refugies en Dios, a través de este versículo de Señor, aquí estoy, estoy cansada, trae descanso para mi alma, se los juro que van a sentir esa diferencia. Porque hace poco que fue la semana, he tenido mucho trabajo, y me sentí en un momento de desesperación de que es que no puedo con tanto. Es tener dos hijos, el trabajo, tengo que cocinar, tengo que estar pendiente de que no falte nada en casa, y luego quiero cocinar, y luego no están las cosas. Y luego Matío y David llorando, y luego siento que no paso tanto tiempo con ellos como yo quisiera, el tiempo de calidad, y luego está Gabriel, mi esposa, y luego me gusta apoyarlo, estar al pendiente, o sea, me sentía como agotada y que no podía, y simplemente me encerré en el carro, y le puse música, y le dije así como, Señor, o sea, no puedo, para eso estás tú, y te necesito, y ayúdame. Y es cuando te aferras, de verdad, cinco minutos, porque pues luego sabes que tienes que regresar a hacer las tareas que tengas que hacer. Pero te cambia todo, porque llegas, y llegas con tus hijos, y aunque estés llorando, los abrazas, y eres paciente, y los amas, y eso es el resultado de refugiarnos. Que es lo que veíamos también en Galatas 5, 22, 24, que son los frutos que va a producir nuestro Espíritu Santo, el amor, la alegría, o sea, aunque las cosas no estén bien, yo tengo alegría, yo tengo paz, aunque esté en medio de una tormenta en mi vida, yo tengo paz, voy a tener paciencia, amabilidad, voy a ser bondadosa, voy a ser fiel, humilde, dominio propio, todo esto. Y dice, no existe ley en contra de esas cosas. Todos los que pertenecen a Cristo han crucificado su naturaleza carnal con sus pasiones, sus sentimientos egoístas, y es lo que nos está diciendo Dios. Y esto es poquito de todas las promesas que Él tiene para nuestra vida, es simplemente nada, yo creo que menos del 0% de lo que te estoy diciendo, de lo que Dios está dispuesto a darnos cuando nos orientamos a obedecerle a Él, cuando siempre lo vamos a escoger a Él en vez de a nosotras mismas. Y ahora, ¿qué pasa si queremos obedecer, o si decidimos obedecer a nuestro yo? Creo que es algo que malamente los psicólogos están llevando, como que no tienes que estar bien tú, porque tú primero, y tú primero, y después tus esposos, y después tus hijos, porque si no estás bien tú, no van a estar bien ellos. Y es una mentira, porque también Dios nos está enseñando cómo poner a los demás, no primero que nosotros, pero sino ser serviciales, amar, ver por los demás. Y esto claro que lo hacemos con ayuda de Dios, porque como les decía anteriormente, a lo mejor a veces queremos hacer tantas cosas, creo que Dios nos hizo así como mujeres, queremos hacer esto, y esto, y esto, y la cocina, y bla, bla, bla, pero no vamos a poder sin Él, ¿verdad? Y creo que es una mentira eso, como que tú primero, y tú primero, no, es primero Dios, es lo que vimos, y ese va a ser el resultado, ¿verdad? ¿Y cuál va a ser el resultado? El resultado de nosotras, de cómo se dice, como obedecer nuestras pasiones, ¿no? ¿Qué va a ser primero? Va a ser fácil. ¿Por qué? Porque si yo me voy a tomar a decisiones, orientado a mis decisiones, va a ser fácil. ¿Por qué? Porque estoy haciendo lo que yo quiero, porque voy a estar feliz momentáneamente, porque estoy haciendo lo que me está dando un poco de placer, etc. ¿Pero qué va a pasar después? Al contrario, se va a hacer más y más difícil, y es lo que dice en Proverbios 13, 15, el buen juicio trae aprecio, pero el camino del traidor lleva a la ruina. El camino del traidor, el camino del que hace las cosas mal, te va a llevar a la ruina, sí o sí. Y el Galatas 6, 7, 8, ya no se engañen ustedes mismos, porque de Dios nadie se burla. Uno cosecha lo que habíamos visto, lo que sembramos, y luego decía el 8, fíjate lo que dice el 8, quienes siembran únicamente para complacerse a sí mismos, sólo cosecharán de ello la destrucción, pero el que siembra para agradar al Espíritu cosechará la vida eterna. Es lo que está diciendo, o sea, si tú te complaces a ti mismo y si tú tomas el control de tu vida, entonces en un futuro sí o sí va a ser más difícil y va a haber destrucción. ¿Y cuál va a ser el resultado? Está en Galatas 5, 19, 21. Acá lo dice, está muy claro que las cosas que hace nuestra naturaleza carnal son la inmoralidad sexual, impureza, descontrol, idolatría, participar en brujerías, el odio, discordia, celos, iras, peleas, divisiones, envidias, borracheras, que la parranda y otras cosas parecidas. Y nos dice, ya les advertí contra eso y ahora les vuelvo a decir lo mismo, que todos los que hacen eso no tendrán parte en el reino de Dios. Entonces, si ahorita queremos tomar el camino fácil y complacer y hacer las cosas a mi manera, esto va a ser el resultado, que va a haber peleas, puede haber divorcios, puede haber infidelidades en un matrimonio, inmoralidad sexual, hablando del matrimonio también, ¿verdad? Personas que participan en brujería y que andan ahí buscando como que les den la mano, odio, celos entre amigos, etc. Todo esto es lo que nos va a pasar cuando decidimos guiarnos por nuestro propio yo. Por eso es lo que nos decía el libro, ¿no? O sea, como que, bueno, estas dos decisiones y qué es lo que vamos a escoger nosotras. Y creo que como mujeres sabias sabemos que la mejor decisión va a ser siempre dejar que Dios tome el control de nuestra vida. ¿Y cómo sería una vida libre de ídolos? Aquí te comparto son cuatro y los voy a ver así poquito cada uno, ¿verdad? ¿Cómo sería una vida libre de ídolos? Una, nos sentiremos más convencidas de nuestro pecado, tendremos un renacimiento de gratitud por el Evangelio, empezaremos a sentirnos libres y por último pues aumentará nuestra pasión y nuestro amor por Dios. ¿Por qué empezaremos a sentirnos más convencidas de nuestro pecado? Porque en el momento que nos empezamos a alejar de nuestros ídolos, en el momento que nos empezamos a acercar más a nuestro Señor, va a ser su Espíritu el que nos va a dar a conocer, o sea, como que lo que hemos estado haciendo mal por todos estos años, ¿no? Y gracias a mi amiga, a mi amiga Stacy porque me compartió el plan que está leyendo y ahí aprendí esto, que tiene mucha razón porque dice, uno de los mayores problemas porque pecamos es por falta de información, falta de información de su Palabra. Porque como no leemos la Biblia, porque como no conocemos y no sabemos, entonces estamos pecando porque no sabemos, si no lees no vas a saber lo que es pecado para Dios, por eso es lo que dice, es uno de los mayores problemas, o sea, pecamos por falta de conocimiento de su Palabra. Y se me ocurrió ponerte unos ejemplos de versículos que yo leía, que jamás imaginé que vendrían en la Biblia, y esto fue cuando empecé, que fue hace tres años, pues en mi vida cristiana, yo empezaba así, como mi amiga Stephanie, leyendo planes y por aquí y por allá, buscando, y yo me di cuenta por decir, Proverbios de 1628. El perverso arma líos y el chismoso fomenta enemistad entre los amigos. O sea, que está diciendo, los chismes son pecados. Sí, o sea, cuando yo vi esto, la primera vez en la Biblia dije, ay, o sea, que todas las veces que estuve hablando de alguien más en mi universidad, a la espalda de otra chica, estaba picando y no sabía. Sí, los chismes son pecados. Efesios 4, 29, dice, no digan malas palabras, sino palabras que ayuden y animen a los demás, para que lo que hablen le haga bien a quienes los escuchen. Si es malo decir groserías, si es malo cuando le hablamos mal a nuestros hijos, de que, ay, es que no sirve para nada, es que esto, es que lo otro, cuando hablamos mal palabras que no ayudan, también deshonramos a Dios. Romanos 13, 18, dice, no tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la ley. O sea, pensaste que esto venía en la Biblia, pues yo no sabía, ¿verdad? No tengan deudas pendientes con nadie. No pidas prestado, ¿para qué deudas? No, es bueno, es lo que nos está diciendo y enseñando a Dios. En Romanos 13, 7, dice, paguen a cada uno lo que corresponda. Y luego, fíjate esto, si deben impuestos, paguen los impuestos. Si deben contribuciones, paguen las contribuciones. Al que deban respeto, muestrenle respeto. Al que deban o no, ríndanle honor. ¿Te imaginaste que esto iba a venir en la Biblia? No. ¿Por qué? Porque, por decir, en México hay tantas empresas que hacen estructuras fiscales ilegales para no pagar impuestos. Compran facturas y que esto y que lo otro. Pero Dios te está diciendo, pagan los impuestos. Por eso yo te doy el ingreso que necesitas para que tú cumplas tu deber, que es pagar tus impuestos. ¿Verdad? Que demos respeto a quien necesitemos mostrar respeto, a nuestros jefes, a quien Dios nos diga, a nuestras autoridades. Esto es lo que como que te emociona más, ¿no? Como decir, ajá, mira. O sea, no sabía que eso venía en la Biblia, ¿no? En Proverbios, por decir, 13, 4 dice, el perezoso desea, pero no consigue. El que trabaja duro, logra lo que quiere. ¿Qué nos está diciendo Dios? Que es pecado ser perezoso. Perezoso es el que está nomás, ah, sí, soñando y nada. Pero ¿cuándo se va a poner a trabajar por eso? Eso es pecado también, el no trabajar en lo que Dios nos ha dado, ¿no? En los sueños que nos ha dado y lo que Dios nos pone. Es lo que habla, ¿no? La pereza también es pecado. En Levítico 26, por último, en este ejemplo, dice, me pondré en contra de cualquier persona que consulte a divinos y a hechiceros, en vez de consultarme a mí y los eliminaré de mi pueblo. O sea, esto creo que también es algo que muchas personas no saben por lo mismo, ¿no? Porque no conocen de Dios, porque no han leído su Biblia, ¿no? Yo me acuerdo que una vez me toqué a una amiga de la prepa en un café y, oye, de repente me veo así como que en la mesa y tenían cartas y yo, ay, yo toda mesa y ya como que, ay, o sea, qué pena, ¿no? Como que yo llegué en un momento en donde ellas estaban leyendo cartas y que investigaban si el novio iba a andar con no sé quién y todo. O sea, como que realmente confiando más en adivinos y en hechiceros que, pues claro que no está bien. Eso que nos está diciendo Dios, ¿por qué no confías en mí y en lo que yo tengo para ti, verdad? Eso eran ejemplos, ¿verdad? Por eso es lo que dice. O sea, el no conocernos va a hacer pecar, pero cuando conocemos más de Él, entonces vamos a estar más conscientes de nuestro pecado. Y esto nos va a llevar al siguiente punto que es, tendremos un renacimiento de gratitud por el Evangelio. ¿Por qué? Porque creo que muchas veces nos encontramos en una categoría de que, ay, es que yo no soy tan mala. Varias veces he escuchado a mujeres de que yo, es que yo soy buena persona. Y yo, ah, ok, no, pues creo que ya estás equivocada desde que estabas diciendo eso, es que yo soy buena persona, es que yo no hago nada malo. Pero cuando te posicionas en esta categoría, pues creo que estamos mal, ¿verdad? Porque Dios nos está diciendo de que, pues nadie hace lo bueno, ¿verdad? Y también Dios nos ha enseñado que por decir un pecado chiquito es el mismo que un pecado grande. ¿Por qué? Porque a lo mejor puedes decir, ay, pero es que yo no he robado, o yo no he sido infiel, o yo no he hecho así como que cosas grandes, ¿verdad? Pero Él dice, o sea, el que no cumpla con la ley también ya está pecando. O sea, ¿qué quiere decir? Que si tenemos deudas, como lo veamos ahorita, que si ya andamos en chismes, que si andamos en envidias, que si andamos consultando a divinos, etc., etc., ya estamos pecando. Entonces estamos por el mismo lugar que los que matan, que los que roban. Si me explico, entonces creo que a lo mejor al reconocer esto, por primera vez nos vamos a estar dando cuenta de esta gratitud por el Evangelio. De decir, oh, sí, es verdad. O sea, había estado pecando y no me había dado cuenta. Y ahora necesito del Evangelio. ¿Y cuál es el Evangelio? De que Cristo murió por nosotros. Y no solo murió por aquellos que yo creía peor que yo, ¿verdad? Es lo que nos ayuda como agradecer, ¿no? Es saber que Él lo dio todo por nosotros. Y que lo que tenemos que hacer es arrepentirnos y decírselo a Dios y no volver ahí, ¿verdad? Apartarnos de eso. Está en Proverbios 28.13, que dice, No le irá bien al que oculta sus pecados, pero el que los confiesa y escucha y se aparta, será perdonado. ¿Qué quiere decir? Dios quiere que sí nos arrepentamos, pero que haya un verdadero arrepentimiento. Y un verdadero arrepentimiento es cuando tomamos la decisión de apartarnos de eso que nos está haciendo caer, ¿no? De ese pecado. No es de que, ah, bueno, Dios, perdóname todo, pero sigo y sigo y sigo, ¿no? El apartarnos del pecado es cuando vamos a recibir perdón, es cuando vamos a recibir Su misericordia. Y creo que es algo que vimos, no me acuerdo si el miércoles pasado, antepasado, de que no va a haber un día, no va a haber día que no le fallemos a Dios. Pero aun cuando veamos nuestros pasados, aun cuando veamos nuestros pecados presentes, Él ya no nos aplasta como el desánimo, ¿verdad? Porque es lo que veíamos, ya no nos aferramos a esto porque Dios ya nos ha perdonado. Entonces vivimos por Su gracia y entonces nuestro corazón permanece en Su cruz del Evangelio, que quiere decir que Cristo ya nos dio la victoria sobre todo, sobre nuestro pasado, nuestros pecados pasados, presentes y futuros porque ya conoce los futuros también. Y entonces por esto ahora podemos ser libres. ¿Por qué? Porque Él ya pagó la deuda. Y este es el siguiente punto que dice, empezaremos a sentirnos libres. Y es un versículo que me gustó mucho, está en Colosenses 2.14, lo explica tan bonito porque dice, teníamos una deuda porque no cumplimos con las leyes de Dios. La cuenta de cobro tenía todos los cargos contra nosotros, pero Dios nos perdonó la deuda y clavó la cuenta en la cruz. Es tan bonito sentir esto, todo lo que a lo mejor las consecuencias de mi pecado yo las merecía, pero ¿qué es lo que hizo Dios? Él tomó eso, lo que yo merecía, tomó mis cargos que yo debía y me los perdonó y lo clavó en la cruz. Es lo que nos dice. Por decir, te pones a pensar, ok, yo tengo una deuda ahorita de no sé cuántos miles de pesos, que es una deuda que yo creo que no voy a poder pagar y te sientes estresada, te sientes frustrada, perdida. Pero imagínate que algún día llegue alguien y te diga, oye, yo ya pagué esa deuda. ¿Cómo te sentirías? Pensar que nunca ibas a pagar algo que no podías, que era algo que tú debías y alguien más lo pagó por ti. Pues claro que te vas a sentir libre, ¿no? O sea, como que un peso de tus hombros se cayó porque eres libre. Es lo que Dios nos está diciendo y es lo que Él dice. Nos vamos a empezar a sentir libres. O sea, cuando entendamos esta parte de que Él ya pagó todo por nosotros. Y lo dice en Juan 13, 16, Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo para que todo aquel que cree en Él no se pierda sino tenga vida eterna. Eso es tan hermoso. Es uno de los primeros versículos que me aprendí porque es una verdad que creo que tenemos que recordar todos los días. O sea, aún siendo yo inmerecedora, Dios dio a su único Hijo por ti y por mí. Y lo hizo simplemente por amor. Y cuando reconocemos esto, nos va a llenar una pasión por Dios, que es el último punto. Mi pasión por Dios va a aumentar. Mi amor por Dios va a aumentar. Y esto es una última historia que es la historia de la mujer pecadora. Está en Lucas 7, 36. Te voy a leer la historia. Dice, un fariseo invitó a Jesús a comer. Él fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa. Entonces, una mujer que vivía en aquel pueblo y tenía mala fama. ¿Por qué mala fama? Porque era prostituta. Ella se enteró de que Jesús estaba comiendo en aquella casa. Entonces, la mujer llegó ahí con un frasco de alabastro lleno de perfume. Se colocó y llorando a los pies de Jesús y con sus lágrimas le mojaba sus pies. Pero luego se los secaba con sus cabellos. Se los besaba y se los ungía con el perfume. Cuando el fariseo que había invitado a Jesús vio esto, pensó, si este hombre fuera profeta, sabría que lo está tocando una mujer que tiene mala fama. Pero entonces Jesús le dijo, Simón, tengo algo que decirte. Y él respondió, maestro, pues dime. Y me encantaba porque Jesús siempre hablaba con parábolas. Y le dijo, dos hombres le debían dinero a un prestamista. Uno le debía 500 monedas de plata y el otro 50. Como ellos no tenían con qué pagarle, pues los perdonó. A los dos les perdonó la deuda. Ahora dime, ¿cuál de los dos lo amará más? Y Simón contestó, supongo que el hombre al que más le perdonó. Y Jesús le dijo, has juzgado bien. Luego, mirando a la mujer, le dijo a Simón, besa a esta mujer. Cuando entré a tu casa no me diste agua para mis pies, pero ella me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha secado con sus cabellos. Tú no me saludaste con un beso, pero ella desde que entré no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con aceite, pero ella me ungió los pies con perfume. Por eso te digo que ella me ama mucho porque sus muchos pecados le han sido perdonados. Pero al que se le perdonan pocos pecados, poco ama. ¿Qué nos está diciendo Jesús? Que a ella los muchos pecados de la mujer no fueron perdonados porque lo estaba amando mucho, sino que su mucho amor que ella estaba demostrando era la evidencia de que se le habían perdonado muchos de sus pecados. Y es lo que nos está tratando de dar a entender este escritor del libro con esta parte de la historia de esta mujer. Es ojo cuando nos creamos, que no tenemos mucho que nos perdone. Ojo cuando nos sintamos como yo soy mejor que aquel. Yo tengo mejor espíritu que aquel. Yo tengo una mejor relación con Dios que aquel. Dios nos está diciendo ojo cuando creas eso, porque entonces no me vas a amar mucho porque tú estás pensando que te estoy perdonando poco. Entonces al que poco se le perdona, pues poco ama. Por eso es lo que Dios nos está enseñando a través de esta historia. Y es bonito porque Dios usó a dos de mis amigas, a Papi también, porque ayer me compartió un video de estos como casos hogares que reciben a drogadictos y alcohólicos. Y entonces yo vi este video, ¿verdad? Y ves a los drogadictos y alcohólicos que llegan a esta casa, que le entregan su vida a Dios. Pero después puedes ver la emoción, la pasión con la que hablan de Dios. Se subían a los camiones a hablar de Jesús porque ya no tenían vergüenza, porque sabían de dónde Dios los había sacado, porque sabían que Dios los había perdonado tanto y que decían Dios puede hacer lo mismo por ti. Si Dios lo hizo conmigo, Dios lo puede hacer contigo. Entonces ellos hablaban de Jesús con una pasión enorme. Y esto me vino a la mente. Cuando yo vi el video, yo le dije, gracias Papi, porque era el momento en el que yo lo tenía que ver. Y lo que me trajo a la mente es esto, que ellos están amando mucho a Dios, porque Dios los ha perdonado mucho. Y creo que eso es lo que aquí me tiene compartiendo cada miércoles su Evangelio, que me tiene como procurando a cada persona hablarle de Dios, porque Dios me ha perdonado tanto, que mi amor por Él es tan grande y no hay día que no le dé gracias a Dios por esto. Y también que le pregunte, Señor, realmente, ¿por qué a mí? ¿Por qué aún siendo tan inmerecedora? ¿Por qué aún siendo yo como soy? ¿Por qué me escogiste a mí? Y Él yo creo que nos dice una y otra vez, yo te amé primero y yo te escogí desde antes de la creación del mundo. Yo te di nombre desde que tú estabas en el vientre de tu madre. Eso es tan esperanzador para nuestra vida, ¿verdad? Y creo que esto de mi parte es lo que yo le digo, Señor, pues aunque sea inmerecedora, aquí estoy. Y Él sabe que mi vida le pertenece y este es mi deseo de servirle con todo lo que soy cada día de mi vida, ¿verdad? De amarle, de obedecerle, de seguir, de permanecer en su presencia, de compartir de su palabra, de hablarle a los demás de Jesús, de compartir su evangelio. Y eso es lo que aquí me tiene, ¿verdad? Entonces, creo que como conclusión, creo que necesitamos reconocer esto, ¿no? Que sí, o sea, que Dios nos sacó de un lugar de pues cada quien tiene su realidad, ¿verdad? Y cada quien sabe en lo que ha pecado, en lo que sigue pecando y todo. Y saber que reconocemos, o sea, que reconocemos más bien que necesitamos a Dios cada día de nuestras vidas, que necesitamos sí arrepentirnos también todos los días. ¿Por qué? Porque esto nos va a ayudar a permanecer conscientes de cuánto Él nos ha perdonado. Entonces, por consecuencia, vamos a enfocarnos más en su amor, vamos a valorar más su amor, su gracia, ¿verdad? Y a veces, aun cuando llega el desánimo, podemos voltear al evangelio y a lo que Él hizo por nosotras una y otra vez, ¿verdad? Y decirnos que a pesar de lo que pase en nuestra vida, Él tiene la victoria. Y creo que esto va a aumentar nuestra pasión por Él, nuestro amor por Dios. Hay veces, yo creo que en nuestra vida cristiana, que si vamos a llegar como que en un punto de que, ay, como que nos atoramos, y creo que esto puede ser una oración. Señor, dame pasión por Ti, que yo pueda buscarte con todo mi corazón, ¿verdad? Y es algo que aquí también me tiene el saber que yo lo he podido experimentar y que es mi deseo que ustedes también lo puedan experimentar, porque me emociona ver lo que Dios hace en sus vidas, de que cada una busca a Dios a su manera, por aquí, por allá, y yo deseo con todo corazón eso, porque es bonito cuando experimentamos a Dios, ¿verdad? Es bonito depender de su gracia. Es increíble, cada vez que termino mi, les cuento esto personalmente que es lo que me pasa, yo creo que últimamente antes de la reunión, ¿por qué? Porque preparo yo la presentación, Word y todo, pero luego preparo la presentación en PowerPoint, ya cuando mis hijos están dormidos. Ya termino la presentación y luego me pongo a leer un poco, y ahorita yo estaba, como terminé un libro, creo que el primero de Corintios, lo terminé, y dije, quiero leer Galatas, y ya estaba buscando, y la verdad es que no lo encontré, no encontré Galatas, y ya, bueno, pues dejé mi Biblia en donde se quedó, así, pues abierta, porque no la cerré, me fui al baño, en lo que me puse a hacer una transferencia que me pidieron, etcétera y todo, volteo a ver mi Biblia, y dije, ay, no, es tan hermoso, de verdad, y volteo a ver mi Biblia, y lo primero que dice, es mi Biblia, es una que justo se llama Biblia para la mamá ocupada, se la regalé a mi amiga Joana, que tiene cuatro hijos, y vienen como devocionales súper chiquitos, y lo que leí decía, el primer, este, como, el título decía, un pecador apreciado, y te los voy a leer, porque creo que esto es lo que Dios me habló a mí, pero es lo que Dios quería hablarte a ti, es lo que ustedes tienen que saber, que cada día yo le digo, Señor, habla tú a ellas, no soy yo, esto se trata de ti, y esto es para ellas, porque Dios sabe quién te va a conectar cuando se tenga que conectar, ¿no?, muchas veces ustedes mismos saben de que, ay, yo no me pude conectar este día, pero este día sí, y yo oro todos los días para que Dios hable a tu vida, Dios sabe quién está presente, y él, este, es lo que me puso aquí para que yo te lo comparta, y está en Lucas 15, 10, que dicen, les digo que a sí mismo se alegra Dios con sus ángeles por un pecador que se arrepiente, y luego dicen, Jesús todavía busca a personas perdidas, ¿de dónde te encontró Dios?, a lo mejor en una discoteca, a lo mejor enterrada debajo de una pila de libros de una universidad, o en la vida como rebelde, sentada en el banco de la iglesia, dondequiera que estuvieras, el Salvador vino a buscarte, porque eres valiosa para el Señor, vales cada momento de la búsqueda, y ahora eres su hija amada, uno de su linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz, admirable, se los juro que cuando leí esto, yo, claro, siempre, le digo, tienes ese don de como quebrantarme y hablarme a través de tu palabra y sentir tu Espíritu Santo, que dices, wow, porque yo le digo, no me abandones, tú sabes que tengo trabajo, que tengo que cumplir con esto y esto y esto, a lo mejor no tengo todos los días como antes lo tenía para poder prepararme, pero tú sabes mi pasión que yo tengo de compartir de ti, y tú sabes mi pasión que yo quiero que ellas puedan conocerte a ti y que tú seas el único glorificado, y entonces esto pasa cada miércoles, me pone algo en la Biblia que tiene que ver con la plática y que se complementa, y que digo, wow, una vez más, gracias a Dios, ¿no? Y esto es algo que yo quería compartirte a ti, y creo que es parte de la conclusión, un pecador preciado, somos apreciadas por Dios, ¿y qué es lo que Él quiere? Que podamos arrepentirnos, porque cada vez que nos arrepentimos, sus ángeles, hay fiesta en el cielo, ¿verdad? Él se alegra con cada una de nosotras, cada vez que regresamos, hay fiesta en el cielo, así que no me quiero largar más, estoy emocionada, estoy feliz por ustedes, porque ustedes son fieles a Dios también, así que esto es lo que Él tenía para nosotras esta noche.

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