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Es cierto que Dios permite los sufrimientos, pero lo hace para cumplir Su propósito en nuestra vida y mostrar su Gloria, porque todos tenemos una realidad diferente, y por eso Dios usa a diferentes personas que dan testimonio de Su poder.
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Es cierto que Dios permite los sufrimientos, pero lo hace para cumplir Su propósito en nuestra vida y mostrar su Gloria, porque todos tenemos una realidad diferente, y por eso Dios usa a diferentes personas que dan testimonio de Su poder.
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Es cierto que Dios permite los sufrimientos, pero lo hace para cumplir Su propósito en nuestra vida y mostrar su Gloria, porque todos tenemos una realidad diferente, y por eso Dios usa a diferentes personas que dan testimonio de Su poder.
This is an episode of the podcast "Palabras en el Cielo" where the host, Dulce Gurrola, shares her personal experiences and teachings from the Bible. She discusses the topic of God's discipline and how it is an expression of His love for us. She also talks about raising her two sons and how they have different personalities and require different forms of discipline. She emphasizes the importance of trusting in God's plan and knowing that He works everything for our good. She shares a favorite Bible verse that gives her hope in difficult times. She also references the story of Esther to highlight how God can turn situations around for our benefit. She encourages listeners to trust in God's justice and to put their confidence in Him. She concludes by reminding listeners of the victory we have through Jesus and the power of the Holy Spirit within us. Bienvenidos a Palabras en el Cielo. Soy Dulce Gurrola y he creado este espacio para compartir contigo la verdad que cambió mi vida, la palabra de Dios, porque su palabra es viva y eficaz que llegará a lo más profundo de tu alma y tu espíritu. Hola, hola. Bienvenidos una vez más a este episodio de Palabras en el Cielo. Gracias por estar aquí. Espero que estés teniendo un excelente día, un hermoso día, tarde, noche. Oro para que Dios bendiga estos momentos en los que vamos a aprender tanto de su palabra y oro para que Dios honre esas ganas que tienes de seguir conociéndolo más y más. Te cuento que yo estoy aquí en una terraza. Seguimos de vacaciones. Estamos en un Airbnb y aprovecho que toda la familia está dormida para salirme y para pues compartir esto que Dios habla a mi vida y que me encanta seguir compartiendo su palabra que es viva y eficaz y que estoy segura que siempre llega en el momento indicado. Así que también te pido disculpas porque se van a escuchar los carros, las motos, hasta los perros. Entonces, espero que, bueno, yo voy a tratar de hablar fuerte y que sea muy claro para ti. Y, bueno, hoy quiero hablar de este tema que siempre nos va a ayudar porque es cuando pasamos por los problemas de nuestra vida y que no entendemos realmente por qué estamos en esa situación. Porque Dios lo permite y es algo relacionado a lo que hablamos en el episodio anterior. O sea, porque Dios, pues por un lado castiga o disciplina o nos hace como reaccionar a través de su palabra lo que estamos haciendo mal y nos enseña cómo nos dirigen. Pero entonces, hablando de esto, del tema sobre los patrones generacionales, te cuento que yo estoy formando a mi próxima generación que son mis dos pequeños, Matthew y David. Pero es increíble que son tan diferentes. Matthew siempre ha sido bien tranquilo, bien obediente. O sea, él piensa que es alérgico a los chocolates y aunque otra persona le ofrezca postres y dulces y chocolates como nosotros le hemos dicho que no, él dice que no. O sea, realmente digo, ay, qué hermoso mi Matthew. Pero por otro lado está David que, híjole, David es David. Y es un niño como de un año, pero que tiene un carácter tan fuerte que cuando quiere algo se centra en eso y si no lo obtiene, llora y llora. Y realmente nos ha tocado ser disciplinados con él porque aunque nos duela, tenemos que enseñarle que no todo lo que quiere o que pide es bueno para él. Y eso dice en el libro de proverbios, que la disciplina de los padres es una expresión de amor por nuestros hijos. Y me quedo pensando que si nosotros, siendo humanos, imperfectos, amamos, disciplinamos y le damos lo mejor a nuestros hijos, cuánto más nuestro Padre Celestial, que es un Dios perfecto, nos dará lo mejor a nosotros y nos amará con su amor perfecto e inagotable. Y como que ahora que nos convertimos en padre, digo, si tú también eres padre o madre, creo que puedes entender un poco más el por qué Dios nos disciplina, ¿no? Porque también me acuerdo cuando Matthew pasó por una pequeña etapa de eso de los terribles dos, que quería hacer todo, él quería hacerlo solo. Me decía, no mamá, yo tolo, yo tolo. Pero la verdad es que no es cierto, no podía hacerlo todo solo. Y luego lo intentaba, ¿no? Y se desesperaba y lloraba. Y entonces eso me hace pensar que nosotros muchas veces nos comportamos como niños de dos años que todo queremos hacer solitos, ¿no? Sin la ayuda de Dios. Es como que yo solo, yo solo y chin, ya me equivoqué, ya me desesperé y ahora sí, ay Dios, perdón, ayúdame, ¿no? Pero por eso me encanta a Dios, o sea, porque Dios sí es perfecto y Él siempre está ahí, ¿no? Aunque nosotros cometamos errores o fallemos, Dios va a usar cualquier situación que nos pase para nuestro bien, porque Él va a cumplir su propósito en nuestra vida sí o sí. Yo sé que es difícil entender a veces como que, ay, o sea, no nos gusta cuando nos disciplinan, pero Dios lo hace por nuestro bien. Porque así como nos comportamos a veces como niños o nosotros como padres que sabemos qué es lo bueno y lo malo para nuestros hijos, Dios también sabe lo que es bueno para nosotros, ¿no? A veces nosotros como que nos aferramos a algo y Dios nos dice como que por aquí no es, ¿no? Y nos enseña y nos guía. Entonces estoy segura que, qué bueno que este episodio va a ser de bendición para nuestra vida porque vamos a aprender y vamos a seguir aprendiendo de un Dios, ¿no? Que nos ama cuidadosamente, ¿verdad? Y sé que Dios hará de todos para que nuestro corazón esté centrado en Él. Y si eso muchas veces va a conllevar la corrección de nuestros hechos, aunque nos duela y también le duela a Él, lo va a hacer porque nos ama, porque nos conoce mejor que nadie. Y te comparto este versículo que es uno de mis favoritos porque me llena de esperanza cuando paso así por momentos difíciles y de frustración. Es en Romanos 8.28 dice, y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que tiene para ellos. Fíjate bien, lo que dice Pablo aquí, o sea, hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman. O sea, no está diciendo que todo lo que te pase va a ser bueno, sino que todo lo que te pase ya sea bueno o malo, eso va a estar obrando para tu bien. Por eso me llena de tanta esperanza en situaciones difíciles porque siempre como que me ha gustado y bueno, me considero como que una niña en mi fe. O sea, como que sé que le creo a Dios en todo. Así como que, chin, estoy pasando por esto, pero bueno, confío y sé que me estás diciendo que esto va a ser para mi bien. Entonces lo acepto, ¿no? Con todo mi corazón, aunque me duela y aunque no lo entienda, yo sigo confiando en ti, ¿no? Y sabes, sé que aunque sea difícil entenderlo, nuestros problemas, nuestras crisis no van a poder descarrillar a un Dios soberano porque Él es fiel para generar un beneficio final, incluso en los más trágicos sucesos. Porque va a ser verdad que aunque pasemos una situación ahorita y bueno, ya todo salió bien, ya lo arreglamos, va a llegar otra y luego otra, y aun cuando las tragedias golpeen o el sufrimiento llega, ¿verdad? O las crisis surgen en los momentos menos inesperados, ¿no? Es como que todo estaba bien y de repente, chin, ¿qué pasó, no? Es porque Dios siempre va a tener la última palabra. Porque Él controla todas las cosas y aunque Él permite el sufrimiento, lo va a hacer con el propósito de cumplir su voluntad, de demostrar su gloria. ¿Recuerdas en la historia de Esther en donde Amán estaba tan enojado con Mardorqueo que por eso planeó la matanza de todo el pueblo judío? Pero era tanto el odio de Amán que también mandó a colocar una horca de 50 codos de altura para colgar en ella a Mardorqueo, pero Dios no lo permitió. Entonces, al día siguiente, usó al Rey Jerjes para honrar a él, a Mardorqueo, perdón porque el episodio pasado decía Mardorqueo y es Mardorqueo con R, Mar. Pero bueno, en este caso, el Rey Jerjes estaba honrándolo por sus buenas obras y le pusieron la vestidura del rey, lo montaron en el caballo del rey, lo pasearon por la ciudad. Y aún un día antes que Amán estaba planeando esto de ahorcarlo, creo que esto fue una humillación para él porque la persona quien paseó a Mardorqueo con esta vestidura real, con el caballo del rey, fue el mismo Amán. Entonces, pues él estaba humillado, triste y cuando regresó todo avergonzado a su casa, le contó a su esposa y a sus amigos lo que le había sucedido y ellos le dijeron, esto está en Esther 6.13, esta parte del versículo, le dijeron, si Mardorqueo, ante quien has comenzado a caer, es de origen judío, no podrás contra él, sin duda acabarás siendo derrotado. Fue un anuncio profético y claro respecto a la derrota de Amán, porque le dijeron, has comenzado a caer y vas a terminar siendo derrotado, porque Mardorqueo era de origen judío, que quiere decir que era descendencia de Jesús, era un hijo de Dios. Entonces, yo cuando estaba leyendo esta parte de la escritura, Dios habló a través de esto diciéndome, como te das cuenta lo que te estoy tratando de decir, que como hijo de Dios, toda persona que se ponga en tu contra, va a ser derrotado, aun cuando traten de hacernos algo, las injusticias, las falsas declaraciones a tu persona, alguien que quiera hacerte daño, no podrá contra ti. Porque somos hijos de Dios, y Él siempre nos ha dado la victoria por sobre todas las cosas a través de Su Hijo, aun cuando pases por injusticias, o si alguien trata de hacerte algo que pueda perjudicarte, esas personas sin duda acabarán siendo derrotadas. Sus planes no van a prevalecer contra ti, porque Dios está de tu parte. Deja que Dios haga justicia y sigue poniendo tu confianza en Él. Porque nuestro Señor mismo pasó por la injusticia más grande de la humanidad, y aun así tenía una confianza tan grande en Su Padre, que ya proclamaba por anticipado la victoria de una guerra que aún ni siquiera había luchado. Era antes de que Él fuera crucificado, y le dijo a Sus discípulos en Juan 16.33, yo les he dicho estas cosas para que en mí hayan paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero anímense, yo he vencido al mundo. Que confianza en nuestro Señor de saber que aún ni siquiera estaba siendo crucificado, aún ni siquiera estaba pasando por esa aflicción, pero Él ya sabía que Él tenía la victoria, Él ya sabía que Él ya había vencido. Por eso Jesús nos está recordando que en estas aflicciones y tristezas, Él las va a convertir en gozo. Porque Su resurrección nos da la esperanza de que Él venció una vez y por todas, y Él hará justicia. Es maravilloso recordar lo que Él hizo por nosotros. Y ahora que Él está sentado a la derecha del Padre, tenemos a nuestro Espíritu Santo que ahora enfrentamos nuestras luchas con Él, porque ahora Su Espíritu nos guía, intercede por nosotros, nos llena de valentía. Es increíble reconocer esto, saber que ese mismo poder que resucitó a Jesús de los muertos a través de Su Espíritu Santo es el mismo poder que Dios nos da para enfrentar nuestras debilidades e inseguridades, porque sólo nuestra fe y esperanza en el Dios eterno puede darle sentido a nuestra vida. Por eso cuando estemos pasando por problemas, dificultades, ¿qué es lo que podemos hacer para seguir, para avanzar, para prevalecer? Por eso te quiero compartir estas cinco cosas que nos van a ayudar en medio de las pruebas. Y creo que la primera y la más importante es no creer que Dios es injusto, porque Él es la esencia de la justicia. Aun cuando nuestras circunstancias nos hagan sentir lo contrario, muchas veces vamos a pensar, ¿por qué me pasa esto? ¿Por qué me pasan cosas malas? Eso es injusto. Pero recuerda el versículo de Romanos 8.28, cualquier cosa que nos pase va a estar siendo para nuestro bien. Dios la va a usar para nuestro bien. Y número dos es buscar el rostro del Señor. Antes de intentar solucionar los problemas con nuestras propias fuerzas, necesitamos buscar su rostro. Y esto nos lo enseña Esther, porque antes de enfrentarse al rey Jerjes, ella le dijo a su tío Mardorkeo, le dijo esto, Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa y hagan ayuno por mí. No coman ni beban durante tres días, ni de noche ni de día. Mis doncellas y yo haremos lo mismo. Entonces, aunque es contra la ley, entraré a ver al rey. Si tengo que morir, moriré. Esto está en el capítulo 4, versículos 15 y 16. Esther, lejos de rechazar la tarea y de rehusarse a enfrentarse al rey y de luchar por su pueblo, ella tomó dos decisiones muy sabias. Por un lado era orar y ayunar, ella y sus doncellas, y por otro lado fue pedir el apoyo espiritual de todo su pueblo. Esther se preparó para el encuentro con el rey Jerjes, no con un día de spa, sino se preparó en su cuarto de oración por tres días, por tres noches, oró y ayunó. Y ahora sí, después de que ella se humilló ante el rey de Reyes, se presentó ante el rey de Persia para poder interceder por su pueblo. Pero fue lo más sabio que ella pudo hacer y que esto nos enseña a nosotros que debemos de poner a Dios en primer lugar siempre, porque realmente la respuesta que buscamos para nuestro corazón desesperado, simplemente la vamos a poder encontrar en Dios. Por eso necesitamos presentarnos ante el rey de Reyes, buscar su reino, pasar tiempo en intimidad con él para que podamos descansar, para que podamos encontrar paz en cualquier situación a la que nos vayamos a enfrentar. Y la número tres es somete tus pensamientos a Dios. Este creo que se me hace el más importante, no el más importante, pero de los más importantes, porque la mente nos engaña tanto y realmente estamos en medio de los problemas y es nuestra mente el que mete duda, el que mete temor, incertidumbre al futuro. Tenemos pensamientos de que ya no puedo más o ya no quiero. Realmente estamos pasando por una crisis que esta generación está viviendo. Tenemos mentes débiles, o sea, somos jóvenes que no sabemos como de las limitaciones, que no sabemos qué hacer cuando llegan los dolores, cuando llegan las frustraciones. Y por eso para el diablo es tan fácil engañarnos a través de nuestra mente, porque nos hace imaginarnos cosas que ni siquiera nos están pasando. Muchas veces nuestros pensamientos son nuestras propias imaginaciones y por eso estamos ahí como que haciéndonos las víctimas de nuestras propias problemas. Porque le estamos dando y dando y dando vueltas a pensamientos e imaginaciones que no, si me explico? Y por eso una de las características fundamentales de Cristo era la capacidad de transformar a sus seguidores en personas activas. Te comparto estos dos versículos y si puedes anótalos porque te van a ayudar mucho. Es en Isaías 26, 3 dice Él cuidará en perfecta paz a todos los que confíen en él y cuyos pensamientos buscan a menudo al Señor. Y el otro es segunda de Corintios 10, 5. Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios y llevamos cautivo todo pensamiento para que obedezca a Cristo. En estos dos versículos se encuentran dos verbos buscar y llevar. Por eso a Dios le gusta que seamos activos de hecho de tomar acción, porque si nosotros no ponemos un alto a nuestra mente, nadie más lo hará. Por eso nos está diciendo que nuestros pensamientos busquen a Dios. Siempre lo he dicho que cuando venga un pensamiento negativo lo convirtamos en oración y empecemos a decretar lo verdadero de si puedo porque mi Señor está de mi lado y nos concentramos en las cosas del cielo, las cosas buenas y agradables y declaro que todo está bajo el control de nuestro Papá Dios. Declaro que mi confianza está en ti. Y así empezamos cada vez que empiece un pensamiento negativo en tu mente, conviértelo en oración, conviértelo en declaraciones buenas y positivas. Y por otro lado es llevar cautivo nuestros pensamientos para que le obedezcan, para que también con nuestra mente y con nuestros pensamientos demos gloria y honra a Él. ¿Sabes? El primer mandamiento que el Señor nos dio en Mateo 22.37 es ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Por eso es necesitamos cuidar de nuestros pensamientos para que todo lo que le estemos dando cabida a nuestra mente ame y honre a nuestro Señor. Por otro lado, bueno, el número cuatro es tener paciencia. Creo que eso nos falta mucho, muchas veces, ¿no? De que somos tan impacientes porque ya el mundo está avanzando tan rápido que Él quiere que todo pase en un solo instante, ¿no? Como que estamos acostumbrados a que todo es un solo clic, a que pido la comida y en un ratito me llega. Y esto me hace pensar en Dubái, que van y te ponen gasolina a domicilio para que no tengas que hacer fila. Pero necesitamos entender que el reino de Dios no funciona así porque Él usa las pruebas para formar nuestro carácter, para reafirmar nuestra fe, para que podamos confiar más en Él. Por eso necesitamos paciencia para seguir, para permanecer. Necesitamos esperar en el Señor. Aun cuando todo parezca perdido, dale tiempo a Dios para obrar en tu vida. Porque a veces Dios está en silencio, pero eso no significa que no esté obrando en tu vida. Así que sé paciente. Pídele a Dios paciencia en medio de la prueba. Y por último, no desesperes. En este camino habrá altas y bajas, pero recuerda que Dios todo lo usará para nuestro bien. La verdad es que es difícil estar alegre. Dios no nos está diciendo a través de este versículo que estemos alegres o que estemos felices y bailando. No, nos está animando a decidir tener una actitud de gozo. Y esa actitud de gozo es la que le dice a Dios, no entiendo, pero confío en ti. Porque sé que tú tienes perfecto control y cuidado de cada detalle de nuestra vida. Y todo lo que nos esté pasando, Dios lo va a usar para glorificar su nombre. Porque la realidad es que cada persona tenemos realidades diferentes. Y por eso Dios nos usa a personas diferentes para dar testimonio de su poder. Seremos testimonio de un Dios que todo lo puede. Probablemente tú eres la persona que dará testimonio de un Dios que cura enfermedades. Tú eres la mujer que dará testimonio de que una mujer estéril va a quedar embarazada. Vamos a dar testimonio de que Dios nos saca de los vicios, nos saca de las deudas, un Dios que restablece matrimonio. Seremos testimonio de que Dios transforma corazones y que hace todo nuevo. Me encanta su palabra porque hay un versículo que me hace recordar cuando yo pasé por esta situación que me cambié de país y me sentía deprimida, me sentía sola, estaba triste, solo quería dormir. Pero ahora entiendo que Dios permitió esos sentimientos de dolor y esos pensamientos de no saber qué va a pasar con mi vida para después darme cuenta de que sólo Él iba a saciar mi corazón, de que sólo Él le daría sentido a mi vida. Y está en Oseas capítulo 2 versículo 14 y 20. Y dice, pero yo la conquistaré de nuevo, la llevaré al desierto y allí le hablaré con ternura. Me comprometeré contigo en fidelidad y amor y me conocerás verdaderamente como tu Señor. ¿Sabes? Fue en el desierto en donde los israelitas aprendieron a confiar en Dios, en donde aprendieron a depender de Él y realmente pudieron ver su poder porque Dios se encargó de cubrir todas sus necesidades. Por eso es necesario que Dios nos lleve al desierto porque es ahí en donde verdaderamente lo conoceremos, en donde veremos su poder porque Él va a suplir cada una de nuestras necesidades. Dios va a limpiar nuestras lágrimas en medio de este desierto que estemos pasando. Ahí en esa soledad vamos a conocer su nombre inmutable y que no cambia, un Dios que es fiel. Te aseguro que cuando lo buscamos con todo nuestro corazón, Él se va a revelar a ti. Por eso hoy quiero recordarte que cualquier situación que estés pasando ahorita, y si no es ahorita probablemente va a ser en un futuro, Dios la va a estar usando para obrar en tu vida. Dios la está usando para glorificar su nombre y para que nosotros demos testimonio de que tenemos un Dios que todo lo puede, de que tenemos un Dios que existe y que nos ama con amor eterno, que se va a encargar de que pase lo que pase en nuestra vida, va a cuidar de nosotros, que se va a encargar de que podamos depender totalmente de Él. Porque es un Dios que nos ama, un Padre Celestial que quiere lo mejor para nosotros. Por eso te digo que no desesperes y sigue confiando porque veremos su gloria obrar en nuestra vida. Te bendigo este día y recuerda compartir este episodio si fue de bendición para tu vida. Hasta la próxima.