Episodio 1 Podcast europeo Guillermo Gómez

The podcast host, Guillermo Gómez, introduces the topic of the migrant crisis in the Mediterranean and its relationship with the European Union and migration policies. He explains that this is a topic of concern for young people and all citizens of the EU. The first episode will discuss the roots and causes of the crisis, highlighting the geographic advantages and challenges of the Mediterranean region. The proximity between Europe, Asia, and Africa leads to socio-economic disparities and motivates many people to migrate in search of better opportunities. The episode also mentions the lack of safe and regular migration routes, resulting in numerous deaths and disappearances in the Mediterranean. The EU has implemented various policies such as common visas, asylum protection, migrant returns, external cooperation, and integration to address the crisis. Listeners are encouraged to stay tuned for more information in future episodes. Buenos días, tardes, noches. Les habla Guillermo Gómez. Estos son dos tradiciones en el horizonte, la crisis migratoria en el Mediterráneo. Como pueden ver por el título del podcast, abordaremos el tema de la crisis migratoria en el Mediterráneo y su relación con la Unión Europea y las políticas de migración de los diversos países, junto con los de la Unión Europea. Es un tema que creo que personalmente nos concierne a nosotros, a los jóvenes, y en general a todos los ciudadanos que formamos parte de la Unión Europea, y que considero que debemos estar informados sobre este. En el primer episodio, titulado «Raíces y causas de la crisis migratoria», abordaremos un poco el tema que nos introduce el título. No se vayan y quédense con nosotros. Episodio 1. Raíces y causas de la crisis migratoria. El mar Mediterráneo ha sido siempre un enclave único, tanto para el comercio como para el encuentro entre civilizaciones. Una de las tres religiones monoteristas y escenario de grandes hazañas históricas. Esta masa de 2,5 millones de kilómetros de agua salada conecta tres de los seis continentes de la Tierra, Europa, Asia y África. Aunque en el siglo XXI ya no es protagonista del mundo, como sí sucedió sobre todo durante la Edad Media, la cunca del Mediterráneo sigue reuniendo unas condiciones geográficas privilegiadas y muy rodiciadas, pero al mismo tiempo enfrentando nuevos y viejos desafíos que surgen de su propia naturaleza. Y mientras que en el ámbito de las relaciones comerciales la proximidad es una ventaja, la cuestión migratoria, que es un fenómeno secular, no deja de ser uno de los principales temas pendientes en la agenda política de los países bañados en el mar de nuestro mundo. En un mapa en el que tan solo 14,4 kilómetros, en el caso del Techo Giraltar, separan España y Marruecos, y 294 kilómetros separan Libia de la Amperusa, las brechas socioeconómicas entre los continentes se hacen todavía más evidentes. En ese sentido, se entiende que muchas personas se embarquen a diario en buscar un futuro mejor hacia el territorio que promete más oportunidades, pero que al contrario de lo que se suele pensar, no siempre fue loco. Hace poco menos de 200 años fueron los campesinos empobrecidos de España, Malta, Francia e Italia quienes se desplazaban en masa al norte de África. Ahora, en cambio, el recorrido se hace sentido ascendente, aunque los motivos siguen siendo los mismos, la pobreza extrema, los conflictos, la crisis migratoria y la persecución religiosa política, además del cambio climático, entre ellos. Cuando el derecho a migrar se queda en familia, aquí les quiero incidir a un debate reflexivo, ya que, de acuerdo con el artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, todas las personas tienen derecho a dominar su lugar de origen, independientemente de sus causas o motivaciones. Aún así, año tras año, el mar arrastra hasta las puestas europeas cuerpos pertenecientes y embarcaciones, que evidencian la falta de vías seguras y regulares que sean accesibles para las personas migrantes. En pasado 5 de agosto de 2023, 41 personas perdieron su vida a pocos kilómetros de la isla de Ampedusa, tal y como informaban las autoridades italianas. Aun así, ni los países de destino ni de origen trabajan en la tarea de documentar las pérdidas humanas. Se montó en el Mediterráneo, y lo hace en cambio la Organización Internacional de las Migraciones, que registra la cifra de 28.260 personas migrantes fallecidas o desaparecidas desde 2014 hasta 2023, siendo 2016 el año con mayor número de desplazamientos y, por ende, de muertes. Una ruta sin garantías de llegada podríamos considerar el Mediterráneo. Cuando se trata de la vida de personas, los números dejan de ser relevantes. La muerte de migrantes es una cuestión humanitaria de suma importancia, independientemente de los datos. Pero en este caso hablamos de miles de personas que abandonan sus países de origen cada año para mejorar su calidad de vida y que solo cuentan con acceso a rutas realmente arriesgadas. De las tres vías establecidas, la del Mediterráneo central es la que presenta las cifras más desoladoras. En total de 28.260 muertes y desapariciones en la región, más de 22.458 tuvieron lugar en exclusión en el Mediterráneo, desde el norte de África a Italia. Quería decir yo, señoras y señores, que al final todos estos países que son receptores de inmigración, como es el caso de Florencia, Italia o España, son miembros de la Unión Europea y, como ya conocen, esta organización supranacional cuenta con una política migratoria a pesar de que la soberanía en este tema recae sobre todo en las políticas de inmigración de los países miembros, cuenta también con una política migratoria para establecer un marco común en torno a esta problemática. Así podemos resumir en cinco puntos claves la política de inmigración de la Unión Europea. Algunas de las políticas se resumen, como veníamos diciendo, en política común de visados, donde la Unión Europea ha establecido un sistema común de visados para los viajeros que desean ingresar en el espacio Schengen. La política de asilo, que nos concierne más a la Unión Europea, tiene un sistema común de asilo para garantizar la protección de los solicitantes de asilo y refugiados. También tenemos la política de retorno. La Unión Europea también tiene políticas relacionadas con el retorno de migrantes irregulares a sus países de origen. Esto incluye la inactiva de retorno, que es a veces lo que más común es para el retorno de personas en situación irregular y promueve la cooperación entre los Estados miembros en este ámbito. O sea que algunos países no están respetando por los artículos que denuncian la Administración Internacional, que hablaremos en siguientes episodios. También la cooperación exterior. La Unión Europea promueve la cooperación con países de origen y tránsito para abordar las causas subyacentes de la inmigración y mejorar la gestión de las fronteras. Y la política de integración, donde existen políticas destinadas a promover la integración de los migrantes en las sociedades europeas. Por ello, una vez siendo conocedores de las causas y las raíces que conciernen esta crisis y el papel de la Unión Europea, quédense para escuchar más información en los siguientes episodios. Travesías en el horizonte. La crisis migratoria en el mar Mediterráneo.