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Este poema tan melancólico nos habla de cómo es el paso a través del tiempo, y este fue hecho cuando Diego inició que se graduó de la Universidad de La Habana en Pedagogía. Veamos qué nos dice este gran poema. La eternidad por fin comienza un lunes, y al día siguiente apenas tiene nombre, y el otro es el oscuro al abolido, en el que se apagan todos los murmullos, y aquel rostro que amamos se desfuma, y en vano del día la espera nadie viene, la eternidad ignora sus costumbres, le da lo mismo rojo que a sus tiernos, se inclina el gris, al humo, a la ceniza, nombre y fecha, tú grabas en un marmol, la rosa disiplante con el hombro, ni un montoncillo de amargura deja, y sin embargo, ves, me aferro al lunes, y al día siguiente doy el nombre tuyo, con la punta del cigarro escribo, en plan oscuridad, aquí he vivido. Este poema nos muestra el reflejo poético de nuestra relación con el tiempo, y los recuerdos con una persona que hemos tenido, algo amoroso. Ahora pasaremos al siguiente poema, que se llama La eternidad y mis efectos.