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Oscar is approached by a man who asks him to join his family, which is involved in illegal activities. Oscar is hesitant at first, but agrees in order to win over Sara, the man's daughter. Sara's siblings express their concerns about the situation. Oscar later reflects on the risks involved and the lessons he will learn from it. Oscar, ¿por qué estás aquí? Ahora. Viste mi perfil de niña pija y pensaste que a lo mejor había un filón. ¿Un filón de qué? ¿Qué te parecería votar mujer más bella? ¿Más bella? Papá. Oscar. ¿Sí? El del aerobic. No tengo ningún problema de destrucción. ¿A qué se dedican tus habilidades? Armas, homicidios, granadas. ¿Eres traficante? No soy ningún machoso. Mi empresa es absolutamente legal. Necesitaremos las puertas de mi familia, este verdad, para que formes parte de ella. Si dices que no, mi hija te acompaña a tu casa, se despide de ti y no la vuelves a ver en la vida. ¿Garantizado? Sí, digo que sí. Bienvenido a la familia, para. Música, música. Música. ¿Me permite? Mi prioridad es que Sara esté feliz. Y por eso la tienes que ganar. Te recuerdo que somos sus hijos también. Aquí nadie ha tomado partido por nadie. Palabras. Palabras no. Tu novio, Sarita, no es un franco. Pero es lo que tú querías, para eso vino Marbella. Vale. Y ver si vale. Va a salir bien. No lo sabes. No lo sabes. Hay momentos en la vida en los que te jodas, todo a una carta. Pero si sale bien, se convierte en una experiencia que no olvidarás en tu vida. Pero me faltaba algo para aprender. Y que solo se aprende de una forma. A golpes.