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The speaker discusses the importance of vulnerability and connection in our lives. They explain that vulnerability is often associated with negativity, but it is actually crucial for building relationships and finding our purpose. The enemy, or negativity, tries to destroy our connections with God and others through shame. The speaker refers to the story of Adam and Eve in Genesis, where the serpent deceives Eve and introduces shame into their lives. Shame leads to actions of hiding and covering up, breaking the connection with God. The speaker emphasizes the need to break free from shame and embrace the freedom and redemption offered by God. Los que somos jóvenes y tienen buena espalda van a tener su lugar, porque vamos a tener que en algún punto sentarnos acá a los que van llegando, para que no se queden ahí con los macaraditos. Pueden venir adelante. Lachu, si me ayudas, cuando vienen llegando, que se vengan para acá, porque si se quedan ahí con ellos, se hacen milagros. Y si hay algún lugar al lado tuyo, vacío, creo que está lleno, ¿no? O igual. Bueno, bueno, bueno, bueno, hoy tenemos tribu, pero antes queríamos compartir algo que para nosotros es un tema, más allá de ser un tema importante, es parte de la cultura que queremos crear y la cultura que tenemos acá en el CN. Y vamos a hablar un poquitito acerca de la vulnerabilidad. Creo que es una palabra que a veces es como, ay, no sé si es una palabra tan bonita, pero vamos a darle un giro a esta palabra y a lo que Dios quiere traer hoy, ¿te parece? Señor, somos tierra fértil una vez más, así que gracias por el privilegio que tenemos de escuchar, Señor, parte de tu corazón para alinearlos a lo que el reino pone como estandar en nuestras vidas. Señor, que hoy sea un día para que no solamente haya sanidad, sino que hoy sea un día para que podamos ir más profundo. Te amamos. Bueno, hablando un poquitito de vulnerabilidad, como les decía, es una palabra que por ahí, bueno, si es como siempre, la asocia a algo tal vez negativo. Cuando decís una persona en estado vulnerable, ¿qué significa? De protegida. De protegido, frágil, y si lo buscan en el diccionario, sí, tiene una connotación que debido a su contexto o a su alrededor, esa persona está protegida, está frágil, etcétera. Pero hoy quiero que nos pongamos lentes de reino para ver este tema. Cuando nosotros hablamos de vulnerabilidad y lo asociamos a la conexión, la conexión es lo más importante por lo cual Cosa está sacando. Si vos decís, ¿cuál es el propósito en mi vida? Conectar. Conectar con Dios para ser amado, conectar con otros para amar y ser amado. La conexión es de las cosas más top en el reino de los cielos, porque Dios te creó para conectar y tener una relación con vos. Y el enemigo, que no viene siendo tan inteligente, lo que quiere es siempre destruir esa conexión, ya sea para con Dios o ya sea para con otros. Es lo que él quiere hacer. Y cuando él viene a robarle la conexión en tu vida, lo hace porque sabe que si él te llena de mentiras y te aísla y te pone en un rincón, es ahí donde él puede nutrir las mentiras que trae a tu vida. ¿Vamos bien hasta ahí? ¿Están todos de acuerdo? Entonces él quiere venir a robar la conexión que vos y yo tengamos con Dios y con los demás. Y parte de por qué la conexión es tan importante y el enemigo viene a atacar la conexión es porque él está consciente que el propósito y el sentido del por qué vos y yo estamos acá se gesta en la conexión. Cuando vos tenés una relación con Dios, encontrás tu identidad, encontrás tu propósito, encontrás para lo cual vos estás acá. Cuando vos conectás con otro, encontrás también tu propósito. Y el enemigo es obvio que no quiera que vos tenga tres de su propósito. Entonces él siempre va a atacar a tu conexión con el Señor. Y una de las formas en las que hace esto, yo le llamo la llave maestra del enemigo, es la vergüenza. La vergüenza es lo que él utiliza para que vos caigas en desconectarte con Dios y con otros. Y la vergüenza, quiero que nos vayamos, ¿dónde surge la vergüenza por primera vez en la Biblia? Y quiero que nos vayamos a Génesis. Vamos a Génesis. Los que están atrás pueden venir adelante, sentarse, son bienvenidos. Vamos a ir a Génesis, Génesis capítulo 3, literal, el comienzo de todo. ¿Por qué? Porque esos temas para nosotros son importantes, porque en algún punto si hoy vos estás acá y no estás consciente que tu destino es ir de gloria en gloria, muy probablemente es porque pensás de que hay ciclos en tu vida en los cuales nunca vas a poder salir. Y el enemigo te quiere tener en esos ciclos. Pero hoy la idea, ese mensaje, el por qué nos encanta hablar de esto, es para elevar tu estándar a que vos empeces a caminar en lo que Dios quiere que vos camines. Y es en una dirección de gloria en gloria. Entonces hoy vamos a cortar con esa vergüenza y vamos a ir, vamos a ir donde se generó todo en el inicio. ¿Se saben la historia de Dani y Eva, no? Si no espero que me hagas el teléfono. Vamos a ir al inicio donde está el capítulo 3 y es acá donde la serpiente engaña a Eva. Les voy a leer. Dice, la serpiente era más astuto de todos los animales salvajes que el Señor había hecho. Cierto día, él le preguntó a la mujer, ¿de veras Dios le dijo que no hay de comer del fruto de ninguno de sus árboles del huerto? Claro que podemos comer del fruto de los árboles del huerto, contestó la mujer. Es sólo del fruto del árbol que está en medio del huerto del que no se nos permite comer. Dios dijo no de comerlo, ni siquiera tocarlo. Si lo hace, morirán. Y acá la serpiente entra y le dice, no morirán. Y acá es donde vos descubrís la primera mentira que el enemigo trajo sobre la humanidad. Dios ha dicho, cuando toman el fruto, se les abrirán los ojos y serán como Dios, con el conocimiento del bien y el mal. Y la mujer quedó convencida. La primera mentira que vos y yo vemos en la Biblia acerca del enemigo viniendo a mentir es acerca de la identidad de Arnel. El bien dice, che, ustedes todavía no están completos, no son perfectos y si quieren ser como Dios, van a tener que comer ese fruto. Y si vos te vas un capítulo antes, ¿qué es lo que Dios había dicho? A imagen y semejanza mía, fuimos creados, hombre y mujer, a imagen y semejanza mía. Arnel y yo estábamos perfectamente posicionados en el paraíso, siendo semejantes a Dios, a imagen de él, sin embargo la primera mentira que el enemigo trajo fue como, no, no, no, no sos a imagen de él, pero si comes este fruto, vas a serlo. El enemigo siempre va a atacar y siempre va a mentir acerca de tu identidad. Es lo primero que va a venir y va a tratar de romper en vos. ¿Qué fue lo que pasó a seguida de eso? Yo creo que todos sabemos esta historia, ¿no? Eva cayó, la mujer quedó convencida. Vio el árbol y vio que era hermoso y su fruto parecía delicioso y quiso sabiduría, y quiso la sabiduría que le daría. Así que tomó el fruto, lo comió y después le dio un poco a su esposo que estaba con ella y él también comió. Y acá es donde aparece la primera consecuencia de Eva haciendo un acuerdo con la mentira del enemigo. Y la primera consecuencia es, en ese momento se le abrieron los ojos y sintieron pronto vergüenza por su desnudez. Ahí está la primera consecuencia. Ahí está la primera vez donde la vergüenza entra en la conciencia del ser humano. Vos, cuando agarrás una mentira que el enemigo dirá de vos, de tu identidad, de quién vos sos, lo primero que el enemigo va a traer si vos agarrás esa mentira es vergüenza. ¿Quién le dijo a Eva que estaba en desnudez? Y automáticamente se le abrieron los ojos y tuvieron vergüenza. Y creo que si esto lo asociamos en nuestro diario de caminar, no nos vayamos tan lejos. Caemos en pecado. ¿Qué es lo primero que vos sentís cuando dejas de pecar? Cuando terminas de pecar y al instante, ¿qué es lo primero que sentís? Culpa, vergüenza, jamás, que se den cuenta que toda la noche pasé viendo pornografía, jamás. Es lo primero que el enemigo quiere hacerte sentir. Porque él sabe la fortaleza que se forma en vos cuando el juicio propio quiere engabir su mente. Cuando él está consciente de la forma en que vos intentas atraer juicio y culpabilidad, que eso es lo que provoca la vergüenza, él sabe que ahí te destruye. Porque volvemos a lo que te decían en el inicio, la vergüenza hace que vos acciones. Y aquí vamos a ver la primera acción de ellos. Permitieron hacer un acuerdo con la mentira. Vino la primera consecuencia, que fue ellos diciendo qué vergüenza, estamos desnudos. Y cuando esa vergüenza entra en tu vida, vos accionas. Y adivina cuál fue la acción de ellos. Por Dios. No solo es condense. Lean esto, vean. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse. Ahí está la primera consecuencia. Tomaron ellos la forma de solucionar y vamos a ocultar esto. Vamos a hacer que esto no pasó y lo ponemos por acá. Y tras de que lo ponemos por acá, nos lo escondemos. La vergüenza siempre te va a hacer accionar a lo contrario. ¿Por qué? Porque quiere romper esa conexión con Dios en tu vida. Entonces ellos, dice, cosieron hojas de higuera para cubrirse. Cuando soplaba la brisa fresca de la tarde, el hombre y su esposa oyeron que el Señor Dios estaba caminando por el huerto, así que se escondieron. No solamente se cubrieron de esa vergüenza y esa culpabilidad, sino que se escondieron. Y son dos acciones que yo creo que muchas veces vos y yo normalizamos. Porque lo vemos como el camino fácil cada vez que cometemos un error, cada vez que pecamos, o cada vez que hay una parte en nuestra historia que tal vez no nos gusta y no queremos que la gente sepa eso. Entonces, ¿qué hacemos? ¡Ah, le tapamos con unas hojitas! Si ni lo sé, menos tragar, ya está. Pero hoy, la verdad de esto y el fondo de este tema para nosotros es tan importante como escuela, es para que vos estés consciente de que hay una libertad. De que si hay áreas en tu vida donde hay vergüenza, siempre hay libertad disponible. Y acá vamos a ir viendo un poquitito qué es parte de esa libertad y cuál es la parte del plan de redención de Dios, porque la historia no se quedó ahí. La vergüenza, y lo que en este caso le pasó a Doña Eva, cuando salió de la vergüenza a entrar a sus vidas, es de que la vergüenza siempre señala que hay algo mal en vos. La vergüenza siempre va a venir a susurrarte como mentira de, no sos santo, sos impuro, sos un sucio, sos una malpensada, y empieza a atacar la figura de tu identidad en Cristo. Eso es lo que hace la vergüenza. Y cuando hay vergüenza, parte de esa consecuencia no solamente es que vos estés aislé, sino que la culpabilidad empieza a establecerse en vos. Y cuando hay culpabilidad, te lo garantizo, es difícil salir de ahí si no estás consciente que realmente necesitas un encuentro con Cristo. Y esa culpabilidad podemos bancárnola por mucho tiempo, sin embargo eso es lo que te termina comiendo. Y la diferencia entre la culpabilidad y la obra del Espíritu Santo es que el Espíritu Santo te guía a convicción, que son dos cosas diferentes. Una cosa es, siento culpa por lo que hice, y otra cosa es, estoy con la convicción plena de que este no es mi estándar y no está bien lo que hice. Porque la convicción señala tu acción, no señala tu identidad. La culpabilidad viene a decir, no solamente tu acción está mal, sino que en vos estás distorsionado. Y estas son cosas que pueden sonar tal vez muy básicas en vos, pero hay que sacar un poco más esto a la luz para que hablamos de esto, para que vos empieces a examinar áreas en tu vida donde vos decís, y creo que la vergüenza está gobernando un poco ahí. ¿Por qué? Porque queremos caminar en libertad. Y me encanta porque cuando hablamos de temas como estos, es donde entra la parte de, seamos vulnerables. Porque cuando vos te aislas y vos dejas que la vergüenza venga a tu vida, y te metes en un corral y decís que nadie se dio cuenta de esto, y empezás a cubrirte con esas hojas ligeras y empezás a rodearte y a decir, Dios guarda en su pasto, que nadie se acerque a esta parte de mi vida. Te lo garantizo, que esa fachada de protección que vos haces para que nadie entre en esa área tuya, no es una fachada que te está protegiendo desde afuera, es una fachada que eventualmente te deja a vos encerrado. Y Dios aborrece la fachada, pero ama lo que está adentro. Entonces, la vergüenza siempre te va a llevar a que vos te aisles, a que vos con culpabilidad te llenes de una esquina y llegas, y esto nadie lo sepa. Les voy a contar un poquitito, un poquitito de mi historia. Yo cuando tenía, voy a tomar agua, también, está todo el mundo, ya nos vamos a ir a mirar, es muy temprano también yo creo. Para los que están atrás, cuando yo tenía cinco años, cuatro o cinco años, un primo abusó de mí cuando tenía esa edad, cuando estaba muy chica, así que es como más un recuerdo ahí nebuloso. Pero cuando crecí, a los siete, de siete a ocho años fui abusada por otro tío. Cuando seguí creciendo, a los nueve años fui abusado por otra persona. A los diez años fui abusada por otro hombre más, cuatro hombres, abuso infantil desde chica. Y lo que pasa cuando hay abuso en una persona, cuando alguien abusó de vos, tenés dos opciones, la opción por la cuantas veces la mayoría de chicas o chicos se van, que es decir, odio al género femenino, masculino, indirectamente a quien te haya afectado. Los odio, los aborrezco, bla, bla, bla, bla, bla, o tenés la opción de irte por el camino de. Ah, para esto fui creada. A mí no me importó si fue o no, yo me fui por este lado. Entonces claramente yo caminé parte de toda mi adolescencia, no nací en un hogar cristiano, entonces imagínate lo trambólico de mis pensamientos, pero crecí toda la adolescencia pensando que ese era mi destino. Entonces eso hizo que obviamente mi identidad se viera completamente distorsionada en problemas sexuales, cruzar límites, pornografía, masturbación, pensamientos que ODSIS fuera y lejos de lo que para lo cual fui creada, pero caminé así por muchos años y cuando yo me convierto a los 15 años, éramos pocos en la iglesia, entonces el grupito de adolescentes y jóvenes éramos como 15 y me acuerdo que fuimos al encuentro, muchos, muchos de acá han ido a un encuentro, sus iglesias también hacen ese encuentro y cuando vuelvo al encuentro mi pastor me dice y nada, hay que abrir células y es como cómo se lee la Biblia, no sé, vamos a abrir células, démosle y empecé a liderar y claramente yo al ser líder, nunca tuve una líder sobre mi persona, entonces caminé años, no te estoy diciendo meses, te estoy diciendo años con pecado encima, literalmente, pecado sexual, pecado de mentiras, pecado de temor por el nombre, yo camino a pecado, sin embargo lideraba personas, la gracia del señor chicos es muy grande porque levanté a mucha gente, sin embargo lo hice desde un lugar de culpa, lo hice desde un lugar de vergüenza, lo hice desde un lugar donde me estaba comiendo el pecado, yo podía venir y pecar, ah y mañana tenemos un partido entonces voy a ir a predicar, eso es muy fácil de hacer, se los garantizo y yo lo hice por muchos años. Cuando, y creo que el fin es más pesado, les conté un poco esta parte, cuando yo me voy a Estados Unidos a estudiar en una escuela similar a esta, me acuerdo que estábamos en un tiempo de tribu, ahora que vamos para tribus, estaba un tiempo de tribu y mi pastor, esto ahora ha sido tal vez como a los tres meses de que habíamos arrancado la escuela, y mi pastor se para al frente de todo el grupo y empieza a hablar de libertad. Bueno y entonces empecé a escuchar a todo esto, mi actitud 100% rebelde, yo estaba ahí porque me había obligado básicamente, y me acuerdo que yo estaba sentada en el fondo, porque claramente los que no queremos estar acá estamos sentadas en el fondo, pero yo estaba sentada en el fondo y era tipo no quiero que me vean, no quiero que me señalen, no quiero que vayas de parada, tenía vergüenza, tenía culpabilidad, yo decía yo vuelvo a ver a la gente a los ojos y me escanean, yo digo no, allá no hay foto, me voy a quedar. Y me acuerdo que aquí ando en el fondo, mi pastor se levanta y empieza a hablar de libertad, y como vos y yo fuimos creados para la libertad, caminar en libertad, ser libres y ya, ya, ya, y empezaban a hablar de eso. Y al lado tenía un bobo, que hoy en día es un ángel en mi vida, lo amo, es un amigo de Suecia, y me mete un corazón y me dice, hay algo que vos tenés que hablar, ¿no? Y yo con el corazón acá y yo, y me dice, ¿no crees en libre hoy? No sé qué es, pero sentía parte del espíritu que vos hoy algo tenés que contar, y jamás, no hay chance alguno. Pero ustedes, mi pastor, aparecen en el centro y dicen, entonces, ahora que estoy hablando de libertad, quiero dejar abierto para ver quién quiere ser libre hoy de algo que, con lo que esté cargando. Y yo estoy con las ideas, ya está, fue la señal. Y vayan conmigo a la imagen, eran 80 personas, 100% desconocidas para mí, con otro idioma, ni siquiera español, era otro idioma. Y me acuerdo que, ¿vieron cuando se les empieza a subir el corazón y se les pone acá y empiezan a latir? Y vos decís, apuche, soy yo. Y me acuerdo que levanto mi mano y digo, ya está, estoy vendida, es acá o nunca. Y me levanté, me vine para el frente, 80 personas, así como están ustedes, agarro el micrófono y por primera vez en años, en años, hablé de mi abuso, por primera vez en años hablé de mis adicciones sexuales, por primera vez en años hablé de las mentiras que decía, por primera vez en años hablé de todo, de todo. Imagínense la imagen, yo aquí llorando, en otro idioma, anda a saber si me entendieron, todo. Y lo que fue transformador para mí es de que cuando terminé de hablar, esos 80 monos que estaban al frente mío, empezaron a levantarse y a saltar. Y yo, o no entendieron, y en fin, yo me pedí otra mensaje, o qué está pasando? Y me acuerdo que se levantaban, se ponían en las sillas, agarraban las paredes, le pesaban las paredes, brincaban, saltaban, aplaudían. Y yo, no están entendiendo que les estoy confesando una porquería de sus caras. Y esta gente empezó a saltar, a brincar, a aplaudir. Y en ese momento escucho la voz de Dios que me dice, es su mi amor. Es su mi amor. Cuando hay confesión, es su mi amor, porque estás a punto de ser libre. Cuando abro los ojos, porque claro, estaba llorando, tipo, qué le pasa? Veo a los 80 monos que estaban saltando, correr hacia donde yo estaba y seguido a eso, lo que me acuerdo es que me levanté del piso y habían pasado como dos horas. Y fue la primera vez donde yo entendí que la confesión no es un aspecto negativo. El enemigo te va a querer hacer sentir de que la confesión es de las cosas más feas que vos puedas hacer o tendrás que hacer. No lo asocian a veces cuando decís que tenés que confesar eso. Pero es algo que a veces asociamos de forma negativa y el reino lo ve completamente diferente. Y por primera vez en años empecé a confesar cosas de mi vida que jamás, pero es que ni a mis papás en un momento jamás lo había compartido con nadie. Y esta gente, lo primero que hizo fue celebrar que el pecado estaba sucediendo a mí. Era la primera vez que en años yo no sentía la mirada juzgadora, yo no sentía el hecho de que vamos a juzgar por esto. Era la primera vez en años que yo decía, me sentí libre, fui libre de esto. ¿Y por qué esto va asociado con lo que estamos hablando? Porque parte de que el enemigo viene a traer vergüenza y culpabilidad a tu vida, la contraparte de eso es de que hay formas de ser libre, que vos saldrás de ese espacio de aislamiento, que vos saldrás desde ese lugar de vergüenza y entonces vas a caminar en libertad. Y en mi caso, cuando yo no me lo creía, había 80 personas que se lo estaban creyendo por mí. Y es eso el poder del cuerpo. Cuando hablamos del cuerpo, no hablamos simplemente porque nos servimos los unos a los otros. Cuando hablamos de cuerpo, es de que van a haber personas a tu alrededor que cuando vos no te estás creyendo, ellos te lo van a creer por vos. Y eso va a traer libertad. Por eso la vergüenza siempre corta la conexión con Dios y siempre corta la conexión para con otros. Porque Dios sabe la magnitud de poder que hay cuando vos confesas tus partes oscuras delante de personas. No quiero decir que vayan a los cuatro y empiezan a gritar en la vía pa'l mundo, pero si me entiende a lo que estoy tratando de decir. Y en este punto me acuerdo cuando yo estaba tirando un piso y estos ochenta monos estaban alrededor mío gritando, aplaudiendo, cantando. La mayoría de ellos estaban gritándome. Literal, yo estaba aquí plasmada en el piso. Y la mayoría de ellos me estaban gritando las verdades de lo que Dios decía a mí. ¡Nanda sos una hija mala! ¡Nanda Dios te eligió para esto! ¡Nanda vas a sacar a personas que luchen con eso! ¡Nanda vos sos una mala! Y empezaban a gritar verdades. ¿Viste cuando se revuelcan las olas en el mar? Bueno, era esa misma sensación. Espiritualmente era la misma sensación de que me decían algo y era como, me decían otra cosa y me pegaba. Y era ver a estas personas creyendo en mi proceso de libertad en ese momento. Diciendo vida, declarando vida sobre mí, declarando lo que Dios decía a mí. Y yo jamás hubiera pensado que eso era una opción. Porque en mi cabeza siempre se relacionó con, si yo confieso, me van a quitar las células. Si yo confieso, me van a sentar. Si yo confieso, me van a echar de la lista. Si yo confieso, me van a señalar con el dedo. Sin embargo, la oportunidad que Dios tuvo de encontrarse conmigo en ese momento fue decirme, este es el estándar de Reina. Cuando vos encontrás un cuerpo que celebra y ama cada vez que vos das pasos para ser libre. Y creo que si para vos, y también puede ser que haya muchos acá, que la sensación de familia, o te decimos y lo vas a escuchar durante todo el año, tipo, che, este es un lugar seguro. Esta es tu familia. Puede ser que para algunos eso suene como, es un botón. Yo vine acá, la enseñé a aceptarme, a escuchar y a irme. Besito. Y tal vez para otros no es como todo bien, pero para los que tal vez se están encontrando con, y ya veo hacia dónde va esto. Déjame decirte que estás en un lugar seguro. Que acá estamos los 80 monos brincando y celebrando los procesos de libertad todos sosteniendo. Hay una historia que me fascina y quiero que vayamos a esa historia. Está en Marcos. Voy a ir acelerando un poco. Marcos. Marcos, Marcos, Marcos, Marcos, Marcos. Marcos 3. Marcos 3 es una de mis historias favoritas. Ustedes no tienen historias a las cuales tal vez quisieran ir y decir, quiero con Pochoclos ir a ver esa cena. No les pasa. En mi caso, esta es una de las historias. Y yo digo, quiero estar con Pochoclos viendo esa imagen. Me fascina, me fascina esta imagen. Y es una historia donde Jesús sana el día de descanso en el día de descanso. Si no la conoces, te va a leer. Es cortito. Dice Marcos capítulo 3. Jesús entró de nuevo en la sinagoga y vio a un hombre que tenía una mano deforme. En otras versiones dice tenía la mano seca y en otras versiones dice tenía la mano enferma. Dependiendo la versión de Petas. Tenía una mano deforme. Como era el día de descanso, los enemigos de Jesús lo vigilaban de cerca y si sanaba la mano del hombre, tenían pensado en acusarlo por trabajar en el día de descanso. Esta historia es muy buena. Jesús le dijo al hombre con la mano deforme, ven y ponte enfrente de todos. Vámanse conmigo en el contexto. Estamos hablando de muchos años atrás donde la ciencia chau. Entonces cuando la palabra dice que la mano la tenía enferma, la tenía deforme, no es de que estaba así y de acá. Imagínate la langrena que ese hombre pudo haber tenido en esa mano porque estaba enferma, tenía la mano enferma. Y muy probablemente el olor era fuerte, la textura era fuerte. Visualicen esa mano. Claramente él andaba ventilando la mano tipo. Claramente no. Muy probablemente él andaba la mano o metidita en el bolsillo o en la túnica o en lo que se decía en ese tiempo. Muy probablemente él andaba con esa mano escondida. Andaba en unos trazados metido. Andas a ver. La Biblia no lo dice, pero sí dice que tenía la mano seca y deforme y enferma. Y Jesús, siendo muy Jesús, había una multitud. Pónganse que está todo acá como estamos ahora. El tipo saca la mano deforme en el fondo y Jesús lo primero que le dice es. Chivos, venite al frente a todos. Ya ahí el corazón de la hoja. Es de donde dijo. Y Jesús lo primero que le dice es. Vení, parate en el centro de todos. Lo llama. Salud. Lo llama. Dice, ponte de pie al frente de todos. Luego se dirigió hacia sus acusadores y les preguntó. ¿Permite la ley hacer buenas acciones en el día de descanso o es un día para hacer el mal? ¿Es un día para salvar una vida o es un día para destruir una vida? Pero ellos no quisieron contestarle. Y esta parte me fascina. Jesús miró con enojo a los que lo rodeaban, profundamente triste por la dureza de su corazón. Entonces le dijo al hombre, extiende la mano. Ya si Jesús está diciendo extiende la mano, es porque claramente la mano estaba guardada. La mano, al dar una latanía que Jesús le dice, no solamente vos que estás ahí en el fondo, venite para acá al frente de todos. No solamente eso, sino que lo dijo, extiende tu mano. Y me fascina porque si sigue leyendo, dice. Leando en su Biblia. Así que el hombre extendía la mano y la mano quedó restaurada. La mano quedó restaurada. Otro versículo dice sana. ¿Entienden por dónde voy? Cuando vos y yo conocemos que la naturaleza de Jehová es no a Rafa. Jehová es el que sana. Él nunca va a pedirte exponer áreas en tu vida donde él primeramente no quiera sanar. Si vos tuviste una mala sensación de confesión y te confesaste con algún líder y ese líder lo que hizo fue que suspejarte, déjame decirte que está lejos de ser como Jesús. Porque Jesús es Jehová Rafa, el sanador. Y si vos conoces de que el que te llama del fondo para adelante a exponerte, lo hace porque su naturaleza sanar. Vos tenés que estar convencido que sea lo que sea que vas a extender y exponer delante de él va a quedar sano. Esa es la promesa con la que vos y yo caminamos. De que no solamente es venga y confies en sus pecados, diablos todos. No, no. Yo no estoy hablando de esto para que vos andes vestigiando todo mundo. No sería sabio. Pero sí quiero que hoy esto quede sano en nuestros corazones. De entender que el que nos llama y el que nos expone lo hace desde un lugar de su naturaleza donde él es Jehová Rafa, el que sana. Y lo primero que le hizo al hombre es no solamente venite para acá, sino que al frente de todos extende tu mano seca. Y la promesa cuando él hizo esto fue que esa mano quedó completamente restaurada. Completamente restaurada. Cuando cuando Eva peca y hace caer a su esposo y comen del fruto, vimos la consecuencia, vimos la mentira, vimos la consecuencia. Ellos accionaron y cubrieron todo. Seguido a eso en la historia. Seguido a eso en la historia. Dice que Dios los empezó a buscar. Y Dios empezó a decir dónde estás? Y yo me quedo. A veces no sé. Yo me imagino si las historias no, pero yo calculo que Dios no estaba diciendo detrás del palo de mango o detrás del palo de manzana. No calculo que Dios le estaba preguntando físicamente dónde estaba. Él sabe dónde estaba. Yo me imagino el corazón de Dios completamente quebrado decir dónde está lo que yo formé, ese corazón, ese corazón puro. Qué pasó? Qué pasó con el que tomaste este fruto? Y me encanta porque Dios cuando vos y yo en algún punto la fijamos en nuestra vida. Él no es un Dios que viene a castigarte, a juzgar. Él es un Dios que corrige. Él es un Dios que exhorta. Eso sí, si no tenemos corrección, aparte somos huérfanos, dice la palabra. Pero él lo hace desde un lugar de redención y él lo hace desde un lugar de amor. Y cuando Eva cometió este error que nos costó a todos nosotros, pero me encanta porque hubo un plan de redención y seguido a eso, si ustedes leen la historia. Eva, que fue la que produjo el pecado del mundo. Lo hizo la serpiente, pero Eva que hizo acuerdos con eso para que vos y yo estemos así. Terminó siendo bautizada con este nombre Eva, que significa la quedada viva. Seguido a eso dio la una promesa de cómo la serpiente iba a quedar y lo que iba a hacer de ella. Y todos sabemos esa promesa, porque por eso también estamos bautizados. Y me encanta porque más adelante, si ustedes leen la historia, ya saltamos unos capítulos, leo un poco más. Dice que Dios le hizo ropa a ellos. ¿Saben esa parte? Ahí más al ratito dice quien les tejió ropa a ellos. Dios no es que viene a tapar eso, pero si viene con su naturaleza justiciar a decir, eso te produce vergüenza y te aleja de mí, vení que yo te hago ropa para que no estés lejos. Y si hay un plan de redención para Eva, hay un plan de redención para vos y para mí. El pecado te quiere aislar, el pecado quiere que vos estés en una esquina acorralado y es ahí donde necesariamente no tenés que estar, porque Dios no te llamó a eso. Y cuando yo hablo de la confesión y hablamos de ser vulnerables, podemos a veces confundir y decir, está la transparencia y la vulnerabilidad. Y no, si soy una persona súper transparente, pregúntenme lo que quieran. Son dos cosas diferentes. La vulnerabilidad es cuando vos decís, me siento frágil en esta área, es un área del cual tal vez no estoy 100% orgullosa. Sin embargo, voy a dejar que esto se expierda. Es el que tiene que entrar a la luz. Cuando en la Biblia se refiere a Jesús, se refiere el que vino a dar luz a todos. No hay un gramo de oscuridad que la luz de Jesús no pueda impactar. Entonces, cuando hablamos de áreas en tu vida que vuelvan a lo mismo, tal vez hay muchos acá que lo relacionan con pecado. Tal vez hay muchos acá que lo pueden relacionar con historias de tu vida que no quieres que nadie sepa porque estaba en vergüenza de lo que te hicieron. Puedes relacionar esto con parte de tu carácter. Si la gente conociera este carácter, relacionarlo hoy con lo que vos quieras. La verdad de esto es que Dios siempre quiere traer luz. Y la verdad de esto es que siempre hay un plan de radiación. ¿Por qué? Porque volvemos al inicio. El enemigo te miente con tu identidad. El enemigo hace que vos acciones y busques hojas para esconderte y aislarte. El enemigo trae la consecuencia de la vergüenza. Y todo eso produce deparación. Todo eso produce desconexión con Dios. Y hoy la verdad que les quiero dejar es de que vos fuiste creado para caminar en conexión con Dios y con otros. Y vos naciste como, ¿cómo puedo ser vulnerable? Primeramente con el Señor. No hay parte de tu historia, no hay parte de tu corazón, no hay parte de tu mente que Él diga, eso hace que yo deje de ser rey. Jamás. No va a haber temor, no va a haber pecado, no va a haber nada que pueda separar la realidad de un padre que te quiera amar. Y eso si nunca se lo dijeron, reciban. No hay nada que te pueda separar de ese amor. Nada. No hay parte de tu historia que sea lo suficientemente poderosa para que permita que Dios deje de ser rey. No hay pecado lo suficientemente poderoso que permita que Él deje de ser rey en tu vida. No lo hay. No hay temor, no hay ninguna pregunta. Pon en el nombre que quieras. No hay algo que sea lo suficientemente poderoso para que Él deje de gobernar y ser rey. Y es acá donde si vos se necesarias, y esto puede quedar acá muy lindo y puede ser que ahora te estoy volviendo y te estoy diciendo como que hay vergüenza de estar y hablemoslo. No es algo de ahora de que lo hacemos y ya está. Es algo con lo que si lo estamos hablando ahora es porque es una cultura con la que queremos caminar todo el año y vos vas a tener oportunidades en tu tribu, con tus mentores, con tu minimentor. ¿Cómo es tu pasante? Con tu grupo de ser vulnerable y decir, sí, puede ser que esto nunca lo hable y puede ser que necesite que alguien venga a soplar vida. Así es la primera vez que te con Dios. Él conoce tu corazón. Sin embargo, Él se derrite de amor cuando esa exposición es voluntaria. No cuando esa exposición es Dios viniendo a decir como, che, esto que está ahí. Vieron cuando hay esa exposición que Dios no lo pensó y fue a su encuentro como Pablo. Pablo andaba escuchando oscuridad y andaba caminando diciendo, lo voy a matar a todos los cristianos. Y si leí el relato de Pablo, Dios sale en su encuentro. Fue un encuentro brusco, fue una exposición brusca que dejó al descubierto el corazón de Pablo y Pablo ahí estaba en la historia. Fue cambiado, etc, etc. Pero fue algo brusco que el Señor tuvo que hacer. Tiene la historia de la casa, que vino la tormenta y la casa se desvaneció. La tormenta, la crisis dejó expuesta la casa. Haces tus problemas, te van a exponer por vos. Pero la que más le gusta al Señor es cuando voluntariamente vos y yo nos exponemos delante. Y somos como David que decía, Señor, examina mi corazón, pruébame y guíame. Y esos pensamientos ocultos que están ahí, que tal vez no sé que los tengo, decímelos. Lean salvos. David es el número uno haciendo esto. Y hoy la invitación es de que vos y yo podamos introducir esto como cultura, no para estar ventilando todo, porque eso sería transparencia, sino realmente estar conscientes de que vos tenés que permitir que nos sople vida y tenés que permitir que otros inviertan en vos y caminen con vos para que seamos cuerpo y para vos llenarte de su libertad. Y son los casos muy diferentes. Entonces, la invitación de hoy es de que podamos ser vulnerables y no recontra pase de tiempo. Así que vamos ahora. ¿Les sirve esto de que hablamos hoy? Bien, porque es algo con lo que vamos a caminar todo el año. Quiero que ahí cierres tus ojos.