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The podcast host, Lucy Acevedo, welcomes listeners to a new episode and expresses her happiness to be able to share powerful reflections. She introduces the concept of the "four seasons of being," which refers to internal seasons rather than external ones. Lucy shares her personal experience of experiencing a "spring" in her life when she made a career change and how it felt like a fresh and exciting new beginning. She also shares a listener's experience of leaving a toxic relationship and focusing on self-care as their own spring. Lucy advises those in a spring season to embrace curiosity and try new activities. She then discusses the "summer" season of maturity and fulfillment, where ideas and projects reach their peak. Lucy shares her experience of launching the podcast as her own summer and celebrates the fruits of her efforts. She also highlights a listener's experience of achieving their dream job as their summer. Lucy emphasizes that creativity and action can occur in any season Hoy es lunes y el podcast lo sabe. Bienvenidos, bienvenidas a un nuevo episodio de Amorosamente Podcast. Yo soy su host, Lucy Acevedo, su anfitriona. Muy feliz como cada lunes de poder estar aquí. Feliz como en el hombriz. De verdad que sentarme aquí a grabar, como preparar todo este espacio para estar aquí, para de una manera presente y consciente poderles traer un tema, una reflexión o compartirles algo que yo siento que es poderoso, pues simplemente me llena como de mucha felicidad, de mucho gozo interior. Y eso me encanta. Tengo aquí mi velita de cereza. Sí, cereza. La iba a confundir con fresa, pero no. Esta es de cereza. Amo. Y el vasito está muy chulo, muy cookie, que eso también me encanta. Mi botellita de agua, mi oráculo, mi micrófono en el lado izquierdo. Esto es súper loco, pero yo no puedo tener el micrófono del lado derecho para hablar como que siempre hablo girada hacia la izquierda, que es donde tengo el micrófono. Pero bueno, esto como que te lo cuento para que puedas visualizar qué pasa de este lado de tus audífonos. Así que nada, bienvenidos y bienvenidas al episodio de hoy. Yo siempre les hablo como de ciclos, de temporadas, de estaciones, de versiones de nosotros, de arquetipos y de procesos, pero como que casi siempre no toco esos temas como muy a profundidad, sino como que sí, estamos quizás viviendo un proceso diferente al de otra persona y así. Y eso fue como una invitación el día de hoy a poderles traer este tema. Así que el día de hoy vamos a estar hablando sobre las cuatro estaciones del ser. Y ojo con esto, esto no tiene que ver nada con la estación o el ciclo de la vida y de la naturaleza afuera, porque aunque afuera sea invierno, quizás tú en tu interior sientes un fuego, un calorcito de verano que te invita a accionar o viceversa. Puede que fuera este todo el verano más caluroso, pero más divertido, más movido, más accionable, pero dentro de ti simplemente tú estés viviendo un otoño o viviendo un invierno. Así que esto no tiene nada que ver como a estas estaciones y a lo que esté pasando en el afuera, sino que más bien tiene que ver con las propias estaciones y lo que hay en el adentro. Así que en el día de hoy lo que quiero es introducirte cada una de estas estaciones, introducirte también desde mi historia, cómo las he ido viviendo, pero también he pedido a algunas personas, a algunos oyentes de este espacio que me cuenten también cómo se han sentido como en una diferente temporada y cómo lo han podido identificar. Y también quiero como dejarte algún consejito práctico para cada una de esas temporadas o de esas estaciones. Así que vamos a entrar de una vez en el tema preciso, duro, violento, confiso y vamos a empezar a hablar sobre la primavera del ser. La primavera, como muchos sabemos, es como este renacimiento, es este despertar de conciencia, es el momento de plantar nuevas semillas y ver cómo florecen. Pero a mí me encanta también ver la primavera del ser o esta primavera interior, como cuando la semilla elige cuáles van a ser sus recursos, cuáles van a ser las formas y las maneras en las que se va a nutrir para así florecer y dar su mejor fruto. Es como que en este periodo de primavera interior tú decides qué tanta cantidad de agua necesitas, qué tanto abono necesita tu tierra, qué tanto sol o qué tanta lluvia o qué tanto viento. Todo como que todas esas condiciones que estén como precisas para esa temporada, para que cuando llegue el momento de florecer, pues esa flor sea la más perfecta o ese fruto sea el más dulce, el más rico y lo compara como con algo para que puedas tener como una noción de lo que quiero decir. Pero al final como que la primavera o cada primavera es una oportunidad para redescubrirnos y empezar de nuevo. Es una oportunidad y la podemos vivir como un espacio para sembrar intenciones, para sembrar metas y para ver también si nuestros entornos están aptos para que todo esto que vamos a construir o que vamos a desarrollar pueda florecer o pueda dar frutos. Yo recuerdo como una época de primavera que puedo decir que viví en mi interior fue cuando decidí dejar mi carrera, o sea, lo que había estudiado. Yo estudié aviación y decidí como irme a la parte de la hotelería que era un mundo totalmente opuesto a el que yo vivía en el aeropuerto y en la aviación. Estaba como ligado porque trabajaba con turistas y todo eso, pues el mundo de la hotelería era muy opuesto, era muy diferente y todo esto para mí se sentía como fresco, emocionante. Sentí inclusive como si estuviera despertando una nueva versión de mí misma y esto fue increíble para mí porque a pesar de que estaba pasando de una carrera muy construida a algo un poquito más, o sea, no tan firme o no tan seguro, se sentía expansivo y como dije se sentía fresco para mí porque mi ser de alguna manera siempre ha sentido como esa necesidad de ir a esos lugares frescos, a esos lugares que son nuevos, aunque ya quizás después de un tiempo yo diga como que esto no es para mí o no es lo que quiero, pero siempre ha ido como a esos lugares donde de alguna manera yo necesito crecer y en esta primavera o en esta estación de mi vida definitivamente no me equivoqué, elegí de manera segura e inclusive cuando no sabía lo tan alineado, lo tan conectado que podía estar a lo que iba a venir después porque uno no tenía, yo no tenía como esa larga visión de todo lo que iba a venir después gracias a esa elección, a esa primavera y a ese movimiento y al dar ese paso pues estoy aquí porque en ese hotel conocí a la persona que me dijo como Lucy, me encanta tu manera de ver la vida, fácilmente podría ser una coach y ahí fue como que yo, ok, ¿qué es esto? y desde ahí partí y dije como ok, vamos a probar y estoy aquí gracias a eso, entonces como que al final sí, estas primaveras se pueden vivir así, como pueden ser también momentos difíciles que nos podemos sentir perdidos, que nos podemos sentir como buscando, pero también son etapas, son estaciones para empezar y para aprovechar como la brisa fresca de todo lo nuevo y lo que puede venir a ventilar y a cambiar en nuestras vidas. También le pregunté a María, una oyente, y nos compartió que para ella la primavera fue dejar una relación tóxica y empezar a cuidar de sí misma por primera vez y como lo digo para todos las estaciones pueden vivirse de una manera muy diferente pero siempre van a ser como un punto de partida hacia algo mejor, por ejemplo para mí fue cambiar de carrera, cambiar de trabajo, para María fue dejar una relación tóxica, empezar a cuidar de sí misma y darse ese espacio para reconocerse, pero fue siempre como este momento de sí, elijo sembrar, elijo ver qué hay para mí, qué nuevas semillas puedo plantar aquí y ver cómo se nutren y cómo eligen ser un fruto magnífico o una flor hermosa. Así que en esta primera estación lo que te puedo aconsejar o lo que te puedo decir es que si tú sientes que quizás en este momento estás viviendo como la primavera de tu vida, permítete que la curiosidad te guíe, prueba actividades nuevas, empieza quizás un proyecto que siempre has querido hacer y abraza esta novedad con entusiasmo, al final son justamente eso, son como dosis de cosas nuevas, de frescura, de alguna manera decirlo, no sé, como entusiasmo pero también curiosidad, esa es la palabra, curiosidad. Así que vamos a la parte número dos de estas cuatro estaciones y hablemos del verano del ser. El verano, por el contrario, es la época de maduración y plenitud, es cuando nuestras ideas, proyectos alcanzan quizás su punto álgido y podemos disfrutar de los frutos de nuestro esfuerzo, a diferencia de la primavera que es un espacio de siembra, el verano pues es este espacio donde, ajá, ya podemos ver el fruto, podemos comerlo, podemos saber si está dulce, si no, si la flor es linda, si me gustan sus colores, si van a haber muchas más o si solamente se quedan como en una cantidad reducida y el verano es como ese espacio también para celebrar nuestra creatividad y nuestro arduo trabajo. Para mí, un momento en el que puedo decir que llegó mi verano fue cuando finalmente me atreví a lanzar este podcast. Cada episodio que grabo y comparto es como un fruto de esta estación de mi vida. Para los que no saben, estamos a pocos días de cumplir un año en este espacio y justamente es un día después de que inicia el verano. Yo lancé este podcast el 24 de junio y el verano inicia el 23, entonces, o eso creo, no soy muy segura, pero creo que sí, que el 23 o el 24, entre esos dos días, pero para mí justamente este espacio ha sido como esta celebración constante. El podcast fue como el verano y cada episodio es esa celebración constante, es ese fruto, cada mensajito, cada conversación que tengo con ustedes es celebrar mi creatividad, celebrar mis reflexiones, celebrar inclusive como todas mis transiciones, todos mis momentos, todas mis versiones y todos los arquetipos que he venido habitando y encarnando durante estas cuatro temporadas. Pero también le pregunté a una persona que fue la única que me dijo que no dijera su nombre, pero nos contó que para él, porque es un chico, después de años de estudio consiguió su trabajo soñado y sintió que finalmente estaba viviendo su verano, incluso se fue a Dubái a trabajar y que es como no solo el fruto de todos sus estudios, sino también el fruto de sus manifestaciones, porque nunca dejó de confiar en que iba a llegar el momento en el que iba a poder celebrar como esta acción o estas acciones y este paso a paso, este recorrido que había estado dando hasta el momento en el que llegó su verano interior. Pero también el verano en otros momentos se puede traducir como espacios accionables, no solamente como espacios para recoger frutos, sino también espacios o momentos donde se nos enciende más la creatividad, el accionar y el movernos con más agilidad, porque a veces también nuestros momentos creativos no se dan como en una primavera o en un otoño o en un invierno, pueden darse en cualquier estación para cada persona. Como dije anteriormente, esto se siente diferente, se vive diferente. Para mí, hay momentos, por ejemplo, hoy, por hoy yo puedo decir que mi verano interior se siente como la celebración cada lunes de un episodio, de un fruto más que incluyo en este espacio. Pero he tenido veranos que ha sido encender mi propio fuego interior, activar mi creatividad y poderme mover con agilidad y tener incluso la energía necesaria para poder despegar proyectos y que puedan llegar a término. Pero si tú estás en tu verano, permítete que la energía y la pasión te impulsen. Trabaja no tan duro, pero de manera consciente y también disfruta el proceso, disfruta cada logro, cada paso, por pequeño que sea, y vívete esta temporada como lo que es una invitación a celebrarte cada movimiento. Y esto pues nos lleva a la temporada 3 o a la estación 3, que es el otoño del ser. Una de mis estaciones favoritas del año es el otoño. Yo soy libra, nací en octubre y pues, ajá, estamos entrando como en ese otoño. Vemos las hojas caer, los árboles se empiezan a quitar de esas vestiduras verdes hermosas para vestirse de colores rojos, amarillos, marrones y todo lo visual, el mundo exterior, cambia porque luego de eso los árboles se quedan pelones, literal, se pierden sus hojas y todo se vuelve como muy gris, muy frío, muy diferente. Pero aún así, mi temporada favorita es el otoño porque veo los árboles perder sus hojas sin resistencia. Y esto para mí significa mucho y también porque nací en esa temporada, así que amo como esa estación del año. Pero, ajá, este no es el tema, el tema es el otoño del ser, que es algo muy diferente, pero también similar. El otoño es siempre un tiempo de reflexión, es un momento para recoger como los frutos de nuestro trabajo, pero no como un trabajo, como un fruto que vas y sembraste tomates y vas a cosechar tomates en otoño. No, es como más para recoger un fruto como mental, emocional, como de experiencias que vamos viviendo. Y el otoño nos enseña a valorar como todas las cosas que vamos aprendiendo y todas las cosas que vamos experimentando. Para mí, un otoño, un espacio que puedo decir que se sintió como un otoño, fue cuando me tomé un tiempo para reflexionar, y esto fue algo reciente, no muy lejano, de mis relaciones de amistad y lo que realmente yo estaba valorando de ellas y de las experiencias que me estaban transmitiendo. Y fue un periodo de gran aprendizaje y gratitud, porque me tocó despedirme de personas, pero al mismo tiempo fue un momento de una estación de decir, wow, gracias, porque todas las experiencias que he estado acumulando en estas relaciones han sido súper valiosas, han sido experiencias inolvidables para mí, pero toca ahora en este momento dejar ir sin resistencia. Sophie nos compartió que después de años dedicándose a su familia, ahora está cosechando el amor y la gratitud de sus hijos, quienes la inspiran cada día. Para ella era súper difícil, quizás, encontrar esas palabras de aliento, de gratitud y de amor de parte de sus hijos, pero que en este otoño que ella refleja, que ha vivido, pues nos cuenta eso, que justamente está cosechando por fin el amor y la gratitud de sus hijos, que tanto espero, y quienes hoy en día la inspiran cada día. Y si tú estás en este momento viviendo quizás esta estación en tu vida, tómate un tiempo para reflexionar sobre tus experiencias, practica la gratitud, reconoce cuáles son esos espacios y esos entornos de los cuales tú aprendes, y que quizás sea este un buen momento para ti para hacer ajustes y planificar o visualizar futuros, porque cuando estamos en estos estados reflexivos, pero también viendo el entorno y las experiencias de nuestro entorno y de nuestro día a día, esto nos brinda la claridad de poder planificar y visualizar hacia el futuro. Y ahora vamos a la estación número cuatro, que es el invierno del ser. El invierno es un periodo de descanso, es un periodo de renovación interior, es un momento donde nos retiramos para conservar energías y nos preparamos para el próximo ciclo. El invierno al final nos invita a la introspección y al autoconocimiento profundo. Mi invierno también llegó muy recientemente y esto me hace reír, porque literal fue hace como dos meses, tres meses atrás. Ustedes saben que antes de, creo que en el penúltimo o en el último episodio, no sé en cuál de los dos, pero comenté que estaba enferma, que me empezó a doler la garganta y que por eso no había como grabado el episodio en lunes, sino que lo grabé en martes, pero después de ahí mi vida se desestabilizó, porque pasé un tiempo de enfermedad, fue un periodo difícil, pero también me permitió conectar conmigo misma a un nivel más profundo y entender lo que realmente necesitaba para sanar. Fue un espacio, tenía los pulmones inflamados, tenía mucha gripe, estaba muy congestionada, no podía respirar, tenía mis ojitos hinchados, entonces por ende fue como una desconexión total de la vida en el exterior, pero no de la vida interior. O sea, meditaba, dormía, descansaba y no solamente se fue como un espacio que me permitió a mí sanar cosas internas o sanar dolencias, perdón, sanar dolencias físicas, sino también dolencias internas, lo que me ha permitido definitivamente renovarme y poder estar aquí, y poder compartir, y poder inclusive hacer muchísimo más, porque mi cuerpo llegó por dolor a un punto, a un estado que quizás yo pude evitar. Para otra personita que es un amigo, que escucha mi podcast, se llama Carlos, él nos compartió que como el invierno en su vida fue como una época de duelo, como, no me gusta hablar como de cosas así como muertes o tragedias y eso, pero sí, Carlos perdió a su papá y fue como esta época de duelo la que al final lo invitó a acercarse más a él, a tener como estos momentos o estos espacios de introspección y encontrar paz y una nueva perspectiva de el curso de su vida, inclusive lo acercó a la escritura, ahora escribe poemas que comparte en su sub tab, creo que así se llama, pero comparte como esos poemas ahí y tienes un newsletter donde habla de palabras de sanar y también está certificándose, no recuerdo cómo se llaman las personas que hacen esto, pero son personas que trabajan con momentos de duelo, no me viene la palabra, quiero decirla pero no me viene, entonces, pero el punto es que estos inviernos son como estos espacios no solamente de introspección sino también de calma, de descanso, que es muy importante aprender a darnoslo para poder conservar, regenerar nuestra energía y prepararnos para el próximo ciclo. Si tú estás en este momento sintiendo que estás en una temporada de invierno, permítete descansar, recargarte de energía, medita, escribe un diario, dedica tiempo a actividades que te nutran emocional y espiritualmente y recuerda que el descanso es fundamental para el crecimiento. A veces sentimos como que no, para qué descansar, yo necesito ser, necesito estar en este lugar, necesito ir a este espacio, todas esas cosas y en realidad, si supiéramos cuánto crecimiento nos brinda el descanso, descansaríamos muchísimo más. Y bueno, esto ha sido como más o menos lo que, bueno, no más o menos, ajá, porque yo hago mis anotaciones pero ustedes saben que siempre hablo desde mi corazón, dejo que sean los ángeles, el universo, que me vayan bajando las palabras y las cositas que necesito decir aquí, pero recapitulando, hemos recorrido las cuatro estaciones del ser, la primavera, el verano, el otoño, el invierno y como cada una tiene su propio propósito y nos ofrece valiosas lecciones y enriquecedoras experiencias. Al final, lo que quiero que te quedes es más allá de que tienes la capacidad de transitar cada una de estas estaciones con gracia. Yo sé que hay estaciones que van a ser más difíciles, quizás más dolorosas, más movidas y menos claras que otras, pero todos pasamos por estas estaciones a nuestro propio ritmo y la clave está en abrazarlas con amor y comprensión. Cada estación trae consigo una oportunidad única de crecimiento y aprendizaje. Así que nada, hemos llegado al final de este episodio por el día de hoy. Si te ha gustado este episodio, suscríbete, comparte tus propias experiencias con las estaciones del ser en mis redes sociales. Ustedes saben que estoy en Instagram como arroba crece con Lu y en la descripción general de Amorosamente Podcast también encuentran el canal de Telegram y desde ahora les invito a que se puedan sumar, se los voy a dejar también en la descripción, pero les invito que se puedan sumar porque prontamente a las personas que están siendo parte de este canal de Telegram vamos a compartir espacios abiertos, mensuales y totalmente gratuitos para seguir creciendo. En este primer encuentro estoy planeando como journaling y empezar como a introducirnos en la práctica de la escritura, así que sería bueno que vayas y seas parte de este canal. Aparte ahora estoy compartiendo memes por ahí, una vez a la semana, una vez al mes hago como una lectura de las energías y saco como cartitas para ver cuál es la energía que nos acompaña en el nuevo mes y se entera también primero de lo que estoy haciendo, como que ese es mi lugar seguro para compartir como cuál es el programa en el que estoy trabajando, qué cosas estoy tomando, qué preguntas me estoy haciendo y hablar de todo un poco y de la vida en general. Así que gracias por escuchar Amorosamente Podcast. Hasta la próxima y recuerda vivir cada estación con amor y gratitud. Te mando besitos y un abrazo fuerte. Hasta el próximo lunes.