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The speaker introduces the topic of self-forgiveness and reflects on the difficulty of forgiving oneself compared to forgiving others. They discuss the importance of taking responsibility for one's actions and learning from mistakes. The speaker also emphasizes the need to not dwell on guilt and negative emotions, but rather to focus on self-compassion and perspective. They remind listeners that nobody is perfect and that everyone is constantly learning and improvising in life. ୧༼ຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈ ୧༼ຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈ ୧༼ຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈຈ Hola hola, bienvenida, bienvenido, bienvenide a otro capitulo de Offline Late Night Talks. ¿Como estas? ¿Que tal tu fin de semana? Yo estoy un poco enferma, estoy un poco enferma, me duele la garganta y tengo un poco de gripa, así que si me escucho rara o si de repente como que se me sale un gallo o aplico un lolita o aplico un lolita o aplico un lolita yala disculpen. La verdad es que los cambios de temperatura están terribles, de verdad, o sea en la Ciudad de México estamos como a 59 mil grados, estamos como a 40 grados, bueno no verdad, pero está terrible, lo único que me gusta de todo esto es que puedo usar abanicos y me siento como, se siente bien, está lindo, it's a vibe. Pero bueno mi fin de semana consistió básicamente, mi fin de semana consistió básicamente en ser súper productiva y hacer como todos mis pendientes y ser la persona como más, pues sí, movida y todo para intentar distraerme y no pensar. Pero llegó la noche y es normalmente como a esta hora más o menos, cuando normalmente me pongo a torturarme a mí misma, a pensar en todas las cosas que he hecho mal en algún momento. Uy, perdón, que estamos en confianza, ya es el capítulo 5 wey, ya, ya podemos hacer esto. Bueno, sí, pensando en todas las cosas que he hecho mal, en las personas que se han ido y en todos y cada uno de los fantasmas que no me dejan dormir. Pero hoy no quiero hacer eso, ya no quiero hacer eso nunca, ya no quiero tener como horas designadas para sobrepensar las cosas que he hecho mal. Por eso se me hizo una gran oportunidad para convertir una noche de bajón en... ...en un capítulo para reflexionar sobre el peso que ponemos sobre nuestros propios hombros cuando la cagamos. Así que hoy vamos a hablar de aprender a perdonarnos. Inicialmente pensé en hacer este capítulo sobre perdonarnos y pedir... Inicialmente pensé en hacer este capítulo sobre perdonar y pedir perdón. Sobre perdonar a otros y pedir perdón. Así que empecé preguntándoles por Instagram qué consideraban que era más difícil, si perdonar a alguien o pedir perdón. Si pedir perdón o perdonar, y por qué. Y aunque la respuesta que más se repitió fue que perdonar, o sea, llegamos juntos a la conclusión de que por estadística es un poco más difícil. Cuesta más trabajo perdonar a otros. Vamos a tocar... En algunas de estas respuestas me llamó la atención que dijeron que... ...que me llamó la atención que mencionaron que a veces lo verdaderamente difícil no es perdonar a los demás sino perdonarnos a nosotros mismos. Y es que todos tenemos distintas maneras de reaccionar y lidiar con el hecho de que la cagamos o de que lastimamos a alguien. Yo, por ejemplo, tengo corazón de pollo y siento genuinamente que no me cuesta, y siento que no me cuesta mucho trabajo perdonar. Porque creo genuinamente en la energía de las personas y según yo siento que cuando alguien te pide perdón de corazón y está genuinamente arrepentido por algo malo que te hizo... ...se nota, y cuando alguien lo hace como de dientes para afuera también. Entonces, si alguien me está pidiendo una disculpa de corazón, una disculpa que se siente sincera... ...en mi cabeza normalmente es como, ok, te perdono y ya, next chapter, siguiente capítulo, pasado pisado y vámonos. Sin embargo, en cambio, perdonarme a mí, yo a mí misma, cuando la cago en algo o, no sé, cometo un error o hago sentir mal a una persona, me cuesta la vida, me cuesta muchísimo perdonarme. Hablando de perdonarnos a nosotros mismos, creo que hay dos tipos de situaciones. La primera, cuando tenemos que perdonarnos a nosotros mismos por haber herido a alguien más, por haberla cagado por algo de lo que estamos conscientes que fue nuestro error... ...y cuando tenemos que perdonarnos por haber permitido... ...y... ¡eh, ya! Shut the fuck up. Hablando de perdonarnos a nosotros mismos, creo que hay dos tipos de situaciones. Hablando de perdonarnos a nosotros mismos, creo que hay dos tipos de situaciones. Una, cuando tenemos que perdonarnos a nosotros mismos por haber lastimado a alguien más, por haber herido a alguien más, por haberla cagado con alguien o... ...por algo que sabemos que es genuinamente nuestro error, y cuando tenemos que perdonarnos a nosotros por haber permitido que alguien más nos lastimara o por habernos quedado más tiempo del que debimos habernos quedado en alguna situación... ...o simplemente por abandonarnos a nosotros mismos y dejarnos de lado. En la primera situación, cuando el error fue nuestro, creo que lo importante es intentar no irnos a ningún extremo. Ni tomar una actitud soberbia u orgullosa que no nos permita ni siquiera aceptar el hecho de que nos equivocamos, ni tampoco torturarnos, ni tampoco ahogarnos en nuestra propia culpa y torturarnos a nosotros mismos por haber cometido un error. Muchas veces nuestro ego y nuestro orgullo no nos permiten ver más allá de nuestro propio dolor y no logramos ver que nuestras acciones o nuestras actitudes dañaron a otra persona o lastimaron a otra persona. O incluso hay veces que sí nos damos cuenta, pero aceptarlo puede ser muy difícil. Más para algunas personas que para otras, pero en sí fácil no es. Y es que se requieren huevos, bueno, no huevos, digamos ovarios, porque yo tengo ovarios, no huevos, pero bueno, se requieren ovarios o huevos, lo que tengas, para reconocer de corazón que nos equivocamos. En especial cuando cometimos el error de manera consciente. O sea, puede que quizás la intención no era lastimar a alguien, pero aún así sabíamos que lo que hacíamos estaba mal o podría afectar a otra persona y aún así decidimos hacerlo. Es importante hacernos responsables de nuestras acciones. Es importante hacernos responsables de nuestras decisiones. Entender que cada acción tiene una reacción, una consecuencia. E intentar a partir de ahí manejar la culpa que esto provoca desde el amor y tenernos la compasión suficiente como para no castigarnos y no torturarnos a nosotros mismos por cosas que quizás ya no podemos cambiar o ya no podemos hacer mucho por solucionar. Creo que una buena forma de perdonarnos a nosotros mismos en este caso es pasar de sentirnos culpables por lo que hicimos a pasar. Es pasar de sentirnos culpables por lo que hicimos a hacernos responsables. Cuando nos sentimos culpables es más como una pity party. ¿Cómo se traduce pity party? ¿Qué es pity party en español? ¿Qué es pity party en español? Cuando nos sentimos culpables es más como una pity party, fiesta de compasión con nosotros mismos. Y nos quedamos ahí en ese loop de sentimientos y emociones negativas que realmente no nos ayudan en nada ni nos llevan a ninguna parte o al menos no a ninguna parte linda. Y esto se los digo porque a mí me pasa muchísimo. Yo tengo una relación terrible, pero neta, terrible con la culpa y cuando siento me doy cuenta de que lastime a alguien, en especial a alguien que me importa mucho, de verdad, me siento la peor persona del mundo. Y paso de 100 a 0 a sentir que no merezco nada, pero nada bueno. Pensar que soy la peor persona del mundo y que las puertas del cielo se cerraron para mí para siempre, que no merezco nada. Pero cuando esto sucede, una herramienta que nos puede ayudar mucho en este caso es relativizar, más que nada para darnos a nosotros mismos perspectiva. Y puede ser muy difícil porque en el momento, obviamente, en el que el sentimiento de culpa está tan lateral, tan presente y está como en su peak, no podemos ver nada que no sea lo que hicimos mal y estamos puro pensando en eso y en la persona y quizás en cómo se siente la persona a la que afectamos. O a la persona en cuestión que hicimos sentir mal o que está molesta con nosotros. Pero al intentar no centrarnos en lo negativo y como que desvillanizarnos, podemos recordar no solamente nuestros errores, sino también nuestras virtudes y las cosas que sí hacemos bien. Y así no perder de vista el hecho de que todos venimos a aprender. No importa la edad que tengamos, constantemente y siempre en la vida vamos a seguir enfrentándonos y topándonos con situaciones para las que seguramente nadie nos preparó. Y vamos a tener que hacer lo que podamos con las herramientas que tengamos en ese momento, no hay otra. Esperando que todo salga de la mejor manera, pero hay que tener presente que no siempre las cosas van a salir como esperamos que salgan. Y ahí es cuando tenemos que ser compasivos e intentarnos ser tan duros con nosotros mismos. Quiero que ahorita pienses en una persona que conozcas que nunca le haya cagado en nada, que nunca haya cometido un error, que nunca haya lastimado a nadie y que nunca se haya sentido terrible por algún error que cometió. O por algún malentendido que se haya generado gracias a esa persona. Estoy segura de que no se te ocurre a nadie porque esa persona no existe. Literalmente nadie es perfecto. Y si se te ocurre a alguien, wey, abre los ojos. Neta, me desidealizas a esa persona, pero en FA. En FA. ¿Quién dice FA? Cada vez estoy más vieja. Qué horror. Qué horror. Pero es que realmente, si lo pensamos bien, todos estamos improvisando. Nadie sabe cómo vivir. Todos estamos intentando hacer lo que podemos con lo que tenemos y ya. Es como cuando estábamos chiquitos, creo que a muchos nos pasaba que decíamos, cuando esté grande, o sea como imaginarnos adultos, decíamos, cuando tenga 25 años, porque para nosotros cuando estamos muy chiquitos es como... Porque a veces cuando estamos muy chiquitos, pues no tenemos la noción correcta de la edad. Pensábamos que a los 25 ya íbamos a tener todo resuelto, ya íbamos a tener una casa, ya íbamos a tener todo, y que íbamos a ser adultos. No esperábamos, al menos yo, no esperaba que a los 25 estuviera teniendo crisis existenciales cada ciclo lunar. Pero aquí andamos. Y así va a ser. Y así es siempre, de aquí a que nos hagamos viejitos. Y probablemente así vaya a ser siempre, de aquí a que seamos grandes y canosos. Viejitos y canos. De aquí a que seamos viejitos y canosos, porque la vida no es más que aprender a existir y a relacionarnos con los demás. Y pensar esto nos puede hacer responsables, y pensar en esto nos puede ayudar a hacernos responsables de lo que hicimos e identificar en donde fallamos. Porque al hacernos responsables, al soltar tantito la culpa y ver la situación y nuestro error con responsabilidad, no solamente estamos creando como esta conciencia, y aceptando que nos equivocamos, que nos va a hacer mucho más fácil el proceso de aceptarlo, sino que también estamos reconociendo en donde fallamos y estamos aprendiendo de eso para que en un futuro cuando nos enfrentemos con una situación similar, sepamos lo que puede pasar si decidimos actuar de cierta manera. Porque la culpa incluso lo que hace es que te dé vergüenza y te haga querer no pensar en eso que hiciste, te haga querer hacerte bolita y esconderte y decir, wey ya no quiero que nadie me vuelva a ver, no merezco que nadie me vea, neta me quiero esconder, la cagué. Como una cruda moral pero multiplicada por nueve, como una cruda moral pero multiplicada por cuarenta y seis, porque cuarenta y seis, no se, pero cuarenta y seis. Y es que la responsabilidad y es que vivir este proceso de perdonarnos a nosotros mismos por haber lastimado a alguien, desde la responsabilidad, lo hace mucho menos messy, lo hace como mucho más limpio, sin tanta flacalación. Es una gran herramienta para lograr hacer las paces contigo misma y consultarlo, consultar eso que te está lastimando, pero sin caer en el victimismo, reconociendo y haciéndote responsable de las cosas que hiciste mal, pero siendo paciente y diciendo como, ok, la cagamos, pero no pasa nada, estamos aprendiendo. No lo volvaremos a hacer. No lo vamos a volver a hacer. Cuando estaba preparando este capítulo me llegó una duda existencial, pero es algo que siento que quiero platicar y es una duda que quiero resolver de la mano de mi terapeuta. El único problema es que para el momento en el que estoy grabando esto no he tenido mi sesión semanal. Entonces, vamos a pasar al siguiente clip con Majo del Futuro, que ya habló con su terapeuta y ya pudo descifrar y responder esta duda existencial que tenía. Vamos contigo Majo del Futuro, que nos tienes que contar. Muchas gracias Majo del Futuro, espero que lo que hayas dicho haya tenido sentido, de verdad lo espero. Muchas gracias Majo del Futuro, de verdad espero que lo que hayas dicho haya tenido sentido, al menos un poco. Pero bueno, esto nos lleva al siguiente punto, a la siguiente situación. ¿Cómo perdonarnos por haber permitido que alguien más nos tratara mal? Para empezar, siento que cuando una persona nos lastima, la neta no tenemos por qué tomar más responsabilidad de la que realmente nos toca. Pero este tipo de culpa es bastante común. Por ejemplo, cuando por fin salimos de una relación tóxica o... Por ejemplo, cuando por fin salimos de una relación tóxica, laboral, amistosa o sexoafectiva, es apenas el principio de un proceso de trabajo personal para sanar y dejar ir todas las cosas feas que esa experiencia te dejó. Y una parte importante de este proceso es dejar de sentirnos culpables. Y una parte importante de este proceso es dejar de culparnos a nosotros mismos y liberarnos de la idea de que las cosas pudieron ser diferentes si nosotros hubiéramos actuado diferente. Creo que esto tiene que ver con la percepción y la falsa ilusión del control de la que ya hemos hablado. Muchas veces, cuando alguien nos lastima o nos hace vivir cosas feas y traumáticas, no tendremos un closure, no tendremos un cierre, no tendremos una última conversación, no tendremos una explicación y no tendremos ni siquiera una disculpa. Entonces, como mecanismo de defensa ante eso, tomamos toda la responsabilidad, porque así de alguna manera estamos recuperando el control de la situación, pero no es justo porque en el momento quizás solamente estábamos intentando sobrevivir esa situación, sobrevivir esa mala experiencia. Hay una frase que me encanta, yo soy la señora de las frases, parece que tengo mi libro de refranes aquí al lado, pero no, creo que eso y todas las canciones y los primeros dos discos de Justin Bieber son lo único que se va a quedar para siempre en mi cabeza. Pero dice, es absurdo condenar la sabiduría, ¿no? ¿Qué? ¿Cómo era?