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The speaker, Jesús, discusses his life as a music journalist in this conversation. He talks about his experiences as a university student during a time of student protests and police intervention. He then travels to Paris and other European countries, where he discovers his love for music, particularly Bob Dylan. Jesús becomes a journalist and starts writing articles for various magazines and working in radio. He eventually publishes a book on Bob Dylan, which becomes successful. Jesús discusses the challenges of getting paid for his work and the perks of being a journalist, such as free entry to concerts and clubs. He also mentions his transition to working in radio. Bueno, primeiro de todo, Jesús, moitísimas gracias por atenderme e por tener este momento conmigo para falar de tú vida como periodista musical. Eu quería empezar desde os inícios, resumindo un pouco tudo, pero bueno, tú estudias aquí en Madrid Ciencias Políticas, se non me equivoco. Como era un pouco a vida universitaria en esos momentos? Pois, eu entrei no año 67 en Ciencias Políticas e había todos os días revueltas estudiantiles e todos os días a policía chegando a todo o mundo, a todos os que non manifestábamos e precisamente nese ano de 68 vindo a cantar Raimón á faculdade e se montou un buen follón e a mí me cogeu a policía e me detuvo e me llevou á Dirección General de Seguridade e logo me hicieron un juicio con un militar e me puseron unha multa e dixe, pois me parece que non vou ir á universidade. E entonces, teñía un hermano en mi mesma clase que se encargaba de coger los apuntes e entonces eu me fui á París e me fui a vivir á París en año 69, ósea que viví moi pouco a vida universitaria de Madrid e empecé en París unha especie de recorrido por toda a Europa, logo estuve en Holanda, logo en Suecia, logo en Inglaterra, logo en Estados Unidos. Hola, que tal? Buenas. Tu queres un café? Un café con leche, vale. Pois un café con leche e un café cortado. Cortado e logo con leche. Si. Gracias. Y volví logo en el año, después de recorrer todo o mundo occidental, ósea Europa e Estados Unidos, volví en el año 74 á Madrid y es cuando empecé mi carrera ya profesional como comentarista e periodista musical. Es cuando empecé a escribir artículos para revistas, para la revista Discos Press, para la revista Mundo Joven, y es cuando entré en la radio, en Radio de España FM y ahí empecé ya mi carrera profesional como director de programas musicales y como periodista. Cual foi o primer encuentro significativo con a música que te hizo decir, yo tengo que retratar ou tengo que hacer una crónica de lo que está sucediendo ahora mismo aquí? Pues fui escuchando a Bob Dylan y a otros grupos de los años 60 a través de un programa que se llamaba Caravana Musical Velo 605, eran dos programas pero se hacía el mismo equipo, la voz era de Ángel Álvarez que era un radiotelegrafista de Iberia que iba todas as semanas á Nueva York e traía los mejores discos que había, tenía un gusto extraordinario, estupendo, y entonces era el único programa en el cual podía escuchar a Bob Dylan, a Simone de la Funke, a Jefferson Airplane, a todos los grupos y gente que estaba haciendo por entonces una música extraordinaria, buenísima. Y esa fue la música a mí que me encantó, sobre todo Bob Dylan, fue el personaje que más me gustó, porque reunía poesía, reunía también ideología, era un cantante que cantaba contra la guerra, contra el racismo, contra la sociedad, las injusticias de la sociedad, entonces todo aquello y su voz también, una voz penetrante, crítica, pues me gustó Bob Dylan y el primer libro que escribí precisamente fue en el año 71 sobre Bob Dylan. Y me decías que justo también en esos momentos es cuando empiezas el tema, no sé que empiezas antes, prensa o radio? Empecé prensa, bueno de hecho empecé en el año 71 con un libro, o sea, lo primero que hice fue editar ese libro y entonces ya, pues en todas las revistas cuando has editado un libro sobre música pues dices oye que he escrito un libro sobre música y quiero colaborar, ah pues muy bien, entonces ya empecé a colaborar en todas las revistas musicales que había. Y exclusivamente te dedicaste a escribir ese libro, es decir, conseguiste algún trabajo antes o le dijiste bueno, quiero retratar esto musicalmente, voy a dedicarme a escribir este libro y ya luego encontraré trabajo en la prensa? Sí, primero quería ser sociólogo porque acabé la carrera de Ciencias Políticas en Sociología, pero me dijeron que de eso nada, que tenía que hacer cursos especiales de Sociología, a mando de Miguel que era un sociólogo me presenté a varios cursos que hacía y le dije oye, para trabajar de sociólogo que tengo que hacer? Uy pues te tienes que ir a Estados Unidos y ahí borrártelo y sacar un máster y dentro de 5 años a lo mejor puedes trabajar, y yo pues una mierda, yo no me voy a meter en eso porque no tengo ese dinero para pagarme un máster en Estados Unidos y no me voy a poner ahora a hacer un máster en España tampoco porque los másters son carísimos, yo no tenía absolutamente nada de dinero, así que me fui haciendo tosto para París y mi escuela fue trabajar en muchísimos oficios que hice en París, hice de todo, en París hice limpiando un banco, el Banco Rothschild y después en Holanda descargaba camiones, trabajé en la fábrica de Coca-Cola, trabajé en una fábrica de leche, limpiaba edificios, hacía absolutamente cualquier cosa para sacar dinero y sobre todo para conocer cómo era la sociedad en París, cómo era la sociedad en Holanda, cómo era el mundo en Europa, que era muy distinto a España en aquellos días, en los años 70, aquí todavía teníamos una dictadura, y todo eso pues me valió porque empecé a ver grupos y empecé a conseguir discos y libros de música y todo eso me valió luego para hacer mi carrera como periodista. Entonces editas este libro sobre Bob Dylan, vuelves aquí y entras en revistas como Disco Express o Triunfo o Zono, ¿era fácil acceder a escribir en una revista? Luego tú me comentabas que claro, habiendo escrito un libro ya te tenían más en cuenta, sabían que tenías cierto bagaje, pero al momento de trabajar como tal, cobrar, ¿era fácil? Lo de cobrar era lo más difícil, generalmente eran colaboraciones por las que no te pagaban, por ejemplo en la revista Zono no te pagaban, en la revista Disco Express pagaban pero muy poquito, en la revista Mundo Joven sí pagaban, en Triunfo pagaban bien, era la que mejor pagaba, era una revista seria y bueno al escribir en tres o cuatro o cinco revistas pues iba sacando un poco de dinero para poder ir viviendo, me alquilé un piso con otros cuatro amigos, cada uno tenía una habitación, lo que hay que hacer hoy en día también porque lo de hoy no es nuevo, o sea eso de que no puedes alquilar un piso si no tienes un buen trabajo y dinero y todo eso, así que vivía así, me alquilé con otros amigos en un piso y hacía los artículos para las revistas estas y viajando a Londres para conseguir documentación, para hacer otros libros, y que a partir de ahí pues dije bueno, como este libro se ha vendido muy bien porque se vendieron seis ediciones y tuvo muy buenas críticas y entonces en la editorial me dijeron oye haznos todos los libros que quieras porque este Bob Dylan me lo ha vendido de maravilla en Latinoamérica y en todas partes. Muy bien, pues si me lo apuntas a mi número de socio al 9993, pues vamos a seguir hablando. Pues eso, entonces nada ya empecé a escribir más libros al mismo tiempo que también ya escribían todas las revistas, o sea que iba sacando dinero de los libros y de las revistas, o sea que podía ir viviendo más o menos bien pagando el alquiler y en el año 75 me dijeron que si quería entrar en una emisora de FM en Onda 2 y dije que sí y ahí me metí, empezó mi carrera como programador de radio. Yo quería saber un poco también cómo era el ritmo de trabajo en cuanto a prensa escrita, es decir, te mandan una crónica de un concierto o una reseña de un disco, cómo era en cuanto a prensa escrita el ritmo de ir para allá, si estaba tan popularizado porque a lo mejor decían, ¿Por qué viene gratis aquí a los sitios? ¿Qué hace? ¿De qué escribe? ¿Cómo más o menos se planteaba en tu cabeza? ¿Vale, va a escribir sobre este concierto? ¿Qué estructura mental tenías? Bueno, al trabajar en Discos Press pues me dieron un carné, ¿no? Decía periodista, carné de Discos Press, entonces eso te abre muchas puertas. Es como un carné de prensa ya, entonces puedes ir a las compañías discográficas a pedir discos, a pedir que quieres entrevistar a tal o cual grupo, a tal o cual artista y entonces, nada, yo me pasaba los días por todas las compañías de discos, había como 10 compañías de discos, pues iba a la CBS, a Xpagos, a Poligram, a todas las compañías a pedirles discos y entonces llegaba yo y que quería hacer un artículo sobre tal grupo, entonces, ¿Me podéis dar el disco? Pues te daban el disco y te daban información del artista también, porque entonces no había internet, entonces te daban el disco e información y entonces con el disco y la información pues ya podías hacer artículos, o sea, la manera de hacer artículos era una compañía de discos que te dieran los discos de los que querías hablar y la información que había que te la trataban de promoción desde Estados Unidos o Inglaterra y ellos la traducían y te la daban, o sea, que la base de todos los artículos era ese material, el material sobre el que trabajaba era ese material internacional. Luego sobre grupos españoles, artistas españoles, pues yo iba a todas las discotecas que había en Madrid y entonces con el carnet de prensa pues entraba gratis, pues oye, que voy a ver a este grupo, que voy a escribir en el periódico, pues estaba gratis en todas las discotecas y encima te daban una copa, ¿Qué quieres tomar? Entonces te daban una copa y te trataban muy bien, claro, para que lo hablaras bien de la discoteca y del lujo y entonces empecé a ir a la discoteca más importante que había en Madrid, la discoteca argentina, la discoteca de Meme, luego ya en los años cuando se abrió la discoteca El Sol, Rocola y todas, entonces en todos los bares y discotecas pues la gente me trataba muy bien, claro, porque eres periodista y tienes un carnet y poco a poco te van conociendo además, porque cuando vas hablando de los lujos pues la gente ya lee las revistas, ah, ¿Tú eres ese que escribe sobre eso? Pues entonces ya poco a poco te van conociendo, entonces eso es poco a poco, semana a semana, porque Discord Press por ejemplo era semanal y entonces era la única revista semanal que informaba de todo lo que pasaba en España y ya no solo hablaba de lo que pasaba en Madrid sino que iba a Sevilla, a Barcelona, sobre todo las dos ciudades donde había más actividad musical, Barcelona sobre todo y Sevilla. En los años 70 todo lo que ocurría ocurría en Madrid, Barcelona y Sevilla, en las mismas ciudades no ocurría en ningún sitio nada y entonces pues me invitaban a ir a Barcelona a conciertos o me invitaban a ir a Sevilla a entrevistar a gente o a ver conciertos y poco a poco era esa la actividad que hacía como periodista de revistas y de semanario, el semanario Discord Press que era semanario en un principio, luego fue quincenal y luego fueron apareciendo más revistas posteriormente, apareció Ruta 66, apareció Rock de Luz, aparecieron más revistas y poco a poco pues iba escribiendo todas ellas y sobre todo lo que también me dio más oportunidades fue cuando entré en la radio España FM que era una emisora en la cual no nos pagaban pero que te dejaban hacer lo que quisieras y entonces tenía mucha audiencia en los años 70, a partir del año 76 o así había ya muchos grupos en Madrid, mucha actividad y entonces todos los grupos yo los entrevistaba, ellos traían sus maquetas, sus discos y eso pues poco a poco, aunque no me pagaban porque se acababa el dinero de los artículos y de los libros, pues era esa mi actividad entre la actividad de escribir y la actividad de la radio. A mi me interesa mucho cuando me cuentas como que te tenías muy envalorado en discotecas, en salas de conciertos y demás, porque estuve leyendo tu entrevista en Hot Down, muy buena entrevista, una entrevista muy larga y muy interesante, que hablabas también como del papel del prescriptor musical, como que había fallecido un poco y demás, entonces me gustaría que me dijes la diferencia que notas ahora, porque no sé si consumirás ahora o cuánta prensa musical consumirás, creo que la gran mayoría es digital o incluso en radio se sigue haciendo, cómo notas ahora la diferencia del prescriptor musical, de esa persona que le está contando a la sociedad como tú mismo hacías semanalmente, lo que hay que ver, lo que hay que oír, lo que te has perdido, vas a poder acceder, si crees que ahora se valora de la misma manera, si no... No, ha cambiado radicalmente, ahora todo el mundo se entera de lo que está pasando a través de los emails que recibe, por ejemplo yo ahora mismo abro mi correo y tengo 50 correos o 100 correos de todos los sellos discográficos, de todos los artistas y de todas las discotecas diciendo que día va a haber una actuación, que artista de tu grupo que va a sacar un disco, o sea ahora mismo si abro el correo tengo una cantidad alucinante de propuestas para la música, o sea claro, con eso ya tienes de sobra para enterarte de todo lo que está pasando y no digamos ya de discos, por ejemplo, tanto digital, la revista FM que es digital, que se edita en Valencia, o la revista voz de luz que también es digital ahora, o Ruta 66, por ejemplo, son las tres más importantes con las que yo he colaborado también, pues con todo eso ya tienes una cantidad de información apabullante y encima si te pones a buscar ya fuera de España, pues imagínate 100.000 millones de discos que salen al día, o sea ahora mismo es una locura, pues en los años 70 era todo lo contrario, en los años 70 yo tenía que suscribirme a las revistas inglesas, a New Musical Express y a Melody Maker y a las francesas, a Salud Le Copain y a otras, para estar al día de lo que ocurría y eran revistas semanales, pero con esas revistas yo podía hacer artículos o podía enterarme de lo que pasaba en Inglaterra o Estados Unidos y luego tenía que viajar a Londres a 2x3 para comprar discos, porque aquí había muchos discos que no se editaban, entonces cuando surgió el punk en el año 77, pues yo me fui a Londres de allí a ver qué era lo del punk, o sea en cuanto tenían los Spistols y los Clash y los Jam, pues dije hay que ir a Londres y allí me fui, a Londres en el año 77 a ver los grupos que había, vi a los Damne y a otros grupos y compré discos y claro todo eso yo lo contaba luego en los artículos que hacía y en la radio, llegaba a la radio y con los discos que traía de Londres pues ponía estos son los Jam, estos son los Clash, estos son los Spistols, este es el Viscostelo, entonces porque las compañías de discos siempre van un poco atrasadas las españolas en cuanto al lanzamiento de discos y de información, entonces si querías ser el primero, lo más importante siempre en el periodismo y tú lo sabrás es ser el primero o la primera en contar algo, o sea si eres el cuarto o el quinto, eres el tonto o eres el tonto, o sea ya nadie te valora, o sea hay que estar, hay que ser el primerísimo, en el periodismo de investigación realmente lo importante es destapar un caso, el que sea, un asesinato, una corrupción, pues en la música igual, lo importante es ser el primero en pinchar una canción de un nuevo grupo, de un nuevo artista, o sea si tienes, si el Viscostelo acaba de sacar un single en Inglaterra ayer, tú tienes que ser el primero que ponga ese disco aquí en España, entonces claro la gente valora que tú seas el primero o la primera, porque también había una chica por ejemplo de Castellón que colaboró en discos press y es una de las mejores, Patricia Rodes, estaría muy bien que la entrevistara, hablé con ella, muy maja, pues entonces ya tienes ahí un valor de lo más importante, es una de las mejores periodistas que ha habido, además era muy joven cuando empezó y es muy culta y tiene vamos una altura de cualquiera de nosotros, de los que hemos hecho más programas y más, ha escrito varios libros conmigo además también ha escrito, la guía de la movida la hicimos juntos y la guía de Londres también y colaboraba en discos press, bueno ya te habrá contado su vida. Sí, sí estoy hablando con ella, voy a parar y volver a grabar, a ver si se pierde la grabación, tómate un poco el café, sí la verdad es que estaba, me lo han puesto de esto que lo ponen caliente caliente, tú empiezas en radio entonces en Onda 2 y luego te mudas a Radio 3, en el 79 empiezo en Radio 3, en el 79 empiezas en Radio 3, cómo se le dio un poco estar allí en una emisora tan importante y demás, cómo fue tu experiencia allí. Fue un salto cualitativo extraordinario, pasar de una emisora prácticamente pirata, en la que no te pagaban como era Onda 2, a pasar a la emisora más importante de España, Radio Nacional de España, que estaban en un contrato y que encima te den libertad para hacer lo que estabas haciendo antes, pero encima pagándote, pues es una bendición, entonces tuvimos, los que tuvimos la suerte de entrar en Radio 3, entonces estábamos encantados con la emisora, claro, estaba en Madrid, estaba abierta a lo que queríamos hacer y nos dejaban hacer los programas que queríamos, no había censura a pelas era más, bueno esa es otra, esa es la segunda parte, entonces en principio nos dejaban hacer lo que quisiéramos hacer, entonces tú decías, yo quiero hacer jazz, yo quiero hacer pop, yo quiero hacer entrevistas, yo quiero grabar a grupos, ahora cuando empiezas a poner canciones o entrevistar a grupos, porque la dirección de Radio Nacional de España, ocurre como con los jueces y como con los funcionarios del régimen franquista, no los podían echar, entonces los jueces que había y que hay todavía en España y los funcionarios de ministerios y todo tipo de organismos, hay muchos de ellos que sobre todo en los años 70, pues todavía eran los que habían jurado lealtad al movimiento nacional franquista, o sea que eran franquistas o eran de lo que Alcatraz conoce como casi de boxe o del PP, mucho, entonces claro, esos jerifates empezaron a escuchar algunas de las canciones que yo ponía de Parálisis Permanente, de Magna Mar, Almodóvar y luego ya de Siniestro Total, bueno y no digamos ya lo de las gulpes, pues entonces ya empezaron ya no solo a llamarnos la atención sino a echar a gente, entonces hubo gente a la cual le rescindieron el contrato y entonces yo vi que a mí me avisó un director que había sido músico, se llamaba Rodri, que era el jefe de programas de Radio 3 y me dijo te van a echar, o sea que lo mejor que puedes hacer es ir tú a cuito antes de que te echen. ¿Qué habías puesto para que te quisiesen echar? Muchas cosas. No sabías por qué de todo, era incoherente. Estaba poniendo tantas cosas, era la línea que yo llevaba en el programa, o sea yo ponía Siniestro Total, Parálisis Permanente, Almodóvar y Magna Mar, canciones terribles que hoy en día, algunas de esas canciones estarían para ser denunciadas contra los derechos humanos, contra los principios fundamentales de la ética y la moral, y de las buenas costumbres, etc. Es que tú escuchas Voy a ser mamá de Almodóvar y eso y eso es para ir a la fiscalía y denunciarlo, o sea la canción de Voy a ser mamá si la lees detenidamente es una barbaridad, luego escuchas algunas canciones de Parálisis Permanente y también, y luego escuchas Siniestro Total y ya ese no va más, o sea hoy voy a asesinarse, matar gente sin las pies, bueno, empiezas a leer las letras de acusadas canciones y alucinas, entonces claro me advirtió que me iban a echar y entonces dije bueno pues voy a juicio. Y entonces me apoyó él, siempre me acordaré, ya falleció, aunque tiene un hijo ahora mismo que está haciendo un programa en Radio 3, el mejor programa que hace en Radio 3 lo hace un hijo de José Manuel Rubén Díaz Rodríguez y es el único que pone un rock de garaje, está por las tardes creo que a las 5 o las 6, J.R. se llama. Y bueno entonces fui a juicio y afortunadamente me apoyó él y gané el juicio diciendo que estaba haciendo más de lo que mi contrato me exigía, porque no solo hacía mi programa sino que me decían a veces que fuera a festivales, que hiciera colaboraciones en otros programas y que incluso participara en los informativos, entonces claro yo tenía un contrato que decía tienes que hacer o me compromete a hacer un programa de música de una hora de duración. Y entonces yo a veces me tiraba allí 6-7 horas colaborando en muchos programas, entonces fui al juez, me al abogado y dijo este señor tiene un contrato que tiene que hacer una hora de programa pero le utilizan para todo, le utilizan para informativos, para colaborar en otros programas, para ir a festivales, entonces exige que se le haga fijo de radio nacional y entonces gané el juicio. Afortunadamente pude continuar haciendo lo que quería pero siempre con muchos reproches de muchos directores que me seguían diciendo que no pusiera tal música, que tal y que cual, me cambiaban de horario y me llamaban la atención, oye que no puedes poner esa canción, que no puedes poner ese tipo de música, que tal, porque no pones otras cosas. Entonces era siempre, casi siempre discutiendo con los directores sobre el contenido de lo que yo quería poner. Y entonces llega un momento en el que obviamente te cansas, ¿no? Bueno. Porque te hacen fijo y ¿por cómo acaba tu experiencia en Radio 3? Bueno, yo al hacerme fijo ya tuve incluso más fuerza para hacer lo que quería, porque ya no me podían echar. No sabían lo que habían hecho. O sea, me hicieron un fijo y entonces fijo ya no te pueden echar, lo que te pueden hacer es putearte. Claro. Que es lo que le hicieron a Carlos Tena, por ejemplo, o a Pablo Machamorro, o a Lolo Rico. O sea, Pablo Machamorro, Lolo Rico, Carlos Tena, eran fijos de televisión y de radio. Porque podías hacer tanto televisión como radio, o sea, eras un fijo de Radio Televisión Española. Entonces, lo que te pueden hacer, si ven que tu programa no es lo que ellos quieren que sea, es quitarte el programa y ya está. Y entonces dejarte. A la verida. Allí por los pasillos dando vueltas, tomando café, o en el bar, emborrachándote. Que es lo que le ocurrió a Carlos Tena, y a Pablo Machamorro, y a Lolo Rico. Estos tres grandes comunicadores, creadores de los mejores programas de radio y televisión, los putearon. O sea, les putearon el programa, y encima no les dejaron hacer lo que querían. Y Carlos Tena, pues entonces dijo, bueno, pues me voy de aquí porque me están puteando calorías. Y entonces cogió y se fue a Antena 3 primero, y luego se fue a Cuba. Porque él no se callaba nunca, era muy revolucionario ver la escena. O sea, ponía a París a los directores públicamente, para decir que eran unos fascistas. O sea, públicamente ir a una entrevista, yo estaba con él haciendo una charla sobre radio y televisión, y públicamente delante de todos los periodistas, poniendo a París al director de televisión, al director de radio racional, y a todo bicho viviente, diciendo que eran una pandilla de fascistas. Así, por la cara. Y entonces, claro, los directores le decían, bueno, pues este tío no se está... Claro, teóricamente, tú no puedes, según la normativa laboral, tú no puedes poner públicamente, no puedes atacar públicamente a la empresa en la que trabajas. O sea, eso es una causa de despido. O sea, tú no puedes coger y en la empresa que trabajas ponerle a París. Eso es una incongruencia, o sea, es una causa de despido. Es como lo que hacían o hacen Podemos cuando estaban, o incluso lo que hacen ahora, ¿no? O sea, forman parte de un gobierno coalición, y todos los días lo están poniendo a París. O sea, ¿en qué cabeza cabe eso? Entonces, claro, no se puede hacer nada porque pueden decir lo que quieran, pero claro, tú tienes una empresa y te están poniendo a París, pues entonces echas a esa persona. Entonces, claro, los directores y directoras, la mayoría de ellos de toda la época en la que yo he trabajado y en la que trabajamos Loro Rico, Palma Chamorro y Carlos Pena, yo era amigo de todos ellos, pues los directores eran una pandilla de vendidos. O sea, de gente que se vendía a la política, que le interesara. Cuando eran del PP, pues querían que la emisora y los programas fueran en la línea del PP. Cuando eran del PSOE, pues querían que fueran en la línea del PSOE. Pero es que incluso dentro del PSOE había batallas porque incluso estaban los guerristas y los felipistas. Entonces Guerra se empeñó en quitar a la directora de televisión, ¿cómo se llamaba? Blaga López. No, de televisión, de Radio Televisión Española. El asunto aquel de las bragas, ¿no te acuerdas? Sí. Que la acusaron de comprarse bragas. Sí, sí. Pero la directora de cine, es que no me viene el nombre. No, no me acuerdo. No me viene el nombre. Bueno, la directora de Radio Televisión Española, que es la directora de cine también, buenísima. Alfonso Guerra y su equipo la denunciaron por decir, o sea, querían que se fuera de directora. Y entonces utilizaron un pretexto, que era que se compraban las bragas con el dinero de Televisión Española. O sea, algo tan ridículo como eso para echarla dentro de la tía Cogel y mi tío. Hijo de la mierda. Y es que incluso dentro del PSOE había corrientes que se peleaban unas con otras por controlar la radio y la televisión. Sí, la izquierda. Pilar, creo que se llamaba Pilar. Bueno, no me viene el nombre. Lo rebuscaré, lo rebuscaré. Para buscar el caso de las bragas de Televisión Española. La rebuscaré. Y teniendo un ambiente tan tenso en cuanto, sobre todo tensión política, de a ver qué decimos, a ver qué hacemos, a mí también me interesa si había competitividad o notabas cierta competitividad entre periodistas. No tanto con los directores, sino con decir, esto está muy tenso, yo quiero preservar mi puesto de trabajo, entonces quítate tú para ponerme yo. ¿Notabas un ambiente así o se notaba? Muchísimo. Vamos, unas putadas de unos contra otros. Vaya caos. Sí, bueno, las putadas que nos hacíamos unos a otros eran para temblar, o sea, de quitarnos los estrenos. O sea, lo más importante que cuando me demandaba antes de un programa musical o lo que tiene que conseguir un periodista... Es ser el primero. Es ser el primero o la primera en dar a conocer una noticia. En un programa musical lo más importante es dar a conocer una canción o un disco de un grupo importante, ¿no? Por ejemplo, Radio Futura o Balasio y Los Palamoides o cualquier otro grupo importante, o Los Planetas, saca un disco o saca una canción y entonces conseguir ser tú el primero o la primera persona en dar a conocer esa canción y en entrevistar al grupo es lo más importante de ese día, de esa semana o de ese momento. O sea, y si eso lo haces constantemente, si eres tú la persona del programa que todos los días siempre es el primero o la primera en conseguir esas entrevistas... Se te valora. Pues se te valora. Se te valora. Y la gente dice, joder, es estupendo este tío porque siempre fue esta tía, porque siempre el primero o la primera en darnos a conocer las canciones de los mejores grupos, en descubrir grupos, en descubrir bandas, en dar a conocer lo que se edita en la CD en Estados Unidos... O sea, el que consigue eso es el más laborado. Claro. Entonces, la revista Rock del Luz, por ejemplo, hacía una encuesta donde valoraba los mejores discos, los mejores grupos, las mejores canciones y luego había un apartado donde se valoraban los mejores programas de televisión, los mejores programas de radio. Y entonces, durante los primeros años, el diario Bob, el programa que yo dirigía, siempre era el primero en ser valorado. Ponía mejores programas de radio, ponía Diario Bob, luego salía Rock 3, luego salía cualquier otro que... El de Tercero, el de Diego Manrique o cualquier otro, ¿no? Y entonces había una lucha tremenda entre el Rock 3, en los primeros años 80, que dirigía la Fuera de Béisbol, y el Diario Bob que dirigía yo. Al principio, Avidol y yo éramos amigos. Nos conocimos en los años 70 en Onda 2, y los dos entramos al mismo tiempo en Radio 3 también. Pero él tenía el pulito de ser siempre el primero en conseguir que Alaska le concediera el estreno de todo un LP, pongamos por ejemplo el primer álbum de Linarama. Conseguir que la compañía o el grupo te dé en exclusiva el primer álbum de Linarama, pues eso es un valor tremendo, porque es el grupo del momento, el que más importa y tal, ¿no? Entonces, yo me pasaba por las compañías de discos y decía, ¿cuándo tenéis ya un adelanto del disco y tal? Porque lo importante era darlo a conocer antes de salir al disco, es la noticia. Y entonces un día me dicen, oye, que ya te podemos pasar una caseta con las canciones del disco de Alaska, porque yo había apoyado a Alaska desde los años 70. Yo le conseguí la primera grabación con Caca de Luz, y hablaba de ella en discos presos todas las semanas, y me hice amigo de ella y de Carlos Berlanga, o sea que me resultaba... Seguís teniendo relación a día de hoy. Sí, sí, muy buena. Sí, vamos, no sé, el otro día me llamó para participar en una celebración del día de la radio, que quería que saliera con ella, y salí. Hay cosas que está haciendo con su marido que no me gustan. A mí tampoco. Pero ya yo no me meto tampoco en la vida de la gente, tengo mis opiniones, tengo mis opiniones, yo no me meto tampoco en la vida de la gente, tengo mis opiniones acerca de lo que hace Mario Baquerizo, y hay muchas cosas que no me gustan, y hay cosas de Alaska que está haciendo últimamente, pues que tampoco me parece que sea lo más interesante, pero yo entiendo que tengan que comer, o sea que es su trabajo, entonces si les ofrecen participar en un programa de televisión, o les ofrecen hacer un anuncio, pues bueno, lo comprendo. Otra cosa es que me guste o no, eso entra en... Pero bueno, entonces... Voy a aprovechar para... Cámara, sigue contándome que está el móvil grabando, sigue contándome. Entonces, nada, me paso por la compañía de discos, me dan la caseta, y mi programa iba a las doce de la noche, el de Abitbol iba por la tarde, y entonces se entera Abitbol que yo voy a estrenar el álbum de Mina Dama, y coge y llama a la compañía de discos, los pone a París, y dice, pero bueno, ¿cómo no me dais a mí esa caseta y tal? Bueno, ya te la daremos. No, no, es que la quiero tener antes de Abitobás, que Abitobás... Entonces le dicen, no, es que solo teníamos una copia. ¿Cómo que solo hay una copia? Pues oye... Le montan un número de la hostia, y entonces, porque luego me lo contaron a mí, y el de la compañía dice, menuda broca nos ha montado Abitbol. Y entonces, ¿qué hace? Pues coge y llama directamente a Carlos Ramírez, y dice, oye Juan, como no estrenéos vuestro álbum, olvidaros de que lo pongan, y de que os apoye, y de que consigáis un contrato con no sé quién. Bueno, le puso contra las cuerdas, y me llama el mánager de... Hostia, es un gato, es un malacto. Un gatito. Y me llama el mánager, Pito, me llama Pito, que era el mánager de las que nos pegamos hoy, y me dice, oye, por Dios, ¿por qué verdad que se lo cuenta Pito? Ahora es un mánager, me llama Pito, oye, por Dios, no pongas esa caseta todavía y tal. Y digo, ¿por qué no? Y dice, porque es que, no veas, que le hemos dado a todos al mismo tiempo, y digo ya, pero si me ha dado la compañía, oye, pues la voy a poner yo. Pues menudas, menudas se montó con eso, entonces yo puse la caseta. Y luego, siempre estábamos en ese tipo de peleas, pero es una de las muchas peleas que ha habido por conseguir un disco, por conseguir una entrevista, y luego, por si eso fuera poco, cuando a Bilbo lo echaron de la emisora, porque lo echaron por este tipo de cosas que hacía, que más concretamente fue porque se convirtió en productor de La Unión. Entonces, a mí me habían ofrecido ser el productor de Caca de Luz y demás grupos, porque una vez que estás en la radio, pues el grupo quiere que encima tú seas el productor y tú lo apoyas, porque tú eres una personalidad que puede darles a conocer. Entonces yo jamás quise producir a nadie porque lo consideraba totalmente inmoral y totalmente, además, en Estados Unidos eso está prohibido. O sea, está prohibido que tú seas productor, que saques dinero de un disco que estás poniendo en una emisora pública. O sea, lo puedes hacer en una emisora privada. De hecho, Julián Ruiz, que trabaja, no hay que distinguir entre él y yo, Julián Ruiz de la cadena SER, ha producido muchos discos y puede hacerlo, porque es una empresa privada. Puede hacer lo que quiera, puede ser periodista y puede producir discos perfectamente. Aquí no casaría muchísimos otros. Sin embargo, en una emisora pública no puedes hacer eso. No podías ser productor porque eso indica que tú estás poniendo un disco del que te vas a sacar dinero. O sea, eso es totalmente, vamos, no sólo es inmoral, porque estás apoyando aquello que tú estás produciendo. Si lo hace un privado, pues que lo haga. A mí me parece también inmoral. Pero que lo haga en una emisora pública y en una emisora privada. Claro, eso ya estaba, era el boca a boca de todo el mundo en la emisora, que la dirección se dio cuenta que aquello no podía ser. Que fuera productor y al mismo tiempo tuviera un programa importante en Radio 3. Entonces, pues, le denunciaron por haberlo hecho en una emisora pública. Entonces, le llevaron a juicio. Bueno, le hicieron un expediente y le echaron de la radio. Entonces, él fue a juicio y lo perdió. Porque estaba clarísimo que no podía ser productor. No podía ser productor. No podía ser productor. No podía ser productor. No podía ser productor. Entonces, él fue a juicio y lo perdió. Porque estaba clarísimo. Radio Nacional demostró con unas grabaciones que él estaba haciendo publicidad. Había entrevistado al director de Warner Bros. y tal, también, en su programa. Hablando maravillas de la compañía. Claro, si yo entrevisto al director de Warner Bros. pero no tengo ninguna relación comercial con Warner Bros., pues no pasa nada. Yo he entrevistado a muchos directores de compañías discográficas. Pero yo no me llevaba dinero de ninguno de esos artistas. Entonces, esa fue la causa por la cual le despidieron de Radio 3. Pero cuando creíamos que se había acabado el problema, resulta que cierran Radio Cadena Española en el año 90. Y entonces, toda la gente que estaba en Radio Cadena Española quisieron que vinieran a Radio 3. Contratados. Creo que no había fijos, eran casi todos contratados. Y entonces me dicen a mí, oye, mira, de los que se han quedado en la calle de Radio Cadena, creemos que tú puedes acoger a algún otro programa. Y digo, pues sí. ¿Programa que estabas con Manrique? No, ya no estaba con Manrique. Tampoco estaba con José María Rey, ya estaba yo solo. Estabas tú solo en ese momento. Estaba yo solo. Con otro compañero que me ayudaba de vez en cuando, pero que de vez en cuando traía algún reportaje. Pero a partir de que hacía yo el programa, ya solo en el año 90. Entonces, porque Chema Rey ya había, ya estaba haciendo su programa, Tomás Fernández Flor ya estaba también con Siglo XXI, o sea, ellos habían estado conmigo hasta entonces, hasta el año 90. Y entonces Tomás y Chema, que habían estado conmigo, se fueron y hicieron cada uno su programa. Y entonces digo, sí, porque precisamente, pues no... Yo le dejo la mitad del programa. Tengo dos horas, pues mira, le dejo media hora por la noche, porque hacíamos una hora conjunta, y luego media hora cada uno. Le digo, mira, le dejo media hora, y luego en la primera hora, pues comparte conmigo la primera hora y pone lo que quieras, claro. Y él llevaba lo que quería poner. Y entonces, nada, entró Julio Ruiz en el diario Pop. Al igual que Manolo García, que también se había quedado descolgado, pues le hicieron hueco para su programa al Country, y otros dos o tres compañeros más le hicieron también otro hueco. Pues yo tenía dos horas, y decía, pues muy bien, pues que venga, y mira, la mitad del programa se la dejo a él. Y ocurrió que estuvimos unos meses trabajando juntos, pero yo vi que él estaba como que no estaba a gusto conmigo. Y un mal día para mí, pues le nombraron a un director que había sido director de Radio Cadena y que era amigo suyo. Y entonces, pues dijo que yo le maltrataba, que no le dejaba hacer lo que quería, lo cual era totalmente incierto, pero lo que quería en realidad era a él quedarse con el programa mío y que a mí me dieran por saco. Y ocupara el lugar que yo ocupaba entonces. Entonces, sin enterarme yo, pues le contó esa historia al director, y entonces el director de Radio 3, que le hizo caso, pues me quitó a mí el programa. Y entonces dijo, mira, tú te vas a ir ahora el fin de semana. Que el fin de semana es como si te mandan a Australia. Porque no es... a Carlos tenemos que ir a Australia, porque no es... a Carlos Tena, por ejemplo, cuando le quitaron su programa, le dijeron, bueno, ahora te vas a ir a Radio Exterior. Como no te ponen a echar, pues te mandan a Radio Exterior, que quiere decir, pues mira, puedes hacer programas sobre el deshielo en la Antártida, por ejemplo, para que lo escuchen en Australia. O sea, es como quitarte del medio. Es como quitarte del medio, ¿no? Porque un programa diario es muy importante, no es lo mismo que un programa fin de semana. Un programa diario es todos los días, entonces... Y entonces, nada, me quitó el programa diario, y se lo dio a Julio Ruiz. Y entonces Julio Ruiz, pues, hizo su programa, el que venía haciendo en Radio Cadena, Disco Grande, y a mí me mandó al fin de semana. Y entonces, cuando me enteré, pues, a Julio me acuerdo que venía a hablar con el director, y yo estaba en la redacción, y le miré y le dije, tío, no sé qué habrás dicho de mí, pero no te lo voy a perdonar en la vida, esto que acabas de hacer. Y desde ese día no he vuelto a hablar con él. O sea, fue una traición de estas que son las putadas que nos hacíamos en Radio 3. Bueno, son dos de las muchísimas. Porque si eso me atañe a mí, luego ha habido, entre otros, muchos compañeros míos putadas de tener que irse de la emisora, de que desecharan, de que unos hablaran más de los otros para quitarles sus horas... En Radio 3 ha habido de todo, cada cual puede contar su historia. Ha habido muchísimas putadas entre unos y otros, muchos directores que han apoyado a unos y han jodido a otros. Bueno, en los 30 años que yo he estado en Radio 3 ha habido absolutamente de todo. Y hablando de todo esto, era sobre la competitividad. Yo también quería saber cómo crees, porque claro, un periodista, por oficio, tiene la capacidad de serlo. En el mundo musical, ¿crees que se puede dar? Porque al final, un periodista que habla de política tiene unos desafíos, una persona que habla de sucesos tiene otros desafíos. Un periodista musical, en cuanto a tú lo has vivido en radio, en prensa, ¿crees que se tiene en cuenta esta ética? Además, viniendo de que escuchas música con cierto valor ideológico también. Entonces, en ti mismo, en tus compañeros de trabajo, ¿cuál es el beneficio que tú percibes con cierta ética periodística, de decir la verdad, de sacar las cosas como son, o bueno, en tuyo que un poco de todo, ¿cómo lo sientes tú, cómo lo definirías tú? Hay muy poca que contaría con los dedos de una mano los periodistas a los que yo respeto. O a las periodistas, o a la gente a la que yo he respetado, respeto y no han hecho, que yo sepa, ninguna putada a nadie. Pero un porcentaje muy alto de gente se han puteado unos a otros, unas a otras, por envidias, por conseguir hacer un programa y que se lo quiten a otro o a otra, por conseguir artistas. Ya te digo que lo de conseguir artistas y lo de conseguir canciones y ser tú el primero, ser tú la primera, eran batallas continuas, pero diarias, diarias, diarias. O sea, es que era una batalla diaria. En llegar a una compañía de discos y que tu compañero de otro programa diga, oye, dámelo a mí y no se lo desardubas. Y como se lo desardubas no te pongo más tus artistas. O sea, llegaban a las compañías de discos, no quiero decir nombres, pero llegaban a las compañías de discos a decir, oye, esto lo pongo yo, esto lo pongo yo, te lo pongo yo toda esta semana, pero no se te ocurra desardubarse. Y entonces llegaba la compañía de discos que decía, oye, ¿me puedes dar este disco que ha puesto ayer mi compañero? Es que le hemos dado el adelanto, ya, ya, o sea, vas a estar siempre con este plan de dar el adelanto, ¿por qué no lo desardubas al mismo tiempo? Porque te evitarías estas batallas entre ellos y yo. Entonces yo intentaba hablar con los encargados de dar el material que teníamos que poner a estos programas y les decía a los directores de las compañías o a los ejecutivos, ¿qué te cuesta hacer 5 copias o 10 copias para los 10 programas que hay en Radio 3? Y los ponemos todos al mismo tiempo, al mismo día. Ya, pero es que me amenaza, es que me dice que como no le den o me ponen nada de mi compañía, entonces claro, imagínate trabajar todos los días con gente que está amenazando a los ejecutivos de las compañías de que no va a poner tal cual, o no va a entrevistar a tal disco o no va a apoyar en la carrera de un artista si no le das a él todos los adelantos. O sea, ha habido gente en Radio 3 que ha trabajado constantemente con esas amenazas diarias. O sea, o me lo das a mí o no apoyo a ninguno de tus artistas. Yo iba a las compañías de discos y decía, bueno, esta política que estáis llevando, vosotros sabréis, yo voy a romper relaciones con vosotros porque esto no puede ser. No puede ser que estéis dando un material atado a cualquier persona, a tal otro programa y no me lo deis a mí cuando sabéis que mi programa precisamente apoya a este tipo de grupos o este tipo de artistas. Y es que eso pasaba todos los días, todos los putos días durante años. En Radio 3, o sea, imagínate el ambiente que había en Radio 3 entre nosotros. O sea, de vernos por los pasillos y mirarnos como diciendo, pero qué hijoputa eres. O sea, estábamos en la misma redacción. Y entonces te acababa de quitar el espreno de un disco, ¿no? Y entonces estaba delante de ti la persona que te estaba quitando el material porque tú también estabas trabajando. O sea, las miradas eran de qué hijo de puta eres. Ya, entiendo. Bueno. Entonces ese era el ambiente de Radio 3. Imagínate el ambiente de los programas musicales en Radio 3. Programas musicales del mismo estilo que había como 5 programas musicales. Entre las 5 personas que tocábamos los mismos grupos, nacionales e internacionales, los mismos estilos, que hacíamos entrevistas, había como 5 programas. Y ese era el ambiente que había. O sea, de mirarnos y decirnos, pero qué hijoputa eres. Imagínate, qué ambiente más bueno. Y lo mismo te digo en revistas. Claro, imagino, en toda redacción. Y lo mismo te digo en televisión. En televisión exactamente igual. Yo he trabajado en televisión. Y te puedo decir, a mí me quitaron el programa porque alguien dijo, oye, quita ese programa por tal o por cualquier cosa. O sea, dentro del mismo edificio, de la misma casa, la gente que veías todos los días era la que intentaba que te quitaran el programa. O sea, la gente que veías todos los días, no te lo decían, pero te lo decía alguien que decía, oye, o esta está intentando que te quiten el programa, o que te manden al fin de semana, o que te manden a las 4 de la mañana. O sea, ese era el ambiente que había en radio y televisión. Y teniendo todo este marrollo, todas estas anécdotas, ¿hubieras seguido siendo periodista musical? ¿Crees que es un oficio que volverías a escoger, ya no en ese momento, sino ahora, de decir, sigue haciendo falta un periodismo musical? Claro, como hace falta un periodismo de investigación. Es importantísimo. Un periodismo cultural, un periodismo musical es muy importante. Dar a conocer lo que a ti te gusta, lo que tú crees que debe prevalecer. Entonces, dar a conocer aquello que a ti te gusta a la gente, yo creo que es estupendo. Vamos, yo he disfrutado muchísimo dando a conocer a muchísimos grupos que a lo mejor nadie iba a poner. Por ejemplo, yo creo que casi nadie, por no decir nadie de Radio 3, me hubiera atrevido a poner Sin Esto Total en su día. O sea, la primera maqueta que me dio Sin Esto Total, con esas canciones tan divertidas y tan graciosas, pero tan fuertes, como Voy a Asesinarte y es, bueno, Matajete y Se nacíes, etc. Nadie de mis compañeros hubiera atrevido a poner eso. Entonces, yo he sido fundamental en romper barreras y en dar a conocer cosas que otros no se hubieran atrevido. Cuando yo programaba Caca de Luz, todo el mundo decía que eran una puta mierda. O sea, pero me decían, pero ¿cómo pones esa mierda de canciones? O sea, ponía eso en Radio Nacional porque yo empecé allí en el 79 y era cuando todavía no se habían formado alquileres pegamolles, se formaron en el 80, 79, 80, y todavía ponía las canciones de Caca de Luz. Y había una locutora allí que me miraba con la cara espantada cuando escuchaba a Alaska cantando, bueno, no en Caca de Luz, ya en Alaska y los pegamolles, o cuando escuchaba Caca de Luz, cuando cantaba Manolo Campamor, que era el cantante, o el zurdo, que eran los cantantes de Caca de Luz, ponía una cara de espanto. La locutora esa de Radio Nacional que pasaba por allí cuando yo ponía eso, decía, pero ¿cómo pones esas cosas? ¿Cómo te atreves a poner esas cosas? Y digo ya, son las cosas, por no decirle, mira tú, dedícate a tu trabajo, que yo estoy en el mío. ¿Y qué consejo le darías a alguien que quisiera embarcarse en el mundo del periódico musical ahora y un día, teniendo en cuenta que ha cambiado todo un montón, porque mucho de lo que me cuentas, yo creo que existía también más presión por parte de las discográficas, que ahora quizás ya no tienen tanta importancia gracias al streaming, lo que tú dices, te llega toda la información por correo, todo es mucho más accesible, encima vivimos en momentos de lanzamientos por doquier. Pero habiendo como hay millones y millones de cosas que te ofrece Internet y millones y millones de canciones que aparecen todos los días, millones y millones de artistas, lo importante, yo creo que hoy en día que vivimos musicales, es coger entre todos esos millones algo realmente extraordinariamente bueno, o sea que sea, mira, en el mundo del folk, en Estados Unidos, cuando apareció Bob Dylan había mucha gente, pero si tú escuchabas a todos los artistas que había entonces, decías de todos los que había, este tío, este tío, este Bob Dylan con esa voz tan aparentemente horrible que tiene, va a ser la hostia. O sea, el saber que una persona o que un grupo va a ser la hostia, en contra de lo que opinen todos, eso es más importante. Cuando yo apoyé a Caca de luz, la gente me pegaba en los festivales cuando yo era jurado, los grupos de rock venían y me querían pegar cuando votaba por ellos, en el primer concurso de rock y jazz de Madrid que se presentaron, Caca de luz, había un montón de grupos de rock, había treinta o cuarenta grupos de rock, y entonces cuando vieron que yo había apoyado a Caca de luz, me venía un tío de un grupo y me decía pero cómo puedes apoyar a ese grupo, pero si no saben tocar, si son una puta mierda, nosotros que llevamos ya cuatro años tocando y que somos buenos músicos y votas por eso, o sea, es que me ponían a parir, o sea, los managers me ponían a parir, los otros grupos me ponían a parir, decían que yo era el culpable de que toda esa mierda tuviera éxito. Eso era un poco la contracorriente casi de lo que diga todo el mundo, es saber, entre los cincuenta grupos que había, decir Caca de luz va a ser la hostia. O sea, yo era jurado al concurso Villa de Madrid en el 78, y en todos los grupos que había dije Caca de luz va a ser la hostia, y eran los que peor tocaban, pero iban a hacer la hostia, porque es que solo había que ver a Carlos Berlanga, a Alaska, a Nacho, o sea, miraba a los ojos y veía lo que hacían y decía muy bien, tocan muy mal, cantan muy mal, pero esta gente va a ser la hostia. Entonces, cuando ves algo así, eso es lo importante hoy en día, hay cien mil cosas, cien mil grupos, cien mil personas, cien mil chicas guapas, pero saber cuál de esas chicas, y cuál de esos grupos, y cuál de esos artistas necesita tu apoyo en este país, en esta España en la que estamos ahora, quién necesita tu apoyo, y trabajar para apoyar a eso que a ti te parece que realmente es importante, y ese es el trabajo, yo hice eso con Radio Futura, con Cinexplotar, con Los Planetas, con Los Enemigos, etc., etc., la lista de grupos a los que he apoyado, es inmensa, y sin embargo vi a Mecano, y dije, estos son unos pijos, que van a tener éxito, muy bien, van a tener éxito, van a tener mucho éxito, pero no es lo que yo voy a apoyar. ¿Tu criterio propio y tu opinión? Claro, tú puedes decir y saber que ese grupo, ese artista va a tener éxito, pero no es lo que tú crees que hay que apoyar. Yo escuché a Mecano cuando me trajeran el primer disco, me lo pusieron, y le dije, vale, muy bien, esta chica cantando como canta, y esta canción, muy bien, un champán, y digo yo, a mí en cuanto han dicho lo del champán, ya, ya no me interesa, se ha destachado la verdad del champán que dice, pues entonces, ya me quito del medio a Mecano, sé que van a ser la hostia, que van a vender muchísimo, pero no es lo que yo voy a apoyar. Entonces, yo me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano, y me quedo con Mecano,