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Olivo Verde is a community focused on the systematic and respectful study of the Word of God. In their last meeting, they discussed Paul's introduction to the Book of Romans. Paul wanted to present himself to the church in Rome, but they did not know him. He used the first 16 verses to introduce himself and explain his purpose. Paul emphasized that the Gospel is the power of God for salvation and encouraged believers not to be ashamed of their faith. He also discussed the importance of depending on God rather than worldly things. Paul then shifted to talking about Israel and how they heard, understood, and sought God, but their attitude did not change. He emphasized that God has not rejected Israel and will fulfill His promises. Paul referenced the story of Elijah to illustrate this point. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la Palabra de Dios. El contenido de su producción se basa en el trabajo verso a verso del texto bíblico. El último día que nos reunimos, hablamos sobre que Pablo, en su introducción al Libro Romanos, Pablo, para poderse presentar con Roma, la iglesia en Roma no conocía al apóstol Pablo. Pablo quería ir a Roma. Pablo les dice que dos veces había intentado ir a Roma, pero que no había podido. Entonces, la introducción de Romanos es larguísima, hasta el versículo 16, es bien larga. ¿Por qué Pablo tiene que decir quién es? ¿Qué es lo que quiere hacer? ¿Qué es lo que va a tratar de hacer? Pablo utiliza los primeros 16 versículos de su introducción para poder, de alguna manera, decirlo de una forma muy sencilla, decirle a una iglesia que ni siquiera se sabe quién la fundó, que tenía alrededor de 7 a 10 años de fundada, yo soy el apóstol Pablo, hay una cosa que se llama apóstoles, y los apóstoles no los conocían en todas partes. No había internet, bueno, sí había internet, pero no se había descubierto, porque el internet es una onda que viaja por los aires, está por todas partes. Eso se descubrió mil siglos después. Hermanos, dijimos la vez pasada que Pablo le dice a los romanos, yo no me avergüenzo del Evangelio, porque el Evangelio es poder de Dios para salvación. Si usted estuvo aquí el 30 de diciembre, eso fue lo que compartimos. No se avergüence de Dios, no se avergüence del Dios que usted cree. Tenga el coraje para pararse el mundo en este momento tan difícil, crear hijos en este momento lo más difícil, sostener una familia es dificilísimo, sostener una relación es dificilísimo. Lo que había antes era muy sencillo, y la gente crecía en una realidad y en una sencillez de las cosas, y la estimulación era muy poco. Hermanos, dijimos la semana anterior que la gente tiene que aprender a pararse si verdaderamente cree en el Señor. En este año, les voy a decir por qué. El filtro que se está usando ahora es un filtro sumamente importante, y el filtro está filtrando a las personas que simplemente creen en el Señor, gente que verdaderamente cree y la gente que está haciendo espuma, que lo que están es por ellos. Yo puse en mis notas aquí que uno se avergüenza cuando se identifica más con sus hábitos, más con las cosas que tiene, que con lo que el Señor nos está enseñando a hacer. Algunos nos cuesta hablarle a nosotros, algunos nos cuesta, algunos nos cuesta, y algunos ni siquiera se nos ocurre pensar que las personas necesitan de Dios, menos yo abrir la boca para decirle a una persona que hable de Dios. Esos son otros tiempos. Inclusive hoy la Biblia se utiliza de forma en que no se digan las cosas, porque son ofensivas. Ya en las iglesias no se habla del infierno, no se habla del pecado, y el pecado es pecado, esté aquí en Rusia o en China. El pecado siempre es pecado, y el pecado nos daña a todos. Y Dios no quiere que pequemos para que tengamos la libretita limpia, y nosotros digamos somos buena gente. Dios no quiere que nosotros pequemos para que nos seamos estúpidos. Esa es la razón por la cual Dios no quiere que pequemos. Dios sabe que el pecado nos hace estúpidos. Nos embrutece, hermanos, nos embrutece. La diferencia es la gente que depende de su corazón y la gente que depende de Dios. Dios dice conoceremos la verdad, y la verdad nos hace libres de nosotros mismos. Si usted me pregunta quién es un hijo de Dios, una persona que depende de Dios y ya no depende de sí mismo. Entonces hoy al entrar en materia de lo que venimos haciendo en la semana 59, tenemos que acordarnos que a manera de repaso, la semana 59 vimos que el apóstol Pablo viene hablando de Israel y de alguna forma nos enseña cuatro cosas, a manera de repaso muy rápido con esto. El apóstol Pablo dice, Israel al igual que los cristianos hoy, oyen, dos, entienden, tres, buscan, pero la actitud no les cambia. Qué palabra, qué lindo, qué bendición, pues sigo siendo el mismo chancho. Entonces a partir del versículo 18 del capítulo anterior, verso 10, el primer argumento que Pablo utiliza para decir es que seguramente la gente nunca ha oído, la gente nunca ha oído el mensaje. Ahí está, ¿oyó el mensaje? Dice Pablo, claro que sí. El segundo argumento que Pablo utiliza es entender el mensaje. El problema es que la gente oye pero no entiende, y Pablo contesta, ¿entendió realmente el pueblo de Dios de Israel? Por supuesto que sí. Esto no es un problema de inteligencia, hermanos. Se llama soberbia. Dios me necesita a mí, yo no necesito a Dios. Claro, no lo decimos tan abiertamente. El versículo 20 del repaso anterior, el 20 nos enseña claramente, luego dice, versículo 20, Luego Isaías habló audazmente de parte de Dios, siempre Pablo hablando de que los israelitas no hay manera de que aterricen. Me encontraron personas que no me buscan. O sea, nótenlo. ¿Usted sabe que está diciendo esto? De que hay gente que está buscando, ¿quién sabe a quién? Pero no es a Dios, pero están buscando. Y usted los ve metidos en cuánta cosa hay religión ahí, que ya lo vimos semanas atrás. Y ojo, me mostré a los que no preguntaban por mí. Entonces encontramos gente buscando y, lógicamente, cierro el verso 21, dice, pero, claro, con respecto a Israel, todo el día les abrí mis brazos, pero ellos fueron desobedientes y rebeldes. Yo no me voy a meter aquí en este momento porque no tengo tiempo, pero me hace mucha gracia que el mismo texto diga desobediente y rebelde, porque es un sinónimo. O sea, es un énfasis. Y claro, ahí Pablo le está hablando a los romanos que están recibiendo la carta en Roma en el año 54. Están todos sentados en el suelo, porque no habían sillas o butacas o quién sabe qué es lo que había, y sentados en el suelo están leyendo eso, y ellos dicen, los judíos eran desobedientes y rebeldes, y el Espíritu Santo nos está hablando a nosotros, diciéndonos a nosotros, de ahí ustedes somos parecidos. Nosotros somos como la misma cosa. Entramos al capítulo 10, pero en el capítulo 11 a partir de hoy, y en el capítulo 11 noten que al igual que el 8, el 9 y el 10, Pablo inicia hablando de Israel. Dice entonces, pregunto, ¿acaso Dios ha rechazado a su propio pueblo, la nación de Israel? Por supuesto que no. Ese por supuesto que no, se las trae. Y Pablo llega y dice, no, no, no, suave, suave, espérense. Espérense, vean. Yo mismo soy israelita, descendiente de Abraham y miembro de la familia, pero miembro de la tribu de Benjamín. Entonces vean ustedes, vean ustedes que Pablo, al entrar al capítulo 11, nos enseña algunas cosas que son importantes. Lo primero que Pablo nos enseña es, miren, un momento, Israel no ha sido desecada, porque yo estoy aquí, pero yo sí necesito explicarles a ustedes hoy algo, que es que la salvación es individual. Aquí nadie se va a salvar porque el papá es cristiano, o la mamá es cristiana, o el papá, nadie se salva. Pablo está diciendo, miren, yo estoy aquí, yo cuento, yo cuento, yo sí cuento. Pablo está diciendo, yo sí cuento. Y aquí inicia, aquí inicia la forma en que él nos está explicando, Yo mismo soy israelita, descendiente de Abraham, miembro de la tribu Benjamín, y estoy aquí, yo, Pablo. Y ese principio que nos da de primero, con respecto al capítulo 11, nos está haciendo entender dos cosas. Muy feo. La primera cosa es, Dios no es un Dios de masas ni de alborotos. Dios es un Dios individual, véanlo. La segunda cosa que nos da Dios a entender, obviamente y claramente es, lo que Dios ha prometido, lo que Dios le prometió a Israel, Dios lo va a cumplir. Y lo va a cumplir con ellos y con nosotros, lo va a cumplir. Véanlo, ahí está. Desechó, ha rechazado Dios a Israel. Sí, pero, no, no, no lo ha rechazado, pero note, que como que no somos muchos aquí. Entra el versículo 2, y en el versículo 2 nos da otro principio. Dice, y aclara, no, Dios no ha rechazado a su propio pueblo, el cual eligió desde el principio. Se dan cuenta que las escrituras sobre el tema, se dan cuenta lo que dicen las escrituras sobre el tema. Entonces viene Pablo, y cita un texto de Primera de Reyes. Se devuelve Pablo. ¿Por qué razón? Porque el profeta Elías llegó y hizo un toque milagros, el profeta Elías mató un montón de profetas de Baal, el profeta Elías era un hombre poderosísimo, lleno de un montón de poder de Dios, pero cuando la bruja mujer del rey Acap, que se llamaba Jezabel, lo mandó y lo asustó, Elías se asustó todo. Y Jezabel le dijo a Elías, Jezabel le dijo a Elías, dígale Elías, así, dígale Elías, mañana, porque la locura de la gente que dice que profetiza, es así, dígale Elías, que mañana esta hora está muerto. Y al hombre le entraron todas las cabras y los miedos y todo, y se asustó todo. Entonces Elías sale corriendo, ustedes saben cuánto hay de donde está Elías, corriendo, caminando, hacia el monte Sinaí, ochocientos kilómetros. Se quedó alrededor de dos meses y pico caminando más. Hermanos, y Elías, dice Pablo, noten el dos, Dios no ha rechazado a su propio pueblo, eligió desde el principio, pero noten que, pongan atención porque aquí, de fondo, lo que está usando el apóstol es un sarcasmo, muy, muy fino, muy elegante. Dios no ha rechazado al pueblo de Israel, Dios no ha rechazado a la gente, pero a la gente le gusta más el brinca brinca, a la gente le gusta más que lo tiren para atrás, a la gente le gusta más los mensajes proféticos, porque a la gente le gustan más las emociones, que su ser, pero Dios siempre actúa de una forma, donde lo de Él está por encima de todo, y el principio está aquí, se dan cuenta lo que dicen las escrituras sobre el tema. El profeta Elías se quejó del pueblo de Israel ante Dios y le dijo, Señor han matado tus profetas, derribaron tus altares, Señor, esta gente son unos desastrosos, yo soy el único que queda con vida, y ahora me buscan para matarme a mí también, esto se acabó Señor. Bueno, esto es el arqueno, con eso les digo todo. Y viene el segundo principio, y recuerdan la respuesta de Dios, Él dijo, no, te has equivocado Federico, tengo siete mil personas, que nunca se han inclinado ante Baal. ¿Cuál es el segundo principio? Dios no ha rechazado a Israel, pero Dios está trabajando con un grupo de gente, muy pequeño, muy pequeño. Yo lo puse así en mis notas, Dios no necesita ayuda, pero nos deja servirle para que nuestra vida tenga sentido. Dios no necesita ayuda, pero nos deja servirle de alguna forma, para que nuestra vida tenga sentido. Cuando Elías llama al pueblo de Israel, Elías llama al rey Acap, y le dice Acap, convóqueme al pueblo de Israel, y dígale que venga a la montaña. Cuando el rey sube, cuando el rey sube con todo el pueblo, Elías les dice estas palabras al pueblo de Israel, que es lo que yo quiero que ustedes vean esta mañana, que lo que está tratando de enlazar, todo lo que está haciendo Pablo, claro, Pablo porque es el autor del libro, pero es el Espíritu Santo con nosotros, porque algunos de nosotros pensamos que las cosas las vamos a ver como nosotros queremos, pero el Señor nos está diciendo que no quiere. Ya le he dicho yo a Felicitas, ya le he dicho yo cien mil veces a Chile, y no quiere, que quieren que haga. La desecho, no, pero del pueblo de Israel, tengo gente que si quiere. Nótenlo, de hecho, el capítulo 1 de Reyes 18-21, Elías le dice, Elías se paró frente a ellos y les dijo, hasta cuando seguirán indecisos, hasta cuando seguirán indecisos, en el 2024 también, titubeando, entre dos opiniones, si el Señor es Dios, síganlo, pero si Baal es Dios, verdadero Dios, entonces sigan a Baal. Por eso yo les digo, no pierda tiempo viniendo aquí, si usted no quiere venir aquí, porque a usted nadie le está obligando a venir aquí, pero para venir aquí, usted tiene que tener un corazón de alguien humilde, que necesita lo de Dios, por encima del montón de basura que tenemos en la cabeza. Y lo digo con mucho respeto, hermanos, porque mucha gente le llama a iglesia, como dicen en San Ramón, el que no conoce un altar, en cualquier horno viejo, se persina. Y Dios, una pregunta, vean que Dios está hablando, Pablo está hablando de Israel, y usando un sarcasmo, usando una forma, una figura literaria, que se llama sarcasmo, Pablo nos está diciendo a nosotros, Israel, Israel, no le interesa, pero si me interesa trabajar con la gente que le interesa. No son tiempos fáciles, hermanos, no son tiempos fáciles. Lo primero, lo primero que yo necesito que usted vea ahí, oigan esto, lo quiero leer en Reina Valera, para que ustedes oigan, lo que estamos familiarizados a escuchar, dice así, ¿qué dice la divina respuesta? Me he reservado, oigan, me he reservado, siete mil, que no han doblado sus rodillas ante mí, me he reservado. O sea, yo no sé, si usted está captando, que este mensaje de Pablo, que este mensaje de Año Nuevo, con que estamos entrando al año, nos está hablando de dos tipos de iglesia, lo que usted llama iglesia, y la iglesia es invisible, pero la iglesia es invisible, es invisible para usted, pero es visible para Dios. Ahora, esta versión en la Nueva Traducción Viviente, no dice, tengo a siete mil, claro, ve, tengo donde está, yo los tengo. ¿No sabe por qué? Dice Segunda de Timoteo 19, sin embargo, la verdad de Dios, se mantiene firme como en piedra, de cimiento, en la siguiente inscripción, el Señor conoce a los que son suyos, oiga, el Señor conoce a los que son suyos, y todos los que pertenecen al Señor, deben apartarse de la maldad. Juan 10, 14, yo soy el buen pastor, conozco mis ovejas, y ellas me conocen a mí. Hermanos, yo no sé, pero yo creo que esto es de lo que está hablando Pablo, de que nosotros tenemos que entender que Dios está moviendo, y haciendo las cosas a partir del remanente, del grupo muy pequeño, que es la gente con la que sí quiere. Escúcheme, la nueva generación que Dios está formando, ya no son personas que dependen de sus emociones para vivir la realidad de Dios. Aquí vamos a seguir la palabra de Dios. Aquí sí pecamos en este lugar, sí pecamos, sí fallamos. Aquí no hay ninguno bueno, dice Romanos 3, todos somos malos, y estamos siendo procesados por Dios. Cuando le dicen a usted, he metido en mi iglesia y soy hipócrita, dígale, amén, si es cierto. Porque todo lo que hemos aprendido hasta hoy, es que quien nos justifica es Cristo. No acabamos de comer la cena del Señor. Versículo 11, pero Juan 10, 27, mis ovejas escuchan mi voz. Esta es la voz de Dios, no la del pastor, es esta. No es la opinión del pastor, no, es esta. Por eso lo que usted le dicen aquí, tiene que ir a su casa y decir, mira, yo creo que eso no era así, ¿no era? Entonces viene Pablo, ¿verdad? Y empieza la explicación con más detalle. Verso 5, y dice Pablo, ¿qué dice? Lo mismo sucede hoy. Yo trabajo con unos cuantos, porque unos cuantos del pueblo de Israel han permanecido fieles por la gracia de Dios. ¿Usted cree que Dios está aquí? Ay, ustedes no se imaginan. Ustedes no se imaginan. Yo quisiera ver esto lleno. Inviten a alguien, tráiganse alguna persona. Vean, hagamos un trato. Por cada persona que venga, se gana un cafecito. Pero ¿saben qué es el problema? Que usted no entiende que el día del Señor es intocable. El día del Señor debería ser la excusa para que usted falte todo. ¿Alguien me está escuchando? Bueno, le haría más de uno de nosotros, incluyéndome a mí, por lo menos darle gracias a Dios en la casa, con la familia un poquito. Y noten, hermano, lo mismo sucede hoy porque son unos cuantos. La Palabra de Dios dice que Dios trabaja con grupos pequeños, con la gente que le interesa, y no que le interese congregarse por congregarse. La gente que necesita la Palabra de Dios en su corazón. La gente le encanta oír los psicólogos, ¿verdad? La psicología tiene veinticinco escuelas de psicología. De las veinticinco escuelas se contradicen todas. Y la gente prefiere oír consejitos bonitos y cosas bonitas, que le digan cosas bonitas. Y entonces hay más de uno predicando o diciendo, bueno, no es predicar, pero más de uno diciendo cosas bonitas para que la gente se sienta bien y que le digan a Yelitza, sos una luchadora, sos una guerrera, una vencedora. Este año vas a ver y vas a lograr y vas a alcanzar y vas a lograr y vas a alcanzar y vas a... Y la mujer sale de aquí volando en una nube. Y en la primera le pasa a la del accidentito este que estaba aquí abajo. Dice, qué raro, Dios me mintió. Porque unos cuantos del pueblo de Israel han permanecido fieles por la gracia de Dios. Es decir, por su bondad inmerecida al elegirlos. ¿Por qué está diciéndole? Porque Dios conoce quiénes son los que les interesa. Dios conoce el corazón de cada uno de nosotros. Damas y caballeros, yo quisiera que en el 2024 usted entienda que Dios a usted lo pesa por su corazón. Yo puse en mis notas, Dios trabaja con lo que hay como este es. Y que solamente eso necesiten. La bondad inmerecida de Dios. Versículo 6. Y viene Pablo con la identidad. Y como se trata de la bondad inmerecida de Dios, mediante la bondad de Dios, entonces, no es por medio de nada bueno que usted pueda hacer. No se trata de buenas acciones. No se trata de las obras. No se trata de que usted sea una persona piadosa. No se trata de que usted tenga... Y usted me enseña, mira la libreta donde usted dice, mire, perdón, usted me está engañando. Si son 52 cultos al año, porque son 52 domingos, y yo solamente he faltado 9, quiere decir que yo he venido en un promedio de un 74%. Decí, pero sigue siendo el mismo chancho. Seguimos siendo iguales. Pues en ese caso, si no fuera así, si no fuera por la gente que Dios elige, si no fuera por la gente que realmente necesita la palabra de Dios, ¿por qué necesitamos la palabra de Dios? Porque en el momento en que el Señor nos salva, a ver, a ver si entendemos esto, en el momento de nuestra salvación, en el momento en que nuestro nombre es inscrito en el libro de la vida, en ese momento lo que Dios hace es hacernos una nueva criatura, sacar el corazón de nosotros de alguna forma para que me entiendan, y poner su corazón en nosotros. Nosotros ya no funcionamos con nuestro propio corazón porque no podemos funcionar porque nuestro propio corazón es muy complicado. ¿Usted no entiende que su corazón es el corazón que le dice es que estoy deprimido, es que estoy triste? No, nada se va a seguir con eso. Perdón, el corazón que el Señor nos dio lo está trabajando por medio de su palabra, quitando nuestro pensamiento, poniendo su pensamiento, haciendo que la palabra de Dios funcione en nuestro corazón porque nuestro pensamiento es muy falible, entonces no podemos hacerle caso a todo lo que pensamos. Dios lo que está haciendo es reconstruyendo completamente lo que Él inició en el huerto del Edén, haciéndolo a través del nuevo Adán que se llama Cristo, haciendo que ninguno de nosotros se le ocurra la locura de depender de sí mismo. Porque cuando yo dependo de mí mismo, mi mamá es una desgraciada, usted no es mi padre, mi mamá me regaló a mi vida, Dios no está preocupado por formarle a usted su propio carácter, Dios le está dando a usted una naturaleza nueva, Dios le está dando a usted una naturaleza que usted no se deja, Cristo murió en la cruz y el sacrificio de Cristo no es en vano, Cristo murió en la cruz para cuando usted le pregunte, ¿a usted no le da tristeza? ¿Sí? ¿Usted no llora? ¿Sí? ¿Usted no tiene broncas con este y con el otro? ¿Sí? Pero mi vida no depende de eso, eso no es todo en la vida. Ve, hermanos, pero es que esto es para la gente que está siguiendo la Palabra de Dios, imagínense que hay gente, vamos en capítulo 11, Romanos tiene 16 y vamos a empezar, voy a decir, vamos a empezar con el Libro de Corintios y vienen en Corintios capítulo 4, ¿alguien me está escuchando? Comprometase con usted, no con otra cosa, comprometase con usted, deje de creer que usted está bien, deje de creer que usted es bueno, deje de creer que a usted no le falta nada. La única excusa para faltar a lo de Dios debe ser la muerte. Hay otros lugares donde la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, la muerte no es la muerte, unos cuantos si lo han encontrado, y vuelvo a usar una palabra refiriéndose a un grupo pequeño, unos cuantos si lo han encontrado, lo que Dios ha elegido, pero el resto de la gente, oiga, que es la gente que anda buscando, que es la gente que usted la ve metida, y usted dice, ¿cómo es posible que en un auditorio hayan 20 mil personas? La gente anda necesitada y no sabe que anda necesitada de Dios, la gente anda necesitada de las cosas que realmente son trascendentes en su vida, la gente necesita genuinamente lo de Dios en el corazón, pero la gente no sabe, y lo rellena con cualquier cosa, unos cuantos si lo han encontrado, los que Dios ha elegido, pero el corazón de los demás se endureció. Y adivinen qué sigue, el ocho, ¿me están entendiendo lo que les estoy diciendo? No es lo que yo diga, hermanos, es lo que la palabra dice, como dicen las Escrituras, Dios hizo caer, y claro, aquí están las consecuencias, ¿cómo está la gente? ¿Dormida? Dios los hizo caer en un sueño profundo, hasta el día de hoy, les ha cerrado los ojos, para que no vean, y les ha tapado los oídos, para que no oigan, ¿pero cómo? ¿Cómo? Si aquí a 200 metros, eso está a reventar, si aquí a un kilómetro y medio, está a reventar, ¿y cómo usted dice eso? Porque la gente tiene comezón de oír, pero no de oír la doctrina, la sana doctrina, la palabra de Dios, y no es sana porque yo la expongo, es sana porque se está exponiendo, vamos a seguir un año más en esto, Dios está esperando que usted reaccione, Dios está esperando que usted reaccione, cinco consecuencias, no han encontrado lo que tanto buscan, tienen el corazón duro y no saben, están dormidos, no pueden ver ni oír, creen que Dios los bendice por lo que tienen, y no por lo que son, vean, ocho, Dios los hizo caer en un sueño profundo, hasta el día de hoy, les ha cerrado los ojos para que no vean, y les ha tapado los oídos para que no oigan, inevitablemente sigue el nueve, también David dijo, y aquí está, ¿cómo quiere que le vaya este año? que le va a ir bien, ¿qué dice David? que le va a ir bien, ahí está miren, su mesa de abundancia, mesa de abundancia, aquí está el texto que les deí, también David dijo que su mesa de abundancia se convierte en una trampa, en un engaño que los lleve a pensar que todo está bien, versículo nueve del capítulo once, a ver, lea conmigo la parte que está en rojo, que sus bendiciones los hagan tropezar y que reciban su merecido, perdón, ¿usted sabe cuál es el merecido? esas bendiciones, ¿me está escuchando? pero asustémonos, por lo menos asustémonos, noten que lo que el texto dice es que el merecido son esas bendiciones, Pablo hablando, y a mí me hace muchísima gracia que este sea el tema de hoy, que tocó hoy, en el orden que llevamos del texto verso a verso, dice ahí que hay personas que viendo su mesa tan llena y abundancia de cosas y viendo sus bendiciones están siendo enlazadas en algo que simplemente es producto de lo que quieren tener en su corazón porque eso es lo que les interesa tener, capítulo, versículo nueve, sigue el asunto, porque les dije que eran cinco consecuencias, consecuencia número uno, no encuentren lo que tanto buscan, consecuencia número dos, tienen el corazón duro y no saben, consecuencia número tres, están dormidos, consecuencia número cuatro, no pueden ver ni oír, verso diez, que sus ojos se queden ciegos para que no puedan ver y que la espalda se les encorbe para siempre, ¿ustedes entienden lo que el texto está diciendo? el texto está diciendo que ahí se van a quedar, vuélvanme a ver, millonarios, pero vacíos, así es que tenga cuidado con afirmar, simplemente afirmar que me va a ir bien en el dos mil veinticuatro y les estoy demostrando que la Biblia dice que si nos puede ir bien pero que Dios no está ahí, no digan amén, digan ahí, Señor bendito, hoy entendí que cuando la gente y la mayoría ya no hizo caso te quedaste con unos poquitos que sí hicieron caso, que van a lograr tener aquello para lo cual su corazón está dedicado.