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Olivo Verde is a community in Costa Rica focused on studying and respecting the Word of God. They emphasize the importance of a conscious and reflective reading of the Bible. A true study of the Bible should lead to personal transformation and a deeper understanding of God's message. The church should be a place of active participation and mutual support, where believers encourage and console one another. The ultimate goal is to bring glory to God and experience the joy and hope that comes from a relationship with Him. La siguiente es una producción de la comunidad Olivo Verde, Costa Rica. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la Palabra de Dios. El contenido de su producción se basa en el trabajo verso a verso del texto bíblico. Somos Olivo Verde, Costa Rica. La puerta se abrió y doy alabo a tu nombre pues Cristo me salvó. Se han pasado 74 semanas desde que iniciamos con esta... Yo diría que... Yo creo que la forma más sencilla de decirlo es una lectura consciente, una lectura reflexiva del texto. Ya han sido 75 semanas en que hemos estado haciendo esta lectura. La gente utiliza estudio bíblico, pero yo le tengo mucho respeto a la palabra estudio bíblico porque jamás uno va a lograr profundizar jamás uno va a lograr profundizar lo que se tiene que profundizar. ¿Por qué? Porque yo puedo decirles a ustedes que... y ahora lo van a ver, ahí tengo una palabrilla en griego. Yo les puedo decir a ustedes que hay una palabra en griego que significa una cosa, significa otra y usted dice, wow, qué lindo. Y la pregunta es, ¿para qué le sirve a usted eso? Amigos y amigas, cuando se está hablando de un estudio bíblico es porque su vida está siendo transformada por la palabra de Dios. Eso es un estudio bíblico. Un estudio bíblico no es que usted tenga más información, más letra metida en la cabeza. Todos tenemos mucha información de muchas cosas, más en este tiempo. Estudio bíblico es cuando usted personalmente está siendo transformado, está siendo tocado. Usted está diciendo, mi vida tiene que dar un giro, yo necesito ponerle atención a esto, mi vida está mal, yo... o tal vez no esté mal. No partamos siempre que cuando tenemos que hacer algo con Dios es porque yo estoy mal. Dios quiere que nosotros aprendamos a darnos cuenta que sus hijos son personas inteligentes y van aprendiendo sobre la vida completamente diferente como el resto de la gente la aprende. Entonces vienen ustedes que ya cuando llegamos al versículo 15 del capítulo 15, cuando llegamos ahí, damas y caballeros, Pablo viene armándose de todo lo que es el capítulo 15 y yo sé que algunos de ustedes no se acuerdan, yo sé que algunos de ustedes no estaban, yo sé que algunos de ustedes hasta hoy vinieron, etc., etc. Pero el capítulo 15 es un capítulo que sigue formando la Iglesia del Señor y nos sigue dando la pauta de lo que es la Iglesia del Señor. A mí me hace mucha gracia porque la gente me dice, es que me voy a ir. Le digo, ya, ¿se va a ir de la Iglesia? Sí. ¿Y para dónde va? Me dice, bueno, voy a ir a otra congregación que me parece muy bien. Es que aquí, aquí no se siente el power. ¡Ay, Señor de la Misericordia! Yo no tengo ningún problema con sentir cosas. Es bueno. Algunos de ustedes necesitan pegarse una buena llorada en la vida y darse cuenta que algunas veces arrepentirse llorando les haría muy bueno. Sentir no es malo. El problema es sentir y no cambiar. ¿Me voy a entender? Llevamos 50 años sintiendo la presencia, el power. Pero nadie le pone atención que la Iglesia que tiene que buscar es esta, la que dice la Biblia. Y yo quiero afirmar aquí, y por favor diga que yo lo dije, que nosotros en esta congregación estamos a años luz de lo que Pablo está diciendo en el Libro de Romanos. ¿Por qué? Porque cuando usted se va al capítulo 1, cuando usted va al versículo 1 del capítulo 15, en el capítulo 1 del versículo 15, un segundo, Pablo dice que los hermanos fuertes forman a los hermanos débiles, y uno dice, claro, es que entonces una persona como Flor y Fuentes, que ha pasado por tantas cosas, que ha vivido tantas cosas, que es una persona ya con conocimiento del Señor, doña Flor ya ha tenido casi que cualquier tipo de cáncer y Dios la ha sacado adelante, hace poco estuvo enferma, por Dios ha pasado por tantas cosas, es viuda, ha pasado por esto, por esto, por esto, por esto, y aquí está. Una persona como doña Flor y Fuentes es una persona que puede formar a una persona que está empezando, pero la Biblia dice, el mayor forma al menor, con paciencia. Capítulo 15, versículo 1, capítulo 15, versículo 2. Así que agradémonos unos a otros. En este pequeño repaso que estoy haciendo del capítulo 15, en el versículo 2 utiliza la palabra agradarse. Pero hermanos, agradarse, lo más, vea, para decir una cosa, y me encanta, a mí me gusta esto, me encanta verlos tomando café cuando estamos en culto, a mí se me parece que es algo muy lindo. Si no se sienta uno a tomar café y a conversar, pero usted sabe cuántas cucharadas de azúcar o de café se toma, hermano, ya está la par suya. ¿Usted podría saber eso? Y yo no sé, porque yo no sé si ni siquiera tomo café. Perdóneme, le estoy diciendo que en el capítulo 15, en el versículo 2, que nosotros hemos estado estudiando, lo que la palabra dice es que los hermanos, de primer plano, se tienen paciencia. Versículo 2, nos agradamos los unos a los otros, ¿y ahora qué les dije? Que se saludaran algunos y se pusieron de pie. Perdón, o sea, no nos podemos engañar, hermanos. No somos iglesia, no somos iglesia porque estamos aquí sentados, somos iglesia porque activamos, porque actuamos, porque le creemos a lo que la palabra de Dios dice. Yo sé, yo sé que cuesta un poco, yo sé que a uno le cuesta un poco acercarse y saludar y todo el asunto, pero usted no entiende que estamos aquí todos tratando de crecer a la par de lo que la palabra de Dios dice. Y nadie dijo que iba a ser fácil, esto no es fácil. ¿Usted quiere? ¿Usted quiere que sea bien fácil? Váyase para la casa y pon enlace, en el enlace, mire, qué maravilla, qué cosa más bella, una música espectacular, y luego sigue ya el apóstol porque no hay soldados rasos, sigue el apóstol, el apóstol dice, llegó la hora, llegó el momento, este es el momento, levántate, San Ramón, levántate, levántate. Trae tu ofrenda y Dios te va a bendecir, Dios va a sacar a tu hijo de ese problema. Y la gente, cuando a usted le están diciendo que Dios solo sirve para sacarlo a usted de las cosas, eso no es Dios jamás. ¿Ah? ¿Dios? Ah no, si yo me la jugué, no creas, tuve mis años en eso. Ay, no, pues que Dios me perdone y me perdone todos esos pecados además. Señor, perdóname los pecados de mi juventud, dice la Biblia. La segunda maratónica la hice con Sixto, la segunda que se hizo en el país, y en la tercera me dice mi papá, ahí te vi por tele pidiendo plata. Si te dan algo, ¿me das a mí? Qué vergüenza, nunca más volví. Versículos 4 y 5, capítulo 15, la vida, la vivencia, la vivencia, la vivencia de la congregación emocional, la experiencia emocional de la congregación constante de la iglesia, se debe fundamentar, oiga, versículos 4 y 5, se debe fundamentar en la paciencia y la consolación de los hermanos. Versículos 4 y 5, versículo 6, el capítulo 15, el primer motivador de una actitud que se refleja una actitud contra el sistema, contra la religión, contra todo, es entender que todo lo que hacemos, no lo hacemos para saludarnos y para vernos bonitos y para ser buena gente y para que yo cuente cuántos se pusieron de pie y saludaron. Eso tiene que ser para la gloria de Dios, y eso es lo que nosotros tenemos que entender. Versículo 7, del capítulo 15, nos dice que nos recibamos, oiga, versículo 7, recibanse unos a otros, recibanse unos a otros. La palabra que se usa en griego para recibirse, es una palabra vacilona, se dice proslambano. Proslambano significa, oiga, oiga que interesante la traducción del castellano del griego. Proslambano significa, escoja a una persona. No, no, pero digan guau, aleluya, men, hagan algo, reciben. O sea, la palabra que dice, en el texto del versículo 7, en este repaso de los anteriores, dice que nos recibamos, es proslambano, escoja a un hermano para usted. Versículo 8, nos enseñó que el mismo Cristo se sometió a la ley judía por causa de la salvación. O sea, el versículo 8 nos enseña, amados hermanos, el versículo 8 nos enseña que el Señor se somete a lo de Dios por causa de los otros hermanos. Versículo del 9 al 13, dice que la esperanza provocará irremediablemente gozo por obra directa del Espíritu Santo. Este es nuestro resumen del capítulo 15, al día de hoy. Entramos al versículo 14, hermanos, hermanos, véanlo de una vez, hermanos en Cristo, de una vez, hermanos en Cristo, estoy seguro de que ustedes son muy buenos y están llenos de conocimiento. Oigan, yo no sé si es sarcasmo, escúcheme, yo no sé si es sarcasmo, o de verdad Pablo les está diciendo a la gente que realmente la gente es así. Pero por la bronca que está en Filipenses, por lo que uno lee que está en Filipenses, esto que Pablo está diciendo, yo creo que está usando un sarcasmo. La palabra dice que nosotros somos capaces de aconsejarnos, pero el problema, hermanos, es que nosotros somos chismosos, y por eso no abrimos el corazón, dice la palabra, ustedes saben aconsejarse unos a otros. Con mucho dolor tengo que contarles que mucha gente linda de nuestra congregación se ha ido, porque algo le pasó, y habló conmigo, y me dijeron, yo no puedo quedarme en la congregación, no me puedo quedar con ustedes ahí, porque yo no quiero que esto se sepa. La iglesia es suficiente, muchachos y muchachas. Usted tiene que aprender a saber que la iglesia, o sea, vea, Doña Mary tiene 96 o 98 años, está bien grande, Doña Mary ha sido una mujer que ha buscado al Señor toda su vida. Una pregunta, ¿qué es lo que tiene usted que pasar?, escúcheme, ¿qué es lo que tiene usted que pasar para entender que usted sin Dios no puede hacer nada? Que porque estoy joven, entonces mi tiempo hay que disfrutar, porque no disfruté, mi tiempo hay que disfrutar, porque no disfruté, porque en la cárcel me tenían a mecate corto. Que porque estoy en la universidad, que porque ya me casé, que porque ahora tengo hijos, que porque los hijos, que porque llegaron los nietos, y porque los nietos, y porque aquí me pensioné, y porque... La iglesia es un cuerpo, y todos tienen una responsabilidad y una función, vea, Pablo está diciendo, ustedes, no, no, tranquilos, vaya a una iglesia que se llama Olivo Verde, allá en San Ramón, ahí la gente es muy linda, oiga, lo estoy leyendo como Pablo puso, ahí la gente es muy linda, los hermanos son buenos y saben mucho, y lo van a aconsejar, nombre de Dios libre sepa. ¿Me van a entender?, es lo delicado de esto, hermanos. A ver, ubiquémonos, Pablo está escribiendo en Corinto, ajá, la carta la está escribiendo estando en Corinto, de Corinto a Roma se duraban dos meses una carta en llegar, si se iba por el sistema de correo, que podía ser alguien que se le pagaba para llevar la carta. La carta se escribe alrededor del año, alrededor del año 54, alrededor del año 54 al 55, en Corinto, la carta. La iglesia de Roma no se sabe quién la fundó, la iglesia de Roma no se sabe quién la fundó, por lo tanto, la iglesia de Roma era una iglesia muy particular, porque había judíos y había romanos, gentiles, que no eran judíos, mezclados. Oiga, en el tiempo que la carta, para el tiempo de la carta, los romanos, no había más que el Antiguo Testamento, la Torá. El Nuevo Testamento no se había terminado de escribir, el Nuevo Testamento se escribe en los últimos libros en el año 98-95, lo estamos viendo en los mártires en San Juan, que el Nuevo Testamento se termina de escribir tardísimo. Cuando Pablo lleva la carta a Roma, que no la lleva él, la lleva una diaconisa, una servidora de la iglesia, que se llama Febe, cuando llega la carta, la iglesia tiene entre 7 y 10 años de fundada. Pablo, su idea, no necesariamente es ir a Roma, él quiere ir a España. ¿Por qué? Porque en España hay otro tipo de población, hay otro tipo de gente, y lo que quiere Pablo es alcanzar todas las etnias o todos los grupos que podía alcanzar en ese momento. Si usted va a Turrialba, por ejemplo, para que me entiendan el ejemplo, si usted va para Turrialba y se va a ir por Cartago, es muy probable que pase a comer a Paraíso, o pase a comer a Cartago. Pablo tenía en mente pasar a Roma, conocer los hermanos, que los hermanos de Roma lo fondearan, le ayudaran, y él seguir para España. Entonces la carta, o por lo menos del capítulo 14 en adelante, amados hermanos, Pablo les está tratando de hacer entender que él está trabajando en un ministerio para la gente que no es judía. Y aquí les dice, y aquí les dice, vean, yo sé que ustedes saben esto, que es la cuarta cosa que nos viene diciendo, que nos aceptemos, que nos agrademos, que busquemos la forma de conocernos, que nos aconsejemos. Y viene en el capítulo 15, y dice que nosotros ya sabemos estas cosas. Vamos a hacer Apocalipsis. Terminando Romanos, es muy probable que hagamos un par de semanas más. ¿Qué vamos a hacer con el libro Romanos? Y luego arrancamos con Apocalipsis, versículo 1, verso 1. Hermano, hermana, comprometase con usted. La iglesia no es el lugar donde usted va, porque ese día no tenía nada que hacer. Comprometase. Apocalipsis es muy duro. Cada clase, cada lección, cada lectura de Romanos que hemos tenido, para mí representan 35, 40 horas de trabajo. Apocalipsis es mil veces más eso. Apocalipsis es mil veces más eso. ¿Por qué? Porque hay un mensaje de Dios para nosotros en Apocalipsis, y tenemos que encontrarlo, como lo estamos encontrando en Romanos. Entonces, fíjense que el texto dice, aún así me atreví a escribirles sobre algunos de estos temas, porque lo único que necesitan, lo único que necesitan es recordarles, pues, por la gracia de Dios, yo soy siervo de Dios, dice Pablo ahí. O sea, Pablo está partiendo que nos están recordando lo que ya sabemos. Dicen, soy un mensajero, duolos, duolos mensajeros. Nadie utilizaba en las cartas, en las cartas que hay para ese tiempo, la palabra mensajero, la palabra servidor, porque era una palabra considerada maldita, sin embargo, ya para el uso de la palabra de la Biblia, ya se utiliza la palabra mensajero, es muy interesante, me leí un artículo completo sobre eso, mensajero, jamás me imaginé eso. Se utilizaba cualquier enviado, se usaba otro tipo de cosas, pero no se usaba la palabra mensajero. Soy un mensajero especial de Cristo Jesús, enviado a ustedes los gentiles. Les transmito buena noticia para presentarlos como una ofrenda aceptable a Dios, hecha santa por el Espíritu Santo de Dios. Al puro principio del libro de Romanos, Pablo le quiere hacer entender a la gente, mire, yo sé que aquí hay judíos, pero yo también sé que hay mucho gentil, y empieza Pablo, al cierre de la carta, a decir, casi que directamente, a ustedes los gentiles, a ustedes los gentiles, y Pablo le dice, para mí, véanlo, soy un mensajero especial de Cristo Jesús, enviado a ustedes los gentiles. Les transmito la buena noticia para presentarlos, oiga, para presentarnos a nosotros como una ofrenda aceptable a Dios, hecha santa por el Espíritu Santo. Vean el nivel de comprensión que Pablo tiene de quienes somos nosotros los gentiles. Verso 17, así que tengo razón de estar entusiasmado por todo lo que Cristo Jesús ha hecho por medio de mí al servir al Señor. Por eso es que vale la pena, por eso es que vale la pena que ustedes lean mi carta, entiendan lo que les he dicho, y me reciban. Sin embargo, no me atrevo a jactarme de nada, salvo de lo que Cristo ha hecho por medio de mí, al llevar a los gentiles a Dios a través de mi mensaje, de la manera que Él ha trabajado entre ellos. No sé si lo están notando, pero lo que Pablo está haciendo es haciéndoles ver que su viaje a España tiene una justificación de su pasado y de toda la realidad que Él viene contando con respecto a su trabajo. Pareciera ser que la comunidad judía era bastante arrogante, parece ser que sí. El gentil, los gentiles, o los romanos que no eran judíos, que estaban en Roma, eran libertos, o sea, eran personas que habían sido liberadas en algún momento porque en algún momento habían sido esclavos. Entonces no eran romanos de clase alta, eran romanos del pueblo, eran gentiles del pueblo. Y de alguna forma, por alguna razón que desconocemos, porque la carta se las trae con respecto a cierto contenido, Pablo está tratando de hacerles entender lo valiosos que ellos son. Verso 19, los gentiles se convencieron, los gentiles, y sigue hablando de su trabajo, los gentiles se convencieron por el poder de señales milagrosas y maravillas, y por el poder del Espíritu de Dios. De esa manera presenté con toda plenitud la buena noticia de Cristo, desde Jerusalén hasta llegar a la región del Lírico. Y lo que Pablo está diciendo, ya no les digo solamente, miren, número uno, yo no estoy jugando, Dios me mandó a mí, a ustedes, los gentiles. Ustedes son muy importantes, son tan importantes para Dios, que yo los presento a ustedes como una ofrenda. Vean la belleza. Ahora, lo otro que les voy a contar, es que Dios me ha permitido viajar por todas las regiones donde lo que hay son más gentiles. Y lo que está tratando Pablo es de justificar porque él tiene que seguir su viaje a Roma. Y esta es la forma en que está tratando de organizar el viaje, despidiéndose en la carta, cerrando lo que la carta está haciendo, para poder finalmente continuar con su ministerio. Verso 20. Mi gran aspiración siempre ha sido predicar la buena noticia. Donde nunca antes se ha oído el nombre de Cristo, y no donde otro ya ha comenzado una iglesia. Lo ven, el fin, pero pónganme atención, hermanos, yo sé que esto es, yo sé que es más bonito cuando le dicen a uno, miren, la Biblia dice que si usted es muy arrancada, que no es bueno vivir con usted, porque la palabra de Dios dice que es mejor vivir solo que con una mujer arrancada. La gente le cuadra más, la gente le gusta más, cosas y consejos de ese tipo, yo entiendo. Pero esta es la palabra, hermanos, esta es la palabra. Y Pablo, en el cierre de su carta, está tratando de hacernos entender el valor que tiene para él. Este versículo es el versículo que de alguna forma tiene que hacernos entender a todos, la necesidad que hay de que antes de que el año termine, todos tengamos por lo menos la disposición de querer entender que la gente necesita al Señor. Y que tenemos que abrir la boca, hermanos, tenemos que abrir la boca con respecto a eso. El versículo 20, estamos en tiempos donde ya nadie habla del Señor, ya nadie habla de Dios con otras personas, cuesta mucho. Es más, algunos de ustedes ni siquiera se imaginan que tienen la necesidad de hablarle a otras personas de la realidad de Dios. Por eso Jesús dijo que la única gente que iba a dar testimonio de Él eran los testigos. No me refiero a los testigos contra Jehová, no me refiero a eso. Me refiero a los testigos que son las personas que viven una realidad de Dios que la pueden compartir. Estamos tan acostumbrados a nuestra propia vida que pensar en la venida del Señor, en los perdidos, en el final de los tiempos, a veces se ve como una faula de ciencia ficción. Entonces Pablo está diciendo, yo voy para España a donde no hay una iglesia del Señor porque ustedes ya son la iglesia del Señor, ustedes están listos. Y esto es lo interesante de la carta, al final, he seguido el plan que mencionan las Escrituras donde dicen los que nunca se enteraron de Él verán, y los que nunca oyeron de Él entenderán. Pablo les está diciendo, vean, Dios me ha apoyado cada vez que he abierto una iglesia en otro lugar de gentiles. Verso 22, de hecho mi visita a ustedes ha pecado. Mi visita a ustedes se demoró tanto precisamente porque estuve predicando en otros lugares. ¿Sabe cuánto tiempo duró Pablo en llegar a Roma después de la carta? Tres años. Pobre. Él no sabía que eso iba a ser así. Ahora que terminé mi trabajo en estas regiones y después de todos estos largos años de espera tengo muchos deseos de ir a verlos. Estoy pensando, lo ven, estoy pensando en viajar a España. Si ven la Reina Valera, en la Reina Valera lo dice claramente, dice voy para España y voy a pasar a verlos. Cuando lo haga me detendré en Roma. Y luego de disfrutar de la compañía de ustedes por un breve tiempo podrán ayudarme con lo necesario para mi viaje. Yo no sé, yo soy muy quisquilloso en las cosas y... El viaje a Roma duraba casi seis semanas. Pablo duró casi un año viajando. El barco donde viajó naufragó. Lo mordió una culebra. Pablo era uno de 256 prisioneros. Dios les reveló que el barco se iba a hundir pero que nadie se iba a morir. Iba rumbo a Roma. Sin embargo antes de visitarlo debo ir a Jerusalén para llevar una ofrenda a los creyentes. Ustedes saben que Pablo, en su tercer viaje, el tercer viaje de Pablo, Pablo venía recogiendo una plata para los hermanos de Jerusalén. ¿Por qué? ¿Por qué para la gente en Jerusalén? Si la gente en Jerusalén tenía plata, ¿por qué eran judíos? ¿Por qué los judíos tienen dinero? Los judíos tienen dinero porque los judíos no tienen dinero. Los judíos tienen dinero porque los judíos se apoyan entre ellos, siempre. Y existe una ley, está en la ley de la Torah, o sea de la Biblia, existe una ley donde deben de ayudarse unos a otros. Y algunos son muy generosos. Pero estos judíos de la iglesia en Jerusalén, ¿adivinen qué? Estos judíos de la iglesia en Jerusalén ya no eran judíos para ellos. Ellos eran herejes, cristianos. Entonces lo que pasó es que la iglesia de Jerusalén no podía soportar, no podía tener y aguantar el tamaño de mucha gente que se había creído en el Mesías. Estamos hablando que para el tiempo de Jesús se cree que había alrededor de unos cuatro, de unos tres a cuatro millones de personas. Imagínense que, por ejemplo, si San Ramón tiene 210.000 habitantes, y el 10%, vea, si San Ramón tiene 210.000 habitantes, el 10%, 210.000 habitantes, ¿cuánta gente es? ¿Ah? ¿Dos mil? Si yo le digo a usted que en San Ramón hay, el 10% son cristianos, que por cierto, en San Ramón el 7% son cristianos, aquí hay aproximadamente unas 10.000 personas que son, que se congregan. Hijos de Dios, ¿quién sabe cuántos hay? Porque solamente Dios sabe eso. Pero noten ustedes, hermanos, que Pablo lleva una ofrenda. Pero Pablo, antes de llevar la ofrenda, Pablo se regresa a Jerusalén, y cuando llega a Jerusalén con la ofrenda, Pablo saca la ofrenda y le dice, se encuentra que, cuando Pablo se va, quien está a cargo de la iglesia es Pedro, cuando Pablo llega le dice a los hermanos, traigo esta ofrenda, que es una ofrenda que recogí en mis viajes para los hermanos en Jerusalén. Santiago le recibe la ofrenda, y le dice, Pablo, qué maneras, gracias, guau, qué maneras, excelente, pero hay un problema, Pablo, y aquí viene el problema. Los judíos están diciendo que usted está hablando en contra de la ley, que usted no cree en las tradiciones judías. Los judíos están diciendo que usted habla en contra del templo. Todo lo que estoy diciendo, estamos hablando del capítulo 24 del Libro de Hechos. Entonces llega Pablo, y le dicen, de ninguna manera, de ninguna manera, eso no es cierto, usted está hablando en contra de la circuncisión. Estamos hablando que quien le está diciendo esto a Pablo es Santiago, el hermano del Señor. Santiago le dice a Pablo, hagamos una cosa, Pablito, vea, no se preocupe, gracias por la platica, ahora se la repartimos a la gente, vamos a ver qué hacemos, ahora vamos a ver qué hacemos, no se preocupe, pero hagamos una cosa, aquí andan cuatro hermanos, que vinieron a pagar una promesa, vinieron a cumplir con un ritual en el templo, son cuatro, dos de ellos se van a rapar cumpliendo con el ritual. Vaya usted con ellos mañana al templo, usted entra con ellos, cuando el sacerdote los presenta, usted les dice que usted es Pablo de Tarso, y que usted les va a pagar el ritual. Entonces los judiosos te lo van a ver y no lo van a ver con malos ojos. Y Pablo le hizo caso, Pablo le hizo caso a Santiago. Pablo se va para el templo con los cuatro muchachos, pero antes de entrar al templo se encuentra a Jorge Espinosa, y Jorge Espinosa era un asiduo enemigo de los judíos, completamente un hombre en contra de la religión judía, y Pablo habla con él unas palabras, entra al templo, y los judíos lo acusan de que él había llevado al templo de Dios a Jorge Espinosa. Lo toman preso durante dos años, y recuerden que estamos, sin embargo antes de visitarlos, debo ir a Jerusalén para llevar la ofrenda a los creyentes de allí. No solamente esto es triste, esto es triste. Les cuento que los creyentes de Macedonia acá con entusiasmo juntaron una ofrenda para los creyentes de Jerusalén que son pobres. Se sienten con gusto porque se sienten en deuda con ellos, dado que los gentiles recibieron las bendiciones espirituales de la buena noticia por parte de los creyentes de Jerusalén. Sienten que lo menos que pueden hacer por ellos a cambio es ayudarlos económicamente. Cuando vaya estoy seguro de que Cristo bendeciría en abundancia el tiempo que pasemos juntos. Él está emocionado con el viaje a Roma. Mis amados hermanos, les pido encarecidamente en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que se unan a mi lucha orando a Dios por mí. Y aquí es donde yo digo, por Dios, qué engañados estamos. Hermanos, estamos hablando del apóstol del Señor, del siervo de Dios, del apóstol Pablo y él está pidiendo oración por él. Y yo estoy seguro que los hermanos cuando recibieron la carta, casi un año después de que la escribió, oraron por él. Pero cuando la carta llegó y ellos oraron, ya tenían años de estar encarcelados. Lo encarcelaron, lo sometieron a juicio tres veces. Estando en juicio, los judíos hicieron un plan y le dijeron al emperador Vea, vea, vea, no se friegue usted con esas cosas, no se friegue. Denos a Pablo, denos a Pablo, lo llevamos a Jerusalén, allá lo juzgamos en el tribunal judío, usted no se preocupe. Porque lo que querían hacer era matarlo. Entonces, a mí me hace gracia cuando usted oye el montón de gente diciendo que son apóstoles hoy, que son profetas. Inclusive, con mucho respeto lo digo, yo a veces pienso que uno como pastor no llega pero ni a monaguillo, ni a prendas esas candelas, ¿me entiende? Prendas esas velitas. O sea, la palabra pastor no es un puesto. Pastor no es un título, hermanos, es una responsabilidad. Dentista, dentista, usted va al dentista y dice, dentista, ok, sí, pero no me va a revisar, ¿no? Pues yo vine porque me dolió la mano, sí, pero yo soy dentista. Es que me está doliendo. ¿Me entiende? La gente piensa que pastor, no, no, no, pastor es una responsabilidad enorme, hermanos. Y lo que lo hace pastor a uno no es uno, es la palabra de Dios con ustedes y conmigo. Y el apóstol Pablo, bueno, el señor lo botó del caballo para que se convirtiera. En Grecia lo pedrearon, en Filipos lo encarcelaron, lo liberaron milagrosamente. Enfrentó disturbios causados por la misma gente, lo arrestan en Jerusalén. Bueno, vamos, miren, el apóstol diciéndole a los hermanos, pídanle que me libre de los que están en Judea. Perdónenme, escúcheme, yo quiero que usted entienda que si el apóstol Pablo, siendo Pablo, Pablo le está diciendo a la iglesia que oren por él para que lo libre. Y adivinen qué pasó, que no lo libró. Dios no libró a Pablo de la responsabilidad de tener que enfrentarse a todo lo que se enfrentó. Y es cierto, cuando usted lee el texto completo, usted se da cuenta de que lo importante era predicarle a Félix y a Gripa. Y que el Señor usó a Pablo para predicarle a ellos. Y le predicó a un montón de gente mientras estuvo encarcelado. Escribió cuatro o cinco cartas, no recuerdo en este momento, estando encarcelado. Hermanos, yo quiero que usted abra sus ojos y en el cierre de la carta, porque nos falta el capítulo 16. Pablo está diciendo, que le está pidiendo a Dios que por favor lo libre de la situación que va a enfrentar, y no lo libró. Es más, Pablo llegó a Roma, estaba preso. Hay un versículo bellísimo, hay un versículo bellisísimo. Está en... Llegamos a Roma, esto es Hechos 28. Oigan, y llegamos a Roma, finalmente llegamos a Roma. Los hermanos de Roma se habían enterado de nuestra inminente llegada. Y salieron hasta el foro por el Camino Apio para recibirnos. En un lugar llamado Las Tres Tabernas. Nos esperaba otro grupo. Oigan esto, oigan esto. A mí esto me... Cuando Pablo los vio, se animó. Y dijo, gracias a Dios, estoy en Roma. Llegué a Roma. Pero nada salió como Pablo lo esperaba, hermanos. Nada, vean. Vamos. Entonces, por la voluntad de Dios, podré ir a verlos con un corazón alegre, y nos alentaremos unos a otros. Esto no sucedió. Sucedió días después. Y que Dios, quien nos dé su paz, esté con todos ustedes. Amén. La lógica de Dios no es nuestra lógica. Vean, le voy a decir una cosa que no le deberían decir en una iglesia, porque no es bonito. Dios va a cumplir sus propósitos con usted o sin usted. Y si lo va a cumplir con usted, muchas veces lo que está pasando a usted no le va a gustar. Lo que está pasando a usted no le va a gustar. Estoy leyendo la carta. La carta. Cuando usted se va a Hechos 28, de tarea. Léanse Hechos, del 25 en adelante. Pablo cuenta qué les pasó. Y el ponce la culebra, y el barco se hundió, y el capitán. Y no habían comido como en siete días. Y entonces Pablo, ahí consiguieron un pan, y Pablo dice, no, no, hagamos una cosa, comamos. Comamos. Y Pablo se puso a repartirle pan para que todo el mundo comiera. Y delante de los presos, Pablo partió el pan y dio gracias. Y adoró al Señor en ese momento. Hermanos, el capítulo 15, para mí ha sido el capítulo más duro y difícil del texto. ¿Por qué? Porque es muy fácil. ¿Por qué es muy fácil? Porque yo les digo, ven, hay que ser buenos cristianos. No, ahí no dice eso. Ahí dice que aun cuando estemos sirviendo a Dios, y nosotros entendamos que Dios está con nosotros, y nos ama, y nos cuida, y nos protege, y nos han sacado, y nos han salvado, y un montón de cosas. Hay otro nivel, en donde usted tiene que pasar a otro nivel, en algún momento de su vida. Y en ese otro nivel, usted se va a encontrar que lo que está cumpliendo, no es el fin de su vida, sino el propósito de Dios. Y el propósito de Dios implica que usted quede en último lugar. Entender esto no es fácil, porque somos muy egoístas, y vivimos en un momento donde todos somos muy egoístas. Nadie se quiere fregar. Ver a Mariana y a Juan aquí, que vienen desde Naranjo. A tío Roy y Isabel aquí. Grecia. A don Jorge, tiene 10 años de estar viniendo de Esparza. Y los que más cerca vivimos, más tarde llegamos, hacia Barba. Al final no es llegar temprano, hermanos. Al final, ¿qué va a hacer usted con todo esto? Todos andamos detrás de tres cosas. Todos. Todos queremos ser aceptados, de una u otra forma. Todos. Todos estamos buscando que nos acepten. Todos estamos buscando cariño. Y todos estamos buscando, de alguna manera, poder hacer algo. Realmente lo que tengo que decir es poder. Alguna cuota de poder. Poder hacer algo. Todos. Pero ¿sabe qué es lo que atrasa? Que nosotros podamos servir a Dios. Nosotros mismos. Ya terminé. Ya llegamos al capítulo 15, si Dios quiere. Yo creo que entre la semana que viene y la siguiente semana, terminamos el capítulo 16 de Romanos y terminamos la carta a Romanos. Pregunta. A Drew, al Freddy. Jeffrey. Federico. ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué va a pasar con esto? ¿De qué le sirve a usted la palabra si no hay algo que usted verdaderamente sepa que va a suceder con usted? Creo que es lo que tenemos todos que preguntarnos. Usted le pregunta a Pablo. Pablo, ¿cómo le fue? Entonces, muy duro. Cuando yo llegué, finalmente llegamos en un barco ahí, alquilado. Llegamos a Roma. No había puerto, lo que llegamos era una playa, según lo que dice la palabra. Yo vi a los hermanos de Roma y al fin los conocí, porque no los conocía. Me reuní con ellos y en Filipenses Pablo escribe que el desastre en Roma era importante. Había gente hablando de Jesús como si no sabían. Para terminar de hacerles digo esto. La carta llega a Roma en el año 57. Pablo llega en el año 60. ¿Ustedes leyeron mi carta? Sí, aquí la tenemos, Pablito. Faltaban todavía 30 años más para terminar de escribir todas las cartas. Y que en Roma era esto. Los hermanos de Roma tenían esto, esta carta. Los de Filipenses tenían la carta a los Filipenses. Los de Corinto tenían la carta a los Corintios. ¿Cuándo todos tuvieron todas? 300 años después. Y adivine quién tiene todas. Usted y yo. Al que más se le da, más se le exige. Más se le exige. No se le olvide. Al que más se le da, más se le exige. Todas, miren, aquí están todas. La gente no se imagina que la... Hermanos, llegó carta. Aquí dice que son aquellos babosos de Filipos. Yo me di cuenta de esa iglesia de Filipenses que era un desastre. Aquí está, mirá. Esta carta la escribió Pablo Filipenses. Y hace 12 años. Tenemos dos cartas. Y el Espíritu Santo trabajó con la iglesia. Y en el cielo se va a encontrar usted, hermanos de la iglesia de Roma, que se salvaron con esta. Y usted y yo la tenemos, miren. Aquí, sí, aquí hay otro, miren. Y no hacemos mayor cosa. Señor bendito, en misericordia de mí, de nosotros. Agradecemos tu atención. Si este material ha sido útil para usted, le rogamos lo pueda compartir. Somos Olivo Verde. Costa Rica.