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Rom 7 del 7 al 13 Sem 31 Un ejemplo de pecado Sab 20 Mayo 2023

Rom 7 del 7 al 13 Sem 31 Un ejemplo de pecado Sab 20 Mayo 2023

OLIVO VERDE COSTA RICAOLIVO VERDE COSTA RICA

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This is a lecture on the Book of Romans, specifically focusing on Chapter 7. The speaker emphasizes the importance of understanding the purpose of studying the Bible and the need to recognize and process sin in our lives. The speaker also discusses the role of the law in revealing sin and the importance of obedience to God's word. Overall, the main message is the importance of recognizing and repenting from sin in order to grow in Christ. La siguiente es una producción de la Comunidad Olivo Verde, Costa Rica. Este capítulo 7 del Libro de Romanos, recuerden que estamos en la semana 31 del Libro de Romanos. Hemos estado estudiando el Libro de Romanos, hemos estado leyéndolo de forma consciente, hemos estado tratando, hemos estado intentando que el Libro de Romanos cumpla el propósito original para el cual fue compartido. Es un libro muy particular, es un libro muy complicado en el sentido de que la gente le tiene pereza, al decir la gente me refiero a los pastores, le tienen pereza en el sentido de que el libro tiene sus complicaciones teológicas. Pablo es complicado, Pedro lo dice, Pablo tiene su complicación. Y lo más importante no es que el libro sea complicado, es cuál es el corazón que usted tiene. Voy a empezar así porque este capítulo 7 y lo que sigue, no, usted se va a ir de aquí igual de como entró, si usted no me pone atención, en esta parte. Si esta parte no es para usted lo que genuinamente debería de ser. Para poder entender lo que esta noche es, el capítulo 7, verso, eso es verso, hoy empezamos, hoy seguimos con el 7, capítulo 7, verso 7 del Libro de Romanos para poder entenderlo. Usted tiene que entender que nosotros aquí no estamos estudiando la Biblia ni estamos tratando de leer la Biblia para ser buenos evangélicos o para no ser católicos o para ser gente menos mala. Pero nosotros no estamos con la Biblia aquí porque nosotros pensamos que la religión, es que la religión y la Biblia es importante y entonces le da unos buenos consejos y lo ayuda en las cosas de la vida y eso, pero la Biblia, no, no, no. Dice la Biblia que hace más sabio al sencillo, hace sabio al sencillo. Aquí hay un problema grave. ¿Por qué? Pues aquí hay una pregunta que hace cuando se está leyendo que dice que la Biblia hace sabio al sencillo. ¿Cuál es la pregunta que usted se hace? ¿Qué es ser sencillo? ¿Quién es sencillo? Y empezando por nosotros los pastores somos un montón de arrogantes, pachocos, repugnantes, en muchos sentidos. Dice Salmo 19.7, Salmo 19.7, dice Salmo 19.7, dice, oiga, la enseñanza del Señor es perfecta, note, es perfecta. La enseñanza del Señor es perfecta. Reavivan el alma. Si le diga a usted qué libro dice eso, pantalones cortos, pantalones cortos. Dice, los decretos del Señor son confiables. Dice, hacen sabio al sencillo. Los mandamientos del Señor son rectos. Y oigan esto, traen alegría al corazón. Entonces yo quisiera que esta noche usted me entienda que cuando Pablo se refiere a la ley y está hablando de la ley, él tiene en mente esto que yo le estoy mostrando. Por favor, tome nota esta noche que cuando yo le digo a usted que estamos hablando de la Palabra de Dios, yo no estoy pensando que la Palabra de Dios es un libro que está por debajo de los libros de psicología porque los grandes doctores y pensadores de la psicología están muy por encima de la Biblia. Le estoy diciendo que no hay punto de comparación. La Palabra de Dios está por encima de todo. Por encima. Por eso es que la gente, es el problema que hay. La gente cree más en la sanidad interior que en la madurez. ¿De qué habla la Biblia? De madurez, no de sanidad interior. ¿Pero qué es más chiva? Si hacemos un seminario aquí, que ya hicimos uno hace unos 500 años. Si hace un seminario de sanidad interior. Haga un seminario de madurez espiritual y no llega nadie. ¿Sí? Por eso es que hay tantísimas cosas, hermanos. Porque la gente se cree las cosas en función del beneficio personal y no queremos pasar por cosas y enfrentarnos a nuestras propias realidades, a todo lo que queremos. Y ninguno, yo tampoco, no queremos dejar las cosas que Dios quisiera que nosotros dejemos. Entonces dicen que las enseñanzas del Señor son perfectas, reavivan el alma, los decretos del Señor son confiables. La segunda cosa, dice, José 1.8. José 1.8. Dice que la palabra es garantía de éxito y logro de la vida. José 1.8, ponga la expresión en este texto. José 1.8, vea. Es un texto conocidísimo. Dice, estudia, estudia, y no dice lea, dice estudia. Me gusta esta versión, estoy leyendo la nueva traducción viviente. Me gusta esa versión por ese tipo de cosas. Se va al grano del concepto y eso me gusta. Estudia constantemente este libro de instrucción. No dice lealo, dice estudielo. Medita en él día y noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Oigan, solo entonces, pero note el tiempo. En el primer tiempo dice, estudia constantemente este libro de instrucción. Medita en él día y noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Solo entonces, vean qué fuerte, vean qué terrible, vean qué difícil, vean qué duro, vean qué responsabilidad. Ahora, no les he dicho lo que yo veo que es importante extraer de este texto. Solo entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas. Una pregunta. Una pregunta. Si no nos está yendo tan mal en la vida, y estamos gordos y cachetones empezando por aquí del servidor, ¿qué será lo que entiende Dios por bien que nosotros seguramente no hemos entendido por bien que no necesitamos del libro de la forma en que el libro dice que necesitamos de él? Me estoy dando a entender. El concepto que tenemos de lo bien que nos va, no es éste. ¿Me están siguiendo? No es éste. Éste es otro. Tenemos un concepto de que nos va bien, de porque yo andaba en Steven, que ahí estaba en Manizales, me escribía de Manizales, Colombia, y por allá me escribe este, y por allá. ¿Por qué es su trabajo? ¿Por qué es su vida? ¿Por qué le está yendo bien? Y cuando yo comparo, como yo creo que me está yendo en función de como le está yendo al otro, algo está raro, porque aquí dice que le va a ir bien en todo lo que haga, pero el concepto de ir bien que está aquí no es el mismo, hermanos. Porque el concepto que está aquí de irnos bien está basado en estudiar constantemente... Véanlo, ahí está. Estudia constantemente este libro de instrucción. Medita, estudia, medita en el día y noche, para asegurarte de obedecer. Estudia, medita y obedece todo lo que ahí está escrito. Solo hasta ese momento nos va a ir bien. Noten el momento en que nos va a ir bien. Entonces aquí hay que preguntarse, ¿a dónde estaré yo? Hay uno más para esta noche. No importa si no arrancamos y con el versículo, con el que es, no se preocupen. Tenemos toda la vida. Tercera, tercer requisito para poder entender Romanos 7.7. Dice el Salmo 119.99. Salmo 119.99. Dice el Salmo 119.99. Que aprendo a ver inclusive lo que otros no ven y tendré más sabiduría que los ancianos. Oigan. Salmo 119.99. Salmo 119.99. Oigan, así es. Tengo mejor percepción que mis maestros. Oigan, qué interesante. Tengo mejor percepción que mis maestros. Porque siempre pienso en tus leyes, refiriéndose a la palabra. Hasta soy más sabio que los ancianos, porque he obedecido tu palabra. He obedecido tus mandamientos. Entonces, yo quiero que usted me entienda. Y yo meto acceso en la cabeza. Yo no estoy aquí promoviendo que usted sea una mejor persona. Quítese eso de la cabeza. Yo estoy promoviendo aquí que en usted y en mí se forme la imagen de Cristo. Que es lo que la Biblia dice que tiene que suceder. Por lo tanto, no hay un concepto de una mejor persona. Eso es un concepto psicológico. No me interesa. No tiene razón de ser. No tiene sentido. En los versículos anteriores, capítulo 7, del 1 al 6, Pablo introduce, recuerden que lo que dice habla sobre el asunto del matrimonio y nos hace entender que el matrimonio está vigente mientras la persona esté viva. Y ese es el ejemplo que él usa para empezar. Dice en el capítulo 7, verso 1. Ahora bien, hermanos y hermanas, ustedes que conocen la ley, no saben que la ley se aplica sólo mientras una persona está viva. Por ejemplo, cuando una persona se casa, la ley la une a su marido mientras él viva. Pero si él muere, las leyes del matrimonio ya no se aplican a ella. Así que mientras su marido viva, ella cometería adulterio si se casara con otro hombre. Pero si su esposo muere, ella queda libre de esa ley y no comete adulterio cuando se casa de nuevo. Por lo tanto, mis amados hermanos, la cuestión es la siguiente. Ustedes murieron al poder de la ley cuando murieron a Cristo, haciendo referencia al bautismo, haciendo referencia al momento de reconocer que nosotros queremos seguir al Señor. Dice, ahora están unidos aquel que fue levantado de los muertos. Como resultado, podemos producir una cosecha de buenas acciones para Dios. Cuando vivíamos controlados por nuestra vieja naturaleza, vivíamos controlados. ¡A caray! Los deseos pecaminosos actuaban dentro de nosotros y la ley despertaba esos malos deseos que producían una cosecha de acciones pecaminosas, las cuales nos llevaban a la muerte. Pero ahora fuimos liberados de la ley, porque morimos a ella y ya no estamos presos hasta su poder. Ahora podemos servir a Dios, no según el antiguo modo que consistía en las obras, en obedecer la letra de la ley, sino mediante uno nuevo, el de vivir en el Espíritu. Claro, cuando usted oye esto, pareciera que Pablo está en contra de la ley y está diciendo que la ley no servía para nada. Al oír esto así rápidamente, leído rápido, la semana pasada, al leer este tipo de mensaje que Pablo está dando, usted cree que lo que Pablo está diciendo es que la ley más bien es un problema y Pablo no quiere que eso sea de esta manera. De hecho, él empieza en el versículo 7, dice, ahora bien, aquí empieza diciendo, ahora bien, ¿acaso sugiero que la ley de Dios es pecaminosa? No, no, no, de ninguna manera. De hecho, fue la ley la que me mostró mi pecado. Yo nunca hubiera sabido que codiciar es malo si la ley no dijera, no codicies. Pero el pecado usó este mandamiento para despertar toda clase de deseos codiciosos dentro de mí. Si no existiera la ley, el pecado no tendría ese poder. Verso 9, hubo un tiempo en que viví sin entender la ley. Sin embargo, cuando aprendí, por ejemplo, el mandamiento de no codiciar, el poder del pecado cobró vida, y yo morí. Entonces me di cuenta de que los mandatos de la ley, que supuestamente traían vida, trajeron en cambio muerte espiritual. El pecado se aprovechó de esos mandatos y me engañó. Usó los mandatos para matarme. Sin embargo, la ley en sí misma es santa, y sus mandatos son santos, rectos y buenos. Verso 13, ¿pero cómo puede ser acaso la ley que es buena? ¿Cómo puede ser acaso la ley que es buena provocó mi muerte? Por supuesto que no, el pecado usó lo que era bueno a fin de lograr mi condena de muerte. Por eso podemos ver que terrible es el pecado, que se vale de los buenos mandatos de Dios para lograr sus propios fines malvados. Entonces, noten que, noten que, básicamente, en los versículos anteriores hay un orden. Número 1, si usted no entiende la realidad del pecado, de su pecado, o cree que no tiene pecado, o no es importante, usted no entiende. Número 1. Número 2, si usted no reconoce la necesidad de reconocerlo y procesarlo de algún modo. Si usted no... ¿Usted tiene pecado? A ver, yo nací en el 66, y como en el 68 yo creo que yo dije un par de mentiras. Ahí, ¿qué es eso tan santo y tan puro? Entonces, básicamente, básicamente, ¿de dónde nos trae Pablo? Nos trae a que, si no entiende usted la realidad del pecado, o de su pecado, o cree que no tiene, o no es importante, usted tiene problemas. Lo peor, si usted no ve que algo está mal, si usted no ve la realidad, si usted no ve el mal, o lo malo, o se le ocurre llamar a lo bueno o malo, usted no ha entendido. Si le da igual, no ha entendido. Y estoy diciendo no ha entendido para hacerlo suavecito, pero realmente lo que tengo que decir es, usted no es salvo. Porque una de las principales características de los hijos de Dios es reconocer el pecado en sus vidas. Es entender que lo que les interesa es agradar a Dios. Es entender que la vida de Dios es una vida santa, pero que la palabra santa significa no ser igual al resto. Y cuando nos hablan del pecado y nos dicen que nosotros somos pecadores, inmediatamente empezamos con las muletillas, usted también, lo cual es cierto. Cuando nos dicen que todos pecamos, decimos sí, igual que todos los seres humanos, y como que encontramos una forma de hacer las cosas, y nos escudamos en el hecho de que hay una generalidad. Pero realmente lo que Pablo está tratando de decir es que hay gente que procesa el pecado en su vida y hay gente que no. Y eso es lo que de alguna forma él está tratando de que no pase. 7-7, Romanos 7-7, y me voy exactamente a lo que nos toca hoy. Ahora bien, estoy sugiriendo que la ley de Dios es pecaminosa de ninguna manera. De hecho fue la ley que me mostró mi pecado. Ojo, y ojo el ejemplo. Yo nunca hubiera sabido que codiciar es malo si la ley no me dijera no codicies. ¿La ley es mala? No. No, lo que es malo es el pecado. Lo que es malo es no entender que hay cosas que nosotros somos, hacemos, decimos, y no hacemos que son pecados y que a Dios no le gustan. Recuerden lo que les he venido diciendo semanas atrás. Hay más gente en el infierno por lo que no hizo, por lo que no dijo. Hace 6 años murió Gato Félix. Nadie se acuerda de Gato Félix. Don Hugo se acuerda de Gato Félix y don... Era un bicho. Era un bicho, pero es que Gato Félix era un maleante, era un carterista y fue responsable, por ejemplo, de algunos asaltos así importantes, pero era un hombre con ciertas características. El día que murió Gato Félix, en Facebook, mucha gente lo puso. Ahí lo está, el diablo en el infierno. Y no se me olvida que yo leí con un pastor hace algunos años y me contó que él estuvo en un momento en que Gato Félix murió y él entregó su vida al Señor, no ese día, sino desde antes. Y él le dijo al pastor, amigo mío, le doy gracias a Dios porque yo tengo mucho de qué arrepentirme. Y si usted no tiene de qué arrepentirse, perdónenme. Si el Señor viniera hoy, usted se queda. Porque ese es el problema con lo que llaman hoy la iglesia, damas y caballeros, señoras y señores. El problema es que nosotros pensamos que somos gente buena. Y la ley no es mala, lo malo es el pecado. Si la ley, dice Pablo, si la ley no mostrara, si la ley no mostrara el pecado, vean por qué es tan importante la ley. Si no hubiese nada escrito, y Steven Roberts, pregúntenle a su abogado, ¿sabe qué me va a decir él? Si no hay ley que lo condene, ley que no se lo permita, no puede haber proceso. ¿Sí o no? No hay una ley que lo condene. Pero Dios no lo deja entrar al cielo. ¿Ustedes saben por qué? A ver, va de nuevo, va de nuevo. Va de nuevo. Dice la Biblia, vea, ahora bien, ¿acaso sugiero que la ley de Dios es pecaminosa? De ninguna manera. De hecho, fue la ley que me mostró mi pecado. Yo nunca hubiera sabido que codiciar es malo, si la ley dijera no codicies. Entonces, ¿es mala la ley? No, gracias a Dios la ley está, porque la ley me permite el proceso. Porque ante ustedes, yo no he hecho nada malo, pero cuando yo llegué delante de Dios, dice la palabra que la ley está basada en la realidad natural de lo que Dios ha escrito en el corazón de todos los hombres. Y que quien no tiene ley, es ley para sí mismo. Ups. Ups. Quiere decir que antes del Sinaí, aquí está el Sinaí, no matarás. Si alguien mató, ¿dónde está? Y no se arrepintió, ¿dónde está? En el infierno. Pero no había ley. Sí, no había forma de castigar la ley porque no había. Pero dice que la ley mostró el pecado. Ahora, Pablo no está hablando de eso, Pablo está diciendo que la ley me avispó de las cosas. Por eso es que le estoy mostrando, si la ley no mostrara, habría transgresión y condenación, pero no habría oportunidad. ¿Ven por qué es importante la ley? O sea, más fácil, ¿ven por qué es importante la palabra? Termina Pablo diciendo, ahora sí, ven el ejemplo que pone, ¿cuál es el ejemplo que pone? No codiciar. Sigue la explicación. Dice, pero el pecado usó ese mandamiento, oigan, pero el pecado usó ese mandamiento. Hermanos, quiero decirles algo. Esto es tan profundo, que los psicólogos no saben que esto está en la Biblia. Y aquí dice, antes de que cualquiera se le ocurriera cualquier cosa, ¿cuál es el proceso por el cual pasan las personas para hacerse daño y para hacer daño? Dice, pero el pecado usó ese mandamiento para despertar toda clase. Como nos va tan bien con el sonido. Pero el pecado usó ese mandamiento para despertar toda clase de deseos codiciosos dentro de mí. Entonces, noten que dice, si no existiera la ley, el pecado no tendría ese poder. Entonces, desear es malo, codiciar es malo. Es pecado, no está diciendo que sea malo, está diciendo que es pecado. Ahora, hay una gran diferencia entre una cosa y la otra. Porque yo uso para decirles que es malo para que ustedes se porten bien. Pero usted lo que no está entendiendo es que lo hace, lo hace, vea, vea, vea. Cuando Pablo dice el pecado, ¿se está refiriendo a quién? A mí, a lo que yo soy por dentro. Yo aprendí, yo aprendí. Mi papá siempre me dijo, no toque nada, nada, usted no toque nada, nunca, nunca devuelva todo lo que sea ajeno, nunca toque nada. Una vez me traje un desodorante del más por menos, no el de aquí, no existía. Y yo llegué y salí del más por menos y no se me olvida que era un Menem, un Speed Stick de Menem, en aquellos años. Y yo sudaba y yo sentía aquella cosa, ¿verdad? Y yo... Porque es que es el... Dicen los especialistas que se llama miedo consciente. Miedo consciente. Vea. Vea el ejemplo. Ponga atención. Si se legaliza la marihuana, ¿la gente deja de fumar marihuana? No. Baja el consumo, pero si se pierde el interés. Eso sí. Porque ya no es un tabú. Ya no es un tabú. Es que el pastor dijo que había que... Yo no estoy diciendo nada, yo no digo tonteras. Estoy explicando que legalizar la marihuana tiene dos efectos. En los lugares donde la marihuana se ha legalizado, bajó el consumo. No, se organizó, se reguló. Pero ya no anda nadie en la calle así como... Y entonces... Y claro, al bajar, al quitarle la ley que condena el consumo de marihuana, ¿adivinen qué? El preso se va al suelo. El ser humano es bien complicado, hermanos. El ser humano es bien complicado. No tardan en decirle no toque, toca. No vaya, va. Amanda, yo les conté, Amanda tenía cuatro años. Hicimos una pizza en la casa. Y entonces yo saqué la pizza, lo que hicimos fueron pizzas con medias tajadas de baguette. Y entonces las pusimos sobre unas bandejas cuadradas y ahí estaba la pizza en las tajadas de baguette y hay que esperar a que se enfriara. Y entonces en el baguette, imagínense, el pan de baguette es así de graso, el asunto se ve riquísimo, con la cebolla y con la salchicha y la cosa. Y entonces dice Amanda, ¿puedo tocar el molde? Mi amor, se va a quemar. Y yo no sé qué fue lo que hice yo, vivíamos en Guadalupe, di la vuelta, cuando la veo que está haciendo así, me dice mi amor, te vas a quemar la mano, no toques eso, te vas a quemar, está muy caliente. Al gato me dice, ¿ya vamos a comer? Me dice, no, yo quiero tocar el molde. Tóquelo. ¿Y ahí viene qué? Dice, que no. Porque esa es nuestra naturaleza, hacer todo lo contrario. Así somos todos, de una u otra manera. Miren, no hay versículo más controversial que el versículo que dice, esposas estén sujetas a su marido. No, y empiezan a volar, qué barbaridad, qué machismo, qué relajo. Eso es una forma mala de interpretación. Murió Timothy Keller. Les recomiendo, si en algún momento tienen la oportunidad de leer literatura cristiana buena, busquen material de Timothy Keller. Murió ayer. Y casualmente en el momento en que estaba falleciendo, cuando falleció a los minutos, en la oficina de él, yo estoy suscrito a una cosa de correo de él, me mandaron un correo diciendo, acaba de fallecer el hermano Timothy. Timothy Keller ha sido uno de los grandes, grandes, grandes defensores del trabajo de la mujer en la iglesia. Y lo han criticado al punto tal de que yo ya vi un comentario, vi un comentario que decía, seguramente se está quemando en el infierno porque él ponía a las mujeres a predicar. Entonces, para que usted me entienda el punto de cómo son las cosas. Técnicamente, técnicamente, pues, las personas se resisten, la gente se resiste. Cuando le dicen a uno, no haga, la gente trata de seguir haciendo las cosas. Entonces, note, mi segunda, si no existiera la ley, si se legaliza la marihuana, tal vez no baje el consumo, pero pierde el interés. Y ese es el morbo, hermanos, ese es el problema con lo que hay. A mí me hace mucha gracia porque a mí me llaman las esposas y me dicen, es que viera que cochino mi marido. Anoche lo encontré en el teléfono viendo unas viejas chingas, unas cochinadas. Digo, a la cuña, qué problema. Sí, yo le pregunté, ¿quién estaba haciendo? ¡El cristianito! Hermanos, el mismo morbo que se necesita para ver pornografía es el mismo morbo que se necesita para ver la casa de papel, películas de miedo, novelas, es el mismo. Lo mismo. ¿Qué está esperando uno en una novela? Que entonces llegó y la sirvienta le dijo al dueño de la casa, yo soy hija suya. ¿Qué? ¿En serio, sí? Yo soy la hija de... ¡No! Y entonces es la heredera de todo. ¿Por qué la heredera de todo? Son buenísimas, no voy a entender. ¿Y le mantienen a usted los ánimos así? Es lo mismo. Yo no estoy diciendo que... Yo le dije, vea señora, ¿usted ve novelas? Sí, sí veo novelas. ¿Usted ya vio Juego de Tronos? Si ustedes no saben qué es eso, Juego de Tronos es una cosa que ustedes no tienen que ver, yo les voy a explicar otro día qué es eso. ¿Usted vio Juego de Tronos? No, yo no le dije eso. Yo le dije, vea señora, es un problema. Hable con él, póngase de acuerdo con él, porque esto hay que... y hay que ver qué se hace. Bueno, exactamente, esa es el morbo de las cosas, el morbo, la forma en que el pensamiento... por eso es que es tan... por eso es que es tan complicada y tan peligrosa la religión. Porque la religión, externamente, quiere que ustedes me vean a mí santo, puro y bueno. Y eso no es cierto. Eso no es cierto. Verso 9 Hubo un tiempo en que viví sin entender la ley. Hubo un tiempo en que viví sin entender la ley. Y aquí viene la clase, aquí viene la lección, aquí viene lo importante que hay que entender. Claro, por supuesto, es que Dios es extremadamente inteligente y sabio. Más al yo decir que Dios es inteligente, estoy diciendo una aberración. ¿Por qué? Él es la inteligencia. Dios no es súper inteligente, Él es la inteligencia. Dice, hubo un tiempo en que viví sin entender la ley. Noten, sin entender la ley. El mandamiento de no codiciar el poder del pecado, cobró vida. Y claro, vean, Pablo, no solamente nos está diciendo que cuando él vio que la ley decía que codiciar es pecado, él se dio cuenta de quién era él, de cómo él actuaba. Esto que le estoy mostrando, póngame atención porque le voy a decir una cosa pesadita. ¿Recuerdan que Pablo dice que él tenía un aguijón en la carne? Y que el aguijón en la carne, entonces los teólogos dicen que es que él era ciego, que él no veía bien. Hubo un teólogo que decía que es que él tenía cierta preferencia por los chiquillos. Aquí, él está reconociendo que es con lo cual él estaba luchando. Y hubo un tiempo en que viví sin entender la ley. Sin embargo, cuando aprendí, por ejemplo, el mandamiento de no codiciar, el poder del pecado cobró vida. O sea, ¿qué está diciendo Pablo? Que él estaba luchando con la codicia. Ahora, la codicia, damas y caballeros, la codicia es complicadísima. Y yo morí. Y sigue diciendo. Entonces me di cuenta de que los mandatos de la ley, que supuestamente traían vida, trajeron en cambio muerte espiritual. Viene. Para empezar, Pablo está ubicándonos en un tiempo. Y yo necesito que usted entienda que Pablo empieza diciendo que nos ubica en un tiempo para decirnos que hay algo que aprender. Hay algo que aprender de nosotros y de eso. Es más, ¿cuánto nos dura la codicia? ¿Cuánto nos dura el hecho de creer que no somos codiciosos o no darnos cuenta de que lo somos? Mucho de lo que hacemos lo hacemos por codicia. Y no solamente estamos hablando de dinero o sexo. Estamos hablando de que muchas cosas es un problema. La persona codiciosa es una persona envidiosa. Y el problema con el envidioso es que el envidioso no es que quiere tener... El envidioso no es que quiere tener lo que el otro tiene. El envidioso no quiere que usted tenga lo que usted tiene. Pero lo más grave de la codicia no es el tema material o el tema del dinero, que es codicia. Y que muchos de los pensamientos y las cosas que tenemos las hacemos por codicia. Lo más complicado es la adicción a la codicia. Y todo es adicción. Todo. El uso de drogas, la televisión, el uso del teléfono, es adicción, es codicia. Ahora, yo no estoy hablando de plata, pero algunos estamos ceñidos en que el asunto económico es A, es B o es C. Por eso puse. ¿Seremos conscientes de eso? ¿En qué tiempo nos daremos cuenta de estas cosas? Vean. Noten que él empieza diciendo en ese texto que hay algo que entender y algo que aprender. Noten, hermanos, que lo que Pablo está diciendo, lo que Dios me está mostrando que es pecado, que es la codicia, en vez de traer mi vida a mí, lo que me trae es muerte. ¿Por qué? Porque me doy cuenta de cómo yo soy y me conozco. Yo toda la vida he sido de pelito, ralito. Yo no tengo mucho pelo. A mí se me ven las ideas aquí. A mí se me ha hecho un toque, ¿verdad? Se me ven un toque las ideas aquí. Nunca se me olvida que yo me cortaba el pelo en un lugar en San José y pagaba 3000 colones en aquellos años. Estamos hablando de los años 88. Imagínense, 3000 pesos. Eso es plata hoy. Aquí hay un lugar en San Ramón que vale 1500 pesos y la corte de pelo todavía. Yo pagaba 3000 pesos para cortarme el pelo. Nunca se me olvida que había una foto en la pared de un muchacho con el pelo y yo siempre le decía al que me cortaba el pelo que me lo cortara así. Él me agarraba, me sentaba y me hacía como que me hacía y me sacaba y yo decía qué raro, no me muevas. Yo lo veía y yo decía y yo venía ahí. Un día llegué y le dije yo quiero pero que me quede igual y me decía papá, me debes decir una cosa. Él tiene pelo, usted tiene hebras. No espere que con esas hebras le voy a hacer eso. Así es que le voy a hacer ahí un recortado. No me olvido de ese viejo. No espere que con esas hebras le voy a hacer ese corte. Usted no tiene pelo. Pero me abrió los ojos gente. Me los abrió. Yo no puedo parecerme a él. Y adivinen qué es esto. Dice no puedo usar todos los ejemplos que pueden existir de codicia. ¿Por qué? Porque yo estoy seguro que yo le enseño a Cabetto un mule de raquete ping pong que vale 75 dólares y Cabetto va a dejar que lo peguen una cosa ahí para que para que le parte y él ni sabe qué es. Digo, Cabetto es un mule de raquete ping pong vale 75 dólares. Le voy a decir sacó el chinado para que la compró. Él está botando la plata. Porque la codicia de cada uno de nosotros es diferente. Algunos codiciamos que nuestros hijos sean yo vi un caso de una mamá que quería que su hija fuera reina de belleza y en cuanto concurso había adivinen qué y no, la abuela ya no era señora pero era una necesidad de la mamá de querer ver a la abuela modelando y siendo bella. Esa es la mamá. Es codicia. Ahora sepan que lo que Pablo está diciendo aquí lo dejamos, ya termino aquí lo dejamos no voy a seguir porque seguiré toda la noche más yo. Lo que Pablo está diciendo es que la palabra de Dios no solo despierta en nosotros que nos demos cuenta qué es lo que Dios quiere que aprendamos de Él sino que también la palabra de Dios nos enseña a conocernos y darnos cuenta de lo peligrosos que podemos ser y qué es y por qué estamos por qué estamos actuando y cómo actuamos de las cosas. No estoy hablando de sexo no estoy hablando de plata pero son los dos importantes elementos algunos de nosotros por plata hacemos lo que sea y por sexo ni que se diga entonces noten que en este versículo él lo dice él termina el pecado claro lo está diciendo de una manera para que nosotros entendamos lo que explica en el 8 y en el 9 que hay una ley en mi cuerpo que me hace a mí ser así dice el pecado se aprovechó de sus mandatos y me engañó usó los mandatos para matarme claro donde dice me engañó definitivamente cuando usted oye un pastor que le está diciendo a la gente que Dios te quiere hacer millonario y que Dios te quiere hacer un hijo del rey y que Dios te va a llevar a Rusia y a China y a las naciones y que Dios te quiere ver hay más de una ovejita angurrienta y la verdad hermanos es que dice aquí que nos van a engañar y eso nos engaña y nos engañamos a nosotros mismos ¿cómo Dios nos va a querer que estemos bien? cuando yo llegué a San Ramón yo no sé quien me encontré en una americana y me dice pastor pastor ¿qué está haciendo aquí? ¿por qué? y me dice es que los pastores de San Ramón no van a las americanas y yo digo ¿y por qué? y dice ¿por qué no? ¿por qué? ¿porque los qué guaras de gente? si el 60% del guardarropa que tenemos es de América enchuica ¿qué le pasa? hermanos la codicia de la que Pablo está hablando aquí es por encimita lo que él está reconociendo de él pero el tema de la codicia en cada uno de nosotros va desde las cosas que usted no se puede imaginar ¿cómo es posible que una mujer se haga 18 operaciones? ya no tiene donde ponerse más manteca si me voy a entender ¿cómo es posible que la gente ya no le quepa un hueco más ¿por qué? pero ven que fácil es hablar de los tatuajes y de la gente ¿y esta panza? codicia ¿si me voy a entender? pero esto es Pablo hermanos este es Romano abriéndole la gente los ojos diciendo pero no, no, sabe todo que usted usted piensa que usted es una persona que todo el mundo tiene que volverla a ver y verla a usted y usted es una que es muy buena que es muy profesional que es codiciado eso es Romano señor todo y gracias en esta noche

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