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The speaker discusses Psalm 49, which addresses the folly of trusting in material wealth. They question whether it is a sin to be rich and whether the rich can enter the kingdom of heaven. The psalm emphasizes that wealth cannot redeem one's soul and that even the wise and wealthy will die. The speaker highlights the story of the rich man and Lazarus to illustrate the dangers of placing trust in worldly possessions. They emphasize that salvation comes through accepting Jesus as Lord and Savior, not through wealth. The psalm encourages not to fear adversity and to trust in God instead. The speaker concludes by saying that the wise and the wealthy also die, so there is no need to worry. Hoy estamos ahí en el Salmo 49, buenísimo Salmo, siempre la Palabra de Dios es buena y nos llena de sabiduría, la Palabra de Dios es un manantial de vida y sabemos que su mensaje central es la redención del hombre a través de Cristo, aleluya, gloria al Señor, pero la Palabra de Dios nos bendice en todas las áreas de la vida, así es, abra su Biblia conmigo Salmo 49, es un Salmo que contiene 20 versos y los 20 pues traen mucha sabiduría a nuestras vidas, sí Señor, vamos a estar aquí pues analizando su tema general, los malos, sus riquezas y su fin, claro que sí, con esta porción bíblica nosotros podríamos identificar la insensatez de confiar en las riquezas y hago una pregunta, ¿es pecado ser rico? ¿Es pecado vivir en opulencia? ¿Usted qué dice? ¿Cierto que los ricos no pueden entrar al reino de los cielos? ¿Usted qué cree? Bueno, ya al final estaremos trayendo la respuesta a esas preguntas, Salmo 49 dice así, aleluya, y leo en el nombre de Jesús para bendición de mi vida y para bendición de tu vida, así que estás muy atento, dice oíte esto pueblos todos, me gusta este llamado porque no hace un llamado solo a la iglesia, sino que hace un llamado al pueblo, oíte esto pueblos todos, escucha habitantes, todos del mundo, ciudadanos del mundo, Dios le hace un llamado hoy, aleluya, Dios es bueno, así los plebellos como los nobles, el rico y el pobre juntamente, mi boca hablará sabiduría y el pensamiento de mi corazón hablará inteligencia, inclinaré al proverbio mi oído y declararé con el arpa mi enigma, ¿por qué he de temer en los días de adversidad? ¿por qué he de tener miedo en los días de adversidad? Cuando la iniquidad de mis opresores me rodeare, los que confían en sus bienes y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan, ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir a su hermano, ni dar a Dios su rescate, porque la redención de su vida es de gran precio, para que viva en adelante para siempre y nunca vea corrupción, pues verá que aún los sabios mueren, que perecen del mismo modo, que el insensato y el necio dejan a otros sus riquezas, que su íntimo pensamiento es que sus casas y que sus cosas serán eternas, que sus habitaciones serán para generación y generación, y dan sus nombres a sus tierras, mas el hombre no permanecerá en honra, es semejante a las bestias que perece. Este es su camino, su camino es locura, con todos sus descendientes se complacen en el dicho de ellos, como rebaños que son conducidos al seol, recuerde que cuando en los salmos encontramos el vocablo seol se refiere lo mismo que al infierno, y la muerte los pastoreará, y los rectos se enseñorean de ellos por la mañana, y se consumirá su buen parecer, y el seol será su morada, pero Dios redimirá mi vida del poder del seol, porque el me tomará consigo, y dice el 16, no temas cuando enriquece alguno, no temas cuando aumenta la gloria de su casa, porque cuando muera no llevará nada, ni descenderá tras él su gloria, aunque mientras viva llame dichosa a su alma, y sea aloado cuando prospere, entrará en la generación de sus padres, y nunca más verá la luz, el hombre que está en honra y no entiende, es semejante a las bestias que perecen. ¡Wow! ¡Dios mío! ¡Qué salmo tan poderoso! ¡Cuántas verdades hermanos y amigos encontramos aquí! ¡Oh gloria al nombre del Señor! ¡Aleluya! No queremos decir en esta hora que no hay oportunidad de salvación para aquellos que tienen, que poseen grandes teneres en la vida, grandes posesiones en la sociedad, no es eso lo que la palabra está declarando, no obstante hay un gran peligro en depositar nuestra confianza y nuestra fe sólo en las riquezas. ¡Aleluya! ¡Gloria a Dios! ¡Alabado sea el nombre de Jesús! Y me gusta la introducción que hace el salmista, y este llamado no lo hace el salmista, lo hace el Dios Todopoderoso a través de los sabios del salmista. ¡Oh gloria a Dios! ¡Oí todos! ¡Aleluya! ¡Escuchad habitantes del mundo! Porque cuánta gente hermanos y amigos en ignorancia, cuánta gente que cree que lo que vale en la tierra, lo que vale en la sociedad es poseer grandes riquezas y se olvidan de su riqueza espiritual, se olvidan de invocar el nombre de Jesús porque al tener todas sus necesidades suplidas, pues creen que no necesitan un Salvador, y ahí está el peligro de las riquezas. Como dijera un gran escritor, ¡Aleluya! y como lo ha escrito, uno de los grandes misterios de la vida, es como los malos, es como mucha gente mala a menudo, mucha gente injusta, mucha gente que aún no tiene misericordia de nadie, mucha gente que aún no piensa en Dios, como a menudo mucha gente de esa vive en opulencia y en prosperidad material. Uno de los grandes misterios de la vida. Mientras que hay gente a veces buena, justa, compasiva, misericordiosa, aún creyentes en el Dios Todopoderoso, aún practicando la fe, con frecuencia afrontan necesidades en la vida, son materialmente pobres y a veces hasta desheredados. No obstante, hermanos y amigos, lo verdaderamente cierto es que las riquezas en las que muchos confían con toda devoción, mientras hay vida en su ser, en el día del apuro, esas riquezas no sirven para nada. ¡Oh cuánto hubiese dado ese reconocido que era llamado el rey del pop, cuánto hubiese dado por escapar de la muerte! ¡Oh, nos libran las buenas posesiones financieras, nos libran de las enfermedades, nos libran de la muerte, nos evitan caer en el lugar de tormento preparado para el maligno y sus demonios! ¡No, en ninguna manera! Alabado sea el nombre del Señor. Y nosotros encontramos en el libro de Lucas, ¡aleluya!, esta enseñanza que trajo Jesús del rico y del pobre, del rico y de Lázaro. Lázaro era un mendigo maloliento, arrastrado por el suelo, hambriento, con toda su piel enferma. Alabado sea el nombre de Jesús, pero tenía una gran riqueza y era que había entregado su corazón al Señor, había recibido a Jesús como Señor y Salvador de su vida. Y dice la palabra en el Evangelio de Lucas capítulo 16, que había un rico donde Lázaro con frecuencia pedía de las migajas que caían de la mesa, y aquel rico no quería ni siquiera que Lázaro se acercara a su vivienda, pero un día, ¿qué pasó? Ambos tuvieron que enfrentar la muerte. Alabado sea el Señor. Y dice Jesús en su santa y bendita palabra, que Lázaro murió y fue a descansar al seno de Abraham, fue a descansar al lugar de paz, aleluya, a un lugar confortable en presencia de Dios. Pero aquel rico fue a un lugar de tormento, donde era día y noche atormentado, el infierno, la Biblia lo declara como un lugar de tormento, donde el fuego no se apaga y el gusano no muere, y donde irán a ser todos aquellos que han puesto su confianza en otra cosa que no sea Dios. Tal vez tú no hayas puesto tu confianza en tus riquezas, pero tal vez has puesto tu confianza en otra cosa que no es Jesucristo, en otro ser, en otras pertenencias, aleluya. Bendito sea el nombre del Señor. Y dice la palabra que el rico despertó en aquel lugar de tormento y lloraba y gemía y pedía, Padre Abraham envía a Lázaro que moje la punta de sus dedos para que toque mis labios. Y tristemente le fue negada aquella petición. Bendito sea el nombre del Señor. Mis amigos y mis hermanos, es estupidez confiar en las riquezas en asuntos de salvación. Es ignorancia confiar en las riquezas en asunto de salvación. Tú podrías dar todos los toros del potrero, aleluya. Tú podrías traer todas las ofrendas a los dioses paganos. Tú podrías traer tu ganado completo, pero eso no te asegura salvación. Oh, bendito sea el nombre del Señor. La salvación es un regalo que Dios ha provisto a través de Cristo en la cruz del Calvario. Pero es necesario aceptar ese regalo. Es necesario recibir ese regalo en el corazón. Es necesario darle oportunidad a Dios para que Él gobierne nuestras vidas. Y de la única forma que Dios puede gobernar nuestras vidas es cuando invitamos a Jesús a ser el Señor en el corazón. Oh, bendito sea el nombre del Señor. Aleluya. En el verso 5 dice, ¿Por qué de temer en los días de adversidad? Tú que estás pasando por situaciones difíciles, por tiempos de crisis. Hay diferentes tipos de crisis. Hay crisis financiera, pero hay crisis de salud. Se nos va la salud. Hay enfermedades que son terribles. Hay problemas familiares que son crisis. Hay problemas a veces en los trabajos, en las empresas. Bendito sea el nombre del Señor. Pero el salmista dice, ¿Por qué de temer? ¿Por qué de tener miedo en los días de mi adversidad? ¿Por qué de tener miedo cuando la iniquidad de mis opresores me rodeare? ¿Por qué de tener miedo? ¿Por qué he de deprimirme? ¿Por qué he de desesperarme? Oh, bendito sea el nombre del Señor. Y el 6 dice, los que confían en sus bienes y de la mochedumbre de sus riquezas se jactan. Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano. Solo Cristo puede redimirnos. Solo Cristo puede pagar por nuestros pecados en la cruz del Calvario. Solo Él pagó por nosotros. Pero es necesario recibirle como Señor y Salvador de nuestras vidas. Alabado sea el nombre del Señor. Ninguna de esas riquezas pueden redimir al hombre de sus pecados. Tú puedes traer todos tus teneres al altar. Puedes traer todos tus toros, tus vacas. Puedes traer todos tus presentes. Alabado sea el nombre del Señor. Pero la salvación no se vende. Es un regalo que lo recibimos a través de Cristo. Bendito sea el nombre del Señor. El verso 10 dice, pues verá que aún los sabios mueren. Alabado sea el nombre del Señor. El pueblo de Dios no tiene por qué preocuparse. No tiene por qué tener miedo. Nuestra salvación está asegurada en Cristo. Hay gente que cuando se habla de un sismo, tiemblan. Hay gente que cuando se habla de un tsunami, tiemblan. Gente que cuando se habla de una inundación están preocupados. Se terminará el arroz. Se terminarán los ganados, los plátanos. Oh, bendito sea el Señor. Pero el que confía en Dios no tiene por qué tener temor. No tiene por qué desesperarse. Alabado sea el nombre del Señor. Ahora los sabios, los tutumpotes, como decía el profesor Juan Bos, alabado sea el nombre del Señor, ellos también mueren. Los que tienen grandes posesiones en la tierra dice, pues verá que aún los sabios mueren. Que perecen del mismo modo. Que verá que dejan sus riquezas a otros. Y hoy en día no tienen tiempo para Dios por el empeño de acumular riquezas y de tomar posesiones. Y a veces son gente muy sabia y muy inteligente pero no aportan sus estrategias para el bien de los demás. ¿Qué podríamos decir en este pleno siglo XX, XXI, cuando todavía en nuestras calles podemos ver basureros, la gente viviendo entre la basura? ¿Y cuántos que han tomado, bendito sea el nombre del Señor, la indigencia de la gente como pódium para llegar a grandes posiciones, para adquirir buenas pertenencias económicas y toman, toman la indigencia de la gente como pódium, aprovechan la necesidad de la gente como pódium y después ni siquiera sus buenas ideas pueden aportar? ¿Será cierto que entre tantas juntas de vecinos que hay en nuestra provincia, que entre tantas autoridades mediatas e inmediatas que hay en nuestra provincia, alrededor de las juntas de vecinos, dentro de las juntas de vecinos, será cierto que no es posible ideas, estrategias benéficas para poder cancelar los basureros del centro de la ciudad? ¿Será cierto que no hay capacidad? ¿Será cierto que todos son ineptos? ¿Son ineptos todos los regidores? ¿Es inepta nuestra alcaldesa? ¿Será cierto? Gente que cuando no han podido tal vez alcanzar conocimiento acerca de grandes estudios, tal vez por la experiencia podrían tenerlos? ¿Será cierto que no hay estrategias para cancelar los basureros de los medios de la ciudad? ¿Será cierto que las autoridades, incumbente, las autoridades de las juntas de vecinos, inmediatas, inmediatas, ¿será cierto que no hay estrategias para cancelar los basureros de en medio de las calles de nuestra ciudad? ¿O no está la buena voluntad de aportar esas estrategias, esas ideas para que sean cancelados esos basureros y que la gente no tenga que vivir entre la basura? ¿Usted se imagina lo que es una gente con un basurero frente a su casa, servir un plato para almorzar y que sea lleno de moscas que vienen de un basurero? ¿No hay estrategias? ¿No hay facilidad? ¿Para qué están esas autoridades? ¿Para conseguir un puesto? ¿Para ser reconocidos y luego contar con el apoyo de la gente y ocupar altas posiciones en la sociedad? ¡Oh bendito sea el nombre poderoso de Jesús! Pleno siglo XX, XXI, en medio de las calles de nuestra ciudad, un basurero donde la gente viene, a veces usted ve gente profesionales y traen su basura y la colocan ahí para que le moleste a toda esa comunidad y ellos viven en otra comodidad, pero traen su basura y la colocan al frente de otra casa, de un colegio, de una escuela. ¿Hoy dónde está la solidaridad? ¿A dónde se nos han ido los estudios? Es vergonzoso lo que pasa en nuestra provincia. ¿Y cuántos se han alcanzado puestos altos utilizando a la gente como pódium, como gerentes de juntas de vecino, con voz cantante? Mientras la gente come entre la basura, mientras la gente cocina entre la basura y no hay estrategias, no hay medios. ¿Será cierto que todos son ineptos? ¿Son ineptas las autoridades de las juntas de vecino? ¿Las autoridades inmediatas inmediatas son ineptos los regidores? ¿Son ineptos los que están en los altos puestos? ¿Es cierto que no hay capacidad, que no hay estrategia? Sí, hay capacidad, hay estrategias, hay medios, hay modos para hacer las cosas, pero generalmente la gente busca su bienestar personal. Y qué triste que mientras buscamos nuestro bienestar personal, es ignorancia no pensar que el daño nos va a afectar a todos. Hoy en día usted llega a los hospitales y están llenos de gente enferma. Contaminaciones en la piel, el virus gripal. Usted va a un hospital un lunes o un martes y está repleto, pero usted va a una clínica donde visita la gente que tiene cierta asorbencia y usted cree que ellos están liberados. No, ellos están ahí también. Problemas en los bronquios, problemas en los pulmones, problemas en la piel. Y no es la contaminación del ambiente, todos esos basureros en plena calle. No hay una manera de preparar a la gente, no hay una manera de concienciar a la gente casa por casa, no hay una manera de propiciarle a la gente bolsas para echar sus basuras, pasar por las calles dos veces a la semana o tres veces a la semana las que sean necesarias y de esta manera palear los tantos microorganismos patógenos que se distribuyen y se diseminan por todo lugar, por el ambiente, el aire que respiramos contaminado. Las entradas de la ciudad, en estos días veníamos por la entrada del Seibo y digo, pero oye, esto es insólito, toda la basura que hay acumulada en estos alrededores y no produce nuestra ciudad los equipos necesarios para poder recoger esta basura y ser libre de tanta inmundicia. ¿Usted cree que no produce nuestra ciudad para eso? ¿Usted cree que no hay finanzas para eso? No. Bendito sea el nombre del Señor. La gente está pensando en su bien particular, en una buena posición, en ahorrar para el futuro, para cuando me quite, para cuando me vaya. Oh, bendito sea Dios. No habrá una forma de concienciar a la gente, de hacerle saber a la gente que es peligroso vivir entre la basura. No se puede hacer una campaña de concienciación casa por casa. No se puede proveer a la gente de suficientes envases para tener la basura. Creo que sí, hay capacidad para hacerlo. Lo que no hay muchas veces es la buena voluntad. ¿Dónde están los representantes de las juntas de vecinos? ¿Dónde están las autoridades mediatas? ¿Dónde están las autoridades inmediatas? ¿Dónde están los servidores atesorando para su futuro? ¿Usted sabe lo triste que es un basurero en la puerta de una escuela? ¿Usted sabe lo triste que es un basurero en la puerta de un centro infantil? ¿Por qué no se resuelve? ¿Por qué no se puede? ¿Por qué no hay capacidad? ¿Por qué no hay el F? No, porque cada uno está ahorrando para su futuro. Bendito sea el nombre del Señor. Sin embargo, esa ignorancia, esa estupidez, confiar en las riquezas para la salvación. Bendito sea el nombre de Jesús. Y toda la magnificencia, toda la hermosura del rico se pudrirá. Todo se pudrirá. Fíjese cómo dice. Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas y sus habitaciones serán de generación en generación. O sea, hay que ahorrar para las generaciones venideras de esos incumbentes. Dan sus nombres a sus tierras, mas el hombre no permanecerá en honra. Y es semejante a la bestia que perece. ¿Y a dónde irá su alma? Cuando muchos chiquitines son infectados por virus, por bacterias, por la contaminación del ambiente, ¿a quién se le atribuye? ¿Quiénes son los responsables? Por eso el salmista dice en el verso 13, este es camino de locura. Y con todo su descendiente se complacen en el dicho de ellos. Y no solo sus descendientes, aun los ignorantes que le siguen, aun los ignorantes que le aplauden, se complacen en sus locuras. Pero son rebaños, dice la palabra, que son conducidos al infierno. La muerte los pastoreará. ¿Y qué le vamos a decir al Señor el día del juicio? Hay gente que no puede ir a los juicios que se hacen sobre la tierra. Usted nunca lo verá detrás del banquillo de los acusados. Pero hay un banquillo de acusados que nadie podrá evitarlo. La palabra de Dios dice, está establecido que el hombre, que la mujer muera una vez y después de todo eso, el juicio. Dice, la muerte los pastoreará. Y los erectos se enseñorearán. Y se consumirá el buen parecer de ellos. No será su morada. Pero Dios redimirá la vida de los que le temen y de los que hacen su voluntad. Oh, que el Dios Todopoderoso traiga conciencia a nuestras autoridades y a nuestra gente, a toda esa gente que hace pódium de la indigencia de la gente. Que logran puestos y posiciones basado en la ignorancia de la gente. Que logran los aplausos basado en la ignorancia de la gente. Hay un Dios que no es ignorante y que un día nos juzgará. Oh, que el Dios Todopoderoso nos ayude y nos libere. La Biblia no condena al rico por su riqueza en ninguna manera. Ahora la Biblia condena el duro proceder del rico que nunca se sacia y ni siquiera sus ideas expone a favor del indigente. Se beneficia del indigente, pesca en mal revuelto, usa la ignorancia de la gente como pedestal para subir y luego ni siquiera sus ideas las da en beneficio de los que sufren. Dios condena la indiferencia del rico acerca de los que están en miseria y en necesidad. Sí que condena que mucha gente use la debilidad, la pobreza y la ignorancia de otros como pedestal para alcanzar altos puestos y que luego se olvide de sacarlo de la podredumbre, de la mugre, de la basura y de la indigencia. Que el Dios Todopoderoso establezca en posiciones de servicio gente dispuesta a sacar a la gente de la mugre, de la pobreza, de la basura, de la indigencia.