black friday sale

Big christmas sale

Premium Access 35% OFF

Home Page
cover of 1. Cut-Konpa
1. Cut-Konpa

1. Cut-Konpa

Txik-TxakTxik-Txak

0 followers

00:00-53:11

Nothing to say, yet

Podcastspeechspeech synthesizernarrationmonologuemale speech

Audio hosting, extended storage and much more

AI Mastering

Transcription

Juanan is a busy individual who is constantly seeking knowledge and personal growth. He left a professional contract in Dania to return to Euskadi and pursue a degree in Physical Education. He also hosts a podcast called Descifrando el Deporte, where he discusses various aspects of sports and physical activity. Juanan comes from a family with a background in sports, with his father being a pelotari. He himself had a promising career in handball but switched to pelota at a young age. He was fortunate enough to participate in the Olympics and World Championships, which he describes as a normal experience at the time but now recognizes as a remarkable opportunity. He recalls fond memories of the Olympic Village and the chance to interact with athletes from different sports. Overall, Juanan's passion for sports and continuous learning shines through in his various endeavors. Compa, ¿cómo estás? Pues muy bien, aquí estamos, con ganas de compartir un ratito contigo. Es una gozada charlar contigo, Juanan, bienvenido a ChickChack. Pues muchas gracias por la invitación y por darme este ratito para hablar de lo que nos gusta, tanto así como a mí creo yo. Efectivamente, la verdad es que estaba haciendo un pequeño research sobre Juanan, compañón, y veo que eres un culo inquieto, la verdad es que no paras, estás en continua formación, ¿es así? Pues sí, la verdad es que es algo que me ha gustado siempre, de hecho algunas veces ya lo he contado, cuando yo fui a Dania a jugar los seis primeros meses, me ofrecieron un contrato para cinco años más, allí con Ataen y con Celaya y tal, y lo dejé aquello por volver a Euskadi, también tenía la suerte de poder jugar aquí en Euskadi, pero sobre todo volví para hacer la licenciatura en Educación Física, porque sentía que algo dentro de mí necesitaba el hecho de formarme, y lo cierto es que no he parado en todos estos años, en todos los años siempre tengo una parte de mi tiempo reservada para seguir formándome. Tienes además un podcast, descifrando el deporte, cuéntanos algo sobre eso, compa. Pues sí, pues nada, pues como bien dices, al final de hace un tiempo esta parte, desde enero del año 2024, bueno, yo he estado trabajando durante los últimos 15 años en la Administración Pública, tanto en la Diputación Foral de Álava, llevando todo el Deporte Escolar, Deporte Federado, luego en la Universidad del País Vasco, año y medio, y llevo los últimos cinco años y medio en el Ayuntamiento de Vitoria como técnico de deportes, y siempre tenía esa espinita ahí de querer hacer por mi cuenta, o sea, no por mi cuenta, al volver a retomar, pues el ponerme por mi cuenta una especie de freelance de la gestión deportiva, y siempre tenía esa cosita del podcast. No soy un consumidor bestial de podcast, he aprendido muchísimo en esa zona de aprender y tal, los podcast son una fuente inagotable de aprendizajes, y decía, pues a mí ya me apetecería tener algo de esto. Entonces, pues bueno, hace 13 semanas, lo calculo por el número de capítulos que tengo en el podcast, pues decidí echarme al monte en ese sentido y empezar a crear un podcast. Empecé llamándole, llamándolo en busca de la calma perdida, porque quería darle un poco esa parte de coaching, productividad, pero al final, paralelamente, he estado formándome también en cómo hacer un podcast y tal, y un poco viendo ese tema, al final, pues compa, es deporte. Entonces, en el capítulo 6, si no recuerdo mal, le di el giro y empezó a llamarse Descifrando el Deporte, y el objetivo es ese, el contar a las personas qué es el deporte en sí, no solamente lo que vemos por la tele, el partido del domingo, el partido del sábado, sino lo que hay detrás de eso, para que tú veas ese partido del domingo, o para que los niños y niñas tengan la piscina a una temperatura determinada, o para que puedan ir a nadar, o aprendan a nadar, o una persona vaya a hacer una clase aeróbica, y por detrás de todo eso, ¿no? Entonces, pues hablo de deporte escolar, deporte federado, gestión deportiva, y todo, pues bueno, poco a poco, uniéndolo con temas de productividad, hábitos, pues bueno, un poquito eso, pero teniendo como eje central el mundo del deporte y la actividad. Copa, de casta le viene algo, tu padre era pelotario y manista, ¿no es así? Así es, mi padre era chiquito de Bernedo, pelotario y de mano durante un montón de años, debutó con 17 añitos, después de disputar el Campeonato del Mundo en Francia, y sí, sí, fue pelotario y de mano, llegó a jugar una final de segunda, y bueno, y luego pues toda la parte de empresas, monopolios, no monopolios, pues también le vino un poco por el medio, y sí, la verdad es que tanto mi hermano pequeño José María como yo, pues bueno, hemos salido pelotaris, en este caso de cesta, no de mano. Sí, pero tú ibas para futbolista. Sí, sí, sí, también, también, tanto, pues al final, pues no es como la fuerza que tienen ahora los niños y las niñas con el mundo del fútbol, que lo compaginan con otros deportes y puede ser, en mi caso con 14 años, yo jugaba en el Aurrera de Vitoria, en el colegio Unamuno, que tenía un equipo del Aurrera, y nos seleccionaron a tres para ir al EZAMA, para hacer una prueba de lécteos, lo que pasa es que en aquel momento empezó un dolor de rodillas bestia, que eran crecederas, simplemente, y un médico me dijo que tenía que dejar el fútbol, y ya en aquellos momentos, ya con 14 años, yo en la cesta ya empezaba a hacerme notar algo, entonces pues bueno, decidí completamente dejar el fútbol y meterme de lleno con la cesta. Y luego ya a partir de ahí, una carrera meteórica, porque ya con 16 años estás jugando el Sub-22 en Villarriz, el Campeonato del Mundo, luego en La Habana. Eso es, ahí empieza un poquito el tema, ya con 14 años empezamos a jugar lo que es el Basque, el ground, empezaron a hacer ya alguna chapela que otra, y ya con 16 años sí, pues entro, nos seleccionan tanto a Sier y a mí, como a Taini y Garro, para la selección Sub-22 en Villarriz, jugamos el Campeonato del Mundo, todavía yo con 16 añitos, pues todavía estaba ahí un poco en la recámara, y sí, a partir de ahí ya nos dan la oportunidad de entrar en planado para la preparación de las Olimpiadas de Barcelona 92, y desde luego pues fueron cuatro años súper chulos, sobre todo a nivel de equipo, porque estar dentro de la selección, pues con manistas, palistas, y luego el hecho de vivir unas Olimpiadas para mí, aquello me marcó. ¿Quién fue el que os fichó José María Vila-Pérez? ¿Quién era el seleccionador entonces? Sí, en aquellos momentos era Chicha Mirapéis, sí, era el que estaba allí de seleccionador, lo que pasa es que el seleccionador oficial en el Campeonato del Mundo Sub-22 fue Manolo Ballet. ¿El famoso Ballet? Sí, el famoso Ballet, sí, pero Mirapéis ya estaba ahí, luego de hecho él entra como seleccionador de Enado para las selecciones hasta Barcelona. ¿Qué sentiste cuando Chicha José María Mirapéis te dice, oye Juana, que te incluyo en el equipo, sería un puntazo, no? Sí, pero mira, te quiero decir, no sé si era porque nosotros, claro, tú date cuenta que estamos hablando del año 88. En el año 88, nosotros, tanto nosotros aquí en Gasteiz, como todas las escuelas de cesta que había por ahí, nuestro sueño era ir a América, entonces el hecho de una Olimpiada Campeonato del Mundo era como, no sé, podría que te dicen que estás ahí, pues voy, ¿no? Fue aquella sensación, luego con los años y con perspectiva, luego ya cuando viví la Olimpiada, dije, joder, la suerte que hemos tenido de poder vivir esto, pero fue como una cosa muy muy normal, no es que te gastaría botes, sino simplemente como estabas ahí en toda la pomada, que éramos los que éramos, pues Atain, en aquel momento también Recalde, Zelaya, Garro, Asier, Alberto, pues bueno, Erquiaga en su momento también, o sea, estábamos ahí unos cuantos que íbamos también, que nos encontrábamos en todos los campeonatos, porque también lo jugábamos en Francia, Ligas Vascas, es decir, estábamos todos los mismos, toda la cuadrilla, hasta esa generación que salimos, pues la verdad es que como una normalidad bestial, pero ahora que loco, ahora viéndolo 32 años después o 34 años después, dice, joder, la suerte que tuve de poder vivir unos Juegos Olímpicos. ¿Cuántos eras los elegidos? ¿Cuatro para el Mundial y para la Olimpiada? Sí, cuatro, cuatro, éramos cuatro, siempre éramos cuatro, entonces ahí hubo cambios, durante esos cuatro años pues Atain pasa de ser Zaguero, perdón, Zag pasa de ser delantero, pasa a ser Zaguero, empezamos a formar pareja, hay cambios en Zaguero, bueno, ahí hubo un momento de cambios, pero luego ya definitivamente prácticamente fuimos pues Zelaya y yo lo que son delanteros y luego Atain atrás, pues Erquiaga en su momento, Antonio Iván Guren, Atain, y bueno, gente que iba entrando y saliendo, pero los fijos éramos nosotros. Oye, ¿cómo se vive una Olimpiada desde dentro, ahí en la Villa Olímpica? ¿Qué recuerdos te trae? Es la sensación de... nosotros, date cuenta que habíamos jugado, yo jugué dos campeonatos, dos Mundiales U-22 más un Mundial absoluto con selección, entonces esa vía de selección, de ser 50 en el equipo, de conocerte, pues eso, todo eso se llevaba ya viviendo, pero el hecho de estar dentro de una Vía Olímpica, el hecho de estar allí y tener todo a mano, el trazo que teníamos, las instalaciones, el hecho de seguir por ahí y encontrarte, pues que oye, que viene Schwarzenegger, ahí va, o que vienen no sé quién, o que ves a los del voley y que luego los estás viendo en la tele, es decir, que era maravilloso, yo había mañanas que me iba, teníamos una pista de atletismo dentro de la Vía Olímpica y yo me iba a las mañanas a ver entrenar a los velocistas canadienses, no se me olvidará nunca, que era un espectáculo, ver unas máquinas de 1.90 correr a... Bajar de casi de 10 segundos los 100, que era una maravilla, y como tanto otras, un montón de anécdotas en ese sentido. ¿Te recuerdas alguna anécdota en concreto? Bua, anécdotas tengo, pues una que, bueno, sin más, un día yo solito, una noche me bajé al restaurante, porque teníamos un restaurante que se abría 24 horas, comidas de todo el mundo, de hecho, claro, nosotros, pues eso, los pelotais, los que comemos chuletón y alubias y tal, entramos a la Vía Olímpica y al tercer día nos pusieron una báscula y teníamos que pasar control de peso como si fuésemos boxeadores, porque claro, nos soltaron allí en un comedor que tenías comidas de todas clases y colores dulces, pastel, bueno, de todo, y bueno, hubo gente que en tres días, pues no sé, cogió tres o cuatro kilos, entonces, pero bueno, es una de las tantas anécdotas, ¿no? Y luego también, esta también la he contado muchas veces, la selección americana de voley, que hubo un lío con algunos de los jugadores, que era calvo, que le pitaron una falta, lo expulsaron, entonces, en modo de protesta, el equipo americano se rapó la cabeza, entonces, una mañana nos asomamos de recién levantados y veo en frente de nuestras ventanas, pues a una cuadría de gente rapándose la cabeza, pues dices, pues mira, que bien, por cierto, aquí fue una noticia que dio la vuelta al mundo, es un poco la película Forrest Gump, cuando sale que él está en todos los saraos de la historia y tal, ¿no? Pues yo allí en la Olimpíada vivimos momentos que luego pasaron a las historias de los Juegos Olímpicos y verlos en in situ, ¿no?, en directo. Y viste gente famosa, ¿no?, baloncestistas, a todos los clubs, ¿no? Sí, sí, eso fue el día de la inauguración del, en el Estadio Olímpico, claro, que fueron las Olimpíadas, que fue las primeras Olimpíadas que él, era a Estados Unidos y llevaba un equipo profesional, entonces en aquel equipo estaban Pipe, en Stockton, Jordan, entonces claro, para mí en aquellos años, Michael Jordan era la mayor estrella del mundo mundial y lo tuve, pues eso, a 10 metros mío y claro, en aquellos años no había ni cámaras de móviles ni Cristo que la fundó, yo llevo una cámara desechable Kodak, de estas aquellas de cartón, y le saqué una foto y luego a los 15 días cuando volví a Gasteiza y la revelé, pues vi que un cámara se me puso por delante y a Michael Jordan no se le veía, se le veía Stockton, a Pipe, pero a Jordan no se le veía, hijo, pero bueno, sí, sí, veías a un montón de gente y luego a nivel de selección, pues yo qué sé, pues nosotros íbamos en el autobús, pues con la gente de tenis y del volei, porque estaban, lo que es en Valle de Ebron, estaban las pistas de tenis, el velódromo, entonces coincidíamos, pues con Iván Ixévitx, con Arantxa Sánchez Vicario, pues bueno, pues al final, pues con gente que veías en la tele, pues estabas allí con ellos, compartiendo. Sí, oye compa, y Chicha, José Mari Mirapés, ¿cómo prepara ese Mundial, esa Olimpiada? Porque al final había mucho en juego, ¿no? Se enfrentaba seguramente a la selección de Iparralde, representando al Estado francés, ¿qué tipo de preparación llevasteis antes de empezar ya a competir oficialmente? Mira, pues básicamente, mira, tuvimos entre comillas, a ver, entre comillas, la suerte, de que en Estados Unidos en aquella época hubo una huelga, entonces en aquellos momentos, muchos pelotaris que no estaban, por desgracia, en Estados Unidos, de piquetes, etc., pues algunos volvieron por aquí, entonces nuestra preparación básicamente se basó en competir muchas veces contra profesionales, en este caso, pues con gente, jugábamos en Iparralde en los veranos con profesionales, o sea, mezclados en ese sentido, y eso desde luego nos dio un punch bestial, vamos, porque al final para mejorar tienes que jugar con alguien mejor que tú, eso es así, si no, no mejoras, entonces, y por otra parte también, entró en nuestras vidas tu última preparación física, el hecho de la preparación física en pelota, hasta que nosotros andamos en planado, aquello la gente era ir al monte y luego a Luvia Chuleta y partir al Mus, no era mucho más, entonces también empieza a entrar lo que es la parte de la preparación física, yo recuerdo que nos daban tablas de entrenamiento para hacer durante todo el mes, nos hacían controles, teníamos un servicio médico, teníamos entrenadores físicos, preparadores físicos, pues bueno, se empezaba en todo aquello, entonces empezabas a unir todo eso, más el talento ya innato que podíamos tener los que estábamos ahí dentro, pues desde luego surgió lo que surgió, ¿no?, que ser campeones del mundo después de un montón de años que no se quedaba campeón del mundo, ganar la Olimpiada y luego desde luego debutar ya a los tres días de jugar la final de la Olimpiada, ya en primera, como dices, y la parte mental, porque ahí habría mucha presión, al final estás en ese ambiente competitivo, una Olimpiada, las medallas en juego, las federaciones, los federativos, ¿teníais psicólogos para prepararos? En aquella época todavía nos estilaba, todavía nos estilaba, aquí era la época de empezar con el entrenamiento físico y luego entrenar a cesta, entrenar a cesta, frontón, frontón y frontón. Tema psicológico, nada. ¿Qué pasaba? Que lo vivíamos con tal naturalidad, de hecho por ahí tengo algunas fotos que igual algún día, porque están hechas en foto, en papel, fotos anteriores a la final de la Olimpiada, estábamos ahí de risas en el vestuario, es que éramos un equipo, éramos como una familia y que nos llevábamos juegos, y era un ambiente muy sano, entonces la presión, con 20 años, con 18, con 19, pues tenía la presión la justa, porque aparte pues eso, pues se nos daba bien, se nos daba bien y no había mucho problema. O sea que Mirapace hacía de psicólogo, hacía de todo, ¿no? Seguramente. Sí, sí, sí, sí, no, se notaba muchas veces, sobre todo en los momentos buenos es fácil, lo malo es cuando vienen los momentos malos. ¿Hubo momentos malos? Sí, sí, sí, de hecho es lo que te iba a decir ahora mismo. Yo siempre le estaré eternamente agradecido a Chicha, a Mirapace, en mantenerme dentro de la selección, porque yo durante esos cuatro años tuve dos lesiones muy, muy, muy gordas de una tendinitis en el brazo derecho, justamente seis meses antes del Campeonato del Mundo y justo seis meses antes de la Olimpiada de Barcelona, y él confió en mí y me mantuvo, aún no pudiendo entrenar, aún no está rindiendo a un nivel que tenía que rendir, y el hecho de que creyes en mí, pues desde luego, luego salió la cosa muy bien, pero para mí sí, para mí fueron, porque metíamos mucha traya, era una traya de meter cinco días a la semana de frontón, mínimamente, porque claro, si no estabas jugando ligas, gastabas luego el ground y luego campeonatos privados y luego el verano, más luego los entrenamientos, más luego un fin de semana o dos fines de semana al mes, según cuándo venían las competiciones de concentración en Pamplona o en Barcelona mismamente en algún momento, ¿no? Entonces era mucha traya y lo cierto es que sí que vinieron momentos muy malos a nivel de lesiones, sobre todo vienen por ahí, el tema lesiones. ¿Eras el titular indiscutible en el equipo? No, bueno, titular indiscutible, cual yo estoy seguro de cualquiera de los que hubiésemos jugado, hubiéramos sacado adelante adelante el tema, porque estábamos todos con un nivel bestial, yo por ejemplo, nosotros estuvimos en aquella época, pues Recalde entró en algún momento a entrenar y estábamos Celaya y yo, ¿no? Y desde luego que con Alejandro pues era una gozada, porque aparte de ser, entre comillas, que no estábamos jugando el puesto, pues éramos amigos, ¿no? Y eso estaba por encima de todo y la verdad es que yo creo que el nivel que teníamos en aquella generación, desde luego, y luego se ha demostrado con el paso de los años, ¿no? El nivel que hemos dado luego a nivel profesional, pues eso, menos gente que se quedó por el camino, que luego no llegó a debutar, pero los que seguimos, pues bueno, dimos lo cual nivel que dimos. Sí, por los dos nombres que has comentado, que has mencionado, como Recalde y Celaya, vaya niveles que alcanzaron después como profesionales, y no te digo nada de Joshua Tain, porque vaya pedazo de zaguero que fue, y entonces también seguramente ya estaría destacando, ¿no? Sí, sí, sí, de hecho Joshua, bueno, de hecho cuando entramos en planado, los delanteros, los que ocupábamos el puesto delantero, éramos yo soy yo, Aten y yo, ¿qué pasa? Que durante toda esa transición, en el año 88-89, a nivel de zagueros, pues había gente cual más igualada, que no destacaba uno sobre todo, y es que yo soy yo, medio en vacile una vez, nos dijeron, en una reunión, oye, pues si nos ponéis a yo soy yo, echadnos a quien queráis, profesional, no profesional, lo que queráis, en plan risas, ¿eh? Luego también a Mirapis ya le iba diciendo, porque yo soy verdaderamente de delantero, jugaba un montón, era un tío súper habilidoso, súper habilidoso, pero desde luego que cuando pasa atrás, coge cesta de zaguero, tenía toda la plasticidad y toda la técnica de un delantero, con todo el poderío y el ser pelotario de zaguero, ¿no? O sea, que se juntó un poco y se creó, pues ese gran, esa gran figura de zaguero, como ha sido Josu, con la mala suerte que ha tenido él también, con el tema de las lesiones, ¿no? Josu siempre ha estado bastante lastrado por el mundo, pero Josu, desde luego, el nivel que ha tenido, bueno, bueno, bueno, para mí ha sido uno de los mejores de la historia, vamos. Sí, luego esa competición, la de la olimpiada, la cuestión era ganarle a Iparraldo, o sea, al estado, a Francia, ¿no? Esos eran los de los que de verdad eran los los rivales duros, que era el objetivo, a sabiendas de que, salvo alguna cosa muy extraña, la final sería entre el estado España y Francia. Eso es, sí, sí, sí, no, directamente nuestros rivales era Francia, sí, de hecho se venía de una época que no serían tres mundiales sin ganarles, hasta el año 90, es decir, en el año 86 en Vitoria, que yo lo viví en directo, pues entonces yo tenía 14 añitos, lo viví en Gasteiz, pero los mundiales anteriores no recuerdo quiénes fueron los últimos campeones del mundo, pero no sé si fueron o Totorica o alguno de estos, no lo recuerdo ahora bien, pero sí sé que veníamos de varias ediciones de campeonatos del mundo sin haber ganado, y en el año 90 pues directamente el objetivo era aquel, al famoso Hinchauspe, que tenía un nivel para jugar en profesionales y el tío pues sería Honden aficionado, ¿no? ¿Y la final cómo fue? Bueno, la final fue, pues desde el minuto 1 hasta que terminamos, pues fue de calle, la final de la Olimpiada, no de calle. ¿Vuestros rivales quiénes eran? Pues Echalus y Echeverry. ¿Pero Echalus llegó a jugar? Sí, Echalus fue el que jugó la final de la Olimpiada. Echalus y Felipe Echeverry, ¿no? Sí, Felipe Echeverry, sí, eso sí. ¿Y cómo fue el partido? Bueno, la verdad es que estábamos enchufadísimos, el frontón lleno. En aquella época, bueno, fue la única final que se retransmitió por televisión, porque iba el rey, de hecho, porque el que es ahora el emérito, pues estuvo allí viéndonos y por eso dieron la final, porque las demás finales de pelota no se dieron, se dio la nuestra, de cesta, y claro, era día 4 de agosto, 10 de la noche, imagínate fiestas de victoria a día del chupinazo, a las 10 de la noche jugando el compa por la tele, la final de la Olimpiada, pues aquí en Vítora también había una fiesta del copón. Pero sí, lo que es a nivel de final fue muy, muy, la llevamos muy bien desde el principio, pues yo y suyo íbamos como a bloque, a bloque, a bloque, y era él o yo y la final es que terminamos, si creo recordar, porque soy de memoria 40-27, entonces jugábamos a 40, partidos, y sí, sí, fue, fue, y lo que sí me acuerdo es el último tanto, no se me olvidará nunca, pues me tocaba sacar a mí, saqué, y antes de ir a sacar, Josú me vino y me dijo, Juanán, en cuanto saques, apártate, ya sabía que iba a tirar unas dos paredes, pero por encima de la cabeza de todos, y así fue, así fue, el último tanto fue unas dos paredes de Josú, bestiales. ¿Qué se siente sabiendo que has ganado una medalla de oro en una Olimpiada, que no es broma? No, no, pues sentir desde los primeros momentos, pues imagínate, cuatro años trabajando para ello, y desde luego, y mire, justamente de ese momento hay una foto, del último tanto, en el cual yo me tiro de rodillas mirando al cielo y con los brazos en alto, con la cesta, y es una foto que la tuvo el mundo deportivo y la conseguí hace pocos años, y la tengo, es una foto muy bonita. ¿Con esa foto? No, no lo tengo hecho, mira, la tengo en Facebook, la foto que tengo puesta en Facebook, como muro de atrás, no la foto pequeñita, sino la foto de atrás de Facebook, es esa foto de ese instante. O sea que ganáis la medalla de oro y una pasta, dinero a futuro, ¿no, Juanán? Sí, a futuro, a futuro, y muy a futuro, porque en aquellos momentos yo tenía 20 años, hasta en 22, y claro, hasta que no cumplísemos 50 años, pues no veíamos el tema. ¿Qué tema era? Cuéntanos, porque hay mucha gente, sobre todo la gente joven, que no tiene ni idea de qué consistió. Sí, pues en aquellos momentos, pues fue lo que es el propio CSD nos dio un premio metálico, pero sobre todo era la Caixa, la Caixa de Barcelona en aquel momento, en vez de meter mucho dinero en publicidad, lo que hace, dice, bueno, yo todas las medallas de oro, plata y bronce de la Olimpíada de Barcelona, pues voy a dar 200 millones de pesetas al equipo por un oro, y luego no sé si eran 200, 160, 120, más o menos. Entonces nosotros teníamos 4 en el equipo, pues teníamos 50 millones de pesetas, o sea 300.000 euros de ahora, pero era que no son malos. El tema en aquel momento nos dicen, bueno, pues esto es así, o has estado 30 años en unos momentos pasándolo mejor o peor, y tienes ese dinero ahí, ¿no? Y en el momento de cumplir los 50 años, pues la gente, pues unos han llegado antes, otros han llegado después, entonces la Caixa lo que nos ha dado es dos opciones, una, o recuperas todo ese dinero a la vez, o directamente una pensión vitalicia para el resto de tu vida. ¿Tax free o hay que pagar impuestos? No, no pagas impuestos. Pagas impuestos todos los meses, ya lo cojas todo o no lo cojas todo, tienes que pagar. Pero sí, y al final, pues bueno, es una cosa que lo vivimos en aquel momento, y que luego pasan los años, porque tampoco le has dado importancia cuando lo logras, y te das cuenta luego, dices, joder, qué bien que estuve. Juan, se acaba el sueño olímpico y empieza otro sueño, que es el del ser profesional. Debutaste en el Olave de Vitoria, ¿no? A los pocos meses. Exacto. No, a los pocos días. Jugamos la final del 4 de agosto del 92, jugamos la final de la Olimpiada, volvemos el día 7 de Barcelona, y el día 8 de agosto debutamos en el Olave. Atain, o sea, pareja con Patain, contra Cachín y Felipe Andonegui. Aquel fue nuestro debut, que por cierto, nos pasaron por encima, porque imagínate, después de la Olimpiada, los tres días de fiesta que nos pegamos, el día que debutamos aquí en Vitoria, entre el cansancio y la fiesta, no veíamos la pelota. Pero bueno, luego a partir de ahí empezó todo otra vez. Empezaste ya a subir como la espuma. Sí, sí. Juan, luego, ¿tuviste el sueño americano o la pesadilla americana? ¿Cómo calificarías la estancia que tuviste en Dania el año 93, al año siguiente? Sí, esos 92-93. Yo fui de noviembre 92 a abril 93. Pesadilla no, ¿eh? Indudablemente pesadilla no, porque era algo que llevaba soñando toda la vida. El hecho de, claro, yo siempre me he considerado un pelotario de partido, no de quiniela. Yo he basado mucho en el físico, mi juego, en el aguante, en meter mucha bola, y claro, el tema de quiniela, pues me tenía que adaptar a aquello. Los tres primeros meses, no, no fueron, porque veía que no terminaba de arrancar. Pero los tres últimos meses sí que verdaderamente fue. Cumplí 21 años allí mismo, en enero, cumplí 21 años en Estados Unidos, y yo creo que ese cambio también me hizo empezar a disfrutar del tema. Lo que pasa es que ya, lo que te digo, el hecho de querer hacer una carrera universitaria, veía que allí no era posible y decidí, y para mí siempre lo he considerado como una de las mejores decisiones de mi vida, el dejar aquello para venirme a estudiar aquí, porque luego toda mi vida paralela a la vida deportiva, pues se me la ha marcado mucho. ¿Y con qué te encontraste en Dania? ¿Ya estaba de capa caída la asistencia de público? ¿Qué época te tocó? No, nos tocó la pos-huelga. Convivir con toda la gente, con la gente que en aquel momento estuvo de esquirón en la huelga, la convivencia en vestuario con gente que estuvo en la huelga, haciendo huelga, y gente que no estaba. Claro, tú te cuenta que era el año 92. ¿Cuándo termina la huelga? ¿No fue el año 91? 91, sí. 91, o sea, estaba todo muy muy candente, muy caliente. Se veía dentro del frontón, se veían más o menos, entre comillas, esos dos bandos, ¿no? Los que habían estado y los que no habían estado. Entonces todo eso lo vivimos, ¿no? Yo en aquella época lo viví, pero bueno, eso no quita para que el día de Nochevieja estuviese lleno, el frontón de Dania, con 6.000 espectadores, en Miami, un campeonato, o bueno, a ver, todavía había algo ahí, pero era la poshuelga, muy muy reciente la huelga en aquellos momentos. Y tremendos rivales en los cuadros delanteros, ¿no, compadre? Sí, hombre. Joy, Arregui, Arregui, Zelaya, ahora mismo es que ni me acuerdo, pero sí, sí, había un cuadro en Dania en aquella época, bestial, y luego atrás Altaim, ¿quién más estaba? Asís, había bastante gente por ahí, bastante gente que ahora mismo ya tengo 6 meses de ver qué era aquello, y ya lo viví, y dije, bueno, pues ya volveré cuando estudie, y pues no volví nunca. Con mi hermano pequeño, pues fíjate, José Mari, se fue para Brisbane, y hizo 12 años por ahí, entre Brisbane, Orlando, estuvo por ahí. Y la vivencia fuera del Fontón, la vida americana, ¿qué te parecía? Bueno, aquello era un paraíso. Eso sí, vamos, aquello vivir, además en Dania, claro, vivíamos juntos Zelaya, Altaim y yo, entonces aquella pequeña casita que tenía el cestero detrás de su casa, que tenía dos habitaciones y un salón con un pequeño huequillo allí, pues era la Villa Olímpica, y aquella Villa Olímpica se hizo famosa, ¿no? Vamos a la Villa Olímpica, pues bueno, pues aquella fue la Villa Olímpica de Dania, allí una Villa Olímpica, muy cerquita del Fontón, y solíamos ir a comer al chalet, ahí con Marcel y toda la gente, luego la convivencia con Teche, con Moisés, con Altuna... O sea que por actividad, ¿no? Todos estaban allí. Sí, sí, sí, todos estaban allí. No, lo cierto es que la vida, la gente que había desbajado de Palm Beach en algún momento, bueno, era muy bonito, lo que era la vida afuera era súper chula, súper chula, y luego buen tiempo, ir a pasear a la playa, luego que si ibas a Miami al Downtown los domingos, bien, en ese sentido muy bien, y luego pues eso, nueve funciones a la semana. Es duro, ¿no? Todos los días sale que te pego ahí con un arranque de miedo. Sí, sí, sí, sí, al final es otro sistema, te tienes que adaptar a ello, planteártelo de otra manera, no puedes llevar una planificación, una programación de entrenamientos como puedes llevar aquí, sino que allí la propia competición diaria es lo que te marca, ¿no? Entonces, diferente, es otro tipo de juego, con una base de deporte de cesta. A estas alturas de la entrevista, preguntarte si has sido un pelotario vocacional o uno de estos de por oficio, por encontrarse un trabajo, que me parece que sobra la pregunta, has sido un pelotario que ha vivido la cesta punta del High Alive con total intensidad. ¿Cuál fue tu estilo de juego? A uno que no te ha visto jugar, ¿cómo le contarías? Pues yo jugaba de esta manera o de la otra. Bueno, básicamente sí, o sea, fue vocacional sí o sí, vamos, la pelota siempre ha estado presente en mi vida. Primero jugando a mano y luego jugando a cesta he sido un enfermo de esto, hasta prácticamente que me retiré. Podría haber retirado antes, pero me gustaba demasiado. Siempre lo he vivido con mucha intensidad, y no solamente a nivel de pelotario, sino también luego paralelamente a nivel de técnico, estuve en la junta del club, o sea, en otros ámbitos. Lo que me extraña es que después de tantos años, después de esa práctica de 35 años y ser un enfermo de este tema, estos últimos 10 años ha sido como un desconecte total. Era algo que necesitaba. ¿Desconecte de la cesta? De la cesta, sí, sí. ¿Desengañado un poquito igual o no? No que desengañado, pero básicamente como el deporte es mi día a día, claro, yo vivo muy intensamente el deporte en mi día a día, cuando he estado en la Diputación, llevo a 46 federaciones de diferentes deportes, el mundo del fútbol, el mundo del baloncesto, el mundo de la pelota, al final necesitaba como un poco de espacio de parar, del mundo de la cesta, porque al final los últimos años, aparte de estar como pelotario, con High Alive, con Iñaki Agure, estuve ahí echando en una mano, aparte de ser pelotario hacía otras labores, pues bueno, era una implicación y necesitaba parar en ese sentido, y lo cierto es que muchas veces la gente me dice, con lo que eras tú, que hasta los 42 estabas dándole a full, que no te llame ni siquiera al ir a tirar cuatro bolas algún día, pero suele pasar cuando veo partidos por la tele o cuando voy aquí a Lolabe, cuando se juega, ¿no? Y ahora tengo pues un peque de 6 años que, bueno, estoy peleando con él, con el fútbol, fútbol, fútbol, pero a ver si tengo, y luego pues que quiere también jugar a cesta, y de vez en cuando le he llevado una cesta de práctico, una pequeñita, una cesta de mi hermano que tenía en mimbre, y el año que viene pues a ver si me puede coincidir la opción de compaginarlo con el fútbol, porque es que es una bestialidad. A ver si juega, y entonces pues a ver si me vuelvo a reenganchar un poco en este sentido. Y con respecto a la otra pregunta que me decías, ¿cuál era mi juego? Pues básicamente muy físico, muy físico. Yo no me consideraba un artista muy, muy técnico, como podía ser, yo qué sé, un chiquito Bolívar, un mismo Josu, cuando jugaba de delantero, un Zelaya, un Recalde, que yo era más tema físico, ¿no? De aguante, de meter, de no dejar una pelota por perdida, jugar mucho con el revés, cortada. Era como un juego mucho más, entre comillas, segurola, de meter mucho y remates lo justo, porque cuando me ponía a inventar, sobre todo con el costado, pues las preparaba pardas, pero era un poco más, muy basado en mi físico, y era eso, meter mucha pelota, era muy seguro, y eso sí, del 0 al 35, al 40, al intentar ir al 100, siempre. Ya tiene mérito lo tuyo, porque, como se ha visto después, un delantero que no remata, sobre todo de costado, lo tiene crudo. Sí, sí, yo digo, desde luego era donde fallaba, luego también era malísimo sacando, hubo una época es que era malísimo, y lo cierto es que aquí yo sí que le di la vuelta, metí muchísimas horas solo, yo me iba al frontonolave los domingos a la tarde, y yo solo ponía un jersey, hasta que me metía 100 veces al jersey, y que le ponía en el 5 y medio en el suelo, no me marchaba. Entonces, yo a base de entrenamiento, pues había cosas que las mejoré muy mucho, y luego todo eso, pues apoyar un poco en el físico, y sobre todo, meter mucha pelota, mucha, mucha pelota, estar siempre encima de la total, pues yo sí que me base un poco en ese sentido. Y psicológicamente has sido de estos que, fuerte, o te venías abajo, ¿cómo lo llevabas? No, mira, ahí en ese sentido, Isaías Ibarra, que era mi segundo padre en este sentido, aquel me decía que yo entrenando, pues era esto, pero cuando me ponía el pantalón blanco, cambiaba el tema. Era muy, muy competitivo, y en ese sentido, a nivel mental, yo creo que ya fue más la última época, sobre todo en los últimos años con Nusco Vázquez, pero por problemas sobre todo extradeportivos, pues mi relación en ciertos momentos con Toto, las cosas que se veían, pues bueno, en ese sentido, yo creo que me afectaba más al juego que a verdaderamente lo que tenía que hacer. Y luego, aparte, pues yo ya tenía también una vida bastante estresante a nivel de trabajo, un poco de todo. Entonces, al final, lo que te pasa fuera de la cancha, se refleja en la cancha. Entonces, pues bueno, en ese sentido, a nivel psicológico, luego sí, los últimos años sí que tuve, de hecho, fui uno de los primeros en incorporar en mi, entre comillas, staff, un psicólogo deportivo. Un psicólogo que trabajaba con un psicólogo. Era de licencia en Educación Física con máster en Psicología, que trabajaba en aquellos momentos con Imán Olaguirre, con Titín, con esta gente en mano, pues empezó a echarme una mano a mí también. Entonces sí que lo incorporé un poco para trabajar. Pues trabajaba en los partidos, los preparaba, tenía un diario de partidos, y todavía lo conservo, ¿no? Antes de cada partido, qué objetivos en cada partido, un poco perfilando la estrategia y tal. Bueno, en ese sentido, venía un poco por deformación profesional exterior. Siempre me ha gustado mucho llevar el tema de registro de mis entrenamientos, los partidos, el prepararlos antes, escribirlo. Entonces sí, fueron pequeñas cositas que sí me ayudaron a trabajar, sobre todo en el aspecto psicológico. ¿Un partido memorable en tu carrera profesional? ¿Partido memorable? Me acuerdo mucho de la final del Campeonato del Mundo del 95 con Félix, contra Caccini y Atain, en San Juan de Luz. Esa es una final que, porque en aquel torneo fui de menos a más. El primer partido fue un completo desastre, nos pasaron por encima. Perdimos 35-20, no sé cuánto perdimos. No se nos daba como al final. Fuimos de menos a más en aquel partido. Realmente sí que lo recuerdo, porque fue un poco la explosión. Y me quedé muy muy a gusto con aquel partido. Y luego posiblemente un partido, lo que pasa es que no recuerdo contra quién jugué, fíjate. Y es el más memorable, pero sobre todo a nivel de sensaciones, que era Remen. Yo no sé si jugaba yo con Arcarazo. Con Arcarazo contra Remen, Aramburu... O sea, un partido que sobre el papel... Perdimos aquel partido, pero me dieron el trofeo al mejor pelotario del torneo. Fue un partido bestial. La manera de jugar, llegar a todo, rematar... Me estoy acordando de las sensaciones, y no del partido. Yo digo que no me puedo recordar de esto, pero sí sé que por aquel partido me dieron la cesta de oro. No, perdón. Sí, la cesta de oro. Y esos momentos de tierra, trágame... Buah, esos momentos ha habido muchísimos. Ha habido muchísimos, sobre todo en Guernica. En Guernica los lunes de aquella hora, partidos desastrosos. Partidos de dar pena. De dar pena y de tener a todos los puntos y a todos los corredores diciendo, pero tú de qué vas. Desde luego que sí, pero no te puedo decir uno. No tengo un recuerdo de decir, en aquel partido me quería ver metido en un agujero como un avestruz y no haber salido. No, no recuerdo. Tengo esos recuerdos bonitos. De sensaciones de esos partidos y de campeonatos. Un rival que te ha traído por la calle de la amargura. Joder, Bericua. El Pana. Qué cabrito. Sí, sí. Bueno, de hecho, gracias a él... Era el más sacador y aquel con el costadillo adentro hacía estragos. Claro, claro. A mí el Pana era una pasada. Y nos conocíamos muy mucho y al Pana lo tenía muy analizado. Porque a mí además, cuando en aquella época estábamos jugando, estaba haciendo entonces el máster de alto rendimiento en el comité olímpico. Y hice mi tesina final, mi trabajo final fue un análisis secuencial de lo que es el saque, resto y tercer pelotazo y el efecto que tenía en el tanto, tanto en mano como en cesta. Entonces analicé como 1.200 saques. Tanto en mano como en cesta y cada uno de ellos era Bericua. Yo tenía también hecho unos ludogramas de cada uno de los delanteros. Entonces sabía cuál era su tipo de saque y cuál era el que más daño les hacía. Entonces el Pana y yo era algo... Yo con Julen, desde luego, teníamos ese pique, pero era una gozada. A mí una de las personas que más me hizo mejorar en mi carrera fue el Pana. Sobre todo el saque. Como el otro día decía, no sé, Jokovic o quien decía, y agradezco por haber existido, porque si no, no hubiera llegado. A mí exactamente lo mismo. Recuerdo mucho una final de un mano a mano, no una final, una semifinal contra Chiquito. Que eran los últimos años de Chiquito Bolívar y mis primeros años en Marquina. Recuerdo a Chiquito. Quedó en el ocho y medio y yo corriendo como un descosido por toda la cancha. Tenía que hacer doce tantos o trece y me quedé en doce. Él era la esencia pura de la técnica y del saber estar y el otro era el pollo sin cabeza corriendo detrás de la pelota. De todos los que has tenido como rival, ¿con quién te quedarías? Parece un nombre. ¿De rival? Sí, pues has mencionado Chiquito, Cachín también. Un delantero que te ha impresionado más en tu dilatada carrera. Bueno, a mí lo que más me dio es que yo antes de debutar y de ser pelota, para mí mi sueño era ser como Cachín. Para mí Cachín siempre fue una referencia. Luego el haber jugado con Cachín muchas veces fue un poco... Para mí Cachín siempre ha sido una referencia. Chiquito no, porque no jugué tanto contra él, pero sí Cachín. Cachín para mí, desde luego... Un rontón, una cancha que te gustaba de verdad. Bueno, la cancha de verdad al final era la que controlaba, que era Gasteiz. En Gasteiz la gente venía aquí y con la escapada se volvían un poco locos. Otro día comentándolo con Atahín, que vino por aquí, se decían aquí que venías y de repente, cuando empezamos a jugar, dos paredes de lado, y salían. Entonces Marquina tirabas dos paredes de lado y te salía a mitad de la cancha. Entonces, el que más, Gasteiz. Y luego me gustaba mucho Motrico. Tan pequeñito y tal, la velocidad. Yo de la manera que tenía de jugar, de velocidad, de aguantar y tal, Motrico me gustaba mucho por esa sensación de cercanía y de velocidad. Ahora que mencionas Motrico, compa, me acuerdo una temporada después de... Creo que era después de Tampa o no, de Brisbane. Bueno, una de esas que solía estar aquí. Vivía en Zaragoza, iba a ensayar a Motrico y lo que hay es una cancha viva, corta y tal. Nunca me he sentido pegador como allí, porque yo no he sido un zaguero pegador. Pero en una cancha como esa, le dabas un bajonazo y parece que lo había pegado Chimera. Una sensación de vaya pegada. Fue el año que luego, a los pocos meses de Tampa, mi último año en World High Alight, nos mandaron a medio cuadro de Tampa a Orlando. Y después de ensayar en Motrico, llego a Orlando y la primera pelota que tiro con el revés casi se me cae. Acostumbrado a hacer un swing corto en Motrico. Claro, claro. Para el espectador, es como si estuvieras dentro de la cancha viendo el partido. Es una experiencia, como dicen ahora, interactiva bestial. El frontón de Motrico. Y luego, aparte, antes, la manera que teníamos de jugar, o por lo menos yo. Ahora ves, y es un programa que ya has hecho tú, el tema de si se para mucho o no se para tanto. Tú ahora mismo entras en YouTube y ves la final nuestra, de la que te he dicho antes de Félix y yo contra Caccini y Atain. Y es que alucinas en colores. Es que parábamos lo que parábamos. Y era un ritmo de juego de pim, pam, pim, pam. Vamos a 35-40 y eran, claro, yo te estoy hablando de partidos en Guernica, un Jauregui Aramburu Compa Retolaza con unas pelotas medianas. Hora 25 de partido. Yo a veces jugaba muchos partidos con pulsómetro. Yo llegaba a hacer medias de 158 pulsaciones por minuto. Medias, ¿eh? En un partido. No está bien, ¿no? Que corriste ese día, ¿eh? Claro, fíjate un poco el esfuerzo que... El recuerdo que tengo y una de las sensaciones que tengo era de acabar deslomado. De acabar deslomados los partidos y luego al día siguiente otra vez. En ese sentido, era otra historia. 22 años de carrera, 919 partidos jugados. Joder, ¿no te dio pena no llegar a mil partidos? Ese era el objetivo. Y lo vi, en un momento lo hablé con Iñaki, con el Guren. Pero es que era imposible alargar más el tema. Yo dije que me retiraba un año antes de que me retirase. Y justo antes dije, voy a hacer un año más. Incluso en Bernedo nos hicieron una despedida a mi hermano y a mí y tal. Pero aguanté un año más. Y el objetivo fue, y lo hablé con él, dije, si no juego 10 partidos este año, me retiro. Jugué 9 el último año. Pero tú date cuenta de estar pendiente. Yo era una persona que entrenaba. Hacía 2 días gimnasio, 2 días correr, 3 días frontón. Mantener todo eso durante un año entero para jugar 8 días. Y luego encima, normalmente te ponían los partidos cuanto peor venían. O te ibas de vacaciones, o no podía no sé quién. A última hora, para haber jugado 80 partidos más tenía que haber jugado 8 más. Me tendría que haber retirado con 50 antes de ayer. No era cuestión. Llega ese día que se acabó. La carrera deportiva se termina por diferentes razones. ¿Cómo llevaste tú esa transición? Ese estar bajo el foco, la tensión del pre-partido, partido, post-partido. De repente ya dices, se acabó. Ya no soy pelotario profesional. Te incorporas a la vida laboral. Como el 99% de la población. ¿Cómo lo llevaste? Lo cierto es que mis últimos años de pelotario ya estaban compaginados con mi vida laboral. Fue simplemente tener en la agenda un hueco más. No fui más ese tipo. Era igual que cuando jugaba. El cambio fundamental era hasta que te das cuenta, sobre todo los primeros años, los veranos. Para poder planificar vacaciones siempre tenías pensado, tengo partidos en el verano y no sé si me podré ir o no. Me ha costado años decir que no tengo nada. No tengo que jugar en verano. Llego a jugar en un agosto 22 partidos. Era traya. ¿El oro olímpico te ha servido como tarjeta de presentación? No lo he utilizado mucho. Luego cuando estás con gente, entras y tal. Estuve en la Olimpíada y tal. Como que no le he dado mucha importancia a este tema. Está claro que sí me ha servido. Yo en Vitoria, en Álava y en ciertos círculos sí que tengo mi espacio. Yo aquí en Vitoria estaba con Martín Fid, con Juanito y Arzabal, con gente de Balaves, con gente de Baskonia. En ese sentido sí que me he mantenido vivo. Pero lo que es, como me presento ahora mismo, la marca que estoy creando de Juan Anconpa, que llevo creando ya muchos años, es más sobre todo por el tema de la gestión deportiva. Como gestor deportivo, conocedor y especialista de actividad física y deporte en cualquier ámbito, eso sí que me da. Pero el tema de la pelota, bueno, alguno todavía ya se acuerda de aquello. Aparte que no me ha gustado, no sé, esa parte humilde que mi padre me inculcó desde muy pequeñito. No he ido por delante. Si surge la conversación y te lo preguntan, bien. Otros argumentos y otros discursos. Se cierra Dania y de repente surge toda esta ola del Winter Series, etc. ¿Sigues la actualidad? Lo justo, cuando hay partidos los lunes, cuando han venido aquí a Gastéis estuve dos días muy por encima. En algunos momentos he estado viendo algún partido y me cuesta. Y me duele además que me cueste. No sé, no me termina de convencer del juego que se practica ahora mismo. No me termina de... No sé, es una sensación un poco extraña. Es decir, no disfruto del todo viendo un partido de cesta. Y es duro decirlo. ¿Por la calidad o por el estilo de juego? Por el estilo de juego, no sé. Parece en ciertos momentos demasiado sucio, demasiado... No sé. Igual me estoy metiendo en un jardín. Pero no me termina de convencer. Lo que sí me convence es lo que están haciendo a nivel extradeportivo de la manera de organizarlo. El ver un Guernica lleno, el ver frontones llenos, el que entres en redes sociales y los peloteros y se les empieza a considerar que venga Red Bull y Orbea y Astor y le patrocine a Goico... Eso me encanta. Eso sí que verdaderamente chapó y lo veo. Pero lo que es el juego en sí, la pureza del juego, no me termina de... No sé si es que me estoy haciendo viejo y también empiezo como las batallitas del abuelo, ¿no? Cuando ibas a Marquina, en la parte de atrás de la cátedra, los catedráticos ahí en la Universidad de la Pelota. ¿Te acuerdas cómo jugaba Churube? ¿Cómo jugaba no sé quién? Y este juego no es el de ahora. Pues igual estamos en eso. Al final los juegos y los deportes cambian y evolucionan. Y la cesta ha evolucionado. Los años de bajón, de crisis, de haber estado prácticamente medio muertos, que en Estados Unidos todo esté medio cerrado, también ha hecho que el propio nivel de los propios pelotaris... Joder, pues si es que no han tenido contra quién jugar en muchas ocasiones. Y han sido los cuatro que han estado ahí y han estado un poco estirando el chicle. No sé si me entiendes un poco por dónde voy. Sí, sí. Lo entiendo perfectamente. Si lo hemos comentado en alguna tertulia. No era ese momento cuando estábamos que jugábamos... Teníamos contratos de 80 partidos al año. Jugar los lunes en Garnica, martes y jueves y sábados en Bilbo. No sé. Como que los pelotaris que están están haciendo lo que han podido hacer. En ese sentido. No estoy diciendo nada con respecto a su juego ni nada. Sino que ellos no han tenido posiblemente el medio o el entorno necesario para desarrollarse más. Lo que pasa es que Goiko y todos estos sí que vienen porque son anteriores. Son ese nexo entre nuestra generación y luego la posterior que fueron ellos. ¿Te gustaría que te llamaran y te dijeran oye compa, nos puedes echar una mano para cambiar las cosas cara a futuro? Encantado. Si es que me estoy metiendo yo en berenjenales yo a mí mismo. El podcast de Descifrando el Deporte va por ahí. Yo te hablo de deporte escolar, te hablo de deporte federado, de deporte profesional. Mi objetivo vital es que la gente haga actividad física y deporte. Y que la actividad física o el deporte en este caso que se haga que sea de calidad. Y cuanto más, mejor. Y cuanto de más calidad, mejor. Por eso, indudablemente si alguien me quiere escuchar o me quiere pedir consejo, de hecho a eso me dedico. Es decir, mi consultoría va en eso. Y mi mentoría. Es decir, ¿tú esto cómo lo harías? Directamente si alguien quiere preguntarme, yo encantado de aportar todo mi conocimiento no de cesta, porque de cesta tengo el conocimiento como pelotari y también como gestor. Pero luego el bagaje que tengo de la parte profesional, laboral y de formación sobre todo pues claro, yo me he especializado todos estos últimos años en alto rendimiento deportivo en gestión de entidades deportivas en coaching, en liderazgo. Y ahora me estoy especializando en todo el tema tecnológico. En el nivel de innovación y de digitalización. Entonces, pues ahí estoy. ¿Y alguien quiere compartirlo? Y si no, lo haré yo en plan de divulgación a través de Cifrando el Deporte o algún día me da alguna que me ponga a grabar un vídeo o que me llamen como tú, para compartir un rato aquí súper a gusto para hablar de todo esto. Compa, recomiéndame un libro. Libro. Yo un libro que me marcucho los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. Stephen Covey. Ese mismo. Ese es un libro que directamente te cambia la manera de ver las cosas. Y luego también hay mucho libro por ahí. Muchísimo libro muy bueno, pero sobre todo eso es uno que te da un poco el saber dónde estar y hacia dónde tienes que ir. ¿Eras de los que iba con los cascos antes del partido escuchando una canción para motivarte o no? No, no, no. Lo cierto es que sí, que cuando iba en el coche sí que llevaba siempre música y tal. ¿Cuál música? Pues a mí música, rock sobre todo, pues Evanescence, ahora mismo Nickelback. Pues bueno, de ese pelo, ¿no? De música. Sobre todo rock. Suelo ir a la esquina a Rock Festival también. Me gusta bastante. ¿El jazz? El jazz me lo pongo para trabajar. Sobre todo jazz sin que nadie cante. Solo música. Me lo suelo utilizar para concentrarme y para focalizar un poco la atención. ¿Has escuchado el disco de Miles Davis, Kind of Blue? No. Pues te lo recomiendo. ¿Ha apuntado o qué da? Miles Davis, Kind of Blue. El disco de jazz más vendido de la historia. Una maravilla, una auténtica maravilla cualquiera. ¿Ha apuntado o qué da? ¿Una película? Era una que me hacía mucha gracia y que me gustaba mucho. ¿Cómo era? Ahora el título. Una de dibujos animados que me motiva muchísimo es la de Coco. Ahora que tienes un crío de 6 años además, ¿no? Estarás en el mundo de los dibujos animados. Eso ahora toca. Con el de 6 añitos toca. Ya con la de 21, aquella época ya pasa. Compa, ¿cantabas bajo la ducha después del partido? Sí. Después del partido en la cancha, no. No canto en mi intimidad. Luego me gusta cantar. Muy bien, compa. Un placer charlar contigo. Los que nos escuchan, que sepan que Juanan Compañón tiene un podcast descifrando el deporte. Muy interesante. Que tengas mucha suerte. Ahora estás en este curso de digitalización además de seguir los cursos de Enric Sánchez, un maestro en esto del podcasting. Que tengas toda la suerte del mundo y que vaya tu pasión por el deporte y por la vida pues que se vaya cumpliendo, ¿no? Que es al final de lo que se trata. Y como decía Beni Bueno el intendente del Frontón de Gaña cuando cojas con la derecha en el cuadro 7, no te olvides de tirar la pelota chic-chac. Gracias Juan Ignacio. Y muchas gracias a todos los que nos seguís en este chic-chac y no os olvidéis que la semana que viene, chincho-chincho aquí estaremos para dar rienda suelta a nuestra pasión y a comentar la actualidad del High Alive porque estamos viendo que empieza el torneo de Donosti y luego está también el Iron Cup de Bilbao, Marquina, un verano a tope. Escaricazco y muchas gracias.

Listen Next

Other Creators