NATALIA

Natalia discusses the right to health and healthcare services in Palestine, specifically in Gaza. She emphasizes that children in Gaza have the same right to health and medical services as anyone else. The authorities must ensure access to healthcare and educate families on basic health principles. Israel's restrictions on goods entering Gaza, including medical supplies, have significantly impacted healthcare. The Palestinian authority is facing a fiscal crisis, affecting the maintenance of specialized equipment. There are already shortages in public healthcare throughout occupied Palestine, particularly in Gaza. The central pharmacy in Gaza only has one month's worth of essential medications and supplies. Additionally, one in three children in Gaza requires psychological support. War-affected areas often lack resources for mental health treatment. Cuéntanos Natalia, ¿cómo ves tú el derecho a la salud y a los servicios sanitarios en cuanto a la situación que está sufriendo ahora mismo Palestina? Bueno, los niños y las niñas que se encuentran en Gaza obviamente tienen el mismo derecho a disfrutar del máximo nivel de salud que nosotros y que les sea posible y a los servicios para el tratamiento de las enfermedades y la rehabilitación de la salud. Las autoridades deben asegurar la prestación de la asistencia médica y la atención sanitaria que sea necesaria para todos ellos. También tienen que garantizar que madres, padres, niños y niñas conozcan los principios básicos de la salud y la nutrición infantil, la higiene, el saneamiento ambiental y las medidas de prevención de accidentes y que tengan acceso a la educación y reciban apoyo para aplicar esos conocimientos. Las restricciones impuestas por Israel a los bienes que entran en la franja de Gaza, incluida la aplicación de una lista de doble uso, afectan a la entrada de equipos médicos, pisos de repuesto, medicamento y muchos otros suministros. El mantenimiento del equipo especializado se ve afectado por retrasos y entregas incompletas, pues actualmente la autoridad palestina se enfrenta a una crisis fiscal. Los ingresos públicos para la atención a la salud se ven afectados por la retención que realiza Israel de los derechos de aduana y demás ingresos. En todo el territorio palestino ocupado sigue habiendo carencias en la atención de la salud pública, incluso en lo que respecta a la disponibilidad de personal de salud y suministros y equipos médicos esenciales. Estas carencias afectan de manera desproporcionada a la franja de Gaza, donde en 2022 en el almacén central de farmacia de Gaza del Ministerio de Salud había de promedio solo un mes de existencias para dos quintas partes, un 40% de los medicamentos esenciales y para el 18% de los suministros médicos esenciales. Ya no solo hablamos de materiales de servicio sanitario físico, sino también del apoyo psicológico que necesitan uno de cada tres niños y niñas de Gaza. Se estima que el 22% de las personas que viven en zonas de guerra padecen diversas formas de trastornos de salud mental y psicosocial como consecuencia del trauma de la guerra y la violencia vivida, es decir, de la situación actual. Sin embargo, muchas de las zonas en conflicto en el mundo se encuentran en países en los que los recursos médicos para tratamientos de salud mental y psicosocial son frágiles o inexistentes.