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COMENTARIO DIARIO A LA PALABRA DE DIOS
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COMENTARIO DIARIO A LA PALABRA DE DIOS
In this transcription, the speaker discusses the teachings of Saint Paul and the relevance of Jesus Christ and His Gospel in today's society. They highlight the incorporation of Stoic philosophy into Christian thought and emphasize the importance of rationality, acceptance, and emotional control. The speaker presents eight lessons from Stoicism, including not expecting things to happen as desired, managing negative emotions, and valuing one's own integrity over material success. They encourage embracing these teachings to live in harmony with nature and maintain a positive mindset. The speaker concludes by sending greetings of peace and well-being from the Franciscan brothers in Toledo. Palabra de vida hoy, sábado trigésimo tercero del tiempo ordinario, al pan por la Palabra. A punto de comenzar el ciclo de lecturas apocalípticas de la primera parte del Adviento y de la semana previa a este tiempo penitencial de esperanza, recopilamos ahora algo de la enseñanza que nos han traído las lecturas selectas de San Pablo de las dos últimas semanas, para pertrecharnos de lo necesario y propiciar una vivencia esperanzada, proactiva y dichosa de dicho tiempo litúrgico por comenzar. En la sociedad poscristiana, incluso para los cristianos practicantes, parece que Jesucristo y Su Evangelio ya no tienen nada que enseñarnos, no tienen nada que aportar que pueda resultarnos útil para vivir la cotidianidad dada la complejidad de la vida moderna y la velocidad a la que cambian las cosas. A través de San Pablo, mucho del pensamiento filosófico de los presocráticos, del mismo Sócrates y de no pocos estoicos de la época, fue pasado por la pila bautismal e integrada en la propuesta de pensamiento y vida cristianos. Veamos ahora ocho sencillos puntos de pensamiento estoico, de uso racional del sentido común, cuya sabiduría se encuentra en el Nuevo Testamento con el refuerzo de la presencia de Jesucristo para propiciar que la gracia nos libere de la superficialidad y podamos usar más ese hoy tan poco común sentido humano que es el sentido común de una conciencia libre del yugo de las ideologías y de la dictadura de nuestros instintos y pulsiones más primarios y animales. La visceralidad es un rasgo que tanto interesa punzar a los gobernantes absolutistas porque priva al individuo de racionalidad y convierte a la población en más agregaria cuando no en plebe ociferante o turba violenta. El estoicismo permite a las personas enfocarse en lo que está bajo su control, aceptar las cosas tal y como son, manejar las emociones, superar la ansiedad, conservar la calma y enfrentar la incertidumbre de la vida moderna. Aprendamos algo de lo que ya tendría que ser nuestro. OCHO LECCIONES DE LOS ESTOICOS No busques que todo suceda como deseas que suceda, sino más bien desea que todo suceda como realmente sucederá, y usa más la aceptación proactiva que la resignación pasiva. No son las cosas las que nos molestan sino nuestros juicios sobre las cosas, decía Epíctito. La forma en que pensamos sobre las cosas es clave. Sólo estás frustrado, decepcionado o enfadado por una situación dada porque has juzgado que algo terrible ha sucedido. Relativiza tus juicios sobre las primeras consecuencias de los acontecimientos y adquiere una perspectiva más amplia y elevada. Deben evitarse las emociones negativas como el miedo, la ira, la vanidad o los celos porque se basan en juicios erróneos, son desagradables de experimentar y pueden conducir a malas acciones. Zeneca dijo que la ira es una locura temporal y debe evitarse a toda costa, ya que con demasiada frecuencia puede convertirse en violencia. El optimismo puede ser mera ingenuidad ya que es un error pensar que las circunstancias y los objetos externos son inherentemente buenos. Lo único que es genuinamente bueno es tener una mente racional y un carácter virtuoso, que sea capaz de gestionar lo que pase del mejor modo posible. Si bien dinero, salud, estatus pueden ser preferibles a sus opuestos, ninguna de estas cosas es esencial y es posible vivir una vida buena incluso sin ellas. Teniendo esto en cuenta los estoicos sostienen que es posible vivir bien en cualquier situación, siempre que se tenga el estado de ánimo adecuado. Sea que sea la mala suerte o la adversidad que alguien pueda experimentar, esos cambios externos en la fortuna nunca pueden socavar su estado de ánimo. Por tanto, nuestra atención debería centrarse en cultivar un excelente estado de ánimo con una mirada positiva sobre las cosas y las personas, así como con un posicionamiento activo y constructivo frente a ellas. Esto significa prestar atención a los juicios que hacemos y evitar las emociones negativas, desarrollando rasgos de carácter positivo como la justicia, el coraje, la moderación, la sabiduría. Estas virtudes nos permitirán actuar como buenos ciudadanos en consonancia con nuestra naturaleza de animales sociales. El objetivo de los estoicos es vivir en coherencia con la naturaleza. Esto significa variar cosas, ser internamente coherentes con las creencias y valores que tenemos, estar en sintonía con nuestra naturaleza humana como animales racionales y sociales y vivir en armonía con la naturaleza en su conjunto, reconociendo que nuestra supervivencia depende del bienestar de la naturaleza. El estoico ideal será, pues, lúcido y racional, pero también desinteresado y social, además de económico y global. Valorará su propia integridad más que el éxito material. Apreciará lo que tiene y si lo pierde, aceptará de buena gana que nada se puede conservar para siempre. Se comportará lo mejor que pueda, sin frustrarse, cuando las cosas no salgan como esperaba. Tratando de aprender todas estas lecciones que forman parte de nuestra tradición cristiana, vuestros hermanos franciscanos desde Toledo os abrazan con la paz y el bien. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org