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In Romania, there are 3.42 million small farms, most of which are less than 5 hectares. Some of these farms are community lands, which are managed by traditional associative forms of governance. The decisions regarding these lands are made through assembly and voting. Community lands are important for achieving food sovereignty in Romania, as they provide access to land for local farmers and allow for agroecological practices. They also promote conservation and solidarity among landholders. Las tierras comunitarias en Rumanía Rumanía cuenta con un tercio de los campesinos en Europa, es decir, 3,42 millones de granjas, la inmensa mayoría de las cuales tienen menos de 5 hectáreas. Aunque la tierra rumana se nacionalizó bajo el régimen socialista, se ha redistribuido desde la década de los 90. Sin embargo, algunas de esas tierras eran comunitarias, una forma tradicional de gobernanza de la tierra que sigue vigente hoy en día. Estas tierras comunitarias son gestionadas por lo que se conoce como formas asociativas tradicionales, es decir, comunidades de titulares de derechos que viven en el territorio. El gobierno de estas tierras se hace en asamblea y, en general, las decisiones se toman por votación. Una persona puede tener varios votos en función de sus participaciones, pero esas participaciones están limitadas para evitar cualquier monopolio. Además, algunos derechos sobre los bienes comunitarios pueden ser heredados por los descendientes de los campesinos locales, mientras que otros se renegocian por temporadas. Hoy en día, las tierras comunitarias son esenciales para alcanzar la soberanía alimentaria en Romanía. La mitad de los 3,4 millones de hectáreas de pastos y prados están sujetos a acuerdos de uso colectivo. Además, las tierras comunitarias garantizan al campesinado rumano el acceso a la tierra, y en ellas pueden aplicar prácticas agroecológicas con el fin de diversificar su producción y reducir costes. Por último, al permitir prácticas agrícolas virtuosas, la gestión de las tierras comunitarias favorece la conservación y la restauración de la naturaleza, así como la solidaridad entre los titulares de los derechos.