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The main ideas from this information are that environmental education aims to promote sustainable development and improve quality of life for all. It is closely related to environmental management and sustainable development. The characteristics of environmental education include considering the environment holistically, being continuous and permanent, being interdisciplinary, and covering local, regional, national, and international levels. It also emphasizes participation, serves as a foundation for development, and is linked to the reality of local, national, regional, and global contexts. Recommendations for environmental education include learning from the world rather than just about it, combining theory and practice, and promoting self-learning. Special topics in environmental education include critical thinking about society-nature relationships, the value of biodiversity and cultural diversity, gender in environmental management, and the construction of new environmental value literar y promover y estimular acciones orientadas a alcanzar niveles sostenibles de desarrollo a escala humana, proporcionando bases conceptuales e industriales para mejorar y mantener óptimas condiciones de calidad de vida para todos. La educación ambiental actual se concibe en estrecha relación con la concepción dinámica de ambiente y tiene nexos más fuertes con la gestión ambiental que con la simple descripción de los problemas ambientales. Este hecho marca una de sus características centrales, el nexo con el desarrollo sostenible y con la participación. Características de la educación ambiental. Sobre esta premisa, las características de la educación ambiental que fueron propuestas en la conferencia intergubernamental sobre educación ambiental celebrada entre Tbilisi y Georgia en 1977 y ratificadas a lo largo del tiempo, se pueden presentar de manera general de la siguiente manera. Literal A, globalidad e integralidad, es decir, se considera el ambiente en su totalidad con un enfoque holístico e integrador, examinando los aspectos naturales y los aspectos sociales en interacción. Literal B, continuidad y permanencia, debe constituirse en un proceso ininterrumpido que se produce y acompaña al ser humano y a los grupos sociales en todas las etapas de la vida. Literal C, interdisciplinaridad y transdisciplinaridad, su campo conceptual y de acción abarca y transciende los límites artificiales de las diferentes disciplinas del saber humano. Literal D, cubrimiento espacial, su influencia abarca los niveles local, regional, nacional e internacional. Debe situarse tanto en situaciones específicas como en sus contextos próximos y lejanos. Literal E, temporalidad y sostenibilidad, modela la gestión de la situación actual y la visión del futuro. Esto es, se concentra en las situaciones ambientales de hoy y en las que pueden presentarse dentro de una perspectiva histórica, hacia la construcción de futuros alternativos deseables y posibles para la vida en todas sus formas de manifestación. Literal F, participación y compromiso, compromete y estimula la participación desde sectores diferentes de la población en el logro de una gestión ambiental racional a través de la cooperación local, regional, nacional e internacional. Literal G, fundamento para el desarrollo, en este sentido utiliza métodos diversos para facilitar el conocimiento y la comprensión de las situaciones ambientales, profundizando en aquellos métodos que hagan viables los procesos participativos. Influye y orienta los planes de desarrollo, las estrategias y los métodos de acción para lograr el desarrollo sostenible a escala humana. Literal H, vinculación con la realidad, su acción se dirige a lograr una vinculación estrecha y activa con la realidad local, nacional, regional y global. Literal I, universalidad, por su concepción y orientación se dirige a todos los sectores de la población, a todos los grupos de edad, étnicos y género, y a todos los niveles educativos y sociales para involucrarlos activamente hacia una gestión ambiental participativa. No sé qué me pasó. Recomendaciones y temas especiales. Recomendaciones para la acción. La educación ambiental debe estimular al ser humano a aprender del mundo y no sobre el mundo. Aprender cómo funciona, cómo son sus relaciones, es decir, incorporarse consciente y activamente en el proceso para conocer la dinámica de la naturaleza y de la sociedad a fin de saber actuar de manera acorde con sus necesidades y no simplemente memorizar información sobre aspectos puntuales del ambiente. El proceso educativo debe darse en el marco de un enfoque sintético del estudio de las diversas realidades. Ya que nada se encuentra en forma estática y aislada ni en la naturaleza ni en la sociedad, todo elemento que se tome como objeto de estudio, observación, análisis, estará inmerso en una red de interrelaciones, por lo cual es necesario verlo, estudiarlo y estudiarlo como parte de un sistema, considerando prioritariamente las relaciones presentes en un momento y lugar determinado. En la educación ambiental se requiere combinar aspectos retrospectivos y prospectivos de la historia personal y colectiva en las relaciones sociedad-naturaleza, construyendo y analizando los contextos. Retrospectivos, en el sentido de recordar, de reconstruir el pasado, cómo se actuó entonces y qué procesos o fenómenos positivos o negativos ocurrieron, cuáles fueron los resultados, qué marchó bien o qué acciones no fueron exitosas. Prospectivos, en el sentido de orientarse a la construcción del futuro, a la visión deseable que esperamos alcanzar. Se debe enfatizar y estimular el autoaprendizaje, puesto que el conocimiento como producto intelectual personal no es transferible. Cada persona debe construir sus propios saberes y entrenarse en formas autónomas de estudio y de investigación. Se necesita mostrar la relación entre teoría práctica y viceversa. Se trata de una acción complementaria a lo anterior y constituye el punto de partida para alcanzar una mejor comprensión de los fenómenos y hechos ambientales. Por lo tanto, cuanto más frecuente sea su uso, más útil y productivo será su efecto. Se requiere cultivar y estimular la flexibilidad exploratoria. Esto es sumamente importante, pues el aprendizaje, al ser un proceso continuo, permite la constante renovación, actualización y perfeccionamiento del conocimiento. Con estas premisas se propone combinar cuatro elementos de acción formativa. Literal E, información teórica. Literal B, talleres dinámicos y participativos de trabajo en grupo. Literal C, salidas de terreno o de campo. Y literal D, actividades concretas de recuperación ambiental. Estos cuatro elementos deben estar ligados entre sí por un hilo conductor que articule los temas y permita que los resultados de una de las acciones apoyen y fortalezcan los resultados de las restantes. Temas especiales. A los tejes conductores del pensamiento en los procesos contemporáneos de educación ambiental se han venido incorporando de manera gradual varios temas centrales que precisan atención especial. Varios de ellos se han convertido en aspectos fundamentales para avanzar hacia una educación verdaderamente integral e integradora. Algunos de estos temas son temas de especial atención para la educación ambiental de hoy. La construcción de un pensamiento crítico sobre las relaciones actuales entre la sociedad y la naturaleza, sobre la sociedad de consumo, la globalización, las situaciones locales y regionales unido a pautas de acción innovadoras. El valor de la diversidad biológica y cultural, su conservación y su potencial desarrollo. La interculturalidad, la integración y los nuevos enfoques sociales, el intercambio y la valorización de saberes, la interdisciplinariedad y los saberes ambientales, la dimensión de género en la gestión ambiental. El protagonismo creativo de las comunidades indígenas locales, urbanas y rurales en la gestión ambiental participativa. La construcción de nuevos procesos solidarios en la sociedad. La equidad étnica de género e intergeneracional. La ética ambiental y la construcción de nuevos valores ambientales. La paz, el equilibrio de la sociedad y las alternativas de sobrevivencia de la humanidad y el planeta. Formas de abordaje para la educación ambiental. Existen diversas maneras para aproximarse a la inserción de la educación ambiental en procesos formativos. Una de ellas es considerar el ambiente como eje transversal. Trabajar con métodos de infusión o de enseñanza aplicada. Definir y organizar equipamientos, ambientalizar la escuela, orientarse a la interpretación ambiental y emplear sus centros o procedimientos, etcétera. A continuación se hará referencia a algunas de estas opciones. El ambiente como eje transversal de la educación. Para realizar este enfoque de trabajo es necesario considerar varios elementos. La comprensión integral y dinámica del ambiente, el empleo de procedimientos para conocer y comprender las situaciones ambientales y el uso de metodologías de participación. Cada uno de ellos incluye temas que deben ser desarrollados en las realidades específicas de los centros educativos. Comprensión de la dinámica del ambiente. Visión sistémica de la interacción sociedad-naturaleza. Cambios ambientales en el tiempo y en el espacio. Complejidad de las situaciones ambientales. Flujo de energía. Ser humano. Modifica las condiciones ambientales. Procedimientos para actuar en el ambiente. Conocerlo y defenderlo. Trabajo interdisciplinario para conocer y comprender. Búsqueda de información. Procesamiento de información y comunicación. Previsión de acciones que degradan o deterioran el ambiente. Participación para solucionar problemas ambientales. Metodologías para la participación. Técnicas de resolución de problemas ambientales. Valoración de la biósfera. Aspectos étnicos y culturales. Actuación ambiental en la vida cotidiana. Métodos de incorporación. Entre los diversos métodos que pueden emplearse para incorporar la temática ambiental en los procesos educativos, destacan dos de ellos, el de inserción o infusión y el método de aplicación. Método de infusión o inserción. Al desarrollar el contenido de un área determinada, se presenta un nuevo enfoque del tema para apreciar aspectos nuevos. Interdisciplinarios que enfatizan en las relaciones sociedad-naturaleza. Método de aplicación o de enseñanza aplicada. Se busca analizar un problema, sus causas y consecuencias y buscar soluciones a partir de situaciones reales o hechos ocurridos. Tiene enfoque interdisciplinario y propone realizar trabajo planificado y en equipo. Trabajo con equipamientos para la educación ambiental. Se consideran equipamientos para la educación ambiental los conjuntos de recursos organizados de carácter físico, conceptual o metodológico que apoyan los procesos formativos ambientales tales como espacios físicos, aulas, talleres, laboratorios, museos, centros para realizar actividades pedagógicas, escenarios pedagógicos organizados, itinerarios, paisajes, espacios locales y otros. Proyectos pedagógicos. Realización de proyectos a partir de marcos teóricos, principios pedagógicos, con definición de objetivos y estrategias, métodos y técnicas, así como uso de recursos materiales, criterios y formas de evaluación. Recursos materiales, publicaciones, material audiovisual, gráfico, interactivo. Ideas para ambientalizar los centros educativos. Realizar una gestión ambientalmente racional de los recursos que se usan en la escuela. Hacer más habitable el lugar. Sensibilizar a la comunidad educativa, promover la participación. Modificar actitudes y comportamientos de alumnos y alumnas, profesores y profesoras, personal directivo, administrativo y de apoyo. Usar la escuela como recurso educativo sobre el que se actúa e interviene. Desarrollar un proceso, un proyecto global que integre todas las áreas del conocimiento. La interpretación ambiental. La interpretación ambiental es una actividad educativa ambiental que examina y revela la manera atractiva, las características de un área y sus relaciones biofísicas y culturales a través de las experiencias directas que generen en las personas disfrute, sensibilidad, conocimiento y compromiso con los valores interpretados. Es un instrumento que facilita la gestión de sitios con potenciales atractivos para ser visitados. Espacios naturales protegidos, lugares arqueológicos, etcétera. Con el fin de conseguir apoyo del público en tareas de conservación. Busca comunicar los valores del patrimonio natural y cultural, prevenir los efectos negativos, aportar a los procesos de conservación que se estén desarrollando en el área. Las intérpretes o dinamizadoras ambientales son personas de diversas edades y varía la condición social y educativa. Se especializan en realizar una lectura entretenida y crítica de las realidades que se observan en un área natural y social. Estos intérpretes deben realizar reflexiones interesantes sobre la dinámica ecosistémica, social y cultural de un lugar o territorio y expresarlas a través de mecanismos varios de comunicación para que las personas visitantes comprendan de manera global estos procesos. Además deben actuar como agentes de transformación de los aspectos que estén afectando de manera negativa a los ecosistemas y a las poblaciones que habitan el lugar. Apoyan la potenciación del desarrollo de las calidades ecosistémicas y culturales del lugar. Generalmente pertenecen a la comunidad local. Su labor es acompañar y apoyar el manejo de visitas o grupos manejando técnicas de interpretación y dinámicas grupales. Centros de interpretación, aulas de naturaleza y senderos interpretativos. Se trata de espacios o rutas que facilitan el conocimiento de la naturaleza y de las relaciones sociedad- naturaleza en una localidad o región determinada. Sus principales temas de trabajo son la naturaleza, los ecosistemas, las especies y los hábitats, la situación ambiental, los recursos naturales, sus usos, los problemas ambientales, la interpretación a través del contacto con la realidad y de análisis crítico de las situaciones observadas. La creación de estos centros o senderos o el uso de los ya existentes es un importante apoyo para los procesos de educación ambiental que complementa de manera importante las posibilidades formativas. Módulo 2, elementos de investigación participativa y planificación prospectiva en la educación ambiental. La investigación participativa. La investigación participativa en términos generales es aquella orientada a trabajar con grupos de población a fin de identificar y analizar críticamente algunos hechos significativos, determinando problemas o necesidades para encontrar y llevar a la práctica pautas de solución de manera conjunta. De acuerdo con Bob Potter, un modelo de investigación participativa debería en principio tener cuatro fases. Montaje institucional y definición del tipo de metodología participativa. Dos, estudio preliminar de la zona y la población. Tres, análisis crítico participativo de los problemas y priorización de los mismos. Y cuatro, programación y ejecución de un plan de acción integral para contribuir a la solución de los problemas priorizados. De esta manera, el proceso de investigación participativa al involucrar directamente a la población en el análisis crítico de sus situaciones de vida, propiciando la retención de problemas prioritarios y la ejecución específica de acciones de solución integrales, se convierte en sí mismo en un proceso educativo. La propuesta de una educación ambiental participativa que involucra a la comunidad en el análisis de sus situaciones ambientales para llevar ese estudio a la realización de acciones concretas va ligada directamente con la posibilidad de desarrollar investigaciones participativas comunitarias. De esta manera, al mismo tiempo que se efectúan estudios sobre situaciones ambientales complejas y se llegan a conclusiones sobre los principales problemas y la manera de abordarlos para su solución, se está realizando también un proceso educativo ambiental. Para llevar a cabo este proceso simultáneo, la investigación participativa y de educación ambiental es preciso contar con métodos e instrumentos que permitan facilitar los análisis y den orientaciones claras sobre los fundamentos de futuros planes de acción. En este sentido, las técnicas participativas de la prospectiva son un instrumento valioso que permite articular las investigaciones sistémicas, la priorización dinámica y las propuestas de acción. La prospectiva como base investigativa e instrumental. El futuro no es tan solo un objeto de estudio, como afirman los futurologos, es sobre todo un abanico de opciones que recuerda que bien se puede diferenciar el hoy del mañana, en la medida en que existe la posibilidad de replantear, de reorientar, de frenar las tendencias y propiciar las rupturas y cambios necesarios. En los años 60, el filósofo y educador francés Gaston Berger planteó por primera vez algo que no había sido tenido en cuenta seriamente por los investigadores. El futuro no es un simple objeto de conocimiento, es una multiplicidad de posibles y agregó, el futuro hay que construirlo. Esta diferencia sustancial entre las escuelas futurológicas y la nueva línea de pensamiento de Berger abrió un campo de reflexiones extraordinariamente rico, cuyos temas y alternativas permiten avances y propuestas creativas en las condiciones actuales. La prospectiva inició así su proceso de construcción con un mensaje de esperanza. Podemos construir un futuro diferente y mejor. Años más tarde, un discípulo de Berger, Michel Godet, subrayó, la prospectiva no es ni provisión ni futurología, sino una reflexión para la acción y la antifatalidad. Godet, 1985. La prospectiva se define como un conjunto de métodos y técnicas, teorías y conceptos para analizar, prever, explicar y construir anticipadamente futuros posibles y deseables de la acción humana. En la planificación tiene un lugar importante al proporcionar un marco a las informaciones estratégicas que se sitúan en escenarios que combinan tendencias probables, futuros deseables y cambios esperados. En el análisis de sistemas complejos ocupa un lugar particularmente destacado al permitir establecer las interrelaciones sistémicas de los factores determinantes del problema en estudio y las prioridades dinámicas de su abordaje. Las siete ideas claves de la prospectiva marcaron también un rumbo diferente para las investigaciones sociales. Estas ideas son dilucidar la acción presente a la luz del futuro, explorar futuros múltiples e inciertos, adoptar una visión global y sistémica, tener en cuenta factores cualitativos y estrategias centoriales, recordar que la información y la previsión no son neutrales, optar por el pluralismo y la completariedad de los enfoques, cuestionar las ideas recibidas, incluso estas. Al investigar las relaciones entre la sociedad y la naturaleza, desde una perspectiva de la educación ambiental surge la necesidad de plantear formas alternativas que permitan construir un desarrollo sustentable a partir precisamente de los procesos educativos. En ese sentido, la investigación prospectiva ofrece un enfoque participativo que permite ampliar las reflexiones y buscar las convergencias. La prospectiva intenta mostrar las relaciones entre los futuros posibles y ciertas decisiones del presente a fin de movilizar los esfuerzos sociales hacia el cambio constructivo. Ofrece elementos predecisionales e ingresa al estudio de los fenómenos de manera sistémica y participativa, subrayando la importancia de las relaciones entre los componentes del sistema y sus repercusiones al generar elementos constitutivos nuevos, no propios del sistema original. Le da importancia fundamental a lo cualitativo y a los aportes intersectoriales e interdisciplinarios. Se abre a las ideas y a las propuestas innovadoras intentando lograr convergencias y equilibrios dinámicos. El proceso de reflexión y acción conducente a la construcción de futuros, a la elaboración de planes participativos es en sí mismo una actividad educativa cuyas repercusiones van más allá del interés primario de realizar y poner en ejecución programas específicos de trabajo. Durante la secuencia de actividades que se realiza con la población para examinar y realizar autodiagnósticos sobre sus situaciones ambientales para construir futuros y estrategias de mejoramiento ambiental, efectúa simultáneamente una acción formativa directa que puede tener énfasis diversos de acuerdo con los intereses y características de cada comunidad. Los autodiagnósticos ambientales, la perspectiva y la educación ambiental. La población por sus propias experiencias está en inmejorables condiciones para realizar autodiagnósticos ambientales, pero ocurre que en general cuando una situación ambiental es vivida cotidianamente, aunque se perciba de manera directa no siempre, es comprendida en su cabal magnitud y no se visualizan sus componentes e interacciones de manera clara y definida. Los educadores ambientales deben convertirse en un apoyo de la comunidad en la comprensión de las relaciones entre la sociedad y la naturaleza, expresada en las numerosas manifestaciones que éstas tienen en el ámbito local, regional, nacional e internacional. El fortalecimiento del conocimiento de las diversas facetas de la situación ambiental, de las potencialidades que existen en sus componentes culturales, naturales y sociales, así como los problemas existentes, una vez aclarados y convertidos en hechos explícitos, permiten trazar las rutas de acción comunitaria hacia la autogestión ambiental. Además, el hecho de efectuar autodiagnósticos para construir futuros deseables se convierte en una importante línea formativa, pues lo que trabajo para poner en evidencia las situaciones ambientales, el potencial ambiental y los problemas diversos derivados de las acciones humanas, así como la definición de rutas de desarrollo sostenible, lleva una importante dosis educativa y conduce a la población hacia metas concretas de mejoramiento de sus condiciones ambientales.