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Pódcast sobre la obra ‘El Grito’ de Edvard Munch para la semana cultural hecho por Angelina Torres, Sofía Álvarez y Sophia Acuña de 4º ESO.
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Pódcast sobre la obra ‘El Grito’ de Edvard Munch para la semana cultural hecho por Angelina Torres, Sofía Álvarez y Sophia Acuña de 4º ESO.
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Pódcast sobre la obra ‘El Grito’ de Edvard Munch para la semana cultural hecho por Angelina Torres, Sofía Álvarez y Sophia Acuña de 4º ESO.
El podcast analiza la pintura icónica "El Grito" de Edvard Munch, explorando su intensidad emocional y el contexto social de finales del siglo XIX. Las luchas personales de Munch y el movimiento expresionista influyeron en su estilo audaz y vívido, que pretendía capturar las emociones internas. La figura distorsionada y el fondo caótico representan la angustia y la conexión entre el mundo real y el interior del artista. La pintura se convirtió en un ícono del arte moderno debido a su cruda representación de experiencias universales y continúa resonando hoy. Lamentablemente, el cuadro fue robado en 1994 y 2004, pero finalmente fue recuperado, aunque la versión del Museo Munch sufrió daños irreparables. En conclusión, "El Grito" es una expresión visceral de soledad y angustia, que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia existencia y luchas internas. ¿Que nos hace gritar en el silencio de nuestras almas? ¿Cuántos de nosotros hemos sentido ese grito silencioso en momentos de desesperación? Bienvenidos a nuestro podcast cultural. Hoy nos sumergiremos en el fascinante mundo de la pintura y exploraremos una de las obras más icónicas del arte moderno, El Grito, de Edvard Munch. Somos Angelina Torres, Sofía Álvarez y Sofía Acuña, sus anfitrionas de hoy. El Grito es una obra que siempre ha despertado la curiosidad de muchos, ¿por qué creen que esta pintura ha dejado una huella tan profunda en la historia del arte? Bueno, Sofía, creo que parte de su impacto radica en la intensidad emocional que transmite, pero antes de profundizar en el análisis artístico, primero debemos sumergirnos en el contexto. La historia fue creada por el pintor noruego Edvard Munch en 1893, ¿por qué este título? ¿Qué nos dice sobre la angustia y la desesperación en la sociedad de finales del siglo XIX? Es fascinante cómo Munch logró capturar la esencia de su época, la ansiedad, la alineación, la incertidumbre estaban presentes en la vida de las personas. La revolución industrial, los avances científicos y los cambios sociales crearon una atmósfera de inquietud. No solo de Sofía, su vida estuvo marcada por la tragedia, la muerte temprana de su madre, la enfermedad y la soledad, y el Grito es una expresión visual de todas esas emociones. Es cierto, Munch no tuvo una vida fácil, la muerte temprana de su madre y la enfermedad de su padre dejaron una marca indeleble en él. En su diario escribió, estaba allí temblando de miedo y sintió un grito fuerte e infinito perforando la naturaleza. El grito se convirtió en su voz, una expresión visceral de su angustia personal. Es como si la pintura fuera un eco de su propia lucha interna, la figura solitaria en el puente con el fiordo y el cielo en llamas detrás nos sumerge en su desesperación. Edvard Munch fue un visionario del expresionismo, un movimiento artístico que buscaba plasmar emociones y sentimientos internos difíciles de expresar, los límites sensoriales del impresionismo, identificando el arte no solo con el espíritu sino con la totalidad de la existencia. Por ello desarrolla un estilo atrevido y vigoroso, acorde con la pretendida unidad emocional del arte, que le permite mostrar no ya la descripción de una situación psicológica, sino especialmente su función simbólica. Este lenguaje y, sobre todo, estos contenidos serán fundamentales para el nacimiento del expresionismo en el arte del siglo XX. Y es que, ¿cómo representarías la desesperación, la pena o la melancolía? Edvard Munch y otros expresionistas recurrieron a deformaciones violentas, colores intensos y exageraciones en la expresión de los personajes. Y el grito es un ejemplo perfecto de todo eso, la figura central con su rostro distorsionado y sus manos en las sienes es el foco de la obra, parece estar al borde de la locura, que angustia lo consume, es un grito de dolor, miedo o desesperación. El fondo es igualmente inquietante, el cielo rojo y las líneas ondulantes sugieren un mundo en caos, representan la conexión entre el mundo real y el interior del artista. El puente, como un umbral entre la razón y la locura, los invita a cruzar hacia lo desconocido. Munch utiliza colores vibrantes y contrastantes, el rojo y el naranja simbolizan la urgencia y la agitación emocional, la paleta intensifica la sensación de angustia. No solo eso, las líneas onduladas y la figura retorcida sugieren una lucha interna, los personajes parecen retorcerse de dolor, como si sus almas estuvieran en conflicto. El grito es un manifiesto del expresionismo, un movimiento que busca plasmar emociones internas de manera cruda y directa. Creo que su fama se debe a la combinación de la técnica y la emoción, Munch utilizó todo eso para transmitir la ansiedad, además su contexto personal le dio una autenticidad única, por eso se ha convertido en un ícono cultural. Su angustia transciende del tiempo y sigue resonando en nuestra sociedad actual. En definitiva, el grito es una de las imágenes más familiares del arte moderno, ha sido reproducida en múltiples formatos como camisetas, imanes, pines, etc., y su popularidad es debido a que plasma una experiencia universal que resume las tensiones de la vida cotidiana. Desgraciadamente, a mediados de la década de los 90, se empezó a poner de moda robar el grito, y de esta manera, tanto la versión original de la Galería Nacional de Oslo como una del Museo de Munch de la misma ciudad, fueron sustraídas en 1994 y 2004, respectivamente ante el estupor de la opinión pública mundial. Lo bueno es que finalmente ambas fueron recuperadas por la policía noruega, aunque la versión correspondiente al Museo Munch sufrió daños irreparables. Bueno, en conclusión, el grito es un grito visceral de soledad y angustia, una ventana al alma atormentada de Munch, una obra que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia existencia y nuestras luchas internas, y como bien dijeron ustedes, un icono del arte moderno. Gracias por acompañarnos en este viaje a través del grito de Edgbart Munch. Recuerden que el arte nos permite explorar nuestras emociones más profundas, y conectarnos con la humanidad a lo largo de la historia. ¡Hasta pronto!