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In April 2003, the city of Santa Fe experienced a devastating flood caused by the overflowing Salado River. Many people were left homeless and 23 people died. Ulises, who was 19 at the time, shares his experience during this disaster. They tried to save their belongings and find shelter, but the water kept rising. They spent the night searching for their mother and eventually found her. They were evacuated and stayed with relatives. They helped their neighbors and cooked meals for them. The flood could have been avoided if the river defenses were completed and if there had been an earlier evacuation order. People held Carlos Reutemann responsible for the consequences and the unfinished construction. Entre el 29 de abril y el 3 de mayo del año 2003, la ciudad de Santa Fe sufrió un hecho inolvidable para todos sus ciudadanos, la inundación por el crecimiento desmedido del río Salado que dejó a muchas personas sin hogar y a 23 fallecidos. Este hecho fue una de las catástrofes más importantes del país por su magnitud, ocurrido durante la gobernación de Carlos Reutemann. Ulises, que en ese entonces tenía tan solo 19 años, nos contará su experiencia sobre este desastre que vivió. En el momento que entra el agua al barrio, bueno ahí ya que estaba entrando el agua por el barrio Chalé más o menos, yo nos vamos a la casa de la novia de mi hermano para ir guardando los muebles y demás cosas adentro de un cuarto, porque ya que la casa iba a quedar sola, íbamos a salir del barrio, ya que la madre no se encontraba. Una vez de ahí nos dicen que estaba ingresando fuerte el agua por la zona de la canchita del Tigre, que era acá nomás del barrio Centenario. En el momento que les informaron que no podían ingresar al barrio, ¿qué hicieron? Una vez que llegamos a Jotapaso decidimos ir a mi barrio a buscar a mi mamá, ya era tarde-noche. Cuando llegamos a Avenida Freire y Corrientes, vemos que a lo lejos se ve una luz, por allá arriba a lo alto, y se van acercando más la luz y era una lancha de prefectura, la cual le dice que a la gente que estábamos ahí, venían sacando gente ellos del barrio Santa Rosa, nos dicen que no se podían ingresar, que ya el agua había tapado todas las casas. Ulises y su hermano, al ver la situación que se estaba formando, siguieron vagando por las calles no tan inundadas, en busca de un refugio en donde quedarse. Quedábamos toda la noche dando vueltas por donde, más que nada, se podía andar, porque ya lo que era Santa Rosa, Centenario, San Lorenzo, estaba todo bajo el agua, entonces no podíamos ir a ningún lado, y nos pasamos toda una noche buscando a mi mamá y mi hermano. Al otro día, cuando empezó a salir el sol, vimos que ya estaba todo inundado, el agua ya estaba llegando a lo que era Sabaya y General López, todo lo que era el Cordona Este estaba todo bajo el agua, y llegamos hasta donde era J. Paso y Saavedra, nos dicen que no se podían ingresar en la zona del Centenario, porque estaba todo bajo el agua y no se podían ingresar. Más que nada, estaban sacando a la gente que se había quedado atrapada en los barrios, vacía arriba de los techos. Ahí encontramos a uno de mis tíos, a mi tía que la habían sacado de La Manzana 11, y salían para el lado de J. Paso con una lancha de prefectura para poder comprar algunas velas y cosas para los chicos que ellos tenían, y nos dicen que habíamos encontrado a mi mamá, nos pusimos a hablar por el tema de mis abuelos que no sabíamos dónde estaban tampoco, así que nos quedamos dos noches buscando a mi mamá que no la habíamos encontrado. Al seguir vagando, se reencontraron con sus tíos, quienes estaban siendo evacuados de su hogar, pero su mamá seguía sin aparecer. Ulises y su hermano Javier siguieron su camino en busca de su progenitora, quien los tenía muy preocupados. Ella no se encontraba por ningún lado. Al tercer día de la mañana encontramos a unos pares vecinos, y ya nos pusimos a hablar, nos dijeron dónde supuestamente podía andar mi mamá. Cerca del mediodía le encontramos que andaba buscándonos también, así que fuimos una familia más, nos auto evacuamos y estuvimos en la casa de unos familiares. Al encontrar a su madre Mabel, decidieron auto evacuarse e ir a la casa de unos familiares. Luego, gracias a la ayuda de prefectura, decidieron ir a la casa de su padrastro y cuidar de las pertenencias que tenían ahí. Entre todos los vecinos hablaban para pasar el rato, se ayudaban y se daban ánimos en esa situación tan difícil. José, el padrastro de Ulises, tenía una fábrica de prepixas y fugazas en el segundo piso de su vivienda. Por lo tanto, ellos cocinaban para todos los vecinos, quienes les pasaban los ingredientes que habían salvado del agua. Pasábamos familia entera arriba del techo y demás, así que estuvimos tres noches arriba del segundo piso de mi casa. Meses previos a la tragedia, diversos medios difundieron noticias referidas a que el río salado venía aumentando a un ritmo excepcional y que se estaba gestando una crecida extraordinaria. Durante cinco días, las lluvias se concentraron en el cauce bajo del río salado y se acumularon 1.400 milímetros. Fue allí en donde las defensas fallaron. Había un tramo sin terminar y esto permitió la entrada del agua. Los antecesinos, al saber que esto pudo ser evitado y no hubieran tenido que pasar por este horrible hecho, culparon a Reutemann por su responsabilidad en las consecuencias y por la obra inconclusa, además de no haber dado la orden de evacuación días antes.