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Episodio 1

Episodio 1

Diana

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In this miniseries, Diana discusses the book "Mujeres que corren con los lobos" by Clarissa Pinkola Estés. She explains that the book is not meant to be fully understood, but rather to help women connect with their instinctive nature. The book is filled with fairy tales, myths, and family stories, analyzing the symbolism and psychological meaning behind each one. It compares the lives of wolves to the lives of women, highlighting their similar characteristics and the challenges they face in society. Clarissa emphasizes the importance of embracing our wild nature and intuition. The book is divided into an introduction, 16 chapters, and a final chapter about medicine stories. It encourages women to explore their own instincts and not be confined by societal expectations. Hola, ¿qué tal? Soy Diana, comunicadora, mujer migrante, facilitadora de círculos de mujeres y terapeuta holística en un nuevo mundo. Les doy la bienvenida a esta miniserie de cinco episodios que he preparado para hablarles sobre la introducción, el capítulo 1 y la autora del libro Mujeres que corren con los lobos, mitos y cuentos del arquetipo de la mujer salvaje. Ustedes han escuchado ya este libro, estoy segura, Mujeres que corren con los lobos. Yo lo amo, desde hace cuatro años vengo navegándolo junto a mi amiga Pao Ferreira en Argentina, con quien también hemos hecho talleres de lectura y escritura para mujeres, y me di cuenta que hay un deseo muy grande en muchas mujeres de leerlo, pero ¿qué pasa? Llegan a las primeras páginas y desisten, porque la lectura es compleja, yo no les voy a negar, no es un libro sencillo, pero es que este libro, Mujeres, no es para comprenderlo a la perfección. Aquí nadie nos va a pedir ser las mejores, no nos van a hacer evaluación, no tenemos que aprender conceptos de memoria, no tenemos que saber nada para leerlo, solamente estar dispuestos desde el alma a encontrar nuevas formas de descubrir la psicología femenina. Yo me imagino que es como ir por un desierto y de repente nos encontramos con una fruta exótica por primera vez, que hay que oler, palpar, descubrir, y tenemos que masticarla lento para saber a qué sabe. Eso para mí es este libro. Entonces yo me propuesto en estos episodios acompañarlas a pasar esa primera parte para que ustedes solitas lleguen a todo el contenido de la manera que ustedes quieran. Yo siempre digo que no hay un orden para leer este libro. De hecho, si tú tienes como ciertas prevenciones con la teoría, te animo a que empieces por los cuentos. Leer un cuento del libro de Clarice es como ir a la naturaleza, uno no sabe qué le pasa pero vuelve mejor. Algo se sana sin darnos cuenta. Yo sé que seguramente muchos de los que me escuchan ya conocen el libro, otros están curiosos de saber más y lo tienen por allá guardado en la mesita de luz esperando. En resumen, Mujeres que corren con los lobos es un libro que está hecho de cuentos de hadas, muchos de los que ya nosotros conocemos. También trae mitos y relatos familiares. Yo diría que el gran propósito de este libro es conectarnos a las mujeres con nuestra naturaleza instintiva. Todas nacemos libres y llenas de atributos salvajes, pero las exigencias de la sociedad son tan grandes y nos obligan a ser demasiado civilizadas, tanto que con el tiempo vamos callando nuestra alma y nuestros deseos más profundos. Y entonces Clarice viene y dice, no, existe dentro de todas las mujeres una mujer salvaje que hay que despertar para dejar de ser tan civilizadas y poder volver a nuestro instinto y a nuestra intuición. Entonces el libro está lleno de comentarios muy profundos, revolucionarios para las mujeres, tiene explicación psicológica de cada cuento. Imagínense que Clarice nos describe un cuento, por ejemplo el patito feo que todas conocemos, pero no se queda solamente en la descripción del cuento, va al análisis de los personajes, qué significa cada uno, qué simboliza para la mujer y qué nos está diciendo a nosotras para despertar a nuestra mujer salvaje, a nuestra loba. Está escrito por Clarisa Pincola Estés, yo amo a esta mujer, la llevo en mi corazón, me ha acompañado en los últimos cuatro años de maneras que ustedes no pueden imaginarse, sino hasta cuando lo lean el libro. Ella es psicoanalista con enfoque yunguiano, es decir que ella analiza estos cuentos desde lo simbólico, desde las imágenes, desde el inconsciente, desde los sueños. También es poeta, contadora de cuentos y se dice que ella creó un nuevo vocabulario para describir la psicología femenina, con lo que estoy completamente de acuerdo. Cuando lleguen al libro se van a dar cuenta que está dividido en la introducción, 16 capítulos y un capítulo final que habla sobre qué son los cuentos medicina, de los que les voy a hablar en el próximo episodio. En este primer episodio voy a empezar por la primera parte del título, Mujeres que corren con los lobos. ¿Qué hace Clarisa? Ella compara el modo de vida de los lobos con el modo de vida de la mujer. Dice que nosotras las mujeres tenemos una naturaleza libre que corre instintiva similar a la de estos animales. El libro no es un estudio de cómo viven los lobos, ni te vas a encontrar con un análisis de comportamiento animal, no es una lectura académica, no te asustes. El libro es más bien una gran metáfora de las características que todas las mujeres compartimos con la naturaleza, con los animales. De hecho, te vas a encontrar con la foca, la mariposa, el agua, la luna, el oso, los cisnes y principalmente el lobo. ¿Y por qué los lobos? Nos preguntamos. El título del libro, dice Clarisa, procede de sus estudios de biología acerca de la fauna salvaje y de los lobos en particular. Dice ella, los estudios de los lobos canis lupus y canis rufus son como la historia de las mujeres, tanto en lo concerniente a su coraje como a sus fatigas. Ella creció cerca de grandes árboles, bosques, lagos. Su vida temprana también la tuvo cerca de los lobos y entonces ella los observó, se detuvo a mirar su comportamiento, cómo comían, cómo se comportaban las crías con sus madres, las mamás lobas, cómo eran sus tiempos y llegó a grandes conclusiones. Dice ella, la naturaleza salvaje ha pasado doblemente a mi espíritu por mi nacimiento en el seno de una apasionada familia mexicano española y más tarde por mi adopción por parte de una familia de fogosos húngaros. Me crié cerca de la frontera de Michigan, rodeada de bosques, huertos y tierras de labranza y no lejos de los grandes lagos. Allí los truenos y los relámpagos eran mi principal alimento. Por la noche los maizales crujían y hablaban en voz alta, allá arriba en el norte los lobos acudían a los claros del bosque a la luz de la luna y brincaban y rezaban. Todos podíamos beber sin temor de los mismos riachuelos. Al crecer Clarisa y estar expuesta tan tempranamente a la naturaleza y luego estudiar la vida de los lobos la llevó a comparar y a decir los lobos sanos y las mujeres sanas comparten ciertas características psíquicas. Los lobos y las mujeres son relacionales por naturaleza, inquisitivos, poseen una gran resistencia y fuerza. También dijo, ambos son profundamente intuitivos, intensamente preocupados por sus crías, su pareja y su manada. Sin embargo, y aquí es cuando empiezan a hacer su propuesta del arquetipo de la mujer salvaje, ambos han sido perseguidos, acosados y falsamente acusados de ser devoradores y tortuosos, demasiado agresivos, de menos valor que aquellos que son sus detractores. La separación de la naturaleza salvaje hace que las mujeres se confundan y pierdan el rumbo, como lo que pasa cuando a los lobos los separan de su propia naturaleza. Y ella dice, ¿una mujer salvaje en qué se parece a una loba? En que es robusta, colmada, poderosa, llena de fuerza vital, consciente de su propio territorio, ingeniosa, leal y en constante movimiento. En cambio, la separación de la naturaleza salvaje provoca que la personalidad de una mujer se debilite, como le pasa a un lobo. Las mujeres no estamos hechas para ser criaturas incapaces de pegar un salto, dice Clarisa. Cuando la vida de las mujeres quedan estancadas o se llenan de aburrimiento, es hora de que emerja la mujer salvaje. Cuando nosotras nos aproximamos a estos contenidos, a este libro, a estos audios, es porque por dentro hay una pulsión fuerte que quiere salir. Esa es la mujer salvaje, según Clarisa Pincola. Y así ella nos pone a imaginar dos escenarios, que las invito también a visualizar en estos momentos. Uno, ¿qué le pasa a un lobo y a una mujer cuando son sacados de su hábitat? ¿Qué le pasa a una mujer cuando es domesticada, cuando sus mayores intuiciones son calladas, cuando el movimiento de su cuerpo es frenado? Y dos, ¿qué sucede cuando a un lobo y a una mujer sí nos permiten vivir nuestra naturaleza salvaje plenamente? Al imaginar estos escenarios ya podemos suponer cuáles son los efectos para las mujeres si nuestra esencia fue enjaulada, como si pasara cuando encarcelan a un animal salvaje. Ya sea por nosotras mismas, porque nosotras también nos ponemos nuestras propias jaulas, o sea, por el entorno, por la educación, la religión, la cultura, la familia. Y esto es para pensarlo a lo largo de nuestras vidas, no solamente ahora. Recordar las veces que siendo niñas, jóvenes y adultas, alguna situación en nuestra vida, creencia o persona, limitó nuestros instintos, limitó nuestra libertad corporal, nos dijo quédate quieta, compórtate, arréglate el vestido, no saltes, no digas nada, no te rías, o tal vez nos pusieron demasiadas reglas o nos hicieron dudar de nuestras intuiciones. Tal vez por esas mismas limitaciones que vivimos tan tempranamente, hemos reproducido estos comportamientos con otras niñas y mujeres en nuestra historia. Ojalá no lo sigamos haciendo. ¿Qué dice Clarisa? Estas enseñanzas iniciales a ser amables, a ser dulces, a ser tan buenas niñas, induce a las mujeres a pasar por alto sus intuiciones. Y esto me hace recordar una parte del libro en donde Clarisa dice que entre los lobos cuando la hembra deja a las crías para ir a cazar, los lobesnos, que son los hijos, se van detrás de ella y ella se devuelve y los espanta con un grito, les ruge y los obliga a volver a la guarida. ¿Por qué? Porque la mamá loba sabe que sus crías no están listas para salir a enfrentar el mundo, no tienen claro quién es quién afuera en el bosque. ¿Qué es lo que nos pasa a las mujeres cuando nos crían para ser demasiado buenas? Nos muestran solo una parte bonita de la vida y cuando salimos a la vida real nos damos cuenta que el mundo no es tan placentero como creíamos y no sabemos diferenciar entre nuestras intuiciones, entre lo que es bueno y malo, entre lo que es amenazante o seguro. Para esto Clarisa dice, deberíamos, para poder desarrollar nuestro instinto salvaje desde niñas, tener esa iniciación que tienen las crías con sus mamás lobas. Y es que las mamás se los llevan al bosque, a sus lobesnos, y les empiezan a mostrar uno a uno, de una forma bonita y no tan bonita como es la realidad, mostrándoles los posibles depredadores, qué hacer cuando una criatura es más grande, cuando es más pequeña, cuando está enferma, cuando no sabes con quién te estás enfrentando. De esta manera el lobo puede desarrollar su instinto salvaje. Esta observación de Clarisa me lleva a proponerles una reflexión sobre la libertad que pasa dentro de nosotras cuando nos hartamos de una situación que nos tiene enjauladas, quizás en nuestras propias creencias, en nuestra propia personalidad, y hacemos todo lo necesario para que esa realidad cambie. Yo lo resumo en dos preguntas. ¿Qué pasa contigo como mujer cuando asumes tu libertad? ¿Qué sucede en tu cuerpo con tus emociones y deseos cuando eres tú misma, cuando apelas a quizás la lealtad más importante que es ser fiel a ti misma? Yo busqué muchas formas de proponer esta respuesta y recordé a Nina Simone, una cantante afroamericana muy salvaje, y ella afirmaba que nosotras sí sabemos qué es ser libre, aunque no lo podamos describir con palabras. Todas en algún momento de nuestra vida, en el fondo de nuestra alma, hemos experimentado la libertad y a eso hay que volver a esas memorias porque son las que nos liberan. Ella tiene su propia definición sobre libertad que es con la que cierro este episodio. Libre es no sentir miedo. Maravilloso, ¿no? Gracias por escucharme. Nos vemos en el siguiente episodio para profundizar en la mujer salvaje. Comparte con todas las mujeres a quienes creas que puede servir este contenido. Así crecemos en manada. Un abrazo salvaje para todas. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org

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