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Este segmento es acerca de como nos podemos caminar en el señor bajo el tema:Escoge un camino.
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Este segmento es acerca de como nos podemos caminar en el señor bajo el tema:Escoge un camino.
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Este segmento es acerca de como nos podemos caminar en el señor bajo el tema:Escoge un camino.
The speaker is introducing themselves and their pastor, expressing gratitude for the opportunity to share with the audience. They mention that they will be discussing the topic of choosing a path, using a Bible verse from Proverbs. They emphasize the importance of making the right choices and not being deceived by paths that may seem right but lead to destruction. They share personal stories and examples to highlight the significance of choosing the path of God. They encourage listeners to choose the path of salvation and to share this message with others. They conclude by reminding listeners that Jesus is the way and that following Him leads to eternal life. en diferentes lugares. Estamos también radicados en la iglesia de Dios Evenecer, radicada en Tampa, Florida. Con nosotros está nuestro pastor. Os pedí que saludé a la audiencia. Yo lo bendiga cada uno en esta preciosa noche. Estamos contentos y agradecidos del Señor por permitirnos estar en este lugar. Así que para mí es un deleite poder compartir con cada uno de los que están escuchando en esta tarde. ¡Qué bueno, qué bueno! También conmigo anda nuestro hermano y amigo Edwin Molina. Pedí que también salude a la audiencia en esta noche. Dios continúe siendo el pueblo que está en la sintonía. Para mí es un privilegio el poder compartir con los hermanos. Estamos dispuestos a traer una programación de mucha bendición. Así que, ¡pa'lante! Así que si están en sintonía, por favor, compartan para que esto pueda llegar a diferentes lugares y sea de bendición para cada uno de las personas que están a través de estos lugares. ¡Pa'lante! En esta noche vamos a traer una palabra que va a ser de administración para muchas vidas. Yo sé que Dios va a tocar los corazones y en esta noche vamos a hablar bajo el tema Escoge un camino. Aquellos que tengan su Biblia, vamos a estar leyendo una palabra que está en Proverbios capítulo 14, versículo 12. Repito, Proverbios capítulo 14, versículo 12. Y dice la palabra a la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén! Hay caminos que al hombre le parecen derecho, pero su fin es camino de muerte. Repito, hay caminos que al hombre le parecen derecho, pero su fin es camino de muerte. ¡Gloria, Señor! Tremendo, tremendo texto. Vamos a una oración por eso. Padre, te bendecimos, te honramos, te damos gloria y honra en este momento. Vamos a traer tu palabra para esa audiencia que está en la sintonía con nosotros, Señor. Úngenos con tu Santo Espíritu, bendícenos Dios amado, que podamos ser instrumentos de bendición para la gloria y la honra de tu nombre, en el nombre de Jesús. ¡Amén! ¡Gloria, Señor! Gloria sea en el nombre del Señor. Y el tema que vamos a estar hablando es Escoge un camino. Tengo una definición, ¿verdad? Para aquellos que quizás no tengan conocimiento, ¿verdad? de lo que es escoger. Y dice que es tomar o elegir una o más cosas o personas entre otras. Y dice que también es acción de caminar, para aquellos que no saben lo que es camino, es acción de caminar o de ir de un lugar a otro. Alabado sea el nombre del Señor, cuando se dice escoger un camino, sabemos que las cosas no están bien. Ahora mismo, puede ser que tú vayas en tu carro, puede ser que tú estés en algún lugar, estés pasando por algún problema, yo te solto, que tú te pongas, te pongas ahí y empieces a pensar y decidir cuál es el camino que tú tienes que escoger en este día. ¿El camino de la vida eterna o el camino de la perdición? Gloria sea el nombre del Señor. Fíjense que esta elección se refiere al conocimiento de Dios en la antemano de que eligieran creer en Él. Y entonces eligió, ¿verdad? a estas personas. Y no hay duda de que Dios onisciente y sobre todo, ¿verdad? sea una persona que quizás no sepa en qué camino se encuentra, ¿verdad? La palabra de Dios dice, ¿verdad? Que hay caminos que a un hombre le parecen derechos, pero su fin es uno de muerte. Yo recuerdo que en un momento dado yo estaba manejando la hueva de la iglesia, ¿verdad? Y me encontré con un joven, no voy a mencionar nombres, pero me encontré con un joven y ese joven, ¿verdad? se encontraba en el grupo. Entonces cuando yo me acerco a él le digo, joven necesito, ¿verdad? que me acompañes hoy a la iglesia porque Dios tiene un propósito contigo. Ese joven no decidió escuchar esa palabra y decidió irse. Yo le digo, acuérdate que en el camino que tú estás en estos momentos no es el camino que Dios quiere para ti. Dios quiere salvarte, Dios quiere rescatar tu vida, Dios quiere levantarte y hacer cosas grandes contigo, pero ¿qué sucede? que el joven no decidió escuchar esa palabra y dice que cuando yo me fui, ¿verdad? me fui del lugar que llegó a la iglesia, recuerdo que recibí una llamada y esa persona había fallecido. No decidió coger, ¿verdad? el camino correcto que Dios estaba alertándole, tratando de rescatarlo de ese lugar donde se encontraba. Él no decidió aceptar esa invitación. Guau, y así, al igual que ese joven, hoy en día hay muchos que cuando se les aparece la oportunidad que el Señor envía a un predicador, un hermano, una hermana, cualquier persona a darle una palabra de exhortación, una palabra de salvación de arrepentimiento, rechazan esa oportunidad y lamentablemente muchos de ellos mueren sin la salvación y era la última oportunidad que el Señor les estaba dando y eso es lamentable pastor. Ese es el llamado que te hace Dios hoy a ti, te está dando una oportunidad. Tú que me estás escuchando en esta hora, este es el día en el cual tú te debes ponerte a pensar y decir, guau, lo que estoy haciendo no me está dando ninguna prosperidad, voy de mal en peor, voy a tomar la decisión correcta, voy a decidirme a dar una oportunidad al Señor porque Él me está diciendo que yo escoja el mejor camino y el mejor camino es servirle a Él. Eso es correcto. Pero es que hay mucha gente que por más que tú le hables, por más que tú les prediques, no quieren salir del lugar donde se encuentran. Yo recuerdo que cuando antes de yo aceptar a Dios, se me hacía tan difícil, ¿verdad? Venir a los caminos de Cristo y créeme que he sido la mejor decisión que he tomado en mi vida y no me arrepiento de eso. Hay mucha gente que no sueltan las cargas ni las luchas y lo que hacen es que se quedan en el mismo camino que se encuentran porque ellos piensan que ese camino es el correcto. Sí, lamentablemente hay dos caminos en realidad que son los que el hombre debe de tomar una decisión. Cristo en una ocasión habló en el capítulo 5 según el Evangelio según Mateo y dijo que es escoger el camino angosto porque ancho es el camino y espaciosa es la puerta y lleva a la destrucción. Muchos son los que la siguen. Sin embargo, el Señor te dice angosto y estrecho es el camino, pero es el que te lleva a la vida eterna. Y si tú estás en sintonía con nosotros en esta preciosa hora, quiero que entiendas que el Señor te ha dado la oportunidad de conectarte con nosotros en este podcast para que escuches la palabra que Dios tiene para tu vida. Una de las cosas, contestando lo que dijo nuestro hermano Luis, Satanás le ha endurecido el corazón a la gente y la gente muchas veces tienen el deseo, pero Satanás le ha endurecido el corazón, pero hoy, hoy es el día que Dios hizo para que tú recibas la salvación y la vida eterna. Nosotros te vamos a predicar y te vamos a enseñar lo que nosotros por experiencia hemos experimentado. Un Dios de paz y un Dios de gozo. Si oyeres hoy su voz, no endurezca tu corazón. Eso es lo que le apostó el Pablo, aleluya, le exhortaba a su audiencia que cuando escuchaban la palabra de Dios, aprovecharan la oportunidad porque era el momento para venir a los pies de Cristo, alabados al nombre de Dios. Y fíjense que así como la parábola del hijo pródigo, vemos que él decidió irse por un camino, yo diría angosto hermano Edwin. ¿Por qué? Porque se le hizo tan difícil al verse alejado de lo que Dios tenía para él. Él decidió irse y tomar su propio rumbo. Le dijo al padre, padre, dame la parte de los bienes que me corresponden para así yo irme. Y dice la palabra que él se fue, lo malgastó, lo utilizó como no era. Y dice la palabra también, verdad, que cuando él se encontraba en ese lugar, él cayó en sí. Para hacer un resumen de lo que es la decisión que él tomó. Muchas veces nosotros tomamos decisiones en nuestra vida que nos hacen desviarnos del camino de Dios. El camino correcto. Eso es así. Acuérdate que mientras estamos en este andar, en este mundo, el enemigo va a querer presentar diferentes tipos de caminos. Muchas veces, como leíste en el capítulo catorce del libro de Proverbios, porque hay caminos que al hombre le parecen rectos, derechos, al final son caminos de destrucción y de muerte. Una de las cosas que Jesús en su mensaje predicaba en los evangelios hipnósticos, dice de esta manera en Lucas capítulo nueve, versículo veinticinco, dijo el maestro esta palabra, pues que aprovecha al hombre si gana todo el mundo y se destruye o se pierde a sí mismo. O sea, porque el hombre puede escoger un camino que no es el de Dios y termina destruyéndose a sí mismo porque decidió no escuchar la voz del Señor. Y cada vez que el Señor permite que una persona, un individuo escuche el mensaje las buenas nuevas de salvación es porque le está dando la oportunidad que elija el camino correcto. Y muchas veces esa misma oportunidad te la da tú y se la da tu familia. Porque hay decisiones que nosotros tomamos que nos hacen a favor de nuestra familia. Tú podrás tener tu esposa, tus hijos, y ahora mismo estás pasando con montones de problemas y te encuentras en que hago, hago esto, hago lo otro. Hay una sola palabra, no hay nada mejor que servirle al Señor. Santo, oye lo que el apóstol Pablo y Silas cuando estaban encarcelados, la Biblia dice en Hechos capítulo dieciséis, que mientras ellos estaban en la prisión, el carcelero le dice, varones, ¿qué debo de hacer, verdad, para ser salvo? Y él les dijo, cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa. Porque el pastor decía que hay decisiones que benefician a los que nos rodean. Cuando nosotros tomamos esas decisiones, entonces Pablo le estaba diciendo, si tú aceptas Cristo, serás salvo tú y toda tu casa. Ese es el camino correcto. Sí, amén. Fíjense que así vimos, ¿verdad?, a través de las experiencias de nuestros semejantes, que aún así viendo los caminos errados de otros, no reparamos en tomar el mismo camino, sabiendo y conociendo que al final será nefasto para los que queremos alcanzar lo que es la vida eterna. Ahora, aparte de ese camino, qué camino quiere escoger, también en el cristianismo se puede escoger caminos erróneos. Entonces, por ejemplo, el profeta Jeremías en el capítulo seis, el Señor le dice al profeta, dile esto a la nación de Israel. Y en el versículo dieciséis dice, así dijo Jehová, paraos en los caminos y mirad y preguntad cuál sea la senda antigua, cuál sea el buen camino y andar por él y hallaréis descanso para vuestras almas, mas ellos dijeron, no caminaremos, no andaremos. Entonces, en el evangelio tenemos que tener cuidado porque pueden llegar ciertos caminos, ciertas ofertas o en ocasiones el camino resto puede ser más largo y comenzamos a buscar atajos. Y no, pero es que por aquí es más cerca, pero ese camino más cerca supuestamente es el que tiene los obstáculos, el que tiene la piedra de tropiezo y el que nos desvía del camino que ya Dios tenía trazado para nosotros. Pastor. Así mismo, y dice, el que quiere seguir en pos de mí, tome su cruz y siga. El que quiere seguir en pos de mí, tome su cruz y sígame. Hay algunos que le han puesto ruedita a la cruz, pero oímos que le sirven al Señor, porque quieren hacer las cosas más fáciles. Esto hay que tomar una decisión seria. Tu decisión te va a llevar a ti al camino de la vida y de la verdad. Amén. Y como yo siempre puse por el tema del posca, como dice en Salmo 119, versículo 5, Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino. Quiere decir que nosotros somos lumbreras en medio del camino. Luz en medio de las tinieblas. Por eso Jesús dijo, vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad sobre un monte no se puede esconder. Ahora, que hace la luz, que hace las lámparas alumbra, nos dejan ver sobre la oscuridad. Y Jesús dijo que nosotros somos la luz. Entonces, si somos la luz, la iglesia, vivimos en un mundo lleno de que de tinieblas y de oscuridad, y los únicos que podemos alumbrar el camino a esa gente somos nosotros. Entonces, somos los que podemos conducirle a ello el camino correcto, que es Cristo Jesús. Aleluya. Por eso es que yo tengo una pregunta que dice, ¿qué camino está usted llevando actualmente? Santo, alabado sea nombre, si estás caminando en tinieblas, o estás caminando sin rumbo y sin idea, hoy nosotros te decimos a ti que somos la luz para alumbrar en tu vida. Santo, alabado sea nombre del Señor. Ahora tengo otra pregunta también que dice, ¿estás andando de acuerdo a la palabra de Dios o estás caminando bajo su propia voluntad? Eso fue lo que acabamos de leer en el Salmo 119, versículo 5. Lámpara a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino. Si no estás siguiendo la palabra de Dios, estás en un camino de oscuridad. Necesita que la luz de Cristo te alumbre y te alcance. Eso es. Gloria sea el nombre de Dios. Esto está bueno, oíste. Esto está bueno, oíste. Esto está bueno. Así que, como te estamos diciendo, amigo, es tiempo de que escojas un camino. No te quedes sentado, no te quedes mirando para el lado, sino mira al blanco la soberana vocación que es Cristo Jesús. Nosotros en esta noche estamos siendo como lumbreras a tu camino, dejándote saber que la única solución es Cristo. La única solución se llama Dios. Oye, en una ocasión un niño, esto es una anécdota, en una ocasión un niño... Gloria sea el nombre del Señor, aleluya. ...se destravió de su casa, se perdió, salió, se le perdió a su mamá y comenzó a caminar por las calles llorando el niño porque no sabía dónde estaba el camino para su casa. Era un niño pequeño de tres añitos, pero apareció un policía y el policía comenzó a cuestionar al niño, niño, ¿dónde está tu padre? ¿dónde está tu mamá? Y el niño le decía, no sé, no sé, yo ando perdido. Y el policía lo siguió interrogando y el niño, mientras él interrogaba, el niño le dijo, yo sé dónde está mi casa, mi casa está cerca de un lugar donde hay un pináculo bien alto y hay una cruz. Si usted me lleva donde está esa cruz, yo llego a mi casa. Fíjese qué interesante, que el niño estaba aparentemente destraviado, pero se acordó que su casa quedaba al frente de la iglesia y le dijo, y le dijo, si me lleva donde está la cruz, yo llego a mi casa. ¡Aleluya! Cristo Jesús, amén, es el que nos conduce a nuestra casa, porque aunque estemos aquí, aquellos que le servimos a Cristo, un día iremos a las moradas celestiales. Amén, también yo quiero decir, de verdad, que puede ser que de momento tú hayas prendido tu radio, el teléfono, la computadora, y esta palabra te está llegando, no es por casualidad, es que yo tiene un propósito de que tú oyeras esto, porque a lo mejor tienes que tomar una decisión seria, lo has probado todo y nada te ha dado un beneficio. Prueba a Cristo, que yo te aseguro que va a hacer cosas grandes contigo y con tu familia. Gloria a Dios, estamos en vivo, así que si estás escuchando esta palabra y estás ministrando, puedes dejar un comentario o una petición, estaremos orando por ti, y también te pido encarecidamente que nos ayude a compartir esta transmisión para que siga llegando a diferentes lugares. Así que estamos aquí en vivo, seguimos con la palabra. Fíjese que hay una de las cosas bien interesantes, que a veces nosotros no hablamos mucho, y es sobre este camino, mire, ¿sabes que el cristianismo nunca se había conocido como cristianismo, sino hasta después de unos años que Cristo había resucitado y los apóstoles, se le llamaba los del camino. En los capítulos 11, versículos 24, por allá yo creo que aparece, donde dice, y estos los del camino, fíjese, ¿cómo se le llamaba? Porque ¿qué dice San Juan capítulo 14, versículo 6? Jesús dijo, yo soy ¿qué? El camino. Yo soy la verdad y yo soy la vida. Nadie viene al Padre si no es por mí. Si estás andando y aparentemente tu vida no tiene dirección alguna, Cristo Jesús es ese camino. Amén. Así que es el momento de tú tomar la decisión. Párate seriamente y escoge. Mira hacia el cielo y dile, Señor, mira, aquí estoy yo ante ti. Quiero tomar una decisión, quiero tomar la decisión correcta. Yo estoy oyendo a estos hermanos hablando y predicándome de la palabra. Él me está hablando de un camino. Y alúmbrame para yo poder entrar en ese camino. Y quiero corregir, ahorita dije que era estos capítulos 11, versículos 24, pero es el versículo 26, donde dice, Y se congregaron allí todo un año con la iglesia y enseñaron a mucha gente y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía. Oye bien, por primera vez se les llamó cristianos, pero se les llamaba anteriormente los del camino. Alabado sea el nombre del Señor. Así que nosotros le estamos predicando de este camino que te lleva a la salvación. Entonces, ¿por qué sendas estás tú transitando? Acuérdese, no todos los caminos conducen a la vida eterna, sino que te pueden llevar a la condenación. Por eso es que cuando a una persona no le sirve a Dios, hay dos caminos que existen en el bajo mundo, la cárcel o la muerte. Y fíjese que de ahí Dios me sacó. De ahí Dios me volvió a dar una palabra. Cuando yo pensé que mi ministerio se iba a caer, cuando yo pensé que mi ministerio se iba a hundir, créeme que Dios me levantó y me dijo, Luis, todavía tu tiempo no se ha acabado. Todavía tu camino no se va a perder. ¿Por qué? Porque yo tengo un propósito grande para tu vida. Y por esa razón yo volví a los pies del Maestro. ¿Por qué? Porque yo sé que Dios va a cumplir ese propósito y ese ministerio que Él en una vez me otorgó en mis manos, yo tengo que ejercerlo. Y hoy por hoy puedo darle gracias a Dios de que tengo esta transmisión llamada Lumbrera a mi camino. Amén. Gloria al Señor adelante, Pastor. Puede ser que tú en algún momento le habías servido a Dios y te saliste del camino, pero hoy Dios quiere volverte a meter en ese carril para que tú camines una vez más. Yo te aseguro que cuando tú vuelvas a entrar, esta vez no va a ser igual. Porque vas a tener una experiencia sobrenatural y cuando tú decidas meterte con Dios y te decides servirle a Dios en espíritu y en verdad, no una religión como yo le dije la semana pasada, sino una relación con Dios. Amén. El Apóstol Santiago en el capítulo 5, versículo 19, dice, hermanos, si alguno de vosotros se ha extraviado de la verdad, dice, y alguno le hiciera volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino salvará de muerte un alma y cubrirá multitud de pecados. Entonces, por eso es que queremos volver a agarrar, entrar en este camino, hay que seguir. Puede ser angosto, finito, estrecho, pero es el que lleva a la salvación. Es que no se va a hacer fácil, pero vamos a sobrepasar eso. Y cada día que pasa, se hace más difícil. La venida del Señor está más cerca de lo que usted y yo nos imaginamos, pero eso puede entender a mí, que yo tengo que entrar en el camino. No tengo tiempo para mirar para atrás, lo tiempo que le queda a la iglesia y a ti, es caminar hacia adelante. Gloria al Señor. ¿Y por qué estamos hablando e insistiendo? Porque de acuerdo a lo que dice Judas, en el versículo 22 y 23 dice, algunos que dudan convencerlos. Oye eso, algunos que dudan convencerlos. Después dice, a otros salvar, arrebatándoles del fuego, y de otros tener misericordia con temor, aborreciendo a una ropa contaminada por su carne. Entonces, amigo, te estamos hablando porque queremos que elijas el camino correcto. Una vez repetimos, porque hay caminos que al hombre le parecen rectos, mas su fin es camino de muerte. Adelante. Además, fíjese que voy a testificar algo pequeñito. Yo vengo de un lugar donde la droga estaba en abundancia. Mi camino, si yo no escapo por mi vida, era la muerte. Pero decidí seguir en el camino de servirle al Señor. Muchos de los amigos míos, unos han muerto, otros están presos. Pero Dios me libró de eso, donde se quiere librar a ti, en este día. Fíjense que también Dios me encontraba en ese lugar, Pastor. Yo cuando, para mi juventud, ¿verdad? Para mi tiempo, fui un muchacho de no buscar problemas. Me mantuve siempre al margen de todo. Sabía lo que era bueno, sabía lo que era malo. Pero en estos momentos, muchas de las personas con las que yo me crié, muchas de las personas con las que yo compartí, hoy por hoy, muchos están en la iglesia, otros están en su diario vivir, pero otros están muertos. Otros están que realmente... Pero yo lo que quiero traerte en esta noche, amigo, es que nadie muere sin que Dios le avise. Oye, mira que interesante es esto. Como Dios ahora, porque Dios siempre, de una manera, dice Job, escribiendo, dice, porque de una, de dos o tres maneras, habla Dios al hombre, más este no entiende. Si quizás dicen, yo nunca escuché a un predicador hablarme, Dios dice que le habla a través de sueños y a través de las visiones del mundo. Fíjese que cuando yo comencé, estuve hablando acerca de un testimonio verídico. Un testimonio en el cual yo le hablé a ese joven y le dije, móntate conmigo en la huehua de la iglesia, porque yo sé que algo malo te va a suceder. Y lamentablemente, o sea, Dios le da la oportunidad, pero el muchacho decidió seguir su propio rumbo a la paz del Salomé Señor. Fíjese que aquí el hermano acaba de decir que siempre hay alguien que le habla. Yo me acuerdo cuando yo iba en Río Piedra, en la plaza del mercado, siempre había alguien allí predicando los sábados y hacía unos llamamientos tremendos y yo me escondía porque no quería oír la palabra de Dios. Pero ¿en dónde se esconderá el hombre? Que yo no lo vea. Usted podrá esconder en cualquier lugar, pero Dios está mirándote ahora mismo. Bendito sea el nombre del Señor. Aleluya. Mira lo que dice San Juan, capítulo 4. Esto es interesante porque en esta noche o en esta hora o en este día, depende en el momento que usted está escuchando este podcast, ese mensaje va a ser lo mismo como cuando lo hicimos en vivo o cuando usted lo esté escuchando después. Quiero que entienda esto. Jesús siempre andaba, transitaba, caminaba por las diferentes ciudades y aldeas. En una ocasión, dice San Juan capítulo 4, versículo 4, dice, y le era necesario pasar por San María. Ok, Jesús caminó porque le era necesario pasar por San María. Había una mujer que necesitaba escuchar. Él anduvo por ese camino, se encontró con esta mujer en el camino, alabado sea el nombre del Señor, y esa mujer pudo escuchar palabras de vida y de salvación. Hubieron muchos otros que, de acuerdo a la Biblia, Marco capítulo 10, la Biblia dice que Jesús iba pasando por Jerico y había un hombre méndigo ciego que comenzó a gritar y a decir, Jesús, hijo de David, ten misericordia de mí. ¿Y quién era? Bartimeo. ¿Pero qué hizo? ¿Qué hizo Bartimeo? Mientras Jesús caminaba, hizo que Jesús se detuviera. Entonces, usted puede hacer lo mismo en esta noche. Él va de camino, pero usted puede detenerlo porque usted necesita salvación. Amén. Igual también la mujer del flujo de sangre. Amén. Dice la palabra que también ella tenía una fe inmensa porque mientras Jesús estaba caminando, que iba por el camino, dice que la multitud lo golpeaba. La multitud lo oprimía de tanta gente que había. Y dice la palabra que la mujer con tan solo tocar el borde de su manto, ella tenía una fe. Es necesario, amigo, que si tú ves que Jesús está caminando por el lugar donde tú estás, toca el manto. Eso es, deténglo. Grita, clama. Él está dispuesto. El avisado ve el mal y se esconde, mas los simples pasan y reciben el daño. Proverbio 22.3 Y decimos un dicho secular que en guerra avisada que no mueren. Y si mueren, mueren poco. ¿Por qué? Porque se avisa. ¡Oh! Y Dios te está avisando, amado amigo que nos está escuchando. Y a ti, hermano, que posiblemente estás descarriado, estás apagadito. El Señor quiere que vuelvas a reír, que vuelvas a sus caminos. Él tiene el deseo de ayudarte y el Espíritu Santo de Dios te va a bendecir. ¡Aleluya! Primera de Tesalonicense, ¿verdad? Capítulo 3, versículo 11, dice Mas el mismo Dios y Padre nuestro y nuestro Señor Jesucristo dirija nuestros caminos a vosotros. ¡Amén! Alabado sea el nombre del Señor. Así, hermano, que me está escuchando. Mira, yo tengo una anécdota. Dice el proverbio, ¿verdad? Que un caballo tú lo sueltas en el monte y tú estás en un hoyo. Tú lo sacas, vuelve y lo sueltas y no vuelve a caer en el mismo hoyo. Tú estás en un hoyo y Dios está hoy aquí para atacarte ese hoyo. ¡Aleluya! Y aprenda a ser como el caballo, no caer en el mismo hoyo. Bendito sea el hombre de Dios. Pero sí, mis amados hermanos, es que el camino que conduce a la vida eterna se llama Jesús de Nazaret. Solamente a través de Él es que usted puede alcanzar vida eterna. En esta noche, el Señor te está hablando a ti, querido amigo, que no has conocido a Cristo, pero también a ti, hermano, que estás descarriado, apartado, porque la vida y Satanás te han golpeado, te han maltratado y lamentablemente nosotros los seres humanos le echamos la culpa a Dios de las cosas que nos suceden, mas sin embargo, Cristo Jesús lo que quiere es darte vida eterna y salvación para que regreses a sus caminos. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré en él y cenaré con él y él conmigo. Alabado sea el nombre del Señor. Así que la mesa está servida. ¡Santo! Solamente faltas tú para que el Señor te dé el alimento. Eso es correcto. Cuando Dios nos prepara esa mesa, es necesario que nosotros nos sentemos a comer. ¡Amén! ¿Por qué? ¡Aleluya! Imagínate. Tenemos aquí al hermano que no está hablando, pero está haciendo el search, researching los versículos bíblicos. Está buscando y nos está empapando aquí de palabra. Nos está dando más ideas para seguir hablando, ¿verdad? Está rica palabra. Lo bueno de esto es que tú vas a cualquier lugar y te pueden dar la comida de tres días, pero Dios hoy tiene la mejor para ti. ¡Eso es! El mejor alimento lo tiene Dios para ti. ¡Fresquecita, fresquecita! ¡Manada en cielo! Cuando Cristo estuvo sobre la faz de la tierra y viajaba por los diferentes valles, colinas, diferentes pueblos, aldeas, se encontraba con diferentes tipos de personas. Y en una ocasión, lo criticaron los religiosos, la gente docta, y de todo el tipo oculto, como decimos nosotros. Pero, más sin embargo, los que eran deambulantes, desamparados, los que estaban enfermos, cojos, etc., eran los que Jesús quería llegar. Porque no le estamos hablando a los sanos. El sano no necesita médicos. Son los enfermos. Y el Señor le está hablando a un alma enferma, a un alma que está en pecado, pero que el Señor quiere sanarlo. A una persona que... Porque el peor de todas las enfermedades es el pecado, el alma perdida. Es peor que el adulterio, es peor que la fornicación. Es el peor de los pecados. ¿Y sabes qué? Que la Biblia dice que el pecado más grande es la blasfemia contra el Espíritu Santo. ¿Y sabes lo que es la blasfemia contra el Espíritu Santo? Que en esta noche el Espíritu de Dios te esté hablando y usted rechace el perdón que Jesús le ofrece. Volviendo a la historia que usted hizo, yo leí en la Palabra que un rey hizo un gran banquete y invitó, y ninguno de los invitados quisieron llegar. Sin embargo, él le dijo, ve a la calle y traeme al cojo, al manco, a todo lo que está dolorido y trae el banquete. Eso es así. Yo era uno de esos que estaba enfermo y adolorido del alma y vine al banquete del Señor. ¡Santo! ¡Aleluya! Cristo Jesús te está haciendo el llamado en esta noche. Quizás tú estás escuchando a estos hermanos que estamos aquí hablando, pero en realidad es el Señor que te está hablando a ti. Quiere darte una oportunidad más. Si estás descarriado, apartado de los caminos del Señor, y a ti, querido amigo, si nunca has tomado la decisión de aceptar a Cristo, este es el momento de hacerlo. Esta es tu noche. No es casualidad que tú estés escuchando en esta noche esta palabra. Quizás nosotros estuviéramos durmiendo o no estuviéramos haciendo absolutamente nada y este podcast no estuviese hecho en esta noche. Pero en esta noche Dios le plació traerte esta palabra para que tú entiendas que el mejor camino es en Cristo Jesús. Que el mejor camino que tú puedes tener en tu vida es la guianza del Espíritu Santo. El pastor ahorita estaba hablando de la anécdota del rey que hizo la fiesta. Yo quiero leerla porque esto es bien interesante, pastor. Se encuentra en Mateo 22, como dije ahorita, también en Lucas 14, habla de una historia similar a esta. Pero mira qué interesante es esta que usted mencionó. Dice, respondiendo Jesús les dijo, y le volvió a hablar en parábola, diciendo, el Reino de los Cielos es semejante a un rey que hizo fiestas de bodas a su hijo y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas, mas estos no quisieron venir. Volvió a enviar otros siervos, diciendo, decir a los convidados, he aquí, he preparado mi comida, mis torros y animales engordados han sido muertos y todo está dispuesto a venir a las bodas. Mas ellos, sin hacer caso, fueron a unos a su labranza y otros a su negocio y a otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron. Al oír esto el rey se enojó y enviando a su ejército, destruyó a aquellos homicidas y quemó su ciudad. Entonces dijo a los siervos, las bodas a la verdad están preparadas, mas los que fueron convidados no eran dignos. Y, pues, a la salida de los caminos, y llamar a las bodas a cuanto halléis. Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, buenos y malos, y las bodas fueron llenas de convidados. Mira que interesante, nosotros somos los siervos que estamos invitando a las bodas. Somos los que estamos hablando en esta noche, a ti que nos está escuchando, te estamos invitando a las bodas, ¿sabes qué? Las bodas están preparadas y en cualquier momento sonará una trompeta y la iglesia del Señor se irá para el cielo. Y si no sucediera eso, tú no tienes seguro el día de mañana, la muerte puede tocar a tu puerta de tu corazón y morirte en esta noche, pero no tendrá la excusa porque estás escuchando una palabra del Señor. Así que sigan adelante que voy a buscar lo de Luca, dale, que esto está bueno. ¡Gloria sea el nombre del Señor! Entonces, la invitación está Luis, para el pueblo que nos escucha, para el pueblo oyente la invitación está, Lucas capítulo 14, bien interesante. Vente, que sea, vente, vente. Vente, que sea, que estamos en vivo, vente. Vente, que esto está bueno. Sí, hay jóvenes que necesitan escuchar a la juventud. Vente sin miedo, que aquí nadie nos está viendo, muchachos. Eso es lo mejor. Dice, la parábola de la gran cena, Lucas capítulo 14, dice, oyendo esto, uno de los que estaban sentados a la mesa dijo, bienaventurado el que coma el pan en el reino de Dios. Entonces Jesús le dijo, un hombre hizo una gran cena y convidó a muchos. Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados, venid, que ya todo está preparado. Y todos a una comenzaron a excusarse. Yo espero que usted no sea uno de los que se excusan cuando le hacen la invitación al camino correcto. El primero dijo, he comprado una hacienda y necesito irla a verla, te ruego pues que me excuse. Otro dijo, he comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlo, te ruego que me excuse. Y otro dijo, acabo de casarme y por lo tanto no puedo ir. Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia dijo a su siervo, ve pronto por las plazas y por las calles de la ciudad y trae acá a los pobres, a los mancos, a los cojos y a los ciegos. Y dijo el siervo, señor, se ha hecho como mandaste y aún hay lugar. En esta noche quiero decirte que ese lugar que está es disponible para ti. Hay un espacio, las fiestas están preparadas. Israel rechazó al hijo, pero nosotros la iglesia lo recibimos y hay espacio. Ahí dice, y hay espacio, hay lugar. Ellos dijeron, mira, hemos hecho como nos dijiste, ya hemos invitado al barrio entero, las ciudades, pero todavía queda lugar. Amigo, es para ti ese lugar. Está reservado con tu nombre. El camino correcto se llama Cristo Jesús, porque hay caminos que al hombre le parecen recto, mas su fin es camino de perdición. Fíjese que en Juan capítulo 14, versículo 6 dice, Jesús le dijo, yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al padre si no es por mí. Eso es así. Alabándose al nombre del Señor. Santo. Fíjese que Jesús es el camino. Jesús es el camino y la vida. Por eso es que en esta noche te estamos diciendo que escojas un camino. Te estamos invitando a la mesa. Te hablamos de la mesa. Te hablamos de la cena del Señor. Te hablamos de la venida de Cristo. Estamos hablando de muchos puntos que conllevan a que tú escojas un camino. Amigo, en esta noche no es casualidad que tú estés escuchando esta transmisión. No es casualidad que tú estés escuchando esta palabra. Si tú quieres aceptar a Cristo como tu único y exclusivo Salvador, ábrele la puerta de tu corazón. ¿Por qué? Porque el Dios que nosotros le servimos es un Dios que es ordenado. Él toca la puerta de tu corazón. Si tú le abres, créeme que vas a recibir esa palabra y vas a recibir a Dios en tu corazón. Jesús es la verdad y la vida. Y que nadie va a ir al Padre si no es por medio de Él. Eso es, amén. Y la oración es sencilla. Usted simplemente puede abrir su corazón al Señor, aleluya, y decirle, Señor, aquí estoy. Estoy perdido, sin Dios, sin fe, sin esperanza. Perdóname. Me arrepiento de mis pecados. Hazme un hijo tuyo. Escribe mi nombre en el libro de la vida. Esa es una oración sencilla. Usted lo que tiene es que abrir su corazón a Dios y decirle, Señor, haz de mí un hijo tuyo. Dale, Luis. Primera de Timoteo, capítulo 2, versículo 5. Porque hay un solo Dios y un solo Mediador entre Dios y los hombres. Jesucristo hombre. ¿Qué palabra? Tú tienes que venir para acá, papá, porque es que estamos bien conectados, ¿verdad? Eso es. Y créeme que qué lindo es hablar la palabra de Dios. Qué lindo es lo que Dios está haciendo en esta noche. Hechos, capítulo 4, versículo 12. Hechos 4, 12. Mira lo que dice el escritor Lucas en Hechos, capítulo 4, versículo 12. Es interesante. Esa es la clave para predicar el mensaje. Gloria a Dios. Hechos 4, 12. Es la clave para predicar el mensaje. Santo, santo. Guau. Eso sí que es poderoso. Dale, Luis, búscalo y dale para adelante. Lo tienes. Hechos 4, 12. Eso es interesante, ¿verdad que sí? Porque es que sin ese no hay nada, no hay salvación. Sin ese no hay nada. Amén. Vamos, Luis. Dice, este Jesús es la piedra, reprobada por vosotros los edificios. Hechos 4, 12. Disculpa, estamos en vivo, amigo. Estamos en vivo, que esto está bueno. Dice, y en ningún otro hay salvación porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos. Guau. ¿Sabes qué? Qué palabra. Ese es el nombre poderoso de Jesús. O sea, que aquí no te estamos predicando ni que debes de servirle a María, a José, a Pedro, prenderle veloncito. No, hermano, estamos hablando de que es Cristo Jesús el Salvador. El Salvador. Aquí no es Buda, aquí no es Confucio, aquí no es ninguno de estos dioses, ni llamarán, ya ni Abadalá, ni Changó. Se llama Cristo Jesús. Amén. El camino, el nombre que te da la salvación. Y solamente a través de él. Porque, oye, como dice, y en ningún otro hay salvación porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos. Guau. Esto está bueno, esto está bueno. Esto se puede convertir hasta en una vigilia, oíste. Es que estamos vigilando. Estamos vigilando. Estamos aquí dentro de la iglesia, estamos dentro del templo. Aquellos que están escuchando, estamos dentro del templo y estamos aquí haciendo lo que el Señor nos ha podido hacer para que nosotros podamos traer esta palabra. Decidimos hacerlo así, en posca, para que ustedes se gocen con nosotros. Claro. Pero estamos aquí gozándonos dentro de la iglesia. Estamos separados, ¿verdad?, para así buscar la llenura del Espíritu Santo y de que Dios siga obrando en cada uno de nosotros. Decidimos sacar este tiempo para traer una palabra para ustedes, amigos, que nos están escuchando. Compartan esta transmisión que esto está bueno. Vamos a seguir para adelante. Eso es así. Eso es así. Mira lo que dice... Es que no, es que no se puede rendir. Vamos a seguir hacia adelante. Es que en realidad en los asuntos del ser humano uno tiene que gozarse. El apóstol Pablo se cree que escribió el libro de los hebreos. No hay ciencia cierta quién fue el escritor de los hebreos, pero se le acredita a Pablo. Y en el capítulo 10, versículo 25, dice, Esto es para los creyentes que están apagaditos, ¿verdad? Que se están alejando porque el camino, sí, el camino ya se como que se lo olvidó. Y sabe que no hay nada peor que un buey visco. ¿Sabe usted que los bueys viscos se tropiezan en todos lados? Socan, se le pierde el camino. Y hay cristianos, lamentablemente, que están así como los bueyes viscos. Yo no había escuchado eso. Sí, papá. Así es la situación. Esto está bueno, esto está bueno. Ajá, así mismo es. Mire, dice aquí, en el capítulo 10, de Hebreos, versículo 25, dice, Ajá, así mismo es. Mire, dice aquí, en el capítulo 10, de Hebreos, versículos 38 y 39. Esto es interesante porque le estoy hablando al pueblo creyente ahora. También dice, Y si retrocediere, no agradará mi alma. Oye eso. Gloria a Dios. Ahora, ¿qué dice el versículo 39? Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma. Y el Señor te está diciendo, tú necesitas permanecer, tú necesitas seguir en este camino del cual te estamos hablando. ¿Cuál camino usted ha elegido? Acuérdese que Satanás le gusta ofrecer, tiene muchas ofertas para los hijos de Dios y para los que no son hijos de Dios también. Aún al hijo de Dios, a Jesús, cuando Jesús estaba en el desierto, Se me lo sacó. Y estaba, Gloria a Dios. Alabado ser un vencedor en el desierto, fue tentado y el enemigo comenzó, ¿a qué? A ofrecerle diferentes caminos. Dale Luis. Hemos de recibir, ¿verdad? Un mensaje, dice que pide oración para que Dios ponga en el corazón de su esposo, regresar al camino de su hogar con su familia. Y hay una persona, ¿verdad? Que está pidiendo, está escuchando. Vamos a estar orando por eso, ¿verdad? Gloria al Señor. Sí, mis hermanos y hermanas, es que hay necesidad, el pueblo tiene que entender que el camino de Dios es el camino correcto. Y como decía al principio, porque hay caminos que al hombre le parece recto, al final, su camino es camino de perdición. Pero Cristo Jesús en esta preciosa noche, te está diciendo que te acerques al camino correcto. Cristo Jesús es el camino. Cristo Jesús es la verdad. Cristo Jesús es la vida. Y nadie viene al Padre si no es a través de Él. Una de las cosas que tenemos que entender, para todo aquel que esté escuchando en la sintonía en esta preciosa noche, es que hay que tomar decisión, la decisión de seguir a Cristo. Y me acuerdo de un corito, ¿verdad? Un cántico que decía, yo he decidido seguir a Cristo. He decidido seguir a Cristo. He decidido seguir a Cristo. No vuelvo atrás. No vuelvo atrás. O sea, que llega un momento en nuestra vida donde el enemigo quiere plantearte cosas que no son lo que te va a llevar a la salvación. Pero Cristo Jesús es el camino. Él es la verdad y Él es la vida. Y nadie va al Padre si no es por Él. Vamos Luis. Dice Gálatas capítulo 5, dice, Estad pues firmes en la libertad con Cristo. Nos hizo libres y no estéis otra vez sujetos al yugo de la esclavitud. Wow. Interesante. Tenemos que estar firmes en nuestro camino. Estamos hablándole ahora al creyente. Nosotros tenemos que ser firmes, ¿verdad? En este caminar. Este caminar no se ha hecho fácil. No se le hace fácil a ningún cristiano. Pero si nosotros estamos firmes, sujetos, ¿verdad? A la mano de Dios, nada nos podrá mover ni separar de ese amor de Cristo. Y nadie nos puede sacar del camino. Amén. Amén. Alabándose al nombre del Señor. ¿Por qué? Si estamos con nuestra mirada, dice el escritor de los hebreos, Puesto los ojos en quién? En Jesús, que es el autor y consumador de vuestra fe. Pon la mirada en Cristo, no en los hombres. El hombre te puede fallar. Aleluya. El pastor te puede fallar. El esposo te puede fallar. La esposa te puede fallar. Pero Cristo Jesús jamás te va a fallar. Jamás. Jamás. Y hay algo bien interesante. Que el salmista escribiendo en el Salmo dijo, Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo Jehová me recogerá. Amén. Así que esperamos que estas palabras ya han sido palabras de bendición, ¿verdad? Para los que están en la sintonía. Y que sigan hacia adelante. Lumbredas, a mi camino estás aquí para llevarte palabras del Señor. Y seguiremos orando por cada una de esas vidas que tienen la necesidad de que Dios los ayude. Le fortalezca la fe, Luis, porque hay un mundo allá afuera que está pasando por luchas y pruebas. Así como las estamos pasando nosotros. ¿Pero qué decisión hemos tomado? Permanecer en el camino. O sea, que no se nos ha hecho fácil. Pero estamos caminando, transitando en el camino que Jesús ya trazó. Porque Jesús dijo, ser imitadores de mí. Seguidme a mí que soy manso y humilde de corazón. Y hallaréis descanso a vuestras almas. Bendito sea el nombre de Dios. Bueno, Dios les bendiga al pueblo. Les dejo Luis aquí porque ya llevamos un buen tiempo. Y se puede hacer otro pasca más luego, después. Ya llevamos una horita aquí compartiendo con el pueblo. Y ya me invito a que el cielo lo vamos a poner aquí a predicar también. Voy a poner al pastor que haga una oración global por una muchacha que nos pidió oración. Para que Dios ponga en el corazón de su esposo regresar al camino de su hogar con su familia. Amén. Gloria a Dios. Padre, estamos ante tu presencia. Gracias a Dios. Dios mío, aclamarte a ti por el esposo de esta hermana, Señor. Que tú toques su corazón donde quiera que él esté ahora mismo, Dios mío. Envía mensajeros con palabras libertadoras de parte de ti. Tócalos, Señor, para tu gloria y tu honra, Señor. Sabemos que para ti no hay nada imposible. Lo creemos hecho en el nombre de tu Hijo amado Jesús, al cual damos la gloria y damos la honra. Amén. Gloria a Dios. Gracias a todas esas personas que estuvieron en esta sintonía. Nos vemos en la próxima. Les pido encarecidamente que nos sigan apoyando, ayudándonos a compartir estas transmisiones. Si todavía no nos ha seguido a la página Lumbreras a Mi Camino, estamos en Spotify, estamos en YouTube, Instagram, estamos en Facebook y estamos en otras plataformas que yo sé que van a ser de bendición para cada uno de ustedes. Así que muchas gracias por estar con nosotros en estos 55 minutos de palabras para ti. Así que yo te pido que nos sigan orando por cada uno de nosotros y que podamos seguir trayéndole una palabra de exhortación. Así que Dios les bendiga y los veo en la próxima.