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A legend is being transmitted from generation to generation about a wealthy and aggressive businessman named Patatas Denny. After his death, his spirit haunts people on their birthdays, tormenting them with their fears and turning loved ones into terrifying creatures. The victims experience hallucinations and psychological torture, causing them stress and anxiety. However, this is just a legend, and Nora, who heard the story from her grandfather, is now afraid to celebrate her own birthday. Strange events start happening, but her mother insists it's all normal. Nora's family and friends treat her with hatred and threats, and her birthday celebration turns into a nightmare. The next day, Nora's mother denies the events, suggesting it was all just a bad dream. Despite this, Nora can't forget the terrifying experiences of her "special and sinister" birthday. Yo te acompaño. Hace muchos años había un empresario conocido por el éxito de su empresa, Patatas Denny, al que no le gustaba estar acompañado. No se llevaba bien con sus empleados ni familiares además, era muy rico pero tenía un carácter agresivo e impaciente. Nunca celebraba su cumpleaños porque creía que la gente solo lo quería por su dinero. Un día, hace 60 años, le entra cáncer y poco tiempo después muere. Pero no era el momento de su fin, su espíritu continuó vagando por los cumpleaños de la gente. Su presencia no era amigable, se metía en el cuerpo de familiares o amigos. Periguaba todos sus temores, regredos y fracasos para usarlos en su contra. Las víctimas sufrían alucinaciones increíbles e indescriptibles. Sus seres queridos se convertían en formas terroríficas dejándolos sin palabras. Esto causaba a las víctimas una sensación extraña, mucho estrés, ansiedad, fatiga y lo peor era que no sabían cómo evitarlo, ni de dónde procedía. El espíritu los estaba torturando psicológicamente, se sentían observados y perseguidos. Ya una de las víctimas más afectadas vio cosas como que su pequeño perro se convirtió en una criatura monstruosa de ojos altones y dientes afilados carasada con todo lo que toca. Su cocina se volvió una sala oscura en la que su madre en vez de cocinar su tarta de chocolate como cada año llegó a amenazar y a decirle cosas horribles que jamás se habría imaginado en su boca como por ejemplo ¡Naciste por accidente! ¡Deberías estar en el infierno! Más tarde Jan fue a celebrarlo con sus amigos que se burlaron de él. Pero todo esto solo ocurre en las mentes de los cumpleaños afectados. El espíritu te hace confundir la realidad con todos sus temores. En la vida real sus familiares y amigos lejos de torturarlos observan preocupado su estado sin entender que su mente está viviendo una experiencia paranormal. El espíritu desaparece a medianoche cuando ya pasó el cumpleaños de la víctima dejándoles un distorsionado recuerdo que les impide dormir y a la mañana siguiente no entienden nada de lo ocurrido. Mente muy desordenada. Pero todo esto no es más que una leyenda que se está transmitiendo generación tras generación. Aquellos que la escuchan atentamente están aterrados cuando se acerca su cumpleaños. Piensan que este empresario también los observa desde las sombras. Soy Nora. Mi abuelo me contó la leyenda hace varias semanas y no puedo dejar de pensar en ella. En tres días es mi cumpleaños y me hacía mucha ilusión celebrarlo con mis familiares y amigos. Pero ahora que recapacito no sé qué hacer. Tengo muchas dudas. Quedan dos días para mi cumpleaños. Anoche no pude pegar ojo. Estoy aterrada. ¿Se lo cuento a alguien? ¿Lo dejo pasar? Seguramente todo sea una tontería. Hola, Nora. Felicidades, cariño. Gracias, mamá, respondí. De momento todo parece ser normal. Entonces se levantó mi hermano. Me quedé mirándolo, esperando un saludo. En cambio dijo... Hola, niñata. ¿Qué miras? Y así, sin más, se marchó. Nunca me había tratado así. Me quiere mucho. Seguro que habrá tenido una pesadilla. Intentó convencerme. Era sábado. Íbamos a comer todos juntos en casa de mi abuela. Pero al llegar allí nadie me dijo nada. Solo obtuve miradas de desprecio, de odio. Mi prima pequeña y yo fuimos a poner la mesa. En ese instante cogió un cuchillo. Oye, primita, si no quieres que te lo clave, ven a jugar conmigo. Asentí inmediatamente aterrada y nos pusimos a jugar por toda la casa hasta la hora de comer. Todos los familiares me amenazaron con distintos argumentos. Pronto llegaron las cinco. Todos mis amigos vinieron a celebrar mi cumpleaños. No fue como yo había planeado. Luna tenía una cara muy rara y cuando me giraba sentía movimiento detrás de mí. Ernesto miró un punto fijo durante todo el cumpleaños y los demás me amenazaban o se burlaban de mí. Bea me pegó y no entendía nada. Solo quería que se acabase cuanto antes la tortura y llegar a mi casa. Pero todo esto no... no... Pasaron cosas así y mucho peores durante todo el día. Mi mejor amiga ni siquiera me llamó. Me mandó un mensaje diciéndome que moriría pronto. No entendía qué mensaje, pero lo dejé pasar pensando que era una broma. Todos los familiares me amenazaron con cosas, todas muy alocadas. Por fin llegué, pero debajo de mi cama, en vez de encontrarme en mi peluche de siempre, me encontré una criatura extraña, una especie de... no sé cómo describirlo. Se puso a saltar por la habitación, me arrancó un soso de brazo con un mordisco. Por más que chillaba, mi madre no me oía. Así que me puse una venda e intenté dormir para que el día acabase cuanto antes. No pude dormir por más que lo intenté, sobrepensando todos los sucesos que había vivido hoy y que absolutamente nadie hacía nada para ayudarme. Como no podía dormir, decidí poner una serie. Esto me distrajo un poco, pero de vez en cuando oía algunos gritos. No entendía su procedencia, mi familia ya estaba durmiendo, pero lo dejé pasar. Por fin, a las doce de la noche, pude descansar algo. Me desperté muy tarde a la mañana siguiente y como aún no me podía olvidar de todo lo sucedido el día anterior, decidí preguntar a mi madre por qué todos, todos los días, incluida ella, estaban así de raros y malos conmigo. Dijo que todo lo que le había contado no fue así, sino que fue como todos los cumpleaños, normales, sin sangre ni amenazas. Insinuó que todo aquello había sido un mal sueño. Yo estaba segura de que todo me había ocurrido tal y como se lo había contado a mi madre, pero no quise darle más vueltas, pues mi madre pensaría que estoy loca. Según cuenta la leyenda, se me debería haber olvidado todo, pero como lo escribí en mi diario, no dejo de recordarlo, y creo que nunca seré capaz de olvidar este cumpleaños tan especial y siniestro.