Details
Nothing to say, yet
Nothing to say, yet
Olivo Verde is a community focused on the systematic and respectful study of the Word of God. They are currently studying the book of Romans and discussing the pastoral aspect of chapters 12 to 16. The church in Rome faced challenges and disputes, but the apostle Paul, inspired by the Holy Spirit, wrote to them to guide and teach them. Paul emphasizes the importance of presenting ourselves as living sacrifices, devoted to God. He encourages everyone to prioritize their relationship with God and be actively involved in the church. This requires a transformation of our hearts and minds, allowing God to work in us. Paul reminds us that we are the body of Christ and that being a follower of God means sacrificing our old ways and embracing a new life in Him. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemĂ¡tico y respetuoso de la Palabra de Dios. El contenido de su producciĂ³n se basa en el trabajo verso a verso del texto bĂblico. Esta es la semana 64 de nuestro avance, nuestra lectura consciente y comentada, dirĂa yo, del Libro de Romanos. La semana pasada, Pablo fue muy claro en tratar de que entendiĂ©ramos por quĂ© Ă©l inicia el capĂtulo 12 con una presentaciĂ³n pastoral. A partir del capĂtulo 12 hasta el capĂtulo 16 es la parte pastoral del Libro de Romanos. Es fascinante, y lo que lo hace fascinante, damas y caballeros, lo que hace fascinante el capĂtulo 12, 13, 14, 15 y 16, es que Pablo, el apĂ³stol Pablo, el pastor Pablo, le estĂ¡ hablando a una iglesia que no conoce. Eso es fascinante. Cuando la carta llega a Roma, mĂ¡s o menos en el año 54, por ahĂ, por ese año, la iglesia de Roma ya tenĂa diez años, siete, diez años de formada. La iglesia era un fenĂ³meno, porque la iglesia primero habĂa sido una iglesia mixta, de judĂos y de gentiles. Pero el emperador Claudio expulsa los judĂos, los expulsa, los expulsa cinco años, y la iglesia continĂºa. Entonces, pareciera ser que habĂan disputas y habĂa una cantidad de problemas, y Pablo señala la cantidad de problemas. Es muy probable que Aquila y Priscila, es probable que otros hermanos le dieran un reporte a Pablo, que ellos tuvieran alguna idea de lo que estaba pasando en Roma. Pero lo mĂ¡s fascinante es, cĂ³mo Pablo escribe lo que escribe, definitivamente es una de las pruebas y de las muestras de que es inspirado por el EspĂritu Santo. La semana pasada dijimos, que no hay que hacerle mucho estudio etimolĂ³gico, ni sintĂ¡ctico, ni gramatical, aquĂ hay que entender una cosa. Por lo demĂ¡s, hermanos, les ruego que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios. La semana pasada Pablo nos decĂa, sencillamente, haga iglesia, hĂ¡gase presente, estĂ©, separe el tiempo para el Señor, hĂ¡gase una rutina con el Señor, usted necesita a Dios como todos nosotros. AquĂ no hay ninguna persona, ni con poderes especiales, y la licenciatura no sirve aquĂ, el doctorado no sirve aquĂ, que usted se escude diciendo, yo ni el sexto saquĂ©, perdĂ³nenme, no hay excusa. Todos necesitamos ser procesados por el EspĂritu Santo de Dios, por motivo del reino de Dios, por motivo de la iglesia, y por motivo de que Dios espera que le sirvamos de una u otra manera, y eso me van a escuchar decirlo varias veces. Esto es lo que nos mostraba la semana pasada, nos enseñaba que somos un cuerpo, que ese cuerpo, refiriĂ©ndose a nuestro cuerpo, claro que sĂ, nos estaba haciendo ver que somos un cuerpo, y que nuestro cuerpo tambiĂ©n, empieza Pablo explicando que nosotros somos un cuerpo, y que nosotros tenemos que presentar el cuerpo, dijimos la semana pasada que ese cuerpo integra el corazĂ³n, el alma, el corazĂ³n y el alma son lo mismo, me refiero al corazĂ³n como esto, cuando hablo de corazĂ³n, me refiero a la voluntad, las emociones y la mente, ese es el corazĂ³n del ser humano. Todos tenemos mente, emociones y voluntad, se llama corazĂ³n, todos tenemos eso, algunos le damos mĂ¡s importancia a lo que sentimos, algunos vivimos de lo que sentimos, algunos solamente dependemos de lo que sentimos, entonces nuestra vida funciona a partir de eso. Afirmamos la semana pasada que quien es hijo de Dios es cuerpo de Cristo, que es imposible, no se puede, no existe un ser humano en el mundo que sea hijo de Dios y que no sea cuerpo de Cristo, no existe, no se puede. Yo le ofrezco disculpas a todos los hermanos que tenemos mĂ¡s de 15 años de caminar sobre esto, que los modelos que nos presentaron fueron modelos tan complicados, tan verticales, tan hipĂ³critas, y muchas veces de muchas formas. Yo le ofrezco disculpas a todos los hermanos que han vivido y han pasado por mil situaciones en lo que hemos llamado la iglesia, porque tĂ©cnicamente la Biblia dice que la iglesia es sanadora, que la iglesia es restauradora, que la iglesia es la que enseña, nos enseña, nos hace creer juntos como hermanos. Y estos lugares se han convertido simplemente en lugares de reuniĂ³n para una experiencia de un domingo y como pueden ver pintamos los paneles ahora, ya se ven un poquitito mejor, ya se ven menos peor, ¿verdad? Pero yo me puse a pintar ahĂ, hice un manchoncillo en esa pared. Pero quĂ© interesante, como el manchĂ³n lo hice yo, a mĂ nadie me dijo nada. Pero si el pobre Giovanni se viene y mancha eso, todo el mundo... Mira, Giovanni, es Giovanni, nosotros le dijimos, nosotros le dijimos a Giovanni, pero no es, es JupĂ³n, es que JupĂ³n. Pablo nos decĂa la semana pasada, somos iglesia, somos cuerpo de Cristo, usted tiene un corazĂ³n, usted necesita someter su corazĂ³n a las cosas de Dios, usted tiene que presentarse, usted tiene que estar ahĂ. Y la pregunta que terminamos diciendo la semana pasada es, ¿cĂ³mo se hace esto? ¿CĂ³mo se hace esto? Inmediatamente entramos a la parte C del capĂtulo 12 del libro de Romanos, del versĂculo 1, presenta en sus cuerpos cĂ³mo, y dice lo siguiente, ¿CĂ³mo? ¿CĂ³mo? Sacrificio vivo, santo, agradable. ¿CĂ³mo? Sacrificio vivo, santo. O sea, no es solamente llegar y estar ahĂ. No. Nos dice cosas importantĂsimas, nos dice que no se puede, nos dice que no se puede ver las cosas a lo loco, y lo primero que nos plantea Pablo en esta parte del texto, mis amigos y mis amigas, lo primero que nos dice es que no espere tener ganas para buscar a Dios, porque la misma palabra dice que esto es un sacrificio. Y el sacrificio no es que vamos a matar a nadie. El sacrificio es, que nuestra naturaleza humana no nos hace... ¡QuĂ© cargo, hoy es domingo, voy para la iglesia! ¡SĂ! ¡Ah, bĂ¡rbaro! Tiene que pasar mucha agua debajo del puente para que eso sea asĂ. Por eso Pablo dice que ya no se pueden presentar sacrificios de animales muertos en el altar, porque ahora el altar estĂ¡ en el corazĂ³n, y el sacrificio vivo, adivinen quiĂ©n es, yo. Y esa expresiĂ³n, sacrificio vivo, sacrificio vivo, no solamente le estĂ¡ diciendo, entienda, usted tiene que entender algo, usted tiene que entender algo, ¿por quĂ©? Porque, nĂºmero uno, Dios no le estĂ¡ cambiando el carĂ¡cter a nadie. Dios estĂ¡ formando en usted y en mĂ una persona completamente nueva. Lo que pasa es que usted y yo nos aferramos a querer ser siempre lo mismo, porque eso nos defiende, porque eso nos protege. Pero la palabra dice que Dios estĂ¡ haciendo en nosotros nuevas personas. Entonces, cuando Él dice sacrificio vivo, nos estĂ¡ diciendo que lo que estamos haciendo, si lo que habĂan eran sacrificios muertos, y el sacrificio muerto representaba para Dios un momento en que Dios lo veĂa de forma agradable para Él, ya imagĂnese usted quiĂ©n es el sacrificado, de ahĂ usted y yo. Los sacrificados somos nosotros. Pero, ¿quĂ© es lo que estamos sacrificando? De ahĂ a nosotros, los chanchos que somos, los corrientes que somos, los simples que somos, que esto lo convertimos en un Dios. PerdĂ³n, yo tambiĂ©n. De esto y dado, ¿entendĂ©? O sea, si la mitad del tiempo que pasĂ¡ramos en esto fuĂ©semos capaces, ¿quĂ© es el problema? El problema es lo que esto ha logrado hacer en diez años. Y la gente estĂ¡ preocupada porque si el anticristo aparece, dice yo, anticristo, entonces le va a cortar la jupa a todo el mundo. Los que no confiesen a Cristo, les cortan la jupa. Y todo el mundo, y todo el mundo, ¿a todos los van a cortar la jupa? Si somos light, somos light, livianos. La raĂz es complicada de encontrarla, por eso es que el Señor estĂ¡ diciendo, usted vino para sacrificar algo, y para poderlo sacrificar, usted tiene que entender que necesariamente va a tener que desprenderse de la cuña Ulloa, del Arias Cruz, del RodrĂguez, de la Torre, vas a tener que desprenderte porque es un sacrificio vivo. ¿No entendĂ? En el Antiguo Testamento, los judĂos debĂan presentar una paloma, una cabra, un animal, dependiendo de la plata que tuvieran. Si era un judĂo muy poderoso, llevaba toros y vacas, hacĂa una matazĂ³n en sangre y todo el asunto, y todo el mundo comĂa. Pero si era gente muy sencilla, lo que se llevaba era una tortolita, un palomito, un pajarito ahĂ para poder... Y ese animal se presentaba como un sacrificio muerto por esa persona. Y Pablo dice, sĂ, el sistema sacrificial judĂo ya cambiĂ³, pero siempre hay que matar algo. ¿Y adivinen a quiĂ©n? A los bandidos, a nosotros. Entonces la explicaciĂ³n de Pablo es muy profunda, porque dice sacrificio vivo. Y bĂ¡sicamente lo que nos estĂ¡ planteando Pablo es que hasta que no entendamos que lo que estamos haciendo aquĂ es suplicĂ¡ndole a Dios que termine con lo que yo conozco de mĂ, para que Él haga conmigo lo que Él quiera hacer, no para que yo sea mi mejor versiĂ³n, sino para que yo sea la versiĂ³n de Federico con Dios en el corazĂ³n. ¿Me estoy dando a entender? No se trata de lo que yo soy, se trata de lo que Él es en mĂ, lo que Él estĂ¡ haciendo en mĂ. Entonces nos plantea tres cosas. Es un sacrificio vivo para que finalmente demos un culto verdadero, santo, racional, inteligente. Usa la Reina Valera, culto racional. Nos pide dos requisitos, de hecho tres, el sacrificio. Es que no entiendo, si usted no deja que la Palabra de Dios lo forme, usted va a seguir utilizando su propio pensamiento para sostener su vida. Y le cuento una cosa, no les ha ido mal, pero al cielo no lleguen y a Dios no le sirven. ¿Alguien me escuchĂ³? Lo vuelvo a decir. Dios no nos dio la Palabra para que nosotros leamos el versĂculo del dĂa y digamos, uy quĂ© lindo, y despuĂ©s leamos a verde que te quiero verde, verde sol, verde margarita, verde luna. Dios no estĂ¡ buscando que usted alimente su alma como el poema que usted necesita para decir, quĂ© belleza, esto me trae los recuerdos de Pepe LĂ³pez, o esto me trae el recuerdo de ver el atardecer. Eso no es. Dios necesita que usted entienda que somos la iglesia del Señor y la iglesia del Señor es efectiva. Y estamos aquĂ para servir al Dios que nos salvĂ³, que nos salva y que nos va a salvar. Entonces bĂ¡sicamente estas tres cosas que plantea Pablo, que sea que usted se presente como un sacrificio, algo tiene que morir de mĂ, alguna cosa tiene que irse. A lo mejor lo mĂ¡s lindo mĂo es lo que Dios detesta de mĂ. Dice, santo y agradable a Dios, y nos plantea dos cosas importantĂsimas. Lo primero nos dice, lo puse al revĂ©s para poder entender el versĂculo, y el versĂculo nos dice, amados hermanos, que es para presentarnos ante Dios, para presentarnos ante Dios como Él quiere que nos presentemos, como, como un sacrificio vivo. ¿Y quĂ© significa? AquĂ estoy señora, dele, dele, dele, dele, aquĂ estoy. ¿QuĂ© mĂ¡s? SĂgale dando. Dos, dice santo, y donde la gente ve santo, inmediatamente se imagina, se imagina que santo, que santo es. Santo es separado. Usted tiene seis dĂas a la semana, usted tiene seis dĂas a la semana para brincar, bailar, comer, correr, hacer, gimnasio, bebĂ©, para gimnasio, computadora, telĂ©fono, usted tiene seis dĂas a la semana para hacer lo que sea. Hay un dĂa que no es suyo. El pueblo de Israel fue cautivo durante setenta y cinco años por desobedecer el dĂa del Señor. El jubileo del Señor. Dios les dijo, siembren, coman, sĂ¡quenle provecho a la tierra seis años y el sĂ©ptimo año no hagan nada. Yo me encargo de ustedes. ¿Y adivinen quĂ©? Durante cuatrocientos años sembraron y comieron el sĂ©ptimo dĂa, hicieron lo que les dio la gana y el Señor les dijo, debido a que no me obedecieron y la tierra la han sobretrabajado, los voy a sacar de ahĂ para recuperar la tierra. Setenta y cinco años. Esta fue la presentaciĂ³n tĂpica de un pastor diciĂ©ndoles a ustedes, si ustedes no guardan el dĂa del Señor tiene consecuencias, pero mejor se los digo completo, hay bendiciĂ³n de Dios si guardamos el dĂa del Señor. Hay un dĂa al cual usted no puede disponer. Y cuando Pablo dice que es santo, se estĂ¡ refiriendo, amados hermanos, a que hay que separar el tiempo, a que usted tiene que saber que santo significa que voy a enfocar mi cabeza y mi vida en esto. Cuando por mucho tiempo rezamos el Padre Nuestro, diga conmigo Padre Nuestro. Padre Nuestro significa que estamos todos reconociendo que tenemos el mismo Padre, por lo tanto todos estamos siendo procesados por el mismo Dios a travĂ©s de su palabra. Padre Nuestro, diga conmigo que estĂ¡s en el cielo. Lo segundo que estamos diciendo es, yo no dependo ni de Pablo Neruda, ni dependo de Coelho, ni dependo de Mario Benedetti, no dependo de nadie mĂ¡s que del cielo. Para mĂ nutriciĂ³n viene del cielo. Dios quiere decir, Padre Nuestro que estĂ¡s en el cielo, que nosotros entendamos que la nutriciĂ³n de Dios, que el cuidado de Dios, que el amor de Dios, que el proceso de Dios, que el proyecto de Dios viene del cielo. No es algo que es comparativo. Pero viene lo tercero. Padre Nuestro, Padre Nuestro que estĂ¡s en el cielo y decimos que santificado sea tu nombre. ¿Sabe que estamos diciendo? Cuando usted dice santificado sea tu nombre, lo que usted estĂ¡ diciendo es, tu nombre Dios estĂ¡ por encima de cualquier cosa. PerdĂ³n, y eso no es cierto. La verdad es que nosotros decimos lo que sea, por encima de cualquier cosa y creemos en lo que sea. Pero al decir nosotros, santificado sea tu nombre, lo que estamos diciendo es que el nombre de Dios estĂ¡ siendo por encima de todo lo mĂ¡s valioso y lo mĂ¡s importante. O sea, lo que Dios diga es lo Ăºnico que yo necesito. ¿Lo quiere por niveles? Nivel uno, Padre Nuestro. ¿Llegamos a algunos a ese nivel? Cuesta mucho. Porque yo lo que quiero es que Dios me haga mejor, la mejor versiĂ³n. Tengo cincuenta y siete años y Dios quiere que Dios, yo quiero que Dios me haga mĂ¡s cochotĂ³n, mĂ¡s guapo y mĂ¡s lindo. Padre Nuestro, a todos nos estĂ¡ procesando. Nivel dos. ¿A nos fue suficiente con la licenciatura y la maestrĂa? ¿No fue suficiente entonces con que yo? No. No. Sigue lo que se nota que no tenĂ©s. Viene del Cielo. Viene del Cielo. ¿Vieron el accidente ayer? El accidente de los muchachos que se estrellaron ahĂ cuando llegĂ³ la policĂa. PasĂ³ la del judĂo, ¿verdad? Se cayĂ³ el judĂo en un guindo de setecientos metros y cuando llegĂ³ la Cruz Roja le tocaron una furgonetita, le dieron ahĂ. Señor, señor, ¿quiĂ©n es? ¿QuiĂ©n es de la Cruz Roja? No, no, ya di, ya di, ya di. Pero llegaban a rescatar. Parece que cuando llegĂ³ la Cruz Roja y la gente a ayudarlas estaban malcriadĂsimas y enojadas. Porque estaban un toque mareadas. El mareo causa esas cosas. PerdĂ³nenme. Con todo cariño se nos nota. Si nosotros hemos dependido de esta tierra o del Cielo, se nos nota. Se nos nota. Y lo que dice es que estĂ¡s en el Cielo. Ahora sĂ. Nivel tres. Y ahĂ se nos cae a todas las revistas. Lo que usted dice, lo que usted es, lo que usted haga para mĂ es suficiente. Apague. Apague y vĂ¡monos. Entonces Pablo nos estĂ¡ explicando que este parado estĂ¡ en funciĂ³n de la realidad de entender que es un acto de la voluntad suya que lo hace ser con eso. Y dice con fe. Ok. Inmediatamente, inmediatamente, eso nos pasa al versĂculo dos. Llevamos tres semanas en dos versĂculos. AquĂ viene como la parte prĂ¡ctica. AquĂ viene como la parte... ¿CĂ³mo le hago? Por eso hablo del Padre Nuestro, es lo mismo. No imitemos. Ahora, no tengo tiempo para decir por quĂ© razĂ³n una persona imita. No tengo tiempo. ¿Por quĂ© razĂ³n una persona imita? David y Paola que tienen dos niños y estĂ¡n viendo a Luisita y a Eduardo crecer, estĂ¡n entendiendo quĂ© significa imitar. Estoy usando la nueva traducciĂ³n viviente. Dice no imitemos las conductas ni las costumbres de este mundo. No lo hagamos. No las imitemos. Esa palabra imitar, es que me pica la lengua por ponerme a hablar de eso. Pero no lo voy a hacer porque tenemos que darle la forma que esto lleva. Miren, dice, Ven que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. ¿CĂ³mo nos cambia? ¿CĂ³mo nos cambia Dios la manera de pensar? Con Su Palabra. ¿Por quĂ© con la Palabra? Para que no se cometan injusticias. Efesios 5 dice claramente que ningĂºn marido puede imponerle a su esposa ningĂºn tipo de conducta que no venga de la Palabra, que la va a purificar. Es un misterio, es una forma de cĂ³mo lo presenta el apĂ³stol. Para que no se cometan ninguna injusticia. Porque se han cometido muchas injusticias. Muchas injusticias. AquĂ estĂ¡ Jeffrey con su hermano Fry. Es muy probable que Fry sea mĂ¡s tranquilo que Jeffrey. O al revĂ©s, no sĂ©. La gente no sabe que si no tiene como referencia la Palabra de Dios lo que hace es imitar lo que de alguna forma ve que en el medio en el cual estĂ¡ le cae bien o mejor a las otras personas. Usted no termina siendo otra cosa mĂ¡s que el producto del grupo al cual usted pertenece. Y la Palabra dice que no, no imitemos las conductas y costumbres de este mundo. MĂ¡s bien, dejemos que el Señor nos transforme a lo que Él quiere hacer con nosotros en personas nuevas al cambiar nuestra forma de pensar. Entonces, cuando sucede la transformaciĂ³n, cuando sucede, voy para atrĂ¡s, cuando sucede la transformaciĂ³n del pensamiento, cuando sucede que nosotros estamos, al menos, por favor, vuĂ©lvanme a ver, filtrando al mundo. ¿Alguien me entendiĂ³? Filtrando al mundo. ¿CĂ³mo nos cuesta? ¿CĂ³mo se filtra? Cuando yo me presento como sacrificio vivo, muero yo, santo, agradable a Dios. ¿CuĂ¡ndo es agradable? Por cierto, no lo dije. ¿CuĂ¡ndo es agradable? Porque lo hago con fe. ¿Lo ven? Agradable a Dios con fe. Porque sin fe es imposible agradar a Dios. Eso me lo saltĂ©. Eso es importantĂsimo. Porque ningĂºn psicĂ³logo ni ningĂºn psiquiatra te va a decir, bueno, si usted tiene fe va a cambiar. JamĂ¡s va a hacer eso. La Biblia sĂ. La Biblia dice que nosotros creemos en lo que la gente no cree. Y nosotros seguimos lo que nadie sigue. Dice que si eso pasa, vamos a empezar a conocer, vamos a, entonces aprenderemos. Note, aprender, aprender, ese aprender que estĂ¡ ahĂ nos sugiere un proceso. Entonces la voluntad de Dios se aprende. La voluntad de Dios no es un asunto, me compro el Mercedes Benz o la Ducati. Es que no sĂ©, no sĂ©. Tengo dudas. ¿Me hago el iPhone de oro? Dice que la voluntad de Dios, hay que aprender a conocer la voluntad de Dios. Entre aprender y conocer la voluntad de Dios, ahĂ hay algunos añitos. Esa expresiĂ³n de Pablo, entonces aprenderemos a conocer la voluntad de Dios para nosotros. La cual es, es, constantemente es, es, siempre es buena. Agradable. ¿Y quĂ©? Perfecta, perfecta. Es para mĂ, es lo que es para mĂ, es lo que es. Y claro, vean quĂ©, vean quĂ© impresionante. Hermanos y hermanas, vean lo que es el EspĂritu Santo, vean el poder de Dios. Vean a Dios hablando a travĂ©s del apĂ³stol. Vean cĂ³mo nos trae desde Romanos 1, 1, 2. Y nos dice, vean, vean, chiquillos, ya llevamos 11 capĂtulos de las misericordias de Dios. Ya entendimos cĂ³mo son estas cosas. Vean, ¿para quĂ© tienen que presentarse? ¿Para quĂ© culto todos los domingos? ¿Para quĂ© tanta Biblia? ¿Para quĂ©, para quĂ©, para quĂ©? SĂ que rezo y que oro y que aquĂ. ¿Por quĂ©, por quĂ©, por quĂ©? Ya les expliquĂ© mucho del por quĂ©, pero noten la belleza y noten la inteligencia suprema de Dios. Y viene Pablo y hace esto, y mete este comentario, completamente raro. Es mĂ¡s, lo voy a explicar primero antes de ponerlo, para que todos lo agarremos como va, porque inclusive los especialistas dicen que es muy extraño cĂ³mo Pablo lo introduce. Dios tiene hijos, y Dios cuenta con sus hijos. Dios quiere que sus hijos tengan una vida plena y abundante. Dios quiere que cada uno de ustedes, mientras vive en esta tierra, tenga la oportunidad de decir, He peleado la buena batalla. Estoy a mis sesenta, cincuenta, treinta, estoy en donde quiero estar, donde dice la Biblia que Él va a ser con nosotros, que tengamos una vida con sentido, con significado. Pero noten que muy sutilmente, muy sutilmente el apĂ³stol viene diciendo, Bueno miren, hagamos una cosa. Voy a darles el chance de que puedan ver la tierra prometida. Se las voy a enseñar. Pero usted necesita renunciar a usted mismo y al concepto que usted tiene de usted mismo. Voy. Tres. ¡Pum! Basado, oiga, basado en el privilegio y la autoridad que Dios me ha dado. Diablo pochino. Le que advierto, me parece fascinante esa secciĂ³n del verbo. Le advierto a cada uno de ustedes lo siguiente. Ninguno se crea mejor de lo que realmente es. Tenga cuidado con lo que usted crea que usted es. Tenga cuidado. Sean realistas al evaluarse a ustedes mismos. Y hĂ¡ganlo segĂºn la medida de la fe que Dios les haya dado. ¿Y cĂ³mo miro eso? AhĂ estĂ¡ el labrĂ³n. ¿CĂ³mo miro eso? ¿CĂ³mo miro? ¿CĂ³mo miro? Me voy a caer yo aquĂ. ¿CĂ³mo miro? La fe. ¿CĂ³mo la miro? SĂ. SĂ. Ok, ya entendĂ. No es lo que yo piense de mĂ. Es lo que Dios piensa de mĂ. Es lo que Dios dice que yo soy. Porque yo como ustedes soy el que soy. Pero ante Dios, seguramente Dios dirĂ¡, ay papito, cosita, cosita. ¿Alguien me estĂ¡ escuchando? La medida de la fe que Dios nos haya dado es proporcional a quĂ©? A presentarnos como sacrificio vivo. Porque yo estoy dejando que la palabra me moldee. Y soy yo quien estĂ¡ permitiendo. Por eso les he enseñado una y mil veces que la autoestima es lo mĂ¡s, lo mĂ¡s fatal y diabĂ³lico del mundo. Dios no enseña autoestima. Dios enseña identidad. Somos lo que somos en Dios. ¿Por quĂ© nos estĂ¡ diciendo eso? Por causa de nuestro propio corazĂ³n que es tan vulnerable. La medida de la fe me enseña a mĂ que en la fe yo dependo de la palabra. Y la palabra me enseña cosas donde me dice a mĂ, estĂ©s aquĂ quieto, callado, no hagas nada. ¿Pero cĂ³mo no voy a hacer nada si lo quiero asesinar? MĂa es la venganza. Dice el Señor, yo pagarĂ©. EstĂ©s aquĂ quieto. ¿CĂ³mo hago? ¿Me estĂ¡ entendiendo la medida de la fe? La medida de la fe es entender, me presento. ¿CĂ³mo vino? A morir. Vine a morir. Vine a morir. Lo que yo conozco de mĂ no es lo que Dios estĂ¡ necesitando. Lo que yo conozco de mĂ no es lo que Dios estĂ¡ moldeando. ¿Y cĂ³mo vine, santo? Si pudiera me hubiera metido en cualquier otro lado, sĂ©palo. MĂ¡s hoy juegan el Super Bowl. Pero vine, vine ¿cĂ³mo? Sacrificio vivo, santo, agradable a Dios con fe. Creyendo que lo que la palabra dice es mi vida, es lo que yo necesito. ¿Me estĂ¡n escuchando? Y aquĂ nos va a enseñar la tierra prometida. Nos baja un toquecito la cortina y nos dice esto. Si esto sucede en usted y en mĂ, verso 4. ¿Por quĂ©? Porque asĂ como nuestro cuerpo tiene muchas partes y cada parte tiene una funciĂ³n especĂfica, el cuerpo de Cristo tambiĂ©n. Nosotros somos las diversas partes de un solo cuerpo y nos pertenecemos unos a otros. ¿No entendĂ? Sin servir a Dios no has empezado a vivir la vida que Dios quiere que vivas. Porque sos parte de un cuerpo. Se empezĂ³ diciendo que eras un cuerpo, presĂ©ntese. Presente su propio cuerpo. Romanos 1. Claro, con razĂ³n, con razĂ³n, con razĂ³n. Hace muchos años llegĂ³ una maestra, una maestra de preescolar. MaestrĂa, licenciatura, inglĂ©s, chino, francĂ©s, lenguas, hacĂa de todo. Manualidades, tocaba guitarra, piano, violĂn, peine, asĂ un montĂ³n de cosas. Y lo primero que me dijo es, aquĂ vine, me dice, pero a mĂ no me pongo a hacer nada, a mĂ no me pongo a hacer nada. ¿Y yo a quiĂ©n le estaba poniendo a hacer nada? PerdĂ³nenme hermanos, yo no les estoy diciendo que usted tiene que venir a limpiar el piso. Yo no les estoy diciendo que usted tiene que venir a limpiar los baños. Yo no estoy diciendo eso. O a lo mejor sĂ lo estoy diciendo. O a lo mejor sĂ les estoy diciendo que somos parte de un cuerpo. Y que lo que, si fuera a lavar los baños hermanos, o vender la ropa, limpiar el piso, es parte de todo lo que tenemos que hacer. Pero lo que la Biblia nos estĂ¡ enseñando, lo que Dios nos estĂ¡ enseñando, lo que la Biblia nos estĂ¡ enseñando, lo que Dios nos estĂ¡ enseñando, es que algunos de nosotros no vamos a poder superar muchas de las cosas en nuestras vidas hasta que no seamos procesados por el cuerpo de Cristo. Se lo explico asĂ. Si Rebeca tiene una necesidad, y Adita corre con Rebeca, y le da de comer, y le ayuda, y le da un dinero, por Dios, gracias a Dios, porque somos cuerpo de Cristo, nos podemos apoyar. Pero yo no estoy hablando de eso. Ustedes saben por quĂ©. Porque lo mĂ¡s fĂ¡cil es dar plata. Y como dije hace ocho dĂas, algunos ni plata damos. Lo que la Palabra de Dios estĂ¡ diciendo, que lo chancho, lo orgulloso, lo mentirosa, lo repugnante, lo odiosa, lo fea, lo... que sos Ăºnicamente Dios te va a procesar cuando te des la oportunidad de crecer en el cuerpo del Señor. Pero no se puede, porque yo tengo un concepto de mĂ mismo. ¿CĂ³mo es posible? ¿CĂ³mo es posible, hermanos? AquĂ hay gente que tiene no una carrera, tiene dos carreras. Y le digo, ¡corre un texto bĂblico y compĂ¡rtalo con alguien! Ah, no. No, no, yo no puedo. ¿CĂ³mo yo no puedo? ¿No presentaste una tesis de grado frente a un jurado? A mĂ me hace mucha gracia Facebook, porque... aparecen nuestros hermanos que no son capaces de hacer nada en Facebook, cantando en los karaoke's. Haciendo otras cosas en cualquier lugar. Pues yo no tengo problema que cante en un karaoke, yo no me voy a poner con cosas con usted. Pero, ¡quĂ© desperdicio! Me estoy dando, ¿entendĂ©? Hace falta gente para limpiar, para que pintemos. Vamos a pintar, tenemos un montĂ³n de pintura, vamos a pintar toda esta parte de arriba aquĂ. Hay que venir a pintar. Y que no dejen al pastor pintar, porque hacen manchones. O sea, por favor, hay cosas que hacer, pero es que yo no estoy hablando de eso. Estoy hablando de que usted tiene familia, de que usted tiene primos, hermanos, que no conocen al Señor. Que no tienen la mĂ¡s mĂnima nociĂ³n de quiĂ©n es Dios. Sea por lo menos capaz de renunciar a usted. Y presentarse ahĂ, como sacrificio vivo delante de Dios, a esa persona. Y comparta con esa persona lo que esa persona necesita. Y claro, con razones que Pablo la viene haciendo suavecita, suavecito. Dice, ustedes son un cuerpo de chiquillos, usted tiene su cuerpecito. SĂ, bueno, trĂ¡igalo papĂ¡, venga aquĂ. PresĂ©ntese, pero presĂ©ntese como usted es, entiĂ©ndalo. No puede usted tener mayor imagen que usted tiene, porque usted va a pensar que usted es demasiado carga. Usted es de los que, usted es demasiado carga. O sea, una persona tan carga, ¿cĂ³mo va a hacer eso? Y claro, Romanos 12.2 dice, no se amolden a la gente de la calle, porque en la gente de la calle sĂ hay rangos y sĂ hay Ă©lites. Y entonces estĂ¡n las Ă©lites, las Ă©lites de los que son mejores, porque son de los que... Terminemos aquĂ. Usted y yo tenemos una responsabilidad que no se la va a quitar de encima nunca. AsĂ que como nuestro cuerpo tiene muchas partes, cada parte tiene una funciĂ³n, cada parte tiene una funciĂ³n. Salga de aquĂ diciendo, ¿y yo pa' quĂ© sirvo? AquĂ tiene que usted salir esta mañana con este pensamiento, ¿y yo pa' quĂ© sirvo? El cuerpo de Cristo tambiĂ©n. Nosotros somos las diversas partes de un solo cuerpo, y nos pertenecemos unos a otros. Ah, entonces quiere decir que es muy probable que un Ismael viene de Madrid, España, ha estado con nosotros ya cuatro semanas, ¿y a quĂ© vino? Bueno, resulta y sucede que hay una situaciĂ³n con Jeffrey. Dios no va a matar a una persona de donde sea, o simplemente que Jeffrey entienda que Ă©l es A, B o C, o que Ismael entienda que Ă©l es A, B o C, porque necesitamos como piedras vivas ser las partes del cuerpo que construyen lo que Dios quiere que nosotros hagamos. Uno de los grandes problemas con la iglesia de hoy, no solamente estĂ¡n el montĂ³n de babosadas y payasadas que estĂ¡n diciendo, y sacĂ¡ndole, perdĂ³n, plata a la gente. Uno de los grandes problemas de la iglesia de hoy, al menos de las congregaciones de hoy, es que primero no se predica la Biblia, y segundo, la gente estĂ¡ muy cĂ³moda oyendo lo que los payasos dicen cuando entretienen las cabras. Me estoy dando a entender. Y de eso estamos llenos hoy. ¿CĂ³mo va a ver usted? ¿QuĂ© es lo menos popular? Lo mĂ¡s chido es decirle, usted es un emprendedor, Gabriel. Usted va a salir adelante en su vida. Usted llegarĂ¡ a las naciones. Gabriel, usted tocarĂ¡ esa guitarra alrededor del mundo. Una pregunta, ¿cĂ³mo sale Gabriel de aquĂ? Y viene Dios en ocho, emocionadĂsimo. Y viera que diezma bastante. Surge una gran pregunta, ¿quĂ© hago? VersĂculo 6, Dios en ocho. Agradecemos su atenciĂ³n. Si este material ha sido Ăºtil para usted, le rogamos que lo pueda compartir. Somos Bolivo Verde. Costa Rica.