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Olivo Verde is a community focused on the systematic and respectful study of the Word of God. Paul is writing to the church in Rome, emphasizing what he hopes they understand about the church. There is no perfect church, as it is God who administers it through the Holy Spirit. We need to talk about the church in the 21st century, as society values performance and productivity. The church is not just about singing songs, but about actively and intentionally accepting one another, just as Christ accepted us. This atypical dynamic of the church will exalt God's name to others. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la Palabra de Dios. El contenido de su producción se basa en el trabajo verso a verso del texto bíblico. Soberano Dios, Dios omnipotente Rey de Reyes, asiste al honor del Imperio, la Comandante. Venga ahora y para siempre, por los siglos de los siglos, exaltado siendo, coronado siendo, Señor Jesús, Señor Jesús, Señor Jesús. Estamos llegando a la parte final del libro de Romanos y Pablo empieza a despedirse. Pablo quiere dejar muy claro qué es la iglesia, cuál es la iglesia que él sueña, qué es lo que él espera. Hay un antecedente interesante con relación a la iglesia de Romanos y es que Pablo está escribiendo en Éfeso, está escribiendo a una distancia importante, en un tiempo tal vez meses antes de que la carta llegara a Roma. Ese final de la carta que estamos empezando a ver a partir del capítulo 15, donde él les está diciendo, esto es lo que yo espero que ustedes entiendan de lo que es la iglesia del Señor. Esto es lo que yo creo que Dios dice, esto es lo que yo sé que Dios dice, esto es lo que Dios entiende por iglesia. Con razón, y yo quisiera aquí hacer como un paréntesis, porque con razón por muchos años hemos dado muchas vueltas, muchos hemos rodado, muchos hemos rodado por muchos lugares buscando de alguna forma lo que se ha llamado la iglesia perfecta. Y no hay. Es más, encontrando la iglesia perfecta que le digan a uno dónde está para ir a echarla a perder. Usted me entiende, no existe la iglesia perfecta. Y no voy a usar el argumento de decir que no existe la iglesia perfecta porque somos imperfectos, porque somos seres humanos, porque la verdad es que el fenómeno de la iglesia no lo administra el cerebro humano, la cabeza humana, lo administra el Espíritu Santo. Es Dios y su palabra quien dice cómo funciona la iglesia. Y tenemos que hablar, amigos y amigas, tenemos que hablar de la iglesia del 2024. Tenemos que hablar de la iglesia del siglo XXI. Nada cambia, nada cambia porque el Espíritu Santo es el mismo y la palabra es la misma. Y el Señor dijo, cielo y tierra van a pasar, mi palabra nunca va a pasar. Al decir eso el Señor estaba diciendo, mi palabra trasciende el tiempo, trasciende la historia y trasciende la cultura. Eso es lo que el Señor estaba tratando de decir al decir, cielo y tierra van a pasar. No se asusten con la inteligencia artificial, no se asusten con todo lo que van a ver, porque la palabra de Dios permanece para siempre. Pero tenemos que hablar que sí somos, sí somos un grupo social. Con la diferencia que es Dios quien lo ha inventado, es Dios quien lo está perfilando, es Dios quien lo está formando. Hoy vivimos en una cosa que se llama la sociedad del rendimiento. Es una sociedad en donde lo positivo es de algún modo lo más fuerte. Se adora el culto al cuerpo, al intelecto, al conocimiento y sobre todo al rendimiento, a la producción. Usted tiene que vendir. Estamos tan llenos de cosas positivas, estamos tan llenos de cosas positivas que no sabemos cuándo parar, no sabemos cuándo parar, no sabemos cuándo detenernos. Una de las cosas buenas que iba a suceder con los apagones es que no íbamos a tener internet por tres horas, nos íbamos a volver a ver la cara. Para 1830 inicia un movimiento en Miramar y en el Monte del Aguacate, en donde empresas inglesas se vienen para Costa Rica a tratar de explotar el Monte del Aguacate, a buscar oro. Los ciudadanos ingleses que venían en la búsqueda del oro se dieron cuenta para 1830 que no había mucho acceso a muchas cosas. San José fue prácticamente cartago, que en ese tiempo se perfilaba como lo que iba a ser. Había muy poca gente, no habían médicos y le piden al gobierno inglés que se manden algún médico y acepta la propuesta a un hombre que se llama Richard Brealey. Richard Brealey es un hombre que se viene y se radica en Heredia. Era un protestante, bautista, y este hombre es el primero que le pone la cara al gobierno y de una forma muy sutil le dice al gobierno, déjeme hacer un culto público abierto. Y para 1849, casi diez años después, se logra empezar a hablar que en esta zona central se habla un culto no católico. Un hombre montado en un barquito que se llamaba El Monarca, ese barquito famoso se dañó, se necesitaba repararlo y el hombre quedó muy fácil, vio muy fácil llegar a la costa de Punta Arenas. Este hombre que llegó aquí cuando vio lo que vio se impresionó, le gustó muchísimo y ofreció, como le ayudaron a arreglar su barco, ofreció exportar café hacia Inglaterra. Se llevó un cargamento de café de un grupo de caficultores, se lo llevó de Costa Rica y les prometió que les iba a pagar. Apareció 20 meses después y les pagó. En su segundo viaje, en su segundo viaje, Lelecher, como se llama, este hombre se trajo 300 Biblias y las empezó a repartir. Y ahí empieza, después del desarrollo de la misión latinoamericana, empiezan las iglesias bautistas en Limón. Amigos y amigas, la historia de la iglesia en Costa Rica es una historia realmente muy reciente, muy muy reciente. Es más, el gobierno tuvo que abrirse al nuevo culto, a los nuevos cultos por motivo de que los ingleses, los alemanes y los holandeses que estaban llegando, eran gente que estaba aportando a la economía del país y que se habían, de alguna forma, institucionalizado. La familia Strachan, por ejemplo, que inició con el templo, con la clínica bíblica, con el hogarcito en Roble Alto, con el colegio Monterrey. Ya estaba desde 1917 el colegio metodista, que había empezado primero, que era un colegio que, por decirlo de alguna forma, pretendía luego ser un seminario. La historia de la iglesia llega hasta 1901, por decirlo así, en función de lo que la Biblia, la palabra de Dios era. Después de 1901 inicia una cosa que se llama el Movimiento de Santidad. El Movimiento de Santidad lo promueve una organización que se llama Asambleas de Dios. Y Asambleas de Dios desarrolla una cosa que se llama el Credo de Asambleas de Dios. La base de lo que Asambleas de Dios enseña está inspirado en el material del reverendo Ciro Schofield. De ahí la Biblia de Schofield. De ahí mucho del criterio del dispensacionalismo. Y esta historia, y esto que les estoy contando, y esto que se está dando, para 1945 inicia el Movimiento de Renovación Carismática de la Iglesia Católica. Y esto que les estoy contando, les estoy diciendo que por todo lado el Espíritu Santo ha querido siempre buscar la forma de que la iglesia se consolide. Amados hermanos, pero la iglesia no es iglesia porque nosotros nos reunamos a cantar canciones. La iglesia es iglesia porque el Espíritu Santo está trabajando en nosotros a través de su palabra. Si me doy a entender, y lamentablemente casi desde 1960 para acá, como dice Don Juan Stahn en el libro, todo lo que ha tomado, ha tomado un rumbo completamente y absolutamente emotivo. Y esa emotividad se ha atribuido mucho al movimiento pentecostal, que no es un movimiento en sienes, negativo, pero a que al día de hoy sabemos que es algo bien complejo de entender. Me sirve esta introducción para que cuando Pablo llega al versículo 8, y está escribiendo sobre la base del versículo 8, en el momento en que llega ahí, el versículo anterior, Pablo dice, por tanto, acéptense unos a otros. Al decir aceptarlos unos a otros, la palabra aceptarse tiene tres niveles antes de esa, o dos niveles antes de esa. El primer nivel se llama acérquese, el segundo nivel es, conózcase, y el tercer nivel es, acéptese. Y como usted me puede entender, de lo que vengo hablando desde que empecé la conversación esta mañana, aceptarse, Pablo dice, por tanto, acéptense unos a otros, es porque Pablo está partiendo de que ya nosotros pasamos, acérquese, conózcase, y adivinen cuál fue el, cuando yo me le acerqué a Carla Vanessa, cuando yo me le acerqué a Vanessa, ya me le acerqué, ya la conocí, adivinen cuál fue la evaluación. De, no me gustó, no me gustó, no olía como yo esperaba, no habló lo que yo quería, ¿me voy a entender? Por eso dice, dice la palabra, que usted tiene que entender, que usted y en mí tiene que haber una disposición para aceptar a sus hermanos. ¿Cuál es el filtro? Le dice, ahí está, véalos, tal como Cristo nos aceptó a nosotros, para que Dios reciba la gloria. O sea, yo tengo que aceptar a Carla Vanessa, yo tengo que aceptar a Carla Vanessa, no para que me caiga bien y para que yo sea un buen cristiano, no, para que el Señor reciba la honra y la gloria, a usted no importa. Qué complicado es ir a un lugar donde le hablen a uno y le digan esto, porque lo que dice el texto es, es que no es su comodidad, no es que a usted le caiga bien o le caiga mal, por eso le digo que la iglesia es más que simplemente, más que simplemente un culto, y gracias a Dios por el culto, gracias a Dios por la predicación, gracias a Dios por el hecho de que podamos compartir un ratito juntos. Pero la palabra aceptar, vuélvanme a ver, la palabra aceptarse, que está aquí, no cabe con la dinámica que nosotros vivimos, porque yo filtro según mi filtro, y a mí me parece muy arrogante. El fenómeno de la iglesia se produce al funcionar diferente a otros grupos y organizaciones. Es necesario ver mi vida en la iglesia de una forma activa e intencional. Dios quiere que yo esté aquí, pendiente de conocer y aceptar. Esta dinámica de iglesia la que apunta Pablo es tan atípica, inusual, que otras personas van a exaltar el nombre de Dios al ver que nosotros podemos aceptarnos, a pesar de los repugnantes, odiosos, ocupados. Yo creo que es que es un asunto de la edad, o es un asunto, conforme cierta edad o ciertas condiciones, mi círculo, mi faja de seguridad, la extiendo más y más y ya, y cada vez más solo, y cada vez más solo, y cada vez más solo. Ese texto de Romanos 15, 7, es un texto que no podemos dejarlo pasar por alto, porque Pablo está cerrando la carta a los romanos, diciendo, miren, así como el Señor los aceptó, acéptense ustedes, y la verdad que lo que les estoy diciendo es que ninguno merece, ninguno merece ser aceptado por el Señor, por lo tanto, no existe filtro, ninguno, no hay filtro. ¿Y por qué yo tengo que ganarme a Jorge? ¿Por qué yo tengo que ganarme a Jorge? ¡Ganármelo! ¿Por qué yo tengo que caerle bien? ¿Por qué me tiene que caer bien Laurita? Para que el Señor reciba la gloria. Usted no importa, su comodidad no importa, su espacio no importa. Hace algunos años estaba Everita, estaba Everita aquí con nosotros, y entró una persona, se sentó por aquí, y ese día, al terminar el culto, se me acercó un poco gente, y me dijeron, tenga cuidado con ese bicho, tenga cuidado con ese sujeto. Vea, para que ese hombre llegue, cuatro, cinco personas, inusualmente, se me acercaron y me dijeron que esa persona era de cuidado. Ninguno me dijo por qué, sí me dijeron que era de cuidado. Al final, Vera se me acercó y me dice, mire, ese, ese téngale cuidado, pero, pero hay que ganárselo. Perdón, alguien me está escuchando, que lo que le estoy diciendo es que a mí no me importa, que a usted no le importe ganarse a la gente, que a Dios menos, que usted tiene que ganarse a sus hermanos, y ser de bendición para ellos, y me dicen amén por las buenas. Usted me está escuchando que yo le estoy diciendo que hay un montón de lugares en esta ciudad donde usted clasifica a la gente por la plata que tiene, por el carro que tiene, por la forma en que habla, por si usted es sobrante o no. Aquí no, aquí tenemos que aceptarnos, porque no nos conocemos, y a veces nos vemos. Aquí no cabe el me cae mal, aquí no cabe, qué repugnancia la de Freddy, verás, qué Freddy, qué repugnante. Entonces noten, mis amados hermanos, que la entrada de Pablo en el versículo 7, para pasar al 8, claro, en el 8 viene y refuerza la idea, claramente diciendo, ah bueno, y recuerden, verás, recuerden, Pablo hace un argumento, y les dice, miren, vean, vean, vean, Cristo es la razón de la circuncisión. La circuncisión Dios se la enseña al pueblo, la circuncisión Dios se la enseña al pueblo para que el pueblo aprenda a entender que lo que sobra, se quita. Y eso representa la circuncisión, al circuncidar el pene, el grande queda expuesto, y el prepucio se le corta al pene, pero ese tejido que sobra, no hace falta, y el pene queda expuesto. Eso es todo la circuncisión. ¿Cristo necesitaba ser circuncidado? No. ¿Por qué? Porque Él era el ejemplo mismo de la circuncisión. Sin embargo, dice la Biblia, dice Pablo, que Él lo hace, Él se somete a la circuncisión, Él se somete a la ley judía, para servirlo, para servir a los judíos, y para servirnos a nosotros. Dice, Cristo, con tal de ganarse a los judíos, no me vean a mí, vean el texto, Cristo, con tal de ganarse a los judíos, Cristo, con tal de que los judíos lo vieran bien, Cristo vino a servir a los judíos, para demostrar que Dios es fiel a las promesas que Él les hizo a los antepasados de ellos. Cristo cumplió con la ley. Y aquí está el primer argumento que pone Pablo, ¿qué tenemos que hacer? ¿Servir? Mejor no lo digo. Avancemos. Viene el segundo argumento. En el segundo argumento, Pablo dice, vean, al lograr entrar por medio de los judíos, sirviendo a los judíos, ganándose el favor de los judíos, también vino, no solamente a servir a su propio pueblo, sino que también vino para que los gentiles le dieran la gloria a Dios, por la misericordia que Él tuvo con ellos. A eso se refería el salmista cuando escribió, y cita un salmo, por eso te alabaré entre los gentiles, cantaré alabanzas a tu nombre. Entonces, el siguiente argumento, el siguiente argumento tiene que ver con la oportunidad que todos tenemos que tener para poder alabar al Señor. Todos tenemos derecho de poderlo hacer. El argumento de fondo dice John Stott, si Dios no lo desechó a usted, ¿quién es usted para desechar a alguien? El problema de desechar no es el hecho, por ejemplo, si yo le hago feo a Lena, le hago una mala cara a Lena, por lo menos sabe que yo no le caigo bien, y para mí es un problema con Lena verla y me ve feo, y yo la veo feo, el problema no es ese. El problema no es cuando yo me expreso ante alguien y yo le digo a alguien que me cae mal, o me es pesado, o me es repugnante, o me es cansado, eso no es el problema. El problema es todo lo que evitamos, para no caer en cuenta de la necesidad que tenemos de mejores relaciones. Entonces, en el segundo argumento, Pablo dice, todos tienen derecho a alabar a Dios, los gentiles también. En este segundo argumento, cita Romanos 15 a 10, Pablo, y en otro lugar está escrito, alegrémonos con el pueblo de Dios, ustedes los gentiles. Y entonces Pablo, sutilmente, pero muy claramente, está diciendo, el sueño de Dios fue que todos procedieran al arrepentimiento, que todos fuésemos salvos, y que fuésemos la iglesia, su iglesia, y que estando aquí en la tierra, la iglesia del Señor fuese tan significativa que la gente quisiera convivir con nosotros. A ver, ¿qué creen ustedes que pasa cuando la gente empieza a acertarse y la gente empieza a amarse, amarse en el contexto en que la Biblia lo enseña? ¿Qué creen que pasa? Hermanos, Dios va a procesar nuestro egoísmo, porque somos muy egoístas, mucho muy egoístas todos. De hecho, el verso 11 de esta mañana, claramente nos dice, alaben al Señor todos, citando otro texto del Antiguo Testamento. Todos ustedes los gentiles, todos los pueblos de la tierra, alábenlo. Rápidamente nos está diciendo la oportunidad de la iglesia, no solamente servirse, no solamente servir a los hermanos, ganarse a los hermanos, es alegrarse en el Señor, es poder alabar al Señor juntos, es poder invocar el nombre de Dios, y cita el versículo 12, y en el versículo 12 dice, porque todo el mundo tiene que aprender a depender del Señor. Dice en otro lugar, citando a Isaías, dijo, el heredero del trono de David, o sea Cristo, vendrá y reinará sobre los gentiles, nosotros, ellos pondrán su esperanza en Él. De plano les digo que los argumentos que Pablo está poniendo son realmente muy profundos, para gente a veces muy egoísta como nosotros, o gente circunscrita, gente simplemente viendo la iglesia desde la perspectiva de un culto. Yo no estoy diciendo que le venda un carro a un hermano y se lo venda de una forma en donde usted pierda plata, yo no estoy diciendo esas cosas, es más, no lo haga. Las veces que en alguna forma alguien se ha puesto a vender cosas aquí, y ha vendido algún tipo de cosas, y ha ido como un quebrado. Pero yo creo que, hermanos, la próxima vez que piensen congregarse aquí o en otro lugar, háganse la pregunta, antes de ir a otro lugar, ¿seré yo la iglesia que el Señor quiere que yo sea? ¿Estoy yo dispuesto a estar en una congregación donde mis hermanos son importantes, y que el Señor quiere que los vea como importantes? Es más, el versículo 13 es transitivo, es un cierre. Pablo dice, le pido a Dios fuente de esperanza, que los llene completamente de alegría y paz, porque confían en Él. Entonces rebosarán de una esperanza segura, mediante el poder del Espíritu Santo. Noten que lo que hacen es hacer un cierre. Que les vaya bien, muchachos, porque yo sé que ustedes son personas que entienden esto. El verso 14, le tengo horror en la semana entrante. ¿Saben qué dice el verso 14? Oigan, le tengo pánico. Hace este cierre, le dice, cierra la idea, pero lo hace dando una bendición, le pido a Dios fuente de esperanza, que los llene completamente de alegría y paz, porque confían en Él. Vean, casi que no tiene nada que ver con lo que está hablando, porque lo que está haciendo es un cierre. Claro, acuérdense que nosotros estamos viendo el verso 13, pero en el original no hay números. Pablo continúa la idea, que viene desde el 12. Y en el verso 12 lo que dice es esto. Mis amados hermanos de Olivo Verde, estoy plenamente convencido de que ustedes están llenos de bondad. ¿Conocen estas cosas? Conocemos estas cosas. También que podemos enseñarlas a otros, unos a otros. Si oigan lo que dice. Aún así, me atreví a escribirles sobre algunos de estos temas, porque sé que lo único que necesitan es recordarlos. Pues, por la gracia de Dios. Ustedes están viendo el nivel de sarcasmo que está usando Pablo aquí. Pablo parte de que nosotros somos tan bondadosos, estamos tan inquietos por ganarnos a los hermanos. Hace unos días Carla salió con un equipo de gente a evangelizar a las calles. Y el evangelismo persona a persona es muy lindo, porque le quita aún el miedo de hablarle a la gente del Señor. Es bellísimo eso. Pero estamos en otro tiempo. Y estamos en el tiempo donde necesitamos que la iglesia sea la iglesia, para que suceda lo que Dios dijo que tenía que suceder. Una pregunta. Entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento hay 400 años. No se escribió nada. Entre el primer libro del Nuevo Testamento y el libro de Apocalipsis, al día de hoy, prácticamente estamos hablando de 1900 años. 1900 años. Hermanos, una pregunta. Si la psicología, la antropología, la filosofía, tiene muchos 300 años, ¿cómo Dios sostuvo a los hermanos durante más de 1500 años? Oiga lo que le estoy diciendo. Le estoy diciendo que aquí hay secretos, y aquí hay misterios, y aquí hay maravillas que usted no conoce, ni yo menos. Estuve la semana pasada oyendo una carta de Carl Jung, y me hablaron de Carl Jung como si estuvieran hablando de Jesús. Y Carl Jung se murió en 1885. ¿Y usted y yo qué tenemos esto? Se nos ocurre andar detrás de un psicólogo, siga, para que todos podamos comer. Hermanos, la iglesia es poderosa. La iglesia del Señor tiene la capacidad terapéutica. La iglesia del Señor, la que tiene el don de sanidad. Usted y yo necesitamos la iglesia del Señor. Esta es mi conclusión de esta mañana. Porque así terminó Pablo. Imagínese que termina diciendo, chiquillos, pero no, no, no, no se preocupen. Ustedes, yo les escribí esto, ¿por qué? Para recordarles, para recordarles. Yo sé que ustedes son un dechado, un dechado de cariño. Hoy se van a llevar a almorzar a todo el mundo, y usted invita, tranquilo. No, no, no. No se trata de actos heroicos. A mí el culto de los sábados a las seis de la tarde con estos aguaceros me perjudica. Ayer un hermano, alguien me pasó un mensaje y me dice, Dios bendiga a los hermanos que van en camino para la iglesia y van a pie. Simplemente lo que Dios está tratando es de decirnos, lo que importa es que el Señor sea alabado. Que la iglesia sea construida sobre la base del cariño, no de la tolerancia. Cuidado con la palabra tolerancia, no de la tolerancia. Acéptese. Y usted es de los escogidos. Usted es de la gente escogida. Se tiene el honor de tener el Espíritu de Dios con usted. Nos toca muy duro, hermanos. Porque nos toca vivir en el... Nos toca vivir en la era del egoísmo. Somos egoístas. Y todos estos aparaticos nos hacen más egoístas. Antes llegaba afuera y se llegaba la gente a la casa y le decía, ¡Oré! Ahora hay verjas, más verjas, portones. Yo soy igual. No estoy aquí parado diciéndoles a ustedes que me muero por la felicidad. Pero algo tiene que quedarnos en la cabeza, hermanos. Porque la iglesia que el Señor soñó no es nada parecido muchas veces a lo que hoy estamos viendo. Señor, te doy gracias en esta mañana. Agradecemos su atención. Si este material ha sido útil para usted, le rogamos lo pueda compartir. Somos Olivo Verde. Costa Rica.