Podcast Grupo 3

Today's podcast episode discusses the importance and benefits of incorporating humor in language teaching. Humor can increase student motivation and participation, help them understand culture and real-life context, stimulate creativity, and create a sense of community in the classroom. However, there are obstacles to implementing humor, such as fear of losing control, lack of comedic ability, concern about the seriousness of the subject matter, and the risk of offending someone. It is important for teachers to establish clear boundaries and avoid offensive humor. Overall, humor can be a valuable tool in language teaching if used appropriately. ¡Buenos días, querida audiencia! Bienvenidos una semana más a este, su podcast favorito de enseñanza, EL-ELE, enseñando con amor y humor. Hoy día tenemos como siempre a nuestras queridas participantes del podcast, Natalia Álvarez Hablando, Elena Vallardi, Paula Bufieres y Natalia Abushkevich, para compartirles nuestros saberes desde el Aula-L. Hoy vamos a comentarles alrededor del humor, un poco más detallado en relación a los beneficios y a las dificultades en términos de simple alimentación en el Aula-L, y como siempre, empezando a hablar sobre el tema de la importancia de enseñar el humor en la clase L, por el hecho de ser una competencia que está incluida en la sociolingüística y en la matemática, un fenómeno, disculpenme, y a la vez que es tan interesante y tan importante para que nos podamos sentir nosotros mismos hablando el idioma, que nuestros estudiantes se sientan 100% ellos mismos seguros, que llegan a construir relaciones interpersonales, y aquí nos gustaría resaltar, por ejemplo, unas palabras de Beltrán Almería, que es un académico que nos gusta mucho en nosotras como profesoras, y habla de que el trabajo de las profesoras de L va mucho más allá del Aula, y llegamos incluso a hablar de construir comunidad, y para nosotras es importante transmitirles a ustedes, profes, que nos escuchan, la importancia de entregarles esa posibilidad a través de nuestros saberes a los alumnos, la posibilidad de crear estas relaciones, de conectar con otras personas, de sentirse en confianza, finalmente es construir comunidad. Entonces, ahora le doy el paso a Elena Bagliari, que nos va a contar un poco sobre los beneficios de la implementación del humor a través de materiales, y a través también de la propia interpretación, de la propia ejecución del profesorado en el Aula. Por favor, Elena, te doy paso. Pero primero a la compañera Natalia. Perdóneme, perdóneme. Natalia, por favor, adelante, coméntanos. No pasa nada. Hola a todos. Sí, es obvio que el humor en la clase de L tiene muchos beneficios para los estudiantes. Por ejemplo, las actividades divertidas y humorísticas pueden aumentar la motivación y participación de ellos. Por ejemplo, en la clase podemos empezar con un chiste o una broma en español y de este modo creamos un ambiente más relajado y más cómodo. Es cierto que el humor es una parte muy importante de la cultura española y latinoamericana o de la cultura en general. Al añadir expresiones humorísticas, los estudiantes pueden entender mejor la cultura y el contexto en la vida real. También creo que el humor estimula la creatividad y uno de los puntos más importantes es que el humor ayuda a crear un sentido de comunidad en el aula. Crea como los vínculos entre los estudiantes y el profesor y creo que es muy, muy importante. Creo que en general el humor en la clase de L puede ser una herramienta muy, muy valiosa, pero también puede enfrentarse a algunos obstáculos. Exactamente. Yo os hablaré ahora sobre algunos de los obstáculos que se pueden encontrar a la hora de implementar el humor en el aula. Y al respecto es muy interesante un estudio que realizó en 2010 la profesora Begoña García Laraores con un grupo de docentes de diferentes disciplinas y niveles. Y en ese estudio les preguntaban sobre qué obstáculos les impedían incluir el humor en el aula. Sus conclusiones fueron las mismas que había obtenido Donny Tandrin en 2006. Bueno, aunque estos docentes pensaban que el humor ayudaba a la gente a aprender mejor, tenían muchos prejuicios y miedos de acudir sobre su aplicación. Tanto García Laraores como Tandrin hacen una clasificación de cuatro obstáculos principales que se encuentran en los docentes a la hora de implementar el humor en sus clases. El punto número uno sería el humor a perder el control de la clase. Este era uno de los que más miedo generaba a todos. Según estos docentes, darle tanto poder al alumnado acabaría causando el caos y llevando la clase a perder el control más absoluto. A lo que la profesora García Laraores contestaba bien. Ninguna técnica puede conseguir el respeto y el control del alumnado si el profesor no muestra previamente su competencia en el dominio y organización de sus contenidos y si ha ganado previamente su confianza. Entonces, la clave recibiría poner unas normas claras y bien determinadas antes de comenzar cualquier actividad que podamos pensar que se nos puede ir de las manos. Es decir, le tenemos que dar una de cal y otra de arena. Humor pero con unas normas de convivencia claras. El segundo punto sería la persona que se considera la antítesis de la gracia y del humor. Es decir, que hay gente que tiene gracia y gente que no. De igual manera que hay personas que no encuentran la gracia en nada. Por lo tanto, lo que nos preocupa un poco es que hay que plantear a los alumnos y sobre todo presentar el humor de forma natural. Ya que todo lo que nos rodea puede ser focalizado de manera común. El tercer punto es que la asignatura o los contenidos que se imparten eran demasiado serios. Y esto lo pensaban por aquello de que todo lo que hace reír carece de seriedad. Y destacan que durante el estudio se dieron cuenta de que una de las palabras más utilizadas en contraposición a humor era serios. Y por último, la preocupación por ofender a alguien. Esta también es la que más me preocupa a mí. Porque siempre que utilizamos el humor corremos el riesgo de que no se entienda o al menos que no se entienda como lo estamos entendiendo nosotros. Y que genere una confusión o un malestar. Y otra vez el consejo que nos da García de Rauri es que hay que plantear el terreno con alteración. Vamos, en conclusión hay que conocer bien al público, entre comillas, informarse, aprender y practicar. Por eso me quedo con unas palabras de Jauregui y Fernández Solís. No hay duda de que emplear el humor implica un riesgo y que puede tener efectos negativos. Pero lo mismo podría decirse de cualquier buena herramienta. Desde el martillo hasta el automóvil. Venga, gracias. Te mando a Paula. Vale, pues yo bueno, como ya sabéis, sí es verdad que utilizo bastante el humor a la clase DL. Y estoy de acuerdo tanto con Natalia como contigo, Elena, de que tiene sus beneficios y sus desventajas. Porque, bueno, pues lo que has dicho. Al final, como decimos, si le das la mano se coge en el brazo. Y si ven que eres una profesora porque estás siempre con bromas, bromas, bromas, ¿qué pasa? Que no te toman en serio. Pero creo que si ponemos ciertos límites, como bien has explicado, sí que podemos conseguir dar las clases DL. Siempre de una manera seria y profesional, pero tirando un poquito del humor. Y entonces lo que conseguimos con eso es que, por ejemplo, un alumno que a lo mejor es un poquito tímido, algún día como que incluso intente bromear con nosotros. No sé si lo habéis llegado a hacer alguna vez. Cuando consigue eso con un alumno, ya estoy llegando a tener esa confianza que hace falta para que pueda tener este tipo de humor en clase. Que pueda llegar a ser gracioso. Porque es verdad que hay gente que tiene gracia y gente que no. Y bueno, también me gustaría comentaros una cosa que me pasa a mí mucho con los alumnos. Es que cuando hago chistes, yo soy andaluza. Y cuando hago chistes los tengo que intentar hacer quitando un poco mi acento. Por lo tanto, mis chistes se quedan con cero gracia. Y los alumnos han dado cuenta de eso. Así que bueno, la verdad es que es muy gracioso cuando me paso. Y bueno, chicas, también os quería preguntar si alguna vez habéis utilizado memes en la clase. ¿Lo habéis usado? Me parece como súper interesante porque siento que yo he usado memes, pero muy recientemente. Siento que recién estoy aprendiendo a utilizar los memes. Algo que recién estoy incorporando a mis clases. Y me gustaría preguntarte, Paula, ¿cómo los utilizas tú también? La clase como lo uso es en forma de actividades. Y lo que hago muchas veces, la verdad es que cojo actividades de los libros, a veces las típicas actividades, y cambio cosas por memes. Y por ejemplo, no sé si habéis jugado alguna vez este juego que es de lanzar unos dados y tienes que crear una historia. Por eso lo he utilizado con memes. Tengo varios memes y tienen que intentar crear una historia. Entonces es muy divertido porque cada uno tiene una idea totalmente distinta y súper bien. Qué chévere, me encanta. Me encanta lo que dices, Paula. Y es cierto, porque finalmente el humor es una fuente de materiales muy, muy grande y que los profesores podemos aprovecharla de formas gigantes. Yo en mi caso lo aprovecho muchísimo con juegos. Todo el tema de la gamificación, juegos de improvisación teatral que utilizo en mi clase, donde nos reímos muchísimo, utilizamos mucho la creatividad y se crea ese ambiente para seguir trabajando otros temas, también de otras competencias lingüísticas. Una pequeña notificación que me parece importante mencionar es el tema de los límites en el humor. Ya para ir cerrando este podcast semanal, que es por ejemplo la importancia de realmente no permitir en términos de chistes o de otras formas de humor, chistes que sean misóginos, que sean machistas, que sean racistas. Esas cosas se tienen que poner muy, muy claro, que no se tocan en la clase L y que hay tantas formas de hacer que los alumnos se rían y que da ese ambiente tan maravilloso de la enseñanza sin ofender a nadie. Entonces, creo que eso nosotras lo tenemos súper claro y es importante que ustedes, audiencia, también lo pongan claro al inicio de sus clases. Las invito, chicas, a hacer una frase final para ir terminando este podcast semanal y ya despedirnos de nuestra audiencia. Hasta la próxima semana. Pues nada, yo la verdad que quiero finalizar diciendo que al final hay que reírse hasta de uno mismo y que sin humor no seríamos nada. Yo, por lo menos, apoyo totalmente el intentar enseñar con un poquito de humor. Exactamente. Y si alguien tiene miedo a implementar el humor en la clase, pues lo que tiene que hacer es formarse y ir practicando y no tener miedo, simplemente sobreteniendo el límite. La verdad, yo nunca he usado antes el humor en mis clases, pero son muy clásicas. Pero la verdad, después de hablar con vosotras, pues sí, te voy a introducir porque la verdad, reír es vivir y es la parte muy importante de la vida y de su salud. Eso. Lo siento. Perfecto. No te preocupes, no te preocupes. Pues chicas, nos vemos, querida audiencia, nos vemos de nuevo la semana que viene. Adiós.