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Ya nos va a pasar. Sí, vale, este parlante. Que decía, la grosería es lo único que como que logra expresar esa emoción que estoy sintiendo. O sea, que sin otra palabra correcta o con modales, probablemente no llegue mi mensaje. Claro, sí, sí. Bueno, bienvenidos una vez más a tu podcast favorito, Supercopadas Podcast, otro domingo para ti, comadre, compadre, mi compañera Rosana Navas. Y mi comadre Valeria González. Nada, hoy vamos a elegir, hoy elegimos un tema que dijimos vamos a hablar de las groserías. Claro. ¿Cómo, cómo, por qué la gente dice grosería? O sea, ¿cómo son las groserías en los distintos países? Claro. ¿Por qué nos comunicamos con grosería? Es que forma parte completamente de nuestro lenguaje. Total. Completamente. Y es algo también muy cultural, es muy de, de cómo te criaron básicamente. Sí. Porque no es lo mismo una familia súper conservadora. Sí, sí. Que probablemente decir grosería está completamente mal visto, a una familia un poquito más abierta quizá. Sí. De que incluso el niño dice grosería y te ríes del niño. Está patacón. Para mí es como lo mejor, incluso cuando uno es niño, como que el decir grosería te hace como sentirte, no sé, superior. Un poquito más grande. Claro, que se ríen de ti los más grandes, entonces le generas gracia. Es como medio el payasito pero en un buen sentido, creo yo. Sí. Y también es súper cuchillo ver un bebé tratando de decir una grosería que no la diga bien, ¿no? Por otro lado. Sí. Sí, nada, ¿sabes que tú dijiste algo como que te sientes como que libera? Sí, total. Como que, bueno. Total. Yo estaba leyendo que, viste, siempre hay un científico, siempre es Estados Unidos. No es, no hay una gente, un científico que salió de Cacoa, no hay. No. Siempre es una gente de Harvard, de los Estados Unidos, no sé qué. Claro. Ellos hicieron un experimento y agarraron a una cierta cantidad de personas y pusieron como una cubeta, un balde, como lo quieras llamar, con agua helada y con hielo. Bien. ¿No? Entonces, la idea era mandar a esta cantidad de personas a meter la mano en esa cubeta y resistir cierta cantidad de tiempo. Ok. Pero ¿qué hicieron? Agarraron, por ejemplo, a 10 personas y les dijeron que mientras metían la mano en la cubeta, tenían que decir una palabra que describiera algo. Ok. Que describiera un mueble, una silla, o sea, un adjetivo, ¿no? Ok. Y a estas otras 10 personas les dijeron que tenían, que podían decir una grosería. Ok. Que tenían que decir una grosería. Bueno, resulta que se dieron cuenta y el resultado fue que las personas que decían grosería pudieron soportar 50 veces más que las otras personas que no lo decían. Claro. Entonces, aplicaba que es como decirla, es como un método de catarsis, como que es liberador, como que tiene por allí también un efecto de que te hace aguantar más el dolor. Claro. Y que es también algo como natural e inmediato. Claro. Entonces, por ejemplo, también ponía el ejemplo como que, ¿qué haces tú cuando te golpeas el dedo chiquito del pie con una mesa? Exactamente. ¿Qué es la primera palabra que dices? Una groseríota gigante. Bueno, justo con lo que dices, tengo un texto de la parte que yo investigué que dice, en momentos de gran tensión o dolor físico, las groserías pueden proporcionar un alivio emocional significativo. Sí. Y literalmente es así. Yo no consigo, o sea, yo creo que no conozco a una persona que cuando se golpee con algo no dice, ¡ay, por Dios! ¡Oh, Santo Cielo! ¡Santo Cristo! No, pero tú dices la grosería favorita o la que mejor te venga en ese momento para poder sacar esa rabia que tú llevas por dentro de por qué se te atravesó el mueble o la cama. Claro, sí. Y bueno, también en muchas partes decían como que las personas que hablaban con groserías eran personas más sinceras también. Claro. No, yo... bueno, después va por esto, que es la comunicación honesta. La comunicación honesta. Porque yo siento que, por ejemplo, en discusiones hay como una línea también delgada. Ah, no, claro, también. Porque es como cuándo saber de cuándo decir la grosería. Yo creo que yo utilizo mucho groserías, pero creo que cuando discuto o estoy en una discusión, te cagas. ¡Oye, una grosería, vale! Hablo con gente decente y lloro. Yo me recho y lloro. Pero literalmente las utilizo más en temas de humor, en temas de catarsis probablemente, que en un tema de discusión que probablemente si tú ofendes a alguien o le dices una grosería, una persona pueda llegar a otro nivel en ámbitos negativos, ¿no? Claro, es que debería ser así. O sea, si estamos discutiendo con la pareja, en el trabajo, sí, en una situación pública, no deberíamos usar groserías. Porque eso conlleva, como tú dices, una connotación negativa, a la agresividad, y bueno, se pueden llevar a otras cosas. Claro, a algo no deseado. Exactamente, y esa no es la idea, ¿no? Yo te quería preguntar, comadre, ¿cuál es tu grosería favorita? Que tú dices, esta grosería a mí me gusta, la digo hasta por gusto. Yo la que más uso, capaz no es la que más me gusta, pero la que más uso yo digo coña. O sea, yo me golpeo y digo, coño, a mí me pasa algo y digo, coño, la madre, vaya, vaya. O sea, es como que también es muy, muy beneca la grosería. Claro. Es muy de nosotros. Es como aquí dicen concha, para todos. Exactamente. La concha y la lora. Exactamente, digo, coño, la madre, vaya, vaya. Este episodio va a estar relacionado por YouTube, pero bueno. Y si le ponemos un pi, pi, pi, pi, pi. No, lo que no va es a monetizar, pero bueno. La verdad es que bueno, nosotras no somos las reinas de la monetización, así que. Pero necesitamos este episodio también. Para ser liderador. Entonces, yo creo que esa puede ser mi grosería favorita. O la que más uso. Yo sí me considero que antes, en mi adolescencia, era más grosera. Pero también, sí, porque, bueno, estaba así, porque era grosera. Y capaz me desenvolvía en un ambiente en el cual también era más grosero. Y a eso también uno se le pega. Claro. Uno también suele usar las palabras de las personas que están en el entorno. No sé, por ahí me imagino que iba la cosa. Yo creo que nosotros coincidimos en que como nos criamos con puros varones. Sí, también puede ser. También eso como que está mal visto que las niñas digan groserías y los varones está permitido. Es verdad. Yo siempre me acostumbré a ese tipo de lenguaje. Entonces era como, para mí era muy normal. Y a veces cuando me encontraba con un grupo de mujeres, o grupo de niñas o de jóvenes, lo que sea la edad que tuviese. Yo me sentía medio ordinaria en ese sentido. Sí, yo también. Porque yo estaba como adaptada a comportarme más con los hombres. Porque era como me crié, básicamente. Incluso entre mis tías, entre mi familia, siempre fue muy ese tema de que se hacían chistes, se decía groserías y no pasaba nada. En un tema de humor, en un tema de que estamos jodiendo, nos estamos divirtiendo. Y creo que toda la vida fue así en ambas familias. Entonces como que siempre estuve acostumbrada a eso. Pero la verdad es que como que me siento bien con eso. Nunca fue algo como que, ay no, yo soy ordinaria, quiero cambiar porque me quiero parecer a alguien más. Sino que yo sentía que fluía con eso y me sentía bien. Lo que pasa es que, comadre, yo creo que somos personas que también nos comportamos. Para el trabajo y a tratar de decir cosas que no son. Es que uno sabe en el momento que puede utilizar una grosería o que queda bien o que queda gracioso. Y hay lugares en el que simplemente tú puedes ser como eres tú y no significa que es que tú vives de apariencia o que tengas una cara para un grupo de personas o que tengas otra cara para otro grupo de personas. Sino que hay momentos, hay lugares. Hay reuniones, hay situaciones en las que se presta para eso y en las que no. Yo voy a leer este texto porque explica demasiado bien lo que estamos tratando de resumir nosotros. Las groserías son una parte integral del lenguaje humano con funciones y efectos variados. Su uso adecuado depende del contexto y del entendimiento de su impacto tanto a nivel personal como social. No es lo mismo estar entre nosotras que estar en un ámbito laboral quizás. En resumen, las groserías son herramientas lingüísticas poderosas que cuando se usan con cuidado pueden enriquecer la comunicación humana. Y sí, totalmente. ¿Y viste qué? A mí me da risa porque puedes decir una palabra y es tan grave o menos grave con la connotación que se le dé. Porque a mí me dicen, por ejemplo, tú anotaste ahí nabo y yo estuve en Venezuela y me dicen nabo y yo pienso que es la verdura que se parece a la ganolacha. Pero depende de la cultura, del país, de la situación, va cambiando. Es que en sí no significa nada. Porque nada significa nada, sino que nosotros mismos le damos el significado a esas cosas. Bueno, yo hice una listita y la vamos a hablar aquí. Comparte. Y para que ustedes nos dejen en sus comentarios si ustedes utilizan este tipo de palabras. Bueno, ya va. ¿Viste? Dije la grosería porque es que me quiero expresar porque nos pedimos que se suscriban y dijimos que íbamos a hacerlo. Así que en este momento, anda, suscríbete para que continúes disfrutando de este lindo episodio, de este grosero episodio. Exactamente, porque si no, una grosería va para ti también. Bueno, nada, me puse a preguntar porque son muy diferentes las groserías en todas las partes del mundo. Por ejemplo, nosotros tenemos un sinfín de groserías. Y aquí en Uruguay como que me puse a preguntar a las personas con las que tengo cerca. Y bueno, saqué una conclusión, comadre. ¿Cuál será? Que la gente aquí en Uruguay tiene un problema con las groserías, con los nombres de comidas. Yo no entiendo cómo salami, banana, nabo, zapallo, perejil. ¿Cuáles son esas? Dame letra porque no estoy entendiendo nada. No estoy entendiendo porque todo es relacionado a la comida. O sea, porque salami es como que, oye, un tremendo salami. ¿Sabes? Como gafo, como estúpido. Yo estoy diciendo lo que siento por el contexto en el que lo he escuchado decir. Por la experiencia que has tenido acá. Exacto, para mí es eso. Para ti es eso. Igual para mí todos significan lo mismo. Eres salami, eres banana, eres lo mismo. Es como decirte tonto, ¿no? Claro, sí. Para mí, zapallo igual, tremendo zapallo. Estamos en la misma. Para mí todas significan la misma y todas son comida. ¿Alguien en los comentarios nos puede decir, por favor, por qué todos son comida? La mayoría de los insultos de aquí. Bueno, pero tú estás diciendo eso en este momento. Y yo estoy pensando en que nosotros, los venezolanos, lo hacemos como animales. Porque nosotros decimos becerro, pato, pato. Me encanta un pato. El pato es machicado. Me encanta mucho. Tienes ahora 70 años, pato. No, escucha. Esto lo va a ver mi mamá. Mami, querida y amada. Mi mamá es el ser que menos dice grosería sobre el planeta Tierra. Y si ella te llega a decir una grosería, compañero, usted está en serios problemas. Así la mamá de ángeles. En serios problemas. Mi mamá la grosería más grande que se le ocurre. No, el babieco. Babieco. Cuando mi mamá me decía babiela, corra, ¿oyó? Porque yo le hice a esa mujer algo imperdonable. Ya, porque me estaba haciendo acordar que lo que tú estás diciendo es tal cual la mamá de ángeles. No, no, no. Y ellos tienen, lo que te toca decir siempre, tienen esa jodita que dicen cuando mi mamá te diga babieco, no corres. Es más, la voy a preguntar porque se va a meter un coñazo prácticamente. Pero eso es lo máximo que llega y es lo máximo. Hasta babieco. No, no, no. Es que babieco es lo más grande. O sea, y antes de babieco no tiene nada. Es ser o babieco. Claro, exactamente. ¿Y tu papá? Ah, no. Sabe el repertorio de groserías a dios y por haber. Y por eso yo me las aprendí evidentemente. Un saludo para Elena. Evidentemente. Pero bueno, yo le preguntara con madre su grosería favorita y yo te tengo que decir. Ah, ¿verdad? ¿Cuál es la tuya? Que mi grosería favorita es venezolana, obviamente. Es pajú. Te lo juro. Digo yo ya, favorita es pajú. Eres tremendo pajú. Sí. Y se le puede dar un significado de... ¿Chismosa? Bueno, es una persona chismosa, es una persona entrometida. Un sapo. Que puede decirle algo que yo le dije que no le dijera. Un sapo. Un sapo. Pero también tiene una connotación de... Bueno, es una persona tonta. También. Se puede utilizar... Este sí es pajú. Este sí es pajú. Vale, ¿cómo va a ser eso? Este es pajú, es verdad. Este sí es pajú. Se dejó joder. Se dejó joder. Pero me encanta el pajú. Está demasiado bueno. Me gusta el pajú. Y capaz... Yo la usaba en Venezuela. Ahora se te ha borrado. Pero del mapa. Más nunca. Hasta el episodio de hoy que pensé en las groserías. Dije, marico, ¿existe pajú? Claro, un pajú es bueno. Y vieron como acabo de decir, marico, ¿existe pajú? O sea, dije dos groserías al mismo tiempo. Mira, yo le dije... Le estoy diciendo, Ángel. ¿Cuál es la grosería que dice tu mamá? La única. Vamos a ver qué me responde. No, estoy segura que va a decir eso. Va vieja. No, va a decir algo así. Va a decir algo así. Mientras le responde, si quieres lee las otras que hay. Que tú dices que había una que te gustaba. Ah, este... Guampudo. Me gustó Guampudo. ¿Qué significa Guampudo? Bueno, no sé, pero te explico. Yo fui con un amigo, mi bello amigo Lalo. Fuimos a un juego de fútbol. Y estaban peleando con el árbitro, porque el árbitro estaba medio pajúo. Ok. Y le dijo, Guampudo. Pero es lo mismo. Es como pajúo de Uruguay, ¿no? Dijo, Guampudo. Y nos sacaron a todos de la cancha. Y desde ese día... Por el insulto. Nunca hemos podido entrar. Porque Lalo le dijo Guampudo al árbitro. Al árbitro. Coño. Estás fuerte. ¿Sabes por qué me gusta Guampudo? Porque como los comadres... Los comadres. Los comadres que nos han escuchado. Yo estuve mucho tiempo en Perú. Y yo en Perú usaba cojudo. Me encantaba cojudo. Entonces Guampudo me suena como cojudo. Yo no sé si significa, pero yo... Para mí es eso. Está bien. Está perfecto. Tengo una que me dejaron por ahí. Mira, mira. Mira lo que me dice. Para responderme me pone verga. Y con un botón de acá. Que eso aquí es súper fuerte. Nada, nada. Tengo un cuento muy aparte con el verga. Bueno, déjame leer el mensaje. Y ese es el apartado de él. Y me dice, que vaya a chuparse un cable. Es lo que más dice. Que vaya a chuparse un cable. Cállate. Eso ya es una grosería pasada a una oración. Claro. Está bien. Que vaya a chuparse un cable. Hasta ahí llega mi suegra. Es como rosa. De cero a va bien como vaya a chuparse un cable. O sea, una gente decente. O sea, una gente, unas damas. Claro. Totalmente. No, el tema es lo que te iba a decir con el tema de la grosería. Que para nosotros verga es cualquier cosa. Literalmente. Sí. Mira, pásame esa verga. Mira, se quemó esa verga. Literalmente verga para nosotros los venezolanos es cualquier cosa. Algo que tú no le quieras decir el nombre, tú simplemente dices verga y se entendió. Y entre nosotros nos entendemos. Claro. Básicamente. Pero aquí verga es una palabra muy fuerte. Porque el otro día lo dije en un contexto laboral y quedé como la loca. Pero me dijeron así como, mira, no vas a decir verga porque la gente que te escucha, o sea, es una palabra fuerte. Y dije, Roxana, sácate la verga a la boca. Corta, corta. Esto es un chinazo. Para los que no conocen, ¿qué significa un chinazo? Lo acabamos de dramatizar. No, fue natural. Fue natural. Pero no, no. Fue inconsciente. Yo tengo una pregunta porque la mayoría de nuestros oyentes o televidentes son uruguayos. ¿Se dice bichicome con b de burro o se dice pichicome? ¿Qué es eso? No sé qué estás diciendo. Pichicome es como... Coño, tú decías pichicome. ¿Viste qué pichi? Del derivado pichi. De la gente que, tipo... Dicen en la calle. Dicen en la calle. Exacto. Es como que... Coño... Eres pichi, ¿sabes? O sea, no tienes... Estabas pidiendo... Ah, pero no es lo que dijiste, come pichi. No, bichicome o pichicome. Mi pregunta es, ¿cómo se dice? ¿Con p o con b? De burro. Déjenlo saber en los comentarios porque no tengo idea. La he escuchado varias veces, pero no la descifro. Bueno, para mí hace un sentido que tenga que ver con pichi porque es como... Esa respuesta es, coño, si eres pichicome, ¿vale? Como que si eres... O sea, si eres... Ay, ya va, hay algo... Si eres... Como si eres tacaño. Creo yo. Va por ahí. Pero no lo sé, déjenos saber. Si eres arrastrado. Exactamente. Por ahí. Por ahí va la cosa. Bueno, después unas fuertes. Aquí vamos con dos fuertes. Chupapija, coño, fabuloso. Porque es como... Es indefenso, pero a la vez es un insulto fuerte. Porque es fuerte. Pero es como graciosito, me parece a mí. Pero, ¿sabes qué pasa? Acabas de darme el punto. A ver. Que... Lo que estamos diciendo al inicio, de darle la connotación a la palabra... Tiene que ver con esto. A ti te da risa. A mí no me parece. No te parece una palabra fuerte. Claro. Pero a las personas que sí la usan, que sí la han escuchado, los gurúas. Y que le dieron un significado... Más fuerte. A la terminación de esa palabra... No le va a dar risa. No le va a dar más fuerte. Es que claro, lo que pasa es que chupapija para nosotros... Esto está complicado. Es más, yo puedo decir chupapija normal. Y quiero decir, el sinónimo en venezolano... Bueno, y por qué verte no lo quiero decir. Claro, porque tú tienes otro significado de la palabra. Bueno, para el que no lo sepa, esta palabra que acabo de decir... El sinónimo en venezolano... El sinónimo en venezolano es mamagüevo. Fuerte y claro. Y para los uruguayos, que me da risa como lo dicen... No significa nada. Porque para ellos, esas dos palabras... Esa combinación de palabras no significa nada. Como de los clics, van a quedar feos. Porque van a ser dos señoritas diciendo... Chupapija mamagüevo. Yo puedo decir lo que yo quiera. Porque estamos en un país libre. O sea, queda feo. Disculpen a la adolescería. Y después tengo otra... Que yo no sé si esto es una adolescería, pero me la dijeron. ¿Cuál? Garca. Que según lo que entendí es... Que se le puede decir a una persona como que te estafó, que te jodió. Es tremendo garca. Como que jodes a la gente. Como que estafas a la gente. O después se puede utilizar en contexto como... Miedo. Como eres miedo. Eres cagao. Se diría en venezolano. Eres tremendo cagao. Y aquí eres tremendo garca. O sea, eso no lo había escuchado. No me suena duro. O sea, no me suena una odiosidad fuerte. Este me suena como... Ese no lo había escuchado. Primera vez que lo escucho. Leí como un frase nueva. Me hiciste acordar una que uso mucho. O que usaba... Con esta me pasa como te pasa a ti con el pajudo. O sea, me estoy acordando que antes la usaba mucho, pero ahora no. Mojonero. Mojonero. O está mojoneado. Te mojoneaste, vale. O sea, el mojonero es un mentiroso. Claro. Y también puede ser una persona que... Claro. El mojonero es que dices mentiras. O me estás cagando la cara. Que me estás diciendo mentira. Me estás diciendo algo que yo sé que es mentira. Y mojonero o mojoneado puede ser también como que... Te estás creyendo más de lo que realmente eres. Exactamente. Como que tienes unas vírgulas de que estás agagantado. Ahí va. Pero estás mojoneado. Estás mojoneado, vale. ¿Qué feo es eso de como el mojón? Yo me imagino el mojón cada vez que lo digo. Qué horrible. ¿Sabes qué? A mí me da risa que cuando yo hablo con mis tías, con mi mamá, me dicen palabras así que a uno se le olvidan. 100%. 100%. Y mi tía la otra vez me dijo, esto sí es mojonera. Y a mí se me había olvidado completamente eso. Es que te digo una cosa. Ya nosotras tenemos el pasaporte uruguayo. Literalmente ganado. Sí, toma, te lo entrego. Porque ya a veces a mí ni siquiera me preguntan de dónde soy porque ya yo paso con la isla. No me la desapercibía. Y de verdad hay tantas cosas que a veces veo en historias de gente que está en Venezuela, de amigos y demás. Y digo, a mí se me había olvidado por completo que esto existía. Tanto cosas como palabras. Tal cual, tal cual. A mí me pasa exactamente lo mismo. Pero bueno. Voy rapidito y capaz no sé si tiene... Ay, quería decirle la parpada de dedito. Y dijiste, tengo algo que decir de verga. Ah, no, eso. Ah, era eso. Fue un asunto laboral y quedó feo. Ay, a mí me pasó y dije que no sabía dónde tirar la concha de la mandarina. Claro, eso está chimbo. Eso está chimbo. Porque nosotros a cualquier cáscara de cualquier fruta le decimos concha. Y aquí es como que fuerte y a mí me suena a cáscara. Exacto, cáscara de banana. Voy aquí rapidito con unas rafas así. Aquí me van a... Mira, me van a funar. Me van a desmonetizar. Me van a decir qué horrible esa muchachita, vale. Ve un listadito así de groserías venezolanas. Mamá huevo. Tarico. Coño de madre. Coño de tu madre. Coño de tu pepa. Coño de la pepa, vale. Se me había olvidado. Coño de tu pepa. Cabece huevo. Huevón. Careverga. Careverga es de orientarse como... Chupaculo. Yo nunca dije eso. No. Le dice culo roto. A mí me gusta. Coño, esa me gusta, esa me gusta. Come mierda. Come mierda. ¿Te acuerdas? Es como el mojoneado. Es como el mojoneado. Eres alguien que te crees más de lo que eres. Huevón. Sí. Hijo de diablo. Ah, pero eso es la gente liberal. Eso es maracujo. Malparío. Esa te libera. No, no, no. Y esa... No, no. Va de adentro. Esa es como colombiana. Sí. Este es malparío. Este es malparío. Conorrea. Conorrea. Sí. Están buenas las colombianas también. Están buenas. ¿No? ¿Y las argentinas? Sí. Las argentinas mucho con el re. Re. La re. Contra la lora que me parieron. Aquí me dijeron que utilizan mucho el alto. Por ejemplo. Alto. Por ejemplo. Por ejemplo. Eres alto garca. Tipo para agregarle como más arriba. ¿Sabes? Si te queda corto, le pones el alto. ¿Sabes cuál es el sinónimo del alto en benico? Pero creo que es como un malandrizado. Cendo. Cendo mamahuevo. Sí es. Aquí dice maldicientes o no, pandorga. No sé. Relame verga. Relame machete. Están muy buenas. Va bien. Comida. Sala de rosa. Y mamató. Abierta. Chavista. Corta. Mojonero. Come gato. Huele huele. Ya esto no. Ya esto está raro. Claro. Pero eso es bueno. Un listadito de. No. Las más épicas. Yo creo que nuestras groserías son chéveres. Son chéveres. Yo genuinamente lo creo. Y las uruguayas. Hay unas que me gustan. Que me caso. Vale. Me caso. ¿Sabes? Yo me fui a una conferencia. De mi querido Jonathan López. Entrenador de calistenia. Yonah Workout. Este. Y dijo. Él estaba explicando algo. Y dijo como que. Esto es un huevo. Y yo. ¿Qué dijo? Él dijo como. Es un huevo. Como que es difícil. Creo. No sé si es difícil. O si es como mucho. ¿Puede ser? Es un huevo. Como que es bastante. Yo creo. Yo creo que dicen. Sí. Huevo. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. Huevo para nosotros. 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