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The speaker shares a personal story about a decisive moment in their life when they had to move to a big city for university. They were scared of the unknown and faced insecurities and fears. They learned the importance of being cautious in this new world and respecting others' ways of being and individual abilities. They also developed empathy for those less fortunate and decided to take action to improve living conditions, including building houses using plastic bottles. They emphasize the importance of respecting diversity and valuing the uniqueness of each individual. Overall, this experience enriched their life and taught them the value of compassion and working towards a better world. La vida está llena de momentos decisivos, aquellos que nos hacen cuestionar todo lo que somos, lo que creemos y lo que hacemos. Uno de esos momentos llegó a mi vida hace algunos años, y todavía resuena en mí como un eco constante. Recuerdo cómo en mi juventud, más concretamente cuando tenía apenas 17 años, enfrenté el miedo a lo desconocido, al tener que mudarme a una gran ciudad, Bogotá, ya que para continuar mis estudios superiores me vi en la necesidad de inscribirme en una universidad de la capital, pues en mi municipio, Ibagué, la carrera de Educación Física no la ofertaba ninguna de las dos universidades que en ese tiempo existían. Irme a Bogotá me aterraba, era un mundo completamente desconocido para mí, con lugares, personas y costumbres que nunca antes había experimentado. Me enfrenté a inseguridades, dudas y miedos en cada esquina, pues cambiaba de ámbito social, vivienda, alimentación, entre otros. Estos miedos me llevaron a comprender la importancia de incursionar en ese nuevo mundo de manera precavida, viendo y escuchando la cotidianidad de las personas, su modo de pensar, hablar y actuar, a fin de que no me sobrepasara los límites establecidos por esta sociedad, y que de pronto me representaran problemas que de alguna manera entorpecieran mi paso y adaptación a este nuevo mundo, y que transgrediera mi tranquilidad, que en ese momento era muy importante para mí. Todo esto me llevó a comprender la importancia de respetar las diferentes formas de ser y las capacidades individuales de quienes me rodeaban. Con el tiempo he conocido a personas menos afortunadas, cuyas condiciones de vivienda son desesperadas, familias enteras que viven en condiciones inhumanas, y la empatía se apoderó de mí. No podía dar la espalda a esa injusticia. Pensé que no podía quedarme de brazos cruzados, y es allí donde empiezo a analizar cuáles estrategias se podían implementar para mejorar esas condiciones de vida, teniendo como fundamento aquel proverbio chino que dice, dale un pez a un hombre y comerá hoy, enséñala a pescar y comerá el resto de su vida. Es así como surge la idea de adaptar e implementar una idea que hace algún tiempo vi en televisión, y es construir o mejorar viviendas utilizando botellas de plástico que incluso pueden recoger y reciclar los integrantes de estas familias vulneradas, para llenarlas de arena y convertirla en los ladrillos que uno a uno se van encarrilando para construir las paredes, pisos y techos de ese nuevo hogar. Pensé, es una tarea árdua, pues se debe comenzar por trabajar en el planteamiento del proyecto de vivienda, organizar jornadas de reciclaje, campañas para recaudar fondos, campañas para convocar a personas voluntarias que apoyen la causa, ofreciendo su tiempo y habilidades. Asimismo, y a lo largo de mi travesía por la vida, he aprendido que el respeto por las diversas capacidades y formas de ser es esencial. Cada individuo es único e irrepetible, y nuestras diferencias nos enriquecen. La diversidad es nuestra mayor fortaleza. A mi alrededor observo personas de diferentes edades, géneros, razas, habilidades que comparten el espacio y que requieren ser reconocidas y respetadas como ser humano único, reitero e irrepetible. Veo como el momento decisivo de mi vida me llevó a superar esos miedos, a actuar con compasión y empatía, y trabajar para mejorar las condiciones de personas, familias y comunidades necesitadas. Mi vida se ha enriquecido enormemente a través de esta experiencia, y he aprendido a respetar y a valorar la diversidad en todas sus formas.