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Today we celebrate the feast of the presentation of the Child Jesus in the Temple. It is a moment of epiphany, a manifestation of Jesus as the Son of God. The gifts of myrrh, gold, and incense symbolize his humanity, kingship, and divinity. The feast also commemorates the World Day for Consecrated Life, honoring those who have dedicated their lives to God. They remind all baptized Christians that Jesus is the source of true happiness and fulfillment. Living the beauty of baptism requires the power of the Eucharist and the guidance of the Holy Spirit. Palabra de Vida Hoy Viernes 4º del Tiempo Ordinario, Día 2 de Febrero LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR JORNADA POR LA VIDA CONSAGRADA AL PAN POR LA PALABRA Hoy celebramos la fiesta de la presentación del Niño Jesús en el Templo. Hoy ya es el motivo de la alegría de quienes le reconocen como Hijo de Dios, el anciano Simeón y la profetisa Ana. La presentación es uno de los momentos fuertes de epifanía, de autopresentación o manifestación, como ante los magos de Oriente. El dolor y la muerte en la vida de Jesús, representados en la ofrenda de la mirra, ingrediente aromático del ungüento funerario, le manifiestan como un igual con nosotros y son hoy profetizados en particular por Ana. Que Jesús es rey fue simbolizado en el regalo del oro y su divinidad por el incienso. Lo que hoy se dice con las palabras entusiasmadas de Simeón, ésta, como aquella epifanía ante los magos de Oriente, manifiesta que Jesús es uno de nosotros, sin dejar de ser mucho más que nosotros. Por eso es siempre nuestra fuerza y nuestra esperanza. En esta fiesta celebramos también la Jornada Mundial por la Vida Consagrada, por aquellos cristianos que han sido llamados a una vocación de particular consagración desde la consagración común de nuestro bautismo. Los consagrados, religiosas, frailes, vírgenes consagradas, eremitas, vida monástica, etc., han sido puestos por Dios en el candelero de la iglesia para recordar al resto de bautizados que Jesús es lo primero y lo único suficiente para poder alcanzar una vida plena, feliz, santa. Los miembros de la Vida Consagrada, bajo las diversas formas y matices de sus distintas familias, tienen por misión fundamental recordar a todos los bautizados lo que es esencial del común bautismo, de la universal llamada a la santidad, de la radical igualdad en la diversidad, y todo ello bajo la suficiencia del único amor y la única pertenencia que libera y hermana, que plenifica y sacia. En los consagrados se da hoy la presentación de Jesús, para que todos recordemos que lo podemos sostener en nuestros brazos mientras Él nos sostiene a cada uno. En eso consiste vivir la belleza revolucionaria del bautismo, con la potencia inextinguible de la Eucaristía y bajo el soplo creador del Espíritu Santo. Un abrazo fraterno y estrecho, apretado, de paz y bien, de vuestros hermanos franciscanos desde Toledo. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org