VIERNES I TO

The world is facing many challenges such as environmental waste, infectious diseases, and conflicts between people. Humanity is paralyzed and unable to find a way out of violence and despair. The Gospel reminds us that we have the power to overcome our limitations and find a reason to live differently. We can embrace our calling and dignity by nourishing ourselves with mercy. If we want to move forward, we must turn to God who loves us unconditionally. The Franciscan brothers support and embrace all of us with love and peace. Palabra de Vida Hoy, Viernes 1º del Tiempo Ordinario, Día 12 de Enero. Al Pan, por la Palabra. La evolución de nuestra especie y el progreso de la humanidad parece que, si no se ha detenido, cojea ostensiblemente. Estamos convirtiendo el planeta en un depósito de desperdicios, y como en todo basurero, las enfermedades infecciosas se están multiplicando en nuestra biosfera. La convivencia entre los pueblos y las gentes se debate en una sucesión continua de conflictos ideológicos, raciales, religiosos, nacionalistas, quienes representan a los ciudadanos, suman a estos nuevos enfrentamientos, y no se caracterizan por serenar la tan convulsa convivencia social que padecemos por todo el mundo, y que multiplica por diez los efectos de cualquier mal. La humanidad está paralítica. No acierta dar un paso que la rescate del pozo de violencia y desesperanza en que se encuentra, y todo por dar la espalda a la vocación y dignidad humanas, por darle antes la espalda al que con ellas nos creo. Del Evangelio según San Mateo. ¿Por qué pensáis mal? ¿Qué es más fácil decir, tus pecados están perdonados, o decir, levántate y anda? Pues para que veáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados, dijo dirigiéndose el paralítico, ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa. Se puso en pie y se fue a su casa. Como colectivo y como individuos, seremos capaces de cargar con esas camillas de nuestras limitaciones y enfermedades, y estar liberados de la postración que supone vivir sin ideales ni esperanza, si encontramos un motivo, una razón, para vivir de otra manera. Si el humano no es más que un ser para la muerte, comamos y bebamos que mañana moriremos. Pero si somos más de lo que somos hoy, si somos creación de quien nos llama a una vida más alta y mejor, es que podemos hacer que nuestro modo cotidiano de vivir responda a esa vocación y dignidad, por nutrirnos de la misericordia que nos libera de todo lo que nos frustra y aliena. Si queremos tirar la toalla y abandonarnos a la inercia de la vida del mundo, sigamos como hasta ahora. Pero si queremos levantarnos y ser capaces de caminar hacia adelante, volvamos hacia quien se vuelve permanentemente hacia nosotros por puro amor y misericordia. Apostando siempre por Dios, vuestros hermanos franciscanos apuestan también por el ser humano, por cada uno de vosotros, y os abrazamos con gran afecto, con la paz y el bien.